Julio
Cortázar
Heechul POV
Es
raro, ya han pasado dos semanas y no me he encontrado con ese chico, Choi
Siwon, ni por casualidad.
— ¿Qué le habrá pasado? – De nuevo estoy pensando
de más y siempre por él— Seguramente tendrá mucho trabajo.
Y
yo dejo el mío de lado al levantarme del escritorio y comenzar a mirar por la ventana
la agitada vida de la ciudad, ya que mis pensamientos fueron invadidos otra
vez.
Ahora
que lo pienso, como es que alguien al que apenas he visto, haya descubierto mis
preferencias, las mismas que he mantenido ocultas por mucho tiempo. Últimamente
a pesar del trabajo y los problemas, me veo pensando en él. Quizás ya me estoy
acostumbrando a verlo en todos lados, a sus coqueteos, sobre todo a eso.
Tal
vez si tuviera un poco de su valentía, dejaría de ser el sucio secreto del
presidente de esta empresa y dejaría de sentirme tan mal por lo mismo.
Claro
que no estoy orgulloso de esa relación, si es que se le puede llamar de esa
manera, pues él está casado y yo… ¿qué más puedo hacer en mi posición? Si
quiero mantener este puesto debo guardar las apariencias, como bien me dice él
y como lo ha hecho toda su vida.
Y
sin embargo no es feliz, porque si lo fuera, no me azotaría con toda su
amargura saliendo de su boca cada vez que puede.
— Quisiera ser tan valiente como Siwon. –
suspiro pesadamente en la soledad de mi oficina. Siwon ha venido saltándose
todas mis barreras y mostrando su coqueteo sin tapujos… sin miedo y feliz.
¡Aaah!
Ahí
va de nuevo, mis pensamientos invadidos por él, justo cuando al parecer se ha
olvidado de mí. No lo he visto ni de casualidad. Aunque si me dignara a visitar
los lugares en donde trabaja, seguramente lo encontraría y podría verlo otra
vez.
Y
es que desde ese día en el centro comercial que no lo veo. En verdad, ese día fue
toda una sorpresa encontrarnos, más bien, ¿qué encuentro no ha sido una
sorpresa entre nosotros? Coincidencia, casualidad… ¿Destino?
Sacudo
esos pensamientos de mi cabeza, pues ese chico parecía solo jugar conmigo la
última vez, cuando fui sorprendido por una rosa frente a mí.
«De verdad sospecho
que me estaba siguiendo, ¿será que lo ha dejado de hacer?
— De ninguna manera. – Siwon se apresura a
explicar que no es así, aunque tampoco acepta que sea una casualidad, lo cual
es más divertido, porque entonces, sería yo quien lo persigue. — Deberías
olerlo, es un nuevo perfume.
— Entonces, ¿por qué sigues apareciendo? – le pregunto a Siwon cruzando los brazos en mi pecho sin creerle nada.
— Para ser exacto, eres tú quien apareció en mi lugar de trabajo.
— Tú lugar de trabajo, ¿dices?
— Sí, todo el centro comercial es mi lugar de trabajo en este momento.
— ¿Estás diciendo que te estoy siguiendo? – ¡No lo puedo creer!
— Está bien. Ha sucedido muchas veces antes. – Que chico tan más engreído — Pero ya que estás aquí, toma una. Que la pases bien. – y se fue dejándome la rosa con la muestra de perfume en mis manos.
En serio que no lo
puedo creer y que siga apareciendo de esa forma delante de mí, dejándome
completamente desconcertado cada vez. Más adelante alcanza a un par de chicas y
Siwon, haciendo gala de todos sus encantos, les da una muestra del perfume a
cada una. Las chicas sonríen, cayendo en sus encantos.
Ahora entiendo porque
lo decía. Tiene encanto y sabe usarlo.
— Por favor, pruébalo. Gracias. – Siwon sigue
en lo suyo.
— En verdad, tiene habilidad pero… deberían entrenar mejor a sus empleados. – de alguna forma me molesta que sea un coqueto con todos.
Este pensamiento por
sí solo, es muy infantil para mí, pero no puedo evitarlo.
Caminó demasiado
molesto, sin importar en absoluto que Siwon se dé cuenta, justo cuando paso
entre él y esas chicas que le sonríen encantadas.
¿Esto lo hace con
todos? ¿Es eso lo que me molesta? Ese fue mi último pensamiento, antes de tirar
la rosa de muestra a la basura.»
Intento
olvidar todos estos pensamientos, necesito volver a mi trabajo pero en las
últimas horas, eso es imposible. Mis pensamientos me distraen en cualquier
momento, está más que visto.
Debo
aceptar que estaba molesto y lo admito, pero no sabía si era conmigo mismo por
no poder pensar con claridad, o con Siwon por no salir de mi cabeza, o quizás
con aquellas chicas que recibieron con gusto el encantador trato de Siwon, que
el mero pensamiento me estaba poniendo un poco loco.
El
que no me pudiera sacar a Siwon de la cabeza estaba siendo algo confuso y
también causa estragos en mi humor, porque lo pienso, ni dormido ni despierto
puedo dejar de hacerlo y eso sí que es malo.
— ¡Rayos! ¿Qué es lo que me está pasando? - me
pregunto esperando que alguien me responda.
— Buenas noches, tengo una entrega. – escucho a
mis espaldas. Es posible que…
Finalmente
me doy la vuelta, levanto la mirada y me encuentro con un mensajero frente a mi
escritorio, de nuevo con el casco puesto y un paquete en sus manos. Esta vez
son flores y en mi mente ya me he hecho a la idea de que la persona frente a
mí, es Siwon.
— Usted es el señor Kim Heechul, ¿verdad? –
escucho su voz y no es la misma, y el desencanto es más grande cuando levanta
la parte delantera de su casco.
No
es Siwon.
— Te han enviado flores. – le escucho decir, y
enseguida pone las flores sobre el escritorio para poder darme la tableta donde
debo firmar. — Necesito tu firma aquí, por favor. – dice el mensajero.
Esta
vez no hay preguntas indiscretas y tampoco coqueteos, porque no es él. Tomo
enseguida la tableta sin tocar sus manos y firmo para no hacerlo esperar más,
antes de entregársela.
— Gracias. Ten una buena tarde.
Y
se va, y mis pensamientos están muy confusos y mis sentimientos están peor, porque
no los puedo explicar con claridad.
Fue
después de ver al mensajero que, millones de imágenes asaltaron mi cabeza,
imágenes de Siwon siendo lindo y coqueto conmigo, también pude escuchar
claramente su voz en mi cabeza y cómo dijo mi nombre ese día en esta misma
oficina.
Es
entonces cuando me doy cuenta que, hoy
es uno de esos días en los que me siento tan solo… y la tristeza también
comienza a invadirme.
Cierro
mis ojos pero, me es imposible no pensar en Siwon.
Continuará…
— Entonces, ¿por qué sigues apareciendo? – le pregunto a Siwon cruzando los brazos en mi pecho sin creerle nada.
— Para ser exacto, eres tú quien apareció en mi lugar de trabajo.
— Tú lugar de trabajo, ¿dices?
— Sí, todo el centro comercial es mi lugar de trabajo en este momento.
— ¿Estás diciendo que te estoy siguiendo? – ¡No lo puedo creer!
— Está bien. Ha sucedido muchas veces antes. – Que chico tan más engreído — Pero ya que estás aquí, toma una. Que la pases bien. – y se fue dejándome la rosa con la muestra de perfume en mis manos.
— En verdad, tiene habilidad pero… deberían entrenar mejor a sus empleados. – de alguna forma me molesta que sea un coqueto con todos.
Siwon ya va avanzando, ya logro que Heechuo piense en él.
ResponderEliminarHee tiene que pensar mas en el, eso de andar con el jefe y que solo sea el amante, no me gusta 😔