Título: “LOOP”
Autora: Lunis HeeChan
Pareja: JeffCode
Tipo: Yaoi, Songfic
Género: Drama, Romántico, AU
Clasificación: PG
Comentario de la autora: Este coso que
escribí es la adaptación de otro escrito que ya tenía, pero que me gustaba
mucho para el JeffCode porque les viene como anillo al dedo. Y para esto, la
canción LOOP de Jeff Satur, terminó por inspirar la idea.
Espero que les guste.
Parte Uno
Para Jeff
era raro este sentimiento porque no le había sucedido mucho y menos de manera
imprevista, aunque tampoco es como si nunca… pero ver llorar a su pequeño
compañero de escena le llegó al corazón.
Estaban
grabando una escena de KinnPorsche y como primera experiencia para Barcode, siendo
el más pequeño del cast y menos experimentado, estaba siendo difícil porque se presionaba
a sí mismo para dar lo mejor.
Barcode se
encontraba triste por no poder grabar la escena, había lágrimas en los ojos del
pequeño, todos podrían verlo mientras Pond trataba de tranquilizarlo. Jeff pudo
ver su tristeza y la desconfianza en sí mismo, las dudas en su corazón. Y él
quiso abrazarlo en ese momento, decirle que lo estaba haciendo bien, ya no era
la primera escena que grababan. En verdad que lo estaba haciendo bien.
Jeff se
lanzó hacia enfrente con sus brazos abiertos, rodeo el frágil cuerpo de Barcode
y lo atrajo hacía sí en un abrazo protector. Simplemente no pudo detenerse,
cuando se dio cuenta y pudo reaccionar, ya lo había hecho.
— Está bien. Puedes hacer esto como
quieras. Estaré contigo aquí Barcode. – dijo Jeff para disimular, dando también
apoyo al pequeño que aún hacia pucheros. — Relájate, vamos.
El pequeño
secaba sus lágrimas e intentaba calmarse bajo las atentas miradas y cámaras que
no dejaban de grabarle. Pond le hablaba también para tranquilizarlo.
— No tengas miedo de hacerlo mal. Si
está mal, déjalo estar. – Jeff continúo diciendo palabras que a él mismo le
hubiera gustado escuchar cuando comenzaba en esta industria y se encontraba
solo.
Solía ser
como ese pequeño, así que Jeff entendía que necesitaba algo de tiempo en
privado para volver a enfocarse y regresar al papel. Y él ya lo había soltado,
Jeff dejó de abrazar aquel cuerpecito, pero tenía que alejarse más tomando
distancia.
Desde ese
momento, empezó el lento enamoramiento de Jeff hacia Barcode, quien se volvió
su mejor amigo. Quizás el más importante en esta industria, pues además de
escucharle, Jeff a menudo le aconsejaba.
Jeff lo
observaba, siempre lo hacía. Con el paso del tiempo, el pequeño comenzó a
florecer, paso de ser un chico con rasgos infantiles, delgado y un cabello un
tanto peculiar. A un chico más guapo que sus ojos pudieron ver. También vio
desarrollar su cuerpo, a uno bien definido, aún delgado no obstante con formas.
Barcode
era perfecto a sus ojos, pero Jeff seguía siendo su mejor amigo. Aquel que
escuchaba atentamente, que reía cuando se encontraba feliz y el que callaba
cuando en realidad deseaba que nadie lo hiciera más feliz que él. Aunque sabía
que esto algún día se acabaría, cuando dejaran de grabar la misma serie, cuando
Barcode abriera sus alas seguramente sus caminos se separarían.
Ha
pasado tanto tiempo,
Estoy
mirándote de lejos,
Me
he preguntado si alguna vez,
Te
diré lo que guardo en este corazón…
A Jeff le
asustaba lo que comenzaba a sentir, no lo entendía pues siempre fueron solo
amigos. Quizás mejores amigos. Y se forzaba a no dejarse sentir más de lo que
correspondía, aunque lo necesitara y ansiara en el fondo de su corazón. Porque
querer de otra forma a Barcode se sentía extraño e incorrecto, nunca lo había
deseado. Se sentía tan diferente a lo que siempre consideró amor.
¿Podría alejarse
de Barcode para no sentirse incorrecto?
Jeff no
necesito respuesta.
Cuando las
grabaciones, las promociones y todo acabó, cada uno tuvo que comenzar a vivir su
vida por su cuenta, viéndose a menudo al comienzo para después hacer más
espaciadas las visitas. Aún pasarían mucho tiempo alejados hasta que tuvieran
que grabar para una segunda temporada. Jeff lo prefería de esta forma, así
podría olvidar a ese pequeño que le robó el corazón.
Esto
estaba bien, muy bien. Jeff comenzó a enfocarse en su nuevo material
discográfico, presentaciones y trabajos como solista que lo ayudaban a olvidar.
Aunque ya
no se veían, solían hablar a menudo por teléfono y después ya ni eso, porque
Jeff ya no contestaba sus llamadas, ni sus mensajes. Por momentos, Jeff se
frustraba, lo deseaba de vuelta y por otros, caía en la cuenta que debía ser de
esta forma.
Entonces,
todo iba bien hasta que Barcode comenzó a invadir la vida de Jeff otra vez. Y
aunque todo parecía ir bien, casi como antes, Jeff no era el mismo. Ya no había
en él esa calidez en su trato para con Barcode. No podría, no sin sacar a flote
sus propios sentimientos.
*****************
El ultimo día
que Jeff llevó a casa a Barcode, este se dio cuenta que no lo vería más que
como su nong. Incluso su forma de reaccionar ante él se lo decía, le lastimaba
el hecho de no poder ser más para Jeff, pero tenía que aceptarlo. No obstante,
el hecho que lo aceptara, no quería decir que estaba bien para Barcode.
Poco a
poco Barcode fue planeando su separación, comenzando por sus clases, debía
regularizarse y poner en orden todo lo que tuviera que ver con sus estudios,
pensando que entre más tiempo pasara alejado de su Jeff, mejor sería para él
poder olvidarlo. Que sería menos doloroso, pero Barcode no podía mentirse,
olvidar a Jeff no era una opción válida.
Pronto Barcode
comenzó a frecuentar a Jeff nuevamente con cualquier excusa, a invadir su
espació, incluso cuando ya comenzaba acostumbrarse a estar separados.
Y Jeff no
tuvo más que terminar aceptando de nuevo su cercanía, pues no tenía ninguna
excusa para rechazar su compañía. Amaba las ocurrencias de Barcode, su juventud,
la forma en que acomodaba las fotos que se tomaban juntos en su espejo como
bellos recuerdos. Con el tiempo este se encontró tan lleno de fotos de ambos,
que Jeff solo tenía un pequeño espacio para ver y acomodar su cabello, lo que
divertía a Barcode.
Con el
pasar de los días parecía que iban a estar bien, que podían verse como nong y
p’, que su amistad se fortalecía y sería así para siempre.
Todo iba
bien, hasta ese día…
No
sé si estás listo para escuchar estas palabras,
No
puedo guardarlo por más tiempo,
Están
destinadas a ser escuchadas…
— Jeff… tú me… – estaban sentados uno
frente al otro en la mesa del comedor.
— No lo digas. – murmuro Jeff. Barcode
trató de alcanzar su mano sobre la mesa, desistiendo de su intento cuando
escucho sus palabras.
— Está bien, no lo haré. – Jeff pudo ver
la tristeza de Barcode —. Realmente eres importante para mí.
Desde ese
día, Jeff rompió todo lazo con Barcode, no respondía sus llamadas, cuando se
atrevía a visitarlo, que era muy seguido, Jeff no abría la puerta y lo dejaba
tocar hasta que se cansaba.
Arrancó
todas las fotos del espejo, se encerró en su mundo de música, en el estudio y
casi se volvió un ermitaño por el miedo de encontrárselo en cualquier lugar. Jeff
sabía que no sería capaz de controlarse. Barcode era muy joven y lo iba a
olvidar, pronto encontraría la felicidad en otra persona que lograría hacerlo
feliz. Aunque eso le rompiera el alma, lo superaría.
En dos
meses no cambiaron muchas cosas, tampoco pasaron tantas y, sin embargo, algo
había cambiado en el interior de Jeff.
Ese día Jeff
decidió no salir de su casa ni siquiera de su cama, con el pijama puesto
pensaba pasarlo ahí todo el día. Analizaría las propuestas de trabajo que tenía
para matar el tiempo. Pero en realidad estaba como muerto en vida porque se
negaba a comer, los bocados no pasaban por su boca y estar en cama ya era de
por si extraño.
Aún
así, estoy luchando
Y
otra vez son las tres de la mañana…
Las
ventanas abiertas le daban cuenta de cómo iba pasando el tiempo. Se removió en
la cama tratando de encontrar la mejor posición para intentar dormir, pues solo
en sueños podía ser feliz de la forma en que tanto deseaba, cuando el ruido de unos
golpes en la puerta lo alertaron.
Sin prisa
se levantó de la cama y fue abrir la puerta.
— ¡Jeff! – comenzó a gritar Barcode—.
Ábreme la puerta.
¿Realmente
estaba sucediendo? Hace poco estaba deseando dormir para soñar con que Barcode
volvía a él y ahora estaba sucediendo. Jeff no podía distinguir la realidad del
sueño.
Paso su
mano por la cabeza, aún dudoso.
— ¿Qué estás haciendo? – le preguntó a Barcode
al abrirle la puerta.
— Te extraño.
Y aquellas
palabras dichas por Barcode fueron suficientes para que Jeff volviera abrirle las
puertas… Las puertas de su casa y tal vez de su corazón también.
Barcode se
dio cuenta que extrañaba tanto a Jeff, cuando en una de sus presentaciones que
estaba teniendo en solitario, el aire se le hizo poco, sentía que se ahogaba y
el pánico amenazaba con hacerlo dejar de respirar. Por lo que salió corriendo
del lugar sin mirar atrás, ni siquiera le importo que estaba dejando a todo el
mundo colgado, solo quería llegar al lado de Jeff y sentirse seguro de nuevo.
Seguramente
después recibiría una seria advertencia por esto, hasta Jeff lo regañaría por
hacerlo.
Pero ahí
estaba de nuevo dentro del departamento de Jeff como cualquier otro día. Jeff lo
dejó pasar y Barcode fue hasta la cocina sin detenerse a mirar.
— Tengo mucha hambre, no he podido comer
nada. – dijo Barcode como si nunca se hubieran separado. Fue directamente a la
nevera y rebusco algo que comer dentro de ella, pero nada de lo que había ahí
estaba bueno para comer. Las cosas que había dentro estaban caducadas, lo que
le daba cuenta que Jeff no había estado alimentándose bien. Tan solo la leche
se encontraba con una fecha de caducidad aceptable, así que bebió de ella
directamente del frasco hasta terminarla.
— Si tienes hambre, puedo prepararte
algo. – dijo Jeff saliendo de su asombro.
— Dos huevos por favor. – le respondió
un pensativo Barcode —. Y solo si tú me acompañas a comer.
Sin pensar
mucho el por qué Barcode estaba de nuevo en su casa, cuando claramente él había
hecho todo para alejarse y hacerlo de lado; Jeff se fue a cocinar un par de
huevos revueltos para el joven. En realidad, si se ponía a pensar sus motivos,
se volvería loco, por eso se concentró en nada más que aquel par de huevos en
el sartén. Después los sirvió en un plato, tomó un tenedor y se dirigió hacía
su cama, donde se encontraba Barcode sentado.
Barcode se
encontraba pensativo, tan serio como no lo vio nunca. Jeff le entrego el plato
para después sentarse a su lado.
— ¿Estás bien? – le preguntó Jeff justo
antes de que Barcode tomara el primer bocado.
— Voy a estar bien.
Por un
momento, Jeff lo vio comer todo lo que puso en su plato, hasta terminarlo. Barcode
giro su cabeza hacia Jeff para mirarlo a los ojos.
— Resulta que la felicidad nunca será
perfecta.
Estas
palabras dejaron pensativos tanto a Barcode como a Jeff. El primero concentrado
en su plato, que ya no contenía nada, y Jeff en el bello perfil de Barcode,
estudiando su tristeza. Desde el comienzo, a Jeff nunca le ha gustado verlo de
esa forma, por lo que llamó su atención poniéndole una mano sobre su brazo, lo
que hizo que Barcode volteara a verlo de nuevo.
Lo
pienso por mucho tiempo
Y
estoy listo para decirlo,
pero
luego me abstengo…
— ¿Debería darte abrazo para consolarte?
– Jeff no supo de donde salió esa pregunta y tampoco pudo detenerla.
Barcode
asintió tímidamente, realmente sin mirarlo. Por eso solo escucho una risotada
que salía de los labios de Jeff.
— Estoy bromeando. – dijo y las risas
continuaron. Obviamente se estaba burlando de Barcode y este no tuvo más
remedio que reírse también por lo ocurrido.
— Te volviste aún más gracioso que yo. –
dijo Barcode desquitándose con un sonoro golpe en el brazo, haciendo doler a Jeff;
ya que en el pasado le había jugado demasiadas bromas finalmente el bromeado
era Barcode.
Esta vez
hubiera deseado que no fuera de esa forma. Sin embargo, Barcode reía, tal vez
de tristeza, de decepción… tal vez realmente deseaba ese abrazo.
*************************
Por favor, por favor, no me odien
>.<
Tampoco odien a Jeff.
Quiero dar las gracias a mi prima Nyu
y a la bella Xixi por leer este coso antes de salir a la luz. Gracias por leer
y les prometo que esta vez acabará mejor que el KimChay de KinnPorsche.
希 HeeChan
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