Título del
Fanfic: “Atrapado”
Autora: Lunis HeeChan
Pareja: JeffBarcode
Tipo: Yaoi
Género: OTP, AU, Acción
Clasificación: +15
Capítulos: 05
Advertencias: Esta
es una adaptación mejorada y alargada de un twoshot que ya tenía, en el cual se
modificaron muchas cosas para que coincidiera con lo que deseaba contar.
Descripción:
Todo comenzó con esta petición… Alguien hágame la historia de un vato medio
narcisista, ególatra, egoísta, vale madres, pero extremadamente fiel, y que es
un asesino a sueldo que se enamora del vatito fresa hijo del diplomático del
que le habían asignado deshacerse, y el cual resulta siendo más lujurioso que
cualquier otro que hubiera conocido.
Comentario
de la autora: Creo que la descripción lo dice todo, acá les dejo el link de la
chica que pidió este AU.
Link https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid0yV6T55qt5FLWkWCpJ4gsPdHnDmcMm1qq1qKayfPxrkzbxC5wpZzzH396M4K9xK53l&id=100065046033960&sfnsn=scwspmo&mibextid=VhDh1V
Disfruten
su lectura. ♥
Atrapado… Capítulo 01
— Mira nada más lo que tenemos aquí. –
dije burlonamente, haciendo sobresaltar al hombre frente a mí.
Se trata
de mi último trabajo, el hombre frente a mí, tiene que dejar el mundo de los
vivos esta noche. Me estoy aburriendo de
seguirlo, ya había tratado de salir corriendo anteriormente, esta vez no será
así.
En cuanto
se encontró en un callejón sin salida, empezó a rogar a cada uno de los dioses
que conocía, que lo dejara vivir.
— ¡Por favor! Perdóname la vida y pagaré más de lo que te dio la persona que te contrató. – lo escuche decir.
— Eso no sería nada ético. – le digo con
sarcasmo.
— Por favor, por favor. – comenzó a lloriquear
mientras se ponía de rodillas para rogarme.
Alguien
paso a lo lejos frente al callejón observando la escena y sin hacer nada se
fueron. Era mejor para ellos no entrometerse con lo que estaba pasando.
Necesitaba deshacerme de este tipo ya, antes de que alguien más se diera
cuenta, no quería testigos de los cuales después me tuviera que deshacer.
— ¡Tengo mucho dinero!
— No seas tontito. – tomo sus asquerosas
mejillas bañadas de lágrimas por su lloriqueo. — Mis servicios son caros y
alguien con mucho más dinero, pagó por ti. Claramente le estorbas. – susurro
muy cerca de su rostro.
— ¡Eres un maldito! – quiso golpear mi
pecho, más pude alejarme antes que lo hiciera.
Le dedico
una siniestra sonrisa que lo hace temblar contra la pared a su espalda.
Comienzo a reír burlón ante lo patético que es. Esto siempre se pone más divertido justo al final. Le propino una patada rápida, haciendo girar mi cuerpo mientras saco la pistola que tengo guardada detrás de mi espalda.
— ¡Ya sabes lo que sigue! – le grito con diversión.
Le veo
temblar, sonrió antes de apuntar a su cabeza y justo escucho el caer de algo
líquido. Una carcajada sale desde lo profundo de mi garganta. El cabrón se ha
meado encima del puto miedo.
— Oh, vamos. No eres un niño como para
mojar tus pantalones – le digo negando levemente con la cabeza. — necesitas aprender
una lección.
Sin dudar,
disparo directo a sus genitales. El grito de horror es música para mis oídos.
— Otro trabajo bien hecho. – guardo mi
arma y sacudo mis manos, antes de alejarme del lugar.
Las luces parpadeantes
del lugar me dan la privacidad que necesito desde la mesa donde me encuentro
vigilante, viendo como algunos se divierten como cada fin de semana,
desafortunadamente yo tengo que trabajar, pero eso no impide que también me
divierta.
Aunque, los
asesinos a sueldo nos divertimos de vez en cuando, o quizás solamente soy yo el
que se divierte. A veces me hago pasar como cualquier cliente, soy casi como un
agente en cubierto, pero mi consigna es muy diferente a la de proteger. Es por
eso que puedo tener mis ratos de diversión, siempre y cuando no descuide mi
trabajo, después de todo tengo que hacerme pasar por uno más, sería raro si
solo fuera por ahí y mirara.
Justo
ahora estoy vigilante del que es mi próximo trabajo. Contratado especialmente para
deshacerme del padre de la persona que llevo siguiendo desde hace tres días, la
misma que se la ha pasado días de fiesta en fiesta. Es como si no tuviera algo
más que hacer con su vida.
De esa
forma es que me entere que Barcode Romsaithong-Wattanagitipha no era un cliente
común, es el hijo del CEO más importante en la industria del entretenimiento,
Mile Phakphum Romsaithong, la persona de la que tengo que deshacerme. Su
esposo, Apo Nattawin Wattanagitiphat, es bastante parecido en belleza a su
hijo.
Es una
lástima que sea un niño malcriado, porque el chico es muy bello, tiene un buen
cuerpo y bellos ojos. Creo que sus ojos son los que más me han impresionado.
Algo en ellos me dice que no he visto todo de él y eso me tiene con la cabeza
hecha un lio cuando debo estar concentrado.
Un asesino
como yo no necesita distracciones cuando se trata de un trabajo.
Y ese
chico Barcode Romsaithong-Wattanagitipha, sí que lo es.
Mi plan
era acercarme a él para entrar a su casa y entonces, ganarme su confianza para poder deshacerme de
sus padres más fácilmente. Pero hasta este momento, no he podido acercarme a
él. Sin embargo, nada me había preparado para darme cuenta de cómo ese chico
malcriado afectaría mi vida…
*
Intento
mezclarme entre la gente y con una cerveza en mis manos, camino hacia la pista
donde había visto a Barcode. El joven caminaba hacia mí en medio de la pista y
entre toda la gente, supongo que para dirigirse al baño ya que estaba en ese
camino.
Justo estábamos
a punto de cruzarnos cuando alguien detrás de mí, me empujo con todas sus
fuerzas, haciendo que el líquido de mi cerveza terminara en la ropa del joven. Obviamente,
intente advertirle, le había gritado “Cuidado” pero al parecer la advertencia
llego muy tarde. Dejé la botella de cerveza en el suelo importándome poco que
fuera a causar un accidente y me dirigí hacia él.
— Disculpa, no fue mi intensión, alguien
me empujo. – di mi mejor argumento aparentando estar bastante preocupado por él
mientras le ayudaba a quitar un poco de líquido de su rostro.
— ¡Eres un estúpido! – me grito el joven
con rabia, estaba todo empapado de cerveza, que seguramente después de seca
olería mal. Estaba sorprendido de que no aceptara mis disculpas. — ¡Por su
culpa ahora estoy hecho un desastre y todo por culpa de tontos estúpidos como
usted “SEÑOR”! ¡¿Y ahora como va a arreglar esto?! – sus ojos pardos centellaban
fuego vivo, una furia que no sabía cómo calmar y no llamar la atención de los
que estaban a nuestro alrededor.
En ese
momento, fue la primera vez que lo tuve realmente de cerca y pude ver su
apariencia: tez morena clara, ojos grandes y profundos, labios carnosos y
también pude ver que se cargaba un carácter de los mil demonios.
— ¿Barcode...? – lo llamé por su nombre,
antes de que me dijera otro insulto.
Barcode se
sorprendió de que un “SEÑOR” supiera su nombre. Él me miró altivamente, con los
ojos llenos de duda y sospechas.
— ¿Cómo sabes mi nombre?
Le sonreí encantadoramente.
Algo que tomó desprevenido a Barcode porque su enojo se disipo, y en cambio un leve
sonrojo adorno sus mejillas.
— Probablemente no te acuerdes de mí. Mi
nombre es Jeff.
— ¿Jeff? No recuerdo ese nombre de
ningún lado. – me dijo tranquilamente. Quizás había exagerado y el chico no era
tan malo como lo imaginaba.
— Sí, soy Jeff, nos conocimos en una
fiesta. – le mentí. — Desde entonces no nos vimos nunca más. – Barcode se me
quedó mirando intentando hacer memoria.
El chico
era hermoso. Esa palabra le pegaba muy bien y no encontraba otra para
describirlo. Recorrí con la mirada el cuerpo del chico el cual estaba empapado
con cerveza, ¿Quién no desearía a un joven como el que tenía en frente?
Sonreí al
recordar mi maldita mala suerte. Estaba frente al chico al que le iba a
destrozar la vida matando a sus padres. Sonreí irónicamente al pensarlo.
— ¿Qué es tan gracioso? – preguntó
molesto.
— La forma en que nos hemos vuelto ver.
– el chico ni se inmutó. Si esto seguía así me iba a tomar toda la noche, me
estaba impacientando y es la primera vez que me pasaba — ¿Vas a disculparme por
la mojada?
— Podría ser, si haces algo por mí. – dijo
y luego me sonrió traviesamente.
— Claro, dime.
¡Por fin!
Íbamos avanzar y si esto salía bien, haría que confiara un poco en mí.
Sin
embargo, sin que me lo esperara, Barcode me agarró desprevenido y me empujó,
haciéndome caer en medio de la pista. Y para mi mala suerte, un camarero pasaba
en ese momento, lo que le hizo fácil a Barcode tomar una bebida y vaciármela
encima. Una bebida que olía a coco y a vodka.
— ¡No confió en extraños! – el chico parecía enfadado,
pero en sus ojos había un poco de victoria y superioridad, que me impacto más
de lo que pude pensar, pues no lo he podido olvidar desde ese momento.
Cuando él
se fue trate de reponerme del incidente y dejar de sentirme como si fuera un
insignificante insecto que ese podía aplastar cuando se le viniera en gana. Creo que al final me equivoque al pensar que
ese chico seria tranquilo y fácil de abordar.
A mis ojos
volvió a ser ese niño mimado, malcriado y ahora caprichoso. Lo que terminé
diciéndole cuando lo alcance a través de la pista. Mi sorpresa fue más grande
cuando Barcode al escuchar mis palabras solo volteo su cabeza hacia otro lado,
como buen niño malcriado que no le importa nada la opinión de un extraño.
— Me importa muy poco lo que pienses, no
te conozco, así que me da totalmente igual.
Suspire
algo cansado, intentando controlar mi genio y concentrarme en el fin de
acercarme a él. Finalmente, cuando lo logré, le ofrecí pagar el costo de su
ropa o mandarla a lavar. Y en lugar de tomarlo bien y portarse agradecido, el
chico malcriado se puso a gritar que lo estaba acosando y que era un
pervertido.
Tuve que
retirarme del lugar antes de me causara un lio. Además ya estaba cansándome de
ese chico, estaba siendo demasiado para una sola noche.
Otro
fin de semana y de nuevo me
encuentro siguiendo a Barcode
Romsaithong-Wattanagitipha, hijo del famoso CEO del que debo deshacerme.
No he
podido aceptar otros trabajos sin terminar este, y aunque muchos llaman
pidiendo mis servicios, teniendo que rechazarlos hasta que esto acabe.
Esta vez se
trata de un Bar que es muy famoso en la ciudad, unos de mala manera como antro
de perdición por lo liberal que es y donde las sustancias se venden enfrente de
otros sin esconderse. El que entra a este lugar sabe muy bien a lo que se
expone. Se dice que el lugar está protegido por el hijo de algún político, lo
cual no me importa mucho, mi trabajo no es protegerlo después de todo.
Hace rato
que observo al chico en cuestión. Al parecer tiene rato que llegó y aunque esta
vez viene acompañado, para mi fortuna, no son guardaespaldas. Parecían ser más
bien sus amigos.
En la mesa
en la que se encuentra, hay varias botellas vacías y en uno de los asientos, un
chico que se nota que es mayor que él, lo mira bailar a lo lejos. Será su
¿pareja? Y al parecer está bastante ebrio porque solo se ríe al verlo,
festejando también sus sexys movimientos.
Lo único
que no me gusta, es que hay varios tipos alrededor de Barcode mientras baila y
él otro chico parece no enterarse. Estos tipos están esperando que Barcode
cometa un error durante su baile, lo que no les detiene en decirle cosas y
propuestas subidas de tono.
— Vamos lindo, ven conmigo antes que te
lastimes. – escucho que dice uno de ellos, lo que me hace hervir la sangre.
— Deja a mi amigo, Barcode no quiere ir
con nadie. Está haciéndome compañía. – grita otro chico que parece acompañar
también a Barcode, ya que se ponen a bailar juntos.
Al parecer
no se han percatado lo que su baile provoca aquí abajo.
— Amigo, ya olvida a ese idiota, debes
dejar de buscarlo. – ellos hablan a gritos por sobre la música, sin importarles
que alguien más los escuche.
— Le voy hacer pagar al muy idiota.
— Ya me canse de esperar. Chico lindo,
ven aquí.
Y como me
temía, uno de los tipos no se resiste más y toma el cuerpo de Barcode echándolo
sobre sus hombros, dispuesto a llevárselo aún en contra de su voluntad.
Autora: Lunis HeeChan
Pareja: JeffBarcode
Tipo: Yaoi
Género: OTP, AU, Acción
Clasificación: +15
Capítulos: 05
— ¡Por favor! Perdóname la vida y pagaré más de lo que te dio la persona que te contrató. – lo escuche decir.
Comienzo a reír burlón ante lo patético que es. Esto siempre se pone más divertido justo al final. Le propino una patada rápida, haciendo girar mi cuerpo mientras saco la pistola que tengo guardada detrás de mi espalda.
— ¡Ya sabes lo que sigue! – le grito con diversión.
*******************************
**********************************
Comentarios
Publicar un comentario