Sus Dos Regalos.... SEGUNDO ESPECIAL: Diferencias



Jeff se despertó por los olores de comida flotando en el aire. Primero abrió sus ojos, acostumbrándolos a la claridad que entraba por la ventana. Quizás alguno de sus dos chicos le abrió las cortinas, pero le había dejado seguir durmiendo y se lo agradecía.

Realmente Jeff no se dio cuenta de lo cansado que estaba por su cargado horario individual estos últimos días, eso sin contar los ensayos con los chicos para los World Tour. Al menos su carga individual estaba por terminar, podría enfocarse solamente en una cosa, sus chicos y los ensayos.

Antes de levantarse, se desperezo un poco, mirando alrededor en su cama. La noche anterior fue tan diferente. Dormir entre dos personas no estaba del todo mal después de todo. Ta y Code tenían formas de dormir tan únicas, mientras uno se aferraba a Jeff, el otro se iba al extremo de la cama y cuando el otro lo dejaba de abrazar, el que estaba lejos se acercaba. Estuvieron intercalando toda la noche, hasta que no supo más de sí.

En algún momento seguramente los tres durmieron abrazados, las cobijas arremolinadas a su alrededor daban cuenta de eso.

Algunas voces se escuchaban desde la cocina, cosa que hizo sonreír a Jeff. Tan diferente a todos los demás días, contando los olores y las voces, el estar acompañado por las personas que quería le estaba gustando. Y aunque nunca pensó estar en la situación de relacionarse con dos personas al mismo tiempo, los tres parecían muy dispuestos a hacerlo funcionar para ellos.

Los olores de comida le despertaron el apetito, su estómago le daba buena cuenta de lo hambriento que estaba. Jeff fue al baño a lavar sus dientes y de paso su cara, arreglar un poco su aspecto para el primer despertar acompañado y volvió a sonreír al pensar en esto, no podía ocultar su felicidad.

Salió rumbo a la cocina de su departamento, encontrándose con una entretenida escena, en ella estaban Ta y Barcode cocinando lo que era el desayuno aún en pijamas. Uno de ellos estaba tratando de evitar que todo fuera un desastre y el otro estaba divirtiéndose a su alrededor. Por lo que Jeff se quedó a observar a lo lejos la escena.

— Esto huele muy bien, P'Ta, ¡Ya quiero probarlo!

— Oye, tú también lo hiciste muy bien, ¿Quién te enseñó a usar el cuchillo de esa forma? – preguntó el mayor.

— Mi ma', ella dice que debo saber cocinar para no morir de hambre algún día. – eso hizo reír tanto a Ta como a Jeff.

— Pues tu ma' tiene razón, – Ta seguía moviéndose por la cocina, pero se perdía con la charla de Barcode. — si no lo hiciéramos, en este momento no habríamos podido cocinar nada para sorprenderlo con el desayuno.

El comentario de Ta, hizo que Jeff se sonrojara un poco, pues en todos sus años solo había podido aprender hacer huevos revueltos, emparedados y sopas instantáneas, y lo que sea que Ta y Barcode cocinaron, olía delicioso e incluso parecía que algo se estaba horneando.

— P'Ta, podemos probar el postre, anda, por favor. – rogaba Barcode abrazando a Ta por la espalda.

Ta había tenido que preparar el desayuno la mayor parte del tiempo con Barcode pegado a sus espaldas. El menor era tan lindo y pegajoso como una goma de mascar, que Ta estaba disfrutando tener toda su atención para él. Estaban disfrutando la compañía del otro y jugueteando entre ellos.

— Como fuiste buen ayudante, te daré doble ración de postre, - prometió Ta — pero antes, ayúdame a poner la mesa, debemos despertar a P'Jeff. – y antes que Barcode soltara de su abrazo a Ta, este giro su cabeza para besar su mejilla.

— ¡Phiiii! – gritó Barcode divertido y se dio la vuelta.

— Tus mejillas son lindas. – dijo sonriendo Ta para luego dar una palmada en el trasero de Barcode.

— ¡Esas no son mis mejillas! – y las risas no se hicieron esperar.

Toda la escena pasó frente a los ojos de Jeff, que miraba encantado e interesado en cómo se desarrollaba la relación de ambos. Ta fue el tercero en unirse a Barcode y a él, sin embargo, parecían estarse llevando mejor. Incluso mejor que él y Ta.

— Los platos grandes serán suficientes, ¿verdad?

— ¿Qué?

— Son los únicos que tiene. – y Barcode se echó a reír — ¡Oh, P'Jeff!

Barcode por fin se dio cuenta que Jeff los observaba, más no se movió de su lugar, ya que aún sostenía los platos que Ta le había pedido.

— Anda, ve hacer lo tuyo. – dijo Ta sonriendo tímidamente, después quitó los platos de las manos de Barcode.

El menor salió corriendo hacia donde se encontraba Jeff, parándose justo delante de él. La sonrisa que tenía Barcode en ese momento era demasiado linda, bien lo pudo ver Jeff.

— Buenos días, P'Jeff. – con dulce vos, dijo Barcode para después tomar con sus manos las mejillas del mayor y plantarle un beso de piquito, dejando un poco desconcertado a Jeff. — Beso de buenos días.

— Buenos... días...

Del otro lado de la cocina, la risa de Ta se dejó escuchar.

— Ya recibí mi parte. – le explicó Ta a Jeff — También recibí mi beso de buenos días y quedé igual

— Phi, dijiste que te gustó.

— No me gustó, me encantó y quisiera que lo hicieras todos los días. – fue como si hubiera dicho algo simple, porque Ta después se agacho para sacar lo que sea que había metido en el horno.

— Está bien. Ahora P'Jeff, debes de dar también los buenos días a P'Ta.

Jeff fue empujado por Barcode hacia donde se encontraba Ta, este no pudo dejar lo que acaba de sacar del horno y que traía en manos, pues no le dio oportunidad porque Jeff inmediatamente lo besó sin aviso.

— Buenos días, P'Jeff. – no era raro que Ta lo tratara sin honoríficos.

— Buenos días, todo huele delicioso. – le dice a Ta después de separarse del tierno beso que le dio. — ¿Tú solo hiciste todo eso?

— Recibí un poco de ayuda. – dijo Ta señalando a Barcode.

— Vayamos a comer, la mesa ya está lista. – los apuró Barcode.

Los tres disfrutaron el desayuno entre una charla amena. La comida no era una delicia, pero estaba pasable, sobre todo por la intención y por eso al terminar, Jeff estaba agradecido con sus dos chicos.

— Solamente cuando viene mi mamá puedo comer una comida casera. Gracias Ta. – Jeff se levantó colocándose detrás de la silla de Ta y agradeció dándole un beso en la mejilla — Así que, yo lavaré los trastes.

— No, como crees phi.

— En mi familia también hay una tradición, quienes cocinan, no lavan los trastes. Por eso yo los lavaré. – les advirtió Jeff.

— Sí, gracias por la comida P'Ta. – Barcode hizo lo mismo agradeciendo a Ta y después hizo cosquillas con su beso en el cuello a Ta.

Ta seguía sentado, lo que no le impidió reaccionar y girarse para hacer cosquillas a Barcode, que no pudo aguantar, lo que le hace caer sentado sobre las piernas de Ta. Ellos siguen jugueteando en la mesa, hasta que Ta besa el cuello de Barcode y lo manda abañar. El menor está sudado, pues también le había ayudado en la cocina. Ta nalguea a Barcode cuando este se levanta de sus piernas y se va a bañar sin rechistar a la orden de Ta.

Todo esto pasa frente a los ojos de Jeff que se encuentra lavando los trastes, pero que no ha perdido detalle, parece haber más familiaridad entre estos dos. Jeff nota como Ta es más confianzudo con Barcode que con él, hay más acercamiento físico con el menor y con él parece contenerse a tocarlo, al menos que el mismo Jeff inicie el acercamiento físico.

Jeff recuerda que Ta no era así, incluso él fue quien lo abordó.

Continua en su tarea de lavar los trastes perdido en sus pensamientos, hasta que, por estar distraído, estuvo a punto de tirar uno de los vasos y romperlo. Lo bueno es que Ta estaba a su lado y pudo sostenerlo antes de que cayera al piso. Estuvieron por un rato en silencio, hasta que terminaron de lavar los trastes.

— ¿Estás molesto por algo, P'Jeff? – Ta fue el primero en hablar.

— No estoy enojado. – respondió Jeff terminando de secar sus manos.

— Lo que pasa es que no lo quieres decir.

— ¿Y por qué estás tan seguro?

— Porque estas distraído, estuviste distante con Code y conmigo, y ahora mismo estas rehuyendo de mi mirada. ¿Qué tienes P'Jeff?

— Eso no es verdad.

— Mientes y lo sabes P'Jeff, no huyas de lo que está pasando. – le advirtió Ta antes de que pudiera moverse.

— ¡Deja de decirme Phi!

— Ah, ¿sí? ¿Eso es lo que te molesta? No escucho que te quejes de Barcode llamándote Phi.

— No, pero tú...

— Dime Jeff, yo, ¿qué?

Jeff ya estaba molesto y Ta se estaba molestando, así que el mayor tuvo que explicarse mejor, no estaban llegando a nada.

— Se siente raro que me llames Phi, si desde el comienzo no lo hiciste. Y luego eres así con Barcode y conmigo no... ya no sé qué estoy diciendo...

Ta no lo dejó terminar, tomando a Jeff por los brazos lo atrajo hacia su cuerpo de manera brusca, abrazándolo con tanta fuerza que el rosto de Jeff quedo descansando sobre su hombro. Ta lo quería sentir tan cerca y que Jeff sintiera cuanto lo amaba y necesitaba también.

Jeff se resistió un poco, quiso apartarse, pero Ta luchó por retenerlo y no lo dejó moverse rodeándolo con los brazos por la cintura y la espalda.

— Te hicimos un desayuno especial. Los dos lo hicimos pensando en ti, porque te amamos... Te amo Jeff. - Jeff se rindió con las palabras de Ta, sus brazos le rodearon la espalda de Ta y sus manos se cogieron de la camisa estrujándola con fuerza —. ¿Por qué no me dijiste como te sentías? En ningún momento quise hacer diferencia entre los dos, es solo que con Barcode es más fácil juguetear, hacer cosas divertidas o tontas. Contigo yo quiero...

Al darse cuenta que Ta no continuaba, Jeff relajó la fuerza de sus brazos y se separó un poco para ver su rostro, pero no lo soltó.

— Jeff, si tú supieras lo que pienso y siento cuando te tengo a mi alrededor. Eres tan sexy y atrayente para mí, quisiera hacer tantas cosas contigo, pero a veces eres muy serio. – Ta comienza a explicar sus preocupaciones también. — Pensé que te contenías conmigo por Barcode, así que yo también comencé hacerlo

— ¿Cómo? – Jeff no terminaba de entender.

— Acordamos que Barcode impondría el ritmo en la relación y no haríamos nada hasta estar seguros que se sentía listo, eso de ir lento por él.

— Lo recuerdo.

— Sin embargo, estamos de acuerdo que la relación entre nosotros puede ser tan diferente a la que tenemos con Barcode. Yo no quiero ir lento contigo, Jeff.

¡Rayos! Ahora Jeff lo tenía claro, Ta se estaba conteniendo a su alrededor casi como lo había estado haciendo él, y en lugar de aclarar las cosas con Ta, se estaba sintiendo menos por la relación juguetona que llevaban sus dos chicos. Lo cual quedó en el olvido, al darse cuenta que Ta lo deseaba casi tanto como él.

Jeff no espero en abrazar al chico de quien se estaba enamorado, lo rodeo con sus cálidamente con sus brazos y después tomó el mentón de Ta para poder besarle con pasión metiendo su lengua en la boca de su chico buscando. Ta acepto gustoso la lengua juguetona de Jeff, pues aquel gesto es lo que necesitaba para darle seguridad de sus sentimientos.

Tanto Jeff como Ta estaban cansados de no demostrar lo que sentían por el otro. Parecía que, hasta ese momento, el único que había recibido todo el amor de ellos era Barcode, cosa que no volvería a suceder.

Terminaron separándose cuando el aire comenzó a faltarles, sin apartarse todavía del todo.

— Jeff... ese beso... - musito tímido Ta con su mirada baja, ya que el beso había sido diferente.

— Hace tiempo que deseaba hacerlo. – confesó Jeff.

— Jeff... Te quiero... Creo que lo he hecho desde que nos conocimos.

Aunque la confesión sorprendió a Jeff, sonrió dulcemente a Ta.

— Gracias por quererme y tenerme paciencia, también te quiero Ta. – le dijo a Ta con una sonrisa mientras besaba su mejilla. — Creo que, si no lo hiciera, no habría sido tan infantil antes, lo siento.

A pesar de ser el mayor en entre ellos, Jeff no pudo evitar sentirse inseguro en esa relación de tres y eso le apenaba un poco, por lo que Ta pudo darse cuenta.

— El amor nos vuelve tontos, supongo. – dijo Ta sencillamente.

— Tal vez. – Jeff sonrió a Ta diferente esta vez mientras se aferraba a la cintura del menor — O quizás es porque amar nos vuelve como niños, necesitamos la seguridad de sentirnos amados abiertamente, porque como niños a veces no entendemos de indirectas o gestos, necesitamos saberlo de modo directo de esa persona. Y si no, nos volvemos infantiles y tonteamos alrededor de esa persona.

Ta veía a Jeff maravillado mientras hablaba.

— ¿Qué? – preguntó Jeff extrañado.

— Esta parte de ti también me gusta. El artista dentro de ti cuando te inspiras.

— Mmhhh. – Jeff no pudo decir nada, sin embargo, mantuvo abrazado a Ta mientras lo volvía a besar. A veces las palabras salían sobrando y las acciones parecen la mejor opción.

— Tengo que ir a bañarme. – Ta dijo interrumpiendo el beso — Me sude un poco en la cocina.

Y aunque la atmósfera entre ellos en ese momento era muy linda, Ta debía bañarse estaba sucio y caliente, por cocinar y por lo que Jeff le estaba causando. Un buen baño de agua fría no le vendría mal.

Los dos se dirigieron hacia la recamara del mayor donde habían dormido antes, pues ahí se encontraba el único baño con regadera. Al entrar se encontraron con la dulce escena de ver a Barcode durmiendo. Como buen chico, el sueño le venció después de comer tan bien y un buen baño, quedando dormido en medio de la cama.

— Creo que, deberíamos acompañarlo. – sugirió Jeff sin poder dejar de mirar dulcemente a Barcode dormir.

— Lo haremos, después de bañarme.

— Claro, nos bañaremos y después le haremos compañía a Barcode.

— ¡Eh! – Ta fue sorprendido por la mano de Jeff tomando la suya.

— Vamos a bañarnos juntos. – y Jeff no estaba preguntando, tampoco era una sugerencia.

Ta abrió los ojos sin poder creer lo que escuchaba. ¿Eso no podía estar sucediendo? ¡Jeff le acababa de decir que se bañarían juntos! Y guiado por la mano de Jeff, se dejó llevar al baño... ese fue el único momento en el que Ta se dejó llevar.

Al entrar al baño, Ta se abalanzó sobre Jeff besando sus labios, el cual se dejó hacer. Ta era incapaz de apartar la vista de sus ojos y lo interesado que se veía Jeff por lo que estaba a punto de suceder. Ta fue besándolo mientras los dos intentaban quitarse la ropa sin separarse. Jeff abrió los labios perezosamente en una dulce sonrisa dejándose hacer por Ta.

Totalmente entregado al beso, Ta suspiro cuando los labios de Jeff lo besaron de regreso, esto era más de lo que podría haber soñado en toda su vida.

El beso fue lento, pausado; la puerta del baño se cerró detrás de ellos con un cuidadoso clic, para solo escuchar sus respiraciones y el sonido que hacia la ropa al ser tirada al suelo. Después de lo que pareció toda una eternidad, ambos quedaron desnudos y sus labios por fin se separaron para mirarse.

Los deseos contenidos por Jeff y Ta se estaban materializando. Aun sin poderlo creer, Ta tomó de nuevo la boca de Jeff, no iba a perder la oportunidad que se le presentaba, estaba tan dispuesto como Jeff de llegar hasta el final. Su lengua invadió la boca de Jeff con una desbordante pasión, que solo en sueños se atrevía a dejarla salir.

Embargado por la pasión, Jeff fue consciente de la placentera sensación de sentir sus cuerpos desnudos, al sentir a otra piel sobre la suya. No era algo nuevo para él, tuvo sexo en el pasado, pero nada se parecía a lo que estaba sintiendo en estos momentos. Cuando el corazón estaba involucrado el sexo dejaba de ser solo sexo, es por eso que se sentía tan diferente esta vez.

Jeff respondió el beso cada vez más entregado, inmerso en el momento, explorando con su boca la ajena mientras sus manos recorrían desesperadamente el cuerpo de Ta, al mismo tiempo que lo empujaba contra la pared. Sus miembros, duros y calientes, se frotaban contra sus cuerpos que temblaban de anticipación.

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La ducha se alargó un poco más de lo previsto. Esperaban que Barcode siguiera disfrutando de su siesta plácidamente, ya que habían intentado hacer el menor ruido posible.

— Fue bueno, ¿no es así?

— No tenía idea de lo bueno que sería.

— Sí, eres delicioso.

— También tú. – y se dieron un beso.

— Hay que vestirnos y salir de aquí, antes que despierte nuestro dormilón.

— No le diremos, ¿verdad?

— Cuando esté listo, va a preguntar por sí mismo y se lo diremos sin duda alguna.

Los dos se vistieron y sonrientes, salieron del baño hacia donde se encontraba Barcode dormido. Rodearon la cama, uno a cada lado y se recostaron a su lado. Barcode se movió perezoso al sentir dos cuerpos rodeándolo, sus ojos apenas se abrieron y pudo ver a ambos, Jeff y Ta lo veían encantados, a lo que el menor solamente pudo sonreír ante el bonito sueño que estaba teniendo.

Jeff y Ta se miraron mutuamente, estaban maravillados que Barcode siguiera durmiendo y entre sueños, sus manos habían tomado la playera que vestía Jeff y agarrado el pantalón de Ta, acercándolos de esta manera hacia él. Jeff y Ta se sonrieron antes de acomodarse y rodear con sus brazos el cuerpo de Barcode.

Ellos habían aclarado tanto sus sentimientos, como lo que sentían por Barcode, y ambos acordaron cuidar el corazón del más pequeño, atesorarlo para ellos y hacer que esta relación de tres funcionara bien y con amor.




*** 希 *** 希 *** 希 *** 希 ***

Gracias por leer.

希 HeeChan

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