ENTRE LA IMAGINACIÓN Y LA REALIDAD _ Parte 52 - Especial JobBas

¡Hemos vuelto con los especiales de JobBas!

Les recuerdo por si algún momento se sienten perdid@s, que la narración es desde la voz de los personajes describiendo cómo empezó su relación, así que notarán en el transcurso de la lectura que nombraremos sucesos que ya sucedieron en fechas pasadas.

Retomando desde el último capítulo, continuemos con esta bonita historia.

Xixi Castilla

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POV Bas

Todos los recuerdos daban vueltas en mi cabeza, mientras observaba su espalda blanca en la cama, trace con mi dedo la línea que va desde su nuca hasta la parte baja, estaba ensimismado de mirarlo, pero al mismo tiempo no paraba de sonreír al saber que lo que desee había pasado. Deben ser de esos sueños que se te hacen realidad.

Había tomado toda la valentía que tenía no solo para llegar a su apartamento; sino también, para inventar una salida solo con el pretexto de verlo, no tenía pensando amanecer a su lado. Cuando abrió la puerta y lo ví de pie mirándome con tanta timidez, pero a la vez con tanta emoción, no pude controlar las ganas de besarlo, no sabía si sería o no correspondido, pero eso realmente era lo que menos me preocupaba.

Al momento de entrar a su espacio personal supe que tenía que hacer algo, que debía confesar mis sentimientos. Así que, cuando terminé de admirar el lugar donde todos los días regresaba, me volteé y posé mi mirada en sus labios. No soy tonto, desde hace un tiempo ya venía sospechando que él siente algo por mí, pero no sabía si era igual o más de lo que yo sentía por él, aunque muchas veces dude si en verdad estaba surgiendo algo entre los dos, lo que me garantizo que yo le gustaba, fue ese día dentro del carro.

Aproveché la tensión que se había formado en nuestro entorno y me fui acercando más, a tal punto que su aroma y aliento se combinaban de manera sublime. Lo bese y podía ahí mismo morir de felicidad y si en tal caso no sería correspondido, realmente no me interesaba porque podía irme de ese apartamento con la fortuna de que probé los labios que con tanto anhelo, imaginaba en cada sueño probar.

Pero lo que pasó a continuación, me tomó por sorpresa. Luego de besarlo, él me correspondió, claramente lo que pasó después no fue planeado, pero si provocado y si pudiera devolver el tiempo, una y otra vez haría lo mismo... Debo confesar que es la primera vez que estoy con un hombre y que no, no estaba en mis planes ser tomado por él.

Para mí el tema de la posición tampoco es algo que me incomode, ni que me importe, cuando amas o el placer mismo nubla tus sentidos, en la posición en la que estemos es lo de menos, yo sólo desearé que quien esté a mi lado disfrute cada instante.

— ¿Despertaste? – le dije de la manera más suave y tierna, Job no quería verme a los ojos — ¿Por qué estás tan sonrojado? – le pregunté mientras trato de arrebatarle la almohada para poder observar mejor su rostro.

— ¿Desde cuándo lo sabías? – me preguntó con un tono un poco tímido.

— ... ¿Quizás desde que intentaste besarme mientras dormía dentro del carro? – le respondo con una sonrisa y le doy un beso en la mejilla.

— ¡Basta! – se tapa con la almohada para no ser besado y pregunta — Yo no traté de besarte, solo lo pensé – se queda un momento pensando y continua — ¿Entonces... no estabas dormido? — Me pregunta con curiosidad.

— ¿Entonces lo pensaste? ¿Qué otras cosas pensaba hacerme niño pervertido? ¿Te querías aprovechar de mí? – le pregunto fingiendo sorpresa y me río al ver su cara completamente roja.

— ¿Yo?... ¡NO! ... Ok está bien, confieso que si quería hacerlo, pero solo eso Me responde y vuelve a tapar su rostro con la almohada.

— Eres tan lindo cuando estás así – le respondo.

— ¡Ohhh! demasiado cursi – me tira la almohada y yo solo puedo reírme de cuán hermoso puede verse haciendo esos berrinches.

— Demasiado lindo entonces. Y con respecto a tu pregunta... tal vez no estaba tan dormido como parecía – Me rio de manera pícara mientras miro cómo trata de desviar su mirada, como si de esa manera pudiera ocultar su vergüenza.

— ¿Quieres comer? – Me pregunta mientras busca el celular para fijarse en la hora.

— ¿A quién exactamente? – de manera coqueta le respondo.

— Luego no te quejes, no seré yo quien te lleve cargando al trabajo.

— ¡Wao! El señor Job tiene demasiada confianza. No te apures, tal vez sea otro quien termine sin poder levantarse.

— ¿Quieres apostarlo? – me responde con una mirada desafiante.

— Si no quieres trabajar hoy, por mí no hay problema – le digo y él se acerca, me da un beso, sonríe y voltea su cara — ¿Quién iba imaginar que mi Job sería tan tímido? – le digo y comienzo a reírme.

— ¿Y quién se iba a imaginar que fueras tan coqueto? – se levanta y agarra el pantalón que está encima de la mesita de noche, mientras me da una mirada dulce, continúa diciendo — inventar una salida solo para verme...eso si no me lo esperaba.

Aunque quería quedarme todo el día a su lado, el trabajo nos llamaba, ahora debíamos pensar cómo llegar y disimular lo que había pasado, sobre todo tratar de que Tong no se diera cuenta... pero a decir verdad, Tong es demasiado astuto.

Al estar ya en la compañía, nos encontramos a Pond y uno de los socios hablando, pero el ambiente era bastante tenso, saludamos pero decidimos ir a esperar a otro lado, lo que sea que esté pasando, sé que Mile o en su defecto Pond nos haría saber.

— ¿Crees que está ocurriendo algo? – le pregunté a Job.

— No sé, pero posiblemente tenga que ver con la crisis financiera de la compañía y la posible cancelación de la serie o por lo menos eso es lo que se rumorea – Job me responde con preocupación.

No tenía idea de que pasaría si todo se cancela, que sería de nosotros, nos esforzamos cada día por aprender y cumplir para lograr demostrarle al público nuestro trabajo, no descansamos bien, no comemos bien y ni siquiera estamos cerca de tener una vida estable por decirlo de esa forma... pero aun así, seguimos buscando la manera de no rendirnos y conseguir lo que no solo yo, si no todos queremos.

— Hey... no te preocupes, sé que alguna solución encontraremos – Job me apretó la mano y me abrazó, yo solo pude respirar para deshacerme de todo lo que me estaba abrumando. No sé si alguna vez tuve la oportunidad de decirles, pero una de las cosas que más me atrapó de Job, es su manera de siempre buscar las palabras exactas para que los demás estén bien. Quiero quedarme entre sus brazos por siempre pero ...

— ¡OH, SHIT! – se escuchó la voz de una persona mientras la puerta del ascensor se abrió y quien menos queríamos que supiera, era quien estaba de pie frente a nosotros con una cara y una risita medio burlona.

— Phi, Ka ru na/ Phi, Por favor – me retire de quien me abrazaba hace unos minutos atrás y salimos del ascensor, Job le repetía una y otra vez a Tong que por favor bajara la voz y yo solo buscaba un lugar donde pudiéramos hablar con tranquilidad, jale conmigo a Tong, entramos a una de las oficinas y Job se encargó de cerrar bien la puerta.

— Phi no es lo que piensas .. Job y yo ... solo, bueno tu sabes phi... solo estábamos – no tenía idea que excusa buscar para justificar lo que Tong había visto hace un momento.

— Si P'Tong, solo nos abrazamos como amigo... bueno los amigos no se abrazan así... ¿verdad? – Job dice como si lo que dijera fuera muy convincente.

— ¿Pero qué dices? – me quedé mirando a Job mandando señales, para que hiciera silencio porque todo lo estaba arruinando— ¿Creen en verdad que les voy a creer? – Tong nos mira a ambos.

— Si – Job responde.

— ¡Job! – Solo quería que hiciera silencio porque no estaba ayudando.

— A mí no me pueden engañar – Tong se acerca más a nosotros y nos queda mirando mientras continúa diciendo — Estoy feliz por ustedes y no sé qué piensan los demás, pero me alegra que por fin aceptaron lo que sentían... Además ¿quién soy yo para impedir que estén juntos? No quiero que piensen que voy a juzgarlo por lo que están sintiendo, se quieren y para quererse nunca existirá reglas, género o creencias que lo impidan – Tong busco el lugar más cercano para sentarse — Solo quiero saber algo ¿Quieren que los demás sepan? – Tong nos pregunta mientras Job y yo nos miramos.

Antes de venir a la compañía, cuando aún nos encontrábamos en la cama, decidimos que no era oportuno que los demás supieran y no porque no quisiéramos compartir con ellos lo que estaba pasando; si no, porque en la posición en la que estamos, sería en un futuro muy contraproducente.

— No queremos que los demás sepan, Phi eres el único que sabe por ahora y Phi – mire a Tong y seguí hablando — Phi, Ka ru na/Por favor, si no es mucho pedir que nadie más se entere.

— No te preocupes, nadie sabrá, pero si no quieren que se enteren los demás, por la razón que sea, o en el peor de los casos que esto llegue a otros oídos o fuera de este edificio... eviten que alguien más vea lo que yo vi – nos dice y se acerca a la puerta, antes de salir continúa diciendo — En verdad, estoy feliz por ustedes dos – nos dice con una sonrisa pícara y se marcha.

El día pasó volando en comparación con las otras veces, tanto Job como yo tratamos en lo posible de disimular todo, claro Job lo hacía más difícil de lo que se pueden imaginar y aunque hubieron ocasiones que quería sacarlo de la sala y llevarlo a un lugar donde pudiéramos estar a solas... me tuve que contener y seguir como si nada.

Al terminar con los talleres rutinarios, ambos salimos rumbo al estacionamiento, había olvidado completamente que mi auto había quedado estacionado en el garaje del edificio donde vivía Job, así que no tenía más opción que regresar con él. Me acomode dentro del carro y trate de respirar profundo para liberar el cansancio, estaba tan perdido tratando de descansar que no note que él me miraba.

— Chan Kor Tode, Chan na-aeuy/ Lo siento, estoy cansado – le digo y agarro su mano.

— Mai mee pan ha/ No hay problema – Se acercó y me dio un beso en la mejilla — Trata de descansar, pronto llegaremos – Le di una sonrisa y cerré los ojos.

— ¿Llegamos? – Caí profundamente que no me di cuenta que habíamos llegado — voy a buscar el auto – le digo antes de bajarnos.

— ¿Puedes quedarte? ­– Me dice y me da una mirada como si estuviera preocupado de que me ocurriera algo.

— ¿Y qué opción me das? – Le preguntó de manera coqueta.

— Puedo darte masajes, eso podría relajarte.

— ¿Tienes manos hábiles? – me acerco y le sonrió.

— Bueno, puedo hacer muchas cosas con ellas y creo que eso quedó muy evidenciado ayer – me dice mientras toma mis manos y me va jalando hacia la entrada, para subir a su apartamento.

Llegamos al apartamento, las luces estaban apagadas completamente y en medio de la oscuridad solo la tensión nos acompañaba y uno que otro rayo de luz que trataba de filtrarse por las ventanas.

Me abrazó y sentía tanta calidez que quería que fuera eterno, Job aprovechó para besarme. Entre beso y beso todo se fue dando, como si mi cuerpo conociera con claridad el camino que llevaba a la habitación, me dejé llevar... Esa noche fue especial y no es porque fuera mejor que la noche anterior, de hecho nuestra primera vez quedará como la mejor noche de mi vida, pero esta vez fue especial porque nuestros cuerpo se reconocían y se deseaban, a tal punto que aunque quisiéramos detenernos... parecía imposible.

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