MileApo
Los pocos días que habían pasado en el bosque filmando las escenas necesarias para la serie, habían sido muy fructíferos. A pesar de todo el trabajo que requerían algunas escenas y de las inclemencias en el lugar del rodaje, todo había salido de lo mejor, todos estábamos muy contentos con los resultados obtenidos, por ello Pond nos dio un par de días libres para recuperarnos y continuar con las grabaciones el día lunes, pues ya estábamos en la recta final de las grabaciones.
La escena donde brincamos de un risco a otro, se podría decir que fue de las escenas más complicadas, al igual que la escena en el río, ya que el agua estaba demasiado fría, pero todo salió muy bien. De regreso a Bangkok, decidíamos dónde íbamos a pasar nuestros días de descanso. Habíamos platicado el tema en el camino, y los dos estábamos de acuerdo en que sí o sí, necesitábamos descansar y no ser molestados, así que al final decidimos en que lo mejor sería pasarlo cada quien en su departamento... decisión que, en el último minuto, cuando era tiempo de separarnos, Mile dijo que no, que prefería que pasáramos ese tiempo en mi departamento si así lo quería yo, pues justo él mismo había pasado a dejarme a mi edificio... y acepté.
La verdad es que, si Mile no se hubiera retractado del hecho de pasar el fin de semana separados, lo hubiera hecho yo. Es verdad que necesitábamos descanso, pero dudo que estar separados y pensando en el otro, fuera una manera muy factible de descansar, así que lo mejor sería pasar este tiempo juntos. Solo le dije que me esperara un momento en lo que iba por ropa y algunas cosas que iba a necesitar. Amaba mi departamento, pero al estar con Mile, siempre amaba la privacidad de su edificio y, por consiguiente, la privacidad que teníamos los dos, sin contar la maravillosa vista que se podía apreciar desde su habitación hacia el exterior, simplemente hermosa.
Pero nos llevamos una gran y grata sorpresa cuando subimos a su departamento, pues en él se encontraba la mamá de Mile. No sé si él ya sabía que su mamá se encontraba ahí, o era tan normal que él encontrara a su mamá de visita, pues no vi que se sorprendiera mucho al verla dentro, pero yo sí estaba sorprendido. Muy al contrario, la mamá de Mile estaba muy emocionada por vernos, y digo vernos porque me abrazó con la misma intensidad y emoción con la que saludo a su hijo. Su abrazo fue tan cálido y su emoción tan genuina, que la sorpresa y nerviosismo que no sabía que me embargaba, se fue de mi cuerpo.
Mientras veía cómo se ponían al día, me dirigí a la sala, desde ahí alcanzaba a escuchar un poco la plática de Mile con su madre. Le contó lo que hicimos en la locación, y vi justo el momento en que le contó que saltamos del risco, pues la sorpresa y preocupación en la cara de su mamá se dejó ver, también vi cuando Mile le mostraba los moretones que las cuerdas le habían dejado, pero Mile le contaba con tanto entusiasmo, que la preocupación en la cara de mi suegra desapareció para reír con su hijo y abrazarlo.
A los minutos Mile vino a sentarse a lado mío para seguirle platicando y que así yo también participara contando las anécdotas que habíamos vivido. Cuando le aclaramos que realmente estábamos bien y que la habíamos pasado increíble en esa experiencia, hasta ella se emocionó con nosotros y nos preguntaba más detalles. A pesar de que para nada esperaba tener esta reunión, debo admitir que fue un momento muy agradable. La señora Romsaithong nos elogió por nuestro gran trabajo y profesionalismo, aunque aún no haya visto las escenas que le contamos, pero ella nos dijo que estaba segura que habíamos hecho un gran trabajo, que no dudaba de nosotros y que estaba ansiosa por el estreno de la serie, sentimiento que todos compartíamos.
Tiempo después, el nerviosismo y la pena llegaron de nuevo a mi cuerpo, pues la señora nos dijo que nos quería tomar una foto juntos, mire hacia Mile y con mi mirada le pregunte qué haríamos, pero él con una sonrisa me dijo que todo estaba bien. Nos acomodamos un poco y su mamá procedió a tomar la foto, creo que salimos bien, mi nerviosismo es notable, pero todo salió bien. A los minutos la mamá de Mile se despidió de nosotros y nos dijo que había traído algo de comer, se despidió de su hijo y se fue.
— Estaba tan nervioso, no esperé que estuviera aquí... ¿tú sabías que estaba aquí? - le pregunte a Mile sin dudar.
— No, pero no me sorprende. Siempre que salgo fuera, madre viene a checar que tenga algo de comer para mi regreso, si ella no puede venir me llama para saber si ya regresé y me manda comida.
— Que linda es tu mamá. - estaba seguro que, si mis padres vivieran un poco más cerca, ellos harían lo mismo por mí.
— Gracias... ella apreciará mucho esas palabras viniendo de ti. - me dijo Mile mientras me tomaba de la cintura.
— ¿Le dirás lo que dije de ella? .- esperaba que no, que tal si piensa que solo lo digo para quedar bien con ella y con Mile.
— No directamente, pero si ella me pregunta le diré.
— No, P'Mai, que vergüenza. - agache mi mirada por mis pensamientos.
— ¿Por qué?
— Me dará vergüenza verla a la cara la siguiente vez.
— No te preocupes Po, mi mamá te ama. - me dijo mientras con un dedo levantaba mi rostro para que lo viera a los ojos.
— ¿En serio? - pregunte con sorpresa.
— Sí... claro que no más que yo, pero ella te quiere mucho.
— Dudo que alguien me quiera más que tú de esa manera. - le dije mientras me abrazaba de su cuello.
— Es bueno que lo sepas. Nadie te quiere más que yo Po. - reconfirmación que finalizó con un beso que nos quitó el aire.
El resto de la noche nos la pasamos platicando. Ayude a Mile a acomodar algunas cosas y la ropa que había llevado a la locación. Pedimos una pizza, hice algunos tragos ligeros para acompañar nuestra cena. Mientras Mile estaba haciendo unas llamadas aproveche para bañarme y relajarme un poco, no sabía cuánto necesitaba un prolongado baño con agua tibia.
Cuando salí del baño, Mile ya estaba listo para tomar un baño también. Él no demoro tanto como yo, pues en cuestión de minutos salió del baño luciendo solo su pantalón del pijama, una imagen que es digna de observar. Mile tiene un cuerpo de infarto, y esa mirada que posa en mi promete muchas cosas.
Esta noche estaba muy calurosa, pero con el aire acondicionado se refresco lo suficiente la habitación como para que pudiera acostarme y abrazarlo, justo como una de las escenas que habíamos filmado días antes. Estar en los brazos de Mile me trae una paz y una tranquilidad que me hace caer en un sueño placentero.
Al siguiente día nos despertamos tarde. Nos levantamos y calentamos lo que la madre de Mile nos había dejado anoche, preferimos guardarlo ya que no íbamos a tenar ganas de salir y de hacer algo nosotros mismos. Todo estaba delicioso y lo mejor es que quedo suficiente para no preocuparnos el resto del día. Lo cual se nos dio muy bien.
Nos enfrascamos en una plática trivial, hablando de todo un poco. Cuando estaba por oscurecer decidimos empezar a ver una serie, era una con pocos episodios, para que nos diera tiempo de verla en estos dos días. Acordamos darnos un baño rápido, y para estar más cómodos y tranquilos decidimos verla en la habitación.
Vimos el primer episodio y nos gustó, a mitad del segundo nos dio antojo de algo y fuimos por algo ligero de comer a la cocina, regresamos y seguimos viendo la serie. Para cuando estábamos por terminar el 3er episodio empezamos a escuchar un sonido, para mi muy conocido, pues era el tono que mi celular tenia para las llamadas. Extrañado por saber quién me estaba hablando fui hacia el buró para tomar mi celular, al verlo me di cuenta que la llamada era de Jeff. Un poco raro, pues por lo regular él siempre me enviaba mensajes.
— Es Jeff.- le dije a Mile con extrañeza.
— ¿Contestarás?
— Sí, ponle pausa, no creo demorar mucho, él no es de llamarme.
— Está bien. Iré por agua.
Apenas salió Mile decidí responder enseguida.
— Diga.
— Apo, ¿dónde estás? - fue su pronta respuesta.
— Hola para ti también. Pues estoy bien, gracias por preguntar. ¿Tú cómo has estado querido Nong? - fue mi respuesta en forma de burla.
— Necesito hablar contigo, y con Mile también, pero a él lo llamaré más tarde. No quiero interrumpirlo.
— Ah, pero, ¿a mí sí me puedes interrumpir? - pregunté con sarcasmo.
— Tú eres tú. Aparte, P'Pond me dijo que les había dado este fin de semana libres, así que supongo debes estar en tu departamento descansando... ¿o me equivoco? - preguntó, y estoy seguro que lo hace mientras sonríe, pues bien se debe de imaginar dónde me encuentro.
— No, no te equivocas, estoy descansando.
— ¿En tu departamento?
— Qué más te da dónde pase mis días de descanso, ¿para qué me llamaste? - quería cambiar de tema. No es que Jeff no supiera de nosotros, de hecho, fue de los primeros que se dio cuenta, pero no tiene por qué saber dónde me encuentro.
— Necesito un consejo.
— ¿Tú? ... ¿consejo sobre qué exactamente? - no me imaginaba sobré qué podría yo aconsejar a Jeff, me causaba intriga.
— Iré directo al grano.
— Si me haces favor.
— Mañana iré a casa de los padres de Barcode a pedirle permiso para ser novios oficiales y necesito que me ayudes en saber qué decirles para que no se opongan.
— ¿QUÉ? - fue la pregunta que salió de mis labios al mismo tiempo que Mile entraba a la habitación.
Esto de verdad me agarro de sorpresa. Jeff quiere ir a casa de los padres de Code a pedirles permiso para que él y Code sean novios. ¡Oh por dios! O sea, yo sé y he visto cuánto aprecia y quiere Jeff a Code, pero esto ya es otro nivel, de verdad que va enserio con él, y eso me da mucho gusto.
En el tiempo que llevo conociendo a Jeff he comprobado que es una persona muy sentimental, al saber que sus canciones son compuestas a partir de experiencias, me hace saber qué tipo de persona es, y no solo eso, la convivencia y talleres también fue una forma de conocernos más a fondo, me ha gustado mucho lo que he visto de Jeff, por eso lo considero un buen amigo, y saber que quiere ir a casa de Code, solo hace que lo admire un poco más. Jeff no haría eso si no estuviera seguro de sus sentimientos hacia nuestro niño.
— ¿Qué ha pasado? - fue la pregunta de Mile, estoy seguro que mi rostro está con una cara de sorpresa y por ello el tono de preocupación en Mile.
— ¿Apo estás ahí? - escuche a Jeff preguntar a lo1 lejos.
— ¿Le paso algo a Jeff? - fue la siguiente pregunta de Mile, pues sabía con quién estaba hablando.
— No.- fue mi corta respuesta.
— Lo sabía, estás con Mile. - volví a escuchar a la distancia de nuevo, pero ya no me importaba que supiera dónde me encontraba.
— Po, me estás preocupando, ¿qué ha pasado?
— Jeff irá a casa de los padres de Barcode para pedirles permiso para ser novios. - dije aún con una nota de asombro en mi voz.
— ¿QUÉ? - la sorpresa también invadió a Mile.
— Si ya terminaron de platicar, ¿podemos continuar hablando de mi situación?
— ¿Estás seguro? - me pregunta Mile.
— Jeff acaba de decírmelo, me llamo porque quiere que le ayude.
— ¿Por qué?
— No lo sé. De hecho, me dijo que después de mí, te llamaría, que también quiere platicar contigo.
— Pon el altavoz, hagamos esto de una vez.
— Sí. - fue mi respuesta y active el alta voz. - Jeff, estoy con Mile.
— ¡No me digas! - claramente se nota el sarcasmo en su voz, pero por ahora eso no me va a molestar.
— Sí, así que habla. Aquí estamos los dos, te escuchamos.
— ¿Qué irás a casa de los padres de Code a pedir su mano? - fue la pregunta de Mile hacia Jeff.
— No seas estúpido P'Mile, no pediré su mano, solo iré a pedirles permiso para ser novios oficiales, al menos frente a ellos.
— ¿Y luego pedirás su mano? - volvió a preguntar Mile para aligerar el ambiente, se notaba el nerviosismo de Jeff.
— Mile, por favor. Esto es serio y es muy importante para mí, quiero hacer las cosas bien con Code.
— Te entiendo Jeff, yo sé lo mucho que quieres a Code, pero esto me demuestra que es más que eso, lo amas... ¿verdad? - dijo Mile viéndome a los ojos, y viéndolo a los ojos nos quedamos esperando la respuesta de Jeff.
— Sí Mile, lo amo mucho. Por eso vengo a ustedes por ayuda.
— ¿Y nosotros en qué podríamos ayudarte?, ¿quieres que te acompañemos? - hice de nuevo la pregunta, eso aún me tenía muy intrigado.
— Me encantaría que estuvieran ahí, pero esto es algo privado, más íntimo. - la ahora tranquilidad que notaba en la voz de Jeff me decía que estaba un poco más calmado.
— Lo entendemos Jeff. - respondió Mile. - Pero dinos entonces en qué podemos ayudarte.
— Ustedes son buenos con las palabras, los he visto en entrevistas y sé que siempre tienen algo certero qué decir frente a algunas situaciones. No quiero que las cosas vayan mal, necesito saber qué decir el día de mañana para que todo salga bien. Sin que se burlen... necesito de su sabiduría.
Tras las palabras de Jeff lo primero que sentí, fue ganas de soltar una carcajada. No sé de qué sabiduría habla Jeff, al menos yo nunca he ido a la casa de alguien a pedirle permiso a sus padres. De parte de Mile hasta donde sé, tampoco se ha visto en esa necesidad, entonces no entendía cómo es que podríamos ayudarlo.
— Déjame ver si te entiendo Jeff. - empezó a hablar Mile. - Quieres que Po y yo te digamos lo que tienes que decir en casa de Code para que sus padres les den permiso... ¿es así?
— Sí, es lo que quiero.
— ¿Qué te hace pensar que lo que te digamos funcionará? - fue mi turno de preguntarle.
— Ya les dije, ustedes son buenos con las palabras, ¿qué debería decirles para que no se nieguen?, Code está muy emocionado y no quiero que se lleve una desilusión porque yo no supe decir las palabras correctas. - por un momento escuche la desesperación ir creciendo en Jeff, eso no ayudaría.
— Tranquilo Jeff, todo saldrá bien. - le dije tratando de reconfortarlo.
— No lo sé Phi. - me dieron ganas de sonreír de nuevo, Jeff diciéndonos Phi era de lo más gracioso, estoy seguro que ni se da cuenta de cómo nos llama.
— Jeff, yo no he tenido la necesidad u oportunidad de hacer lo que tú harás, pero si yo fuera tú, abriría completamente mi corazón y les dejaría saber lo mucho que amo a su hijo y lo mucho que significa para mi.- fueron las palabras que Mile empezó a decir, mismas palabras que decía mientras con una de sus manos tomaba mi mano, con la otra tocaba mi mejilla y me veía a los ojos.- Les diría que su hijo es lo más valioso, importante y hermoso que ha llegado a mi vida y que si él me dio una oportunidad para estar con él, desearía con todo el corazón que ellos también me dieran una oportunidad de demostrarle la fuerza de mis palabras y de mis sentimientos hacia su hijo. Que amo a su hijo más de lo que mi corazón puede soportar y que es él quien lo mantiene latiendo dentro de mí, que sin su hijo mi vida sería vacía como lo había sido antes de que llegara a mi vida. Que recuerdo con total claridad el día en que nos vimos y que ha sido la luz de sus ojos los que le han dado vida a los míos. Que su hijo ha hecho que haya encontrado el verdadero sentido a mi vida y que ahora sé la misión que tengo en este mundo... hacer feliz a su hijo. Que los dos estaríamos más que contentos de que fueran testigos y parte de esa felicidad.
— Yo les diría que su hijo representa lo más hermoso de la vida. Que mi corazón latía como una forma de sobrevivir, pero que desde que conocí a su hijo, mi corazón vive por él. Que no hay día en que no piense en él, que el día en que no puedo estar con él lo veo en todas partes, todo lo que veo a mi alrededor me lo recuerda, y que, si no puedo verlo ese día, con una llamada que le haga mi corazón se reconforta y late lo suficiente para aguantar hasta que de nuevo lo tenga frente a mí. Que en mis años de vida había sido feliz, pero que no sabía que se podía ser infinitamente más feliz hasta que conocí a su hijo. Que sé que él es muy valioso para ellos y que lo aman mucho, pero que su hijo para mí, se ha convertido en la razón de mi existencia. Que no puedo comparar su amor con el mío, pues son dos clases de amor diferentes, pero que tengan la seguridad de que mi amor por su hijo es tan fuerte como el de ellos. - termine mis palabras tomando la mano que Mile tenía en mi rostro y dándole un beso, un beso lleno de palabras y promesas.
— ¿Podrían repetir todo eso?, quiero anotarlo, me quede cuando Mile dice lo de la luz de los ojos. - no pudimos evitarlo y los dos empezamos a reír. - Chicos, no se rían, se le acabo la tinta al lapicero.
— Tranquilo Jeff, lo que tratamos de decirte es que lo único que tienes que hacer es abrir tu corazón, no solo a Code, sino también a sus padres. - dijo Mile.
— Solo tienes que demostrarles lo que Code es para ti. Las palabras son importantes, pero las acciones son las que se quedan en nuestros corazones, ahí es donde tienes que dejar tu huella. - fue mi turno de decirle.
— No importa todo lo que diga, si mis palabras no van de acuerdo con mis acciones.
— Así es Jeff. - le confirmo Mile. - Estoy seguro que los padres de Code han visto un cambio en su hijo, y si Code sin decirles nada les demuestra lo feliz que es contigo y que además le has ayudado a su hijo a realizar su sueño, ellos se darán cuenta que eres la persona correcta para su hijo.
— Nong Creamy me ha contado que Code se la pasa cantando en su casa y que a sus padres les gusta ver el gran avance que Code ha tenido. - nos respondió Jeff.
— Y seguirá teniendo, pues tiene a un gran maestro del canto en ti Jeff. - le dice Mile.
— Estoy seguro que sus padres saben que eres la persona que su hijo más valora de todos en BOC. - le digo a Jeff.
— Ellos saben quién eres y lo importante que eres para su hijo, ellos apreciarán eso.
— ¿Y creen que eso será suficiente? - pregunta Jeff.
— Eso no es algo que Po o yo podamos responderte con certeza Jeff.
— Pero de lo que sí estamos seguros, es de que unidos lograrán más fuerza y les demostrarán a los señores Isarapongporn lo fuerte que es su amor y que tanto tú como Code quieren hacer las cosas bien.
— ¿Y ustedes? - fue la pregunta de Jeff.
— ¿Nosotros qué? - preguntamos Mile y yo al mismo tiempo.
— ¿Ustedes cuándo harán las cosas bien?, porque hasta donde sé, Mile no ha ido a pedir tu mano Apo.
— Cállate estúpido, no puedes compararnos, tanto Mile como yo somos adultos responsables, no es lo mismo.
— Veo que ya te sientes un poco mejor Jeff. ¿Qué te parece si llamo a Code y platico un poco con él? Quizás Po y yo lo invitemos a almorzar mañana.
— Ni se te ocurra Mile.
— Entonces concéntrate en lo tuyo y deja a los demás.
— Está bien, está bien.
— Todo saldrá bien Jeff. Tú lo amas, estoy seguro que Code te ama. Se han ayudado mucho mutuamente, todo saldrá bien.
— Gracias Apo.
— Solo recuerda Jeff, abre tu corazón con ellos y Code, sé firme en tus palabras y acciones, dale seguridad a él y a sus padres.
— Gracias Mile
— Siento que no podamos ser de más ayuda, pero ese es un paso que deben de dar solo ustedes dos.
— Entiendo Mile, pero no se preocupen, me han ayudado mucho.
— Me alegro y espero nos puedas contar cómo te fue.
— No lo sé, ya veremos. Bueno, me despido, no quiero interrumpirlos más en lo que sea que estaban haciendo.
— Solo estábamos viendo una serie. - respondí enseguida, pues era lo que estábamos haciendo.
— Sí, sé que ahora así le dicen. Te invitan a ver Netflix.
— Solo veíamos una serie, pero podríamos cambiar de itinerario. - me dice Mile con una mirada pícara.
— P'Mile, no digas eso.
— Gracias Mile, gracias Apo... diviértanse y no se cansen mucho, se supone que les dieron los días para descansar. - fueron las últimas palabras de Jeff antes de colgar.
— P'Mai, por qué dice eso.
— Porque es algo que puede pasar. La verdad es que a mí me gustaría mucho estarte besando en lugar de ver la pantalla de la televisión. Me encantaría tenerte entre mis brazos.
— Eso puedes hacerlo. - le digo de manera seductora.
— ¿Y los besos?
— Esos también, pero...
— ¿Pero?
— Pero después de cenar, de tanto hablar con Jeff y de la noticia que nos soltó, me dio hambre.
— Está bien Po, cenemos de una vez para seguir con lo nuestro.
Mile se levanta de la cama y me ayuda a levantarme también, cuando llegamos a la puerta de la habitación intento abrirla, pero no puedo hacerlo ya que Mile me pone de espaldas contra la puerta y me besa. Con su cuerpo me aprisiona contra la puerta, yo no puedo más que subir mis manos a su cuello y enrollar mis brazos en él. Los besos de Mile me ponen mal, me roban el aliento y siempre me deja con ganas de más. Mile es un hombre ardiente, me lo ha demostrado en más de una ocasión.
Cuando su boca abandona la mía, me quedo con los ojos cerrados y respirando agitadamente, Mile se encuentra de la misma manera, ese beso fue tan intenso.
— Te amo Po, si por mi fuera desde el día en que me diste el sí hubiera ido a casa de tus padres y no a pedirles permiso, sino a decirles que te amo con todo mi corazón y que eres lo más hermoso que tengo en mi vida.
— Te amo P'Mai.
— Todo lo que dije en la llamada de Jeff es verdad, que no te quepa la más mínima duda. Te amo Po, ya no puedo concebir mi vida sin ti. Te amo demasiado.
— También lo que dije es cierto, todas y cada una de las palabras, te amo Mile. Doy gracias por haber regresado y permitir que la vida nos hiciera encontrarnos de nuevo. Te amo.
Ahora fui yo quien lo tomo del rostro y juntó nuestros labios en otro beso abrazador que nos demuestra la necesidad que tenemos el uno del otro.
Logre separarme de la puerta y lleve a Mile hasta la cama, no necesitaba muestra de su amor, pero ahora era yo quien quería estar con él de una manera más íntima. En cuestión de segundos los dos quedamos desnudos, la tranquilidad y paciencia no estaban presentes en este momento. Mile me recostó en la cama de forma salvaje y eso solo hacía que las ganas de tener a Mile dentro de mí se hicieran más grandes. Mile era un experto en explorar mi cuerpo, lo hacía con su boca, pero aquí la experta era su lengua, ese órgano que estaba seguro había recorrido todo mi cuerpo y que ya sabía cada detalle de él.
Las manos de Mile eran otras expertas, sabían dónde tocarme para incrementar mi lívido al extremo, donde quiera que ponía sus manos sentía que me quemaban, no sabía si era él o era yo, pero alguno de los dos estaba más caliente de lo normal. Este momento inesperado estaba siendo tan excitante, nada estaba preparado para terminar de esta manera, pero estaba siendo lo más maravilloso del día, teníamos tantas ganas el uno del otro que un beso y una confesión nos trajeron a esta deliciosa situación. Con un solo movimiento Mile me puso bocabajo quedando expuesto frente a él para que empezara con la dilatación.
Estaba en espera de sentir la dureza de los dedos de Mile, pero en lugar de eso sentí algo suave y húmedo, Mile estaba usando su lengua y saliva para prepararme, esto era un punto de placer que me encantaba y que hacía que la dilatación fuera más rápida, porque tener la boca de Mile en esa parte de mi cuerpo era algo que solo de pensarlo me ponía a mil, porque para ser sincero, una vez tuve un sueño donde pasaba justo esto, Mile usando su lengua de esa manera, y que ese sueño se haya hecho realidad, era algo que solo debía disfrutar justo en este momento. El estar de esta manera con Mile me hizo recordar una escena parecida en los libros de KinnPorsche, Kinn dominando a Porsche de esta manera y tenerlo a su merced, solo de imaginarlo era una escena candente, ahora estarlo sintiendo era otro nivel, ya no podía esperar más.
— Mile, por favor. - dije casi en un lloriqueo.
— Aún no Po, aún falta un poco.
— No me importa, ya no aguanto más.
— No quiero lastimarte, ya suficiente tuvimos con las grabaciones.
— Mile, estás succionádome el alma, ya estoy listo.
— Pero Po...
No lo deje continuar, como pude me levante de mi posición, la sorpresa estaba en el rostro de Mile, pues ni se inmutó cuando lo tome del brazo y lo acosté de espaldas a la cama y me monté sobre él, sabía lo que vendría.
— Te digo que estoy listo.
— Amor, pero despacio, por favor.
— Sí P'Mai, ya no aguanto.
Tome la erección de Mile que ya estaba más que lista para entrar en mí, líquido preseminal escurría por su eje y él queriendo seguir preparándome. Esta era una de las cosas que me hacían amar a Mile cada vez más, se preocupaba tanto por mí que a veces se olvidaba de él y sus necesidades. Pero ahí es donde entraba yo para ser justo por los dos.
Con cuidado como se lo prometí, posicioné su erección en mi entrada y de a poco fui bajando, es verdad que quizás necesitaba un poco más de preparación, pues estaba sintiendo mucha presión... o quizás era la erección de Mile que se había hecho más grande, no lo sé, lo que sí sabía es que las ganas de estar unidos aumentaban a cada segundo.
Cuando estuvo dentro de mí por completo me deje caer sobre su pecho. Mile quitó sus manos de mis caderas y tomo mi rostro para que lo viera a los ojos.
— Te amo Po. Te amo demasiado.
— Te amo Mile. - y procedí a besarlo.
Beso que fue acompañado con el primer movimiento de mis caderas, el cual enseguida empezó con un ritmo un poco lento, que con el paso de los segundos se fue incrementando en velocidad. Cuando Mile se dio cuenta del esfuerzo que hacía, me tomo de las caderas para ayudarme con los movimientos. No sé cuánto tiempo estuve saltando sobre Mile, pero fue el suficiente para tener un ritmo cadencioso donde en algún momento la erección de Mile toco ese punto dentro de mí, pero estaba tan agotado que apenas y sentí cuando Mile me recostó en la cama.
Lo siguiente que sentí fue como Mile me penetraba y al tercer movimiento daba con ese punto de nuevo. Solté un grito agudo y separé mi espalda del colchón, Mile era un experto en encontrar ese punto en mí que me hacía ver estrellas, y vaya que maravillosas estrellas veía yo, las mismas que me prometían un final excitante, la culminación de este acto estaba en su recta final.
Sentía como las estocadas de Mile cobraban más velocidad, eso solo indicaba que, así como yo, Mile también estaba cerca.
— Po, estoy en mi límite.
— Yo también.
— No me puse preservativo, me saldré en cualquier momento.
— ¡No lo hagas!
— Pero Po...
— No lo hagas Mile, quiero sentirte.
— ¿Estás seguro?
— Tanto de cómo te amo.
No sé si fue mi imaginación o que estaba en el borde del éxtasis, pero creo haber sentido que la erección de Mile creció un poco más si eso era posible, ya no aguantaba más, necesitaba terminar y necesitaba que Mile terminará en mí.
Cuando mis ojos conectaron con los de Mile, solo podía ver fuego en su mirada, este hombre estaba a punto de explotar y yo quería que lo hiciera, los dos los necesitábamos.
Las estocadas de Mile iban en aumento y lo único que yo podía hacer era jadear y agarrar las sábanas con fuerza, mis gemidos se estaban volviendo roncos, dos embestidas fueron suficientes para que Mile accionara ese interruptor en mí que me hizo venirme en mi estómago de una forma tan placentera. Ese último movimiento me elevo al cielo en el cual me quedé, pues sentía estar sobre nubes que ni noté cuando Mile cayó sobre mi exhausto.
Sus jadeos en mi oído eran algo digno de escuchar, pues era una satisfacción saber lo que yo provocaba en él.
Cuando nuestras respiraciones se controlaron, Mile se levantó un poco para no seguir aplastándome y me miró a los ojos.
— Eres lo más hermoso que mis ojos han visto y tus gemidos es la sinfonía más gloriosa que mis oídos han escuchado.
— Siempre tan romántico en el momento correcto, te amo Mile. - lo tome del rostro y lo bese de nuevo, él era adicto a mi cuerpo y yo era adicto a sus besos. - ¡Oh, P'Mai! - fue lo siguiente que salió de mi boca acompañado de un gemido, pues la erección de Mile aún estaba dentro de mí y él se había movido, movimiento que provoco una dulce sensación.
— Lo siento, es algo que no puedo evitar, tienes que hacerte responsable de lo que provocas en mí.
— Lo haré con gusto, pero después de cenar. Tengo hambre P'Mai.
— Eso dijiste hace rato y ve como terminamos, ya no sé de qué hambre hablas.
— Esta vez es hambre de comida.
— Está bien, ahora sí vayamos por comida. - me dio un beso antes de levantarse un poco más.
Mientras Mile salía dentro de mí, lo observaba, Mile era el hombre casi perfecto que podría existir. Y digo casi porque, al final de cuentas todos tenemos un defecto, realmente nadie puede ser perfecto, Mile no lo era y yo tampoco, pero él era perfecto para mí, los dos con nuestros defectos y virtudes nos complementábamos, y eso era lo que importaba.
Mile se dirigió al baño, cuando regresó lo hizo con una bata de baño puesta y otra para mí y unos pañuelos. Quería ser yo quien limpiara mi propio desastre, pero Mile no me lo permitió, mi hombre perfecto.
Ya estando limpio me puse la bata y nos fuimos a cenar.
Calentamos lo que nos había quedado, platicamos un poquito más y regresamos a la habitación. Decidimos bañarnos rápido, regresamos a la cama con nuestros pijamas, compartimos unos cuantos besos dulces.
Mile me repitió lo que siente por mí y yo no me quede atrás, nos dijimos lo mucho que nos amábamos y lo felices que éramos estando juntos.
Decidimos continuar viendo la serie que Jeff no nos creyó que veíamos y seguir disfrutando de nuestro fin de semana.
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¥ 🌸Judith ☁️💎 ¥
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