Cascabelitos... Capítulo 1

“Donde quedaron los detalles, las sorpresas, los regalos escondidos y caricias entregadas en cualquier rincón, esas escapadas del grupo, las ganas de experimentar cosas nuevas, los besos robados sin un porque, los "te quiero" inesperados, las llamadas y mensajes a cualquier hora del día, esos que nos hacen sonrojar o querer estar a su lado.

En los comienzos, todo es perfecto, bonito, sorprendente y mágico... destroy114.blogspot"

Siwon POV

- Tengo que dejar de leer estas cosas. – aventé la revista muy lejos de mi alcance.

Sabía que leer las revistas que la ajumma dejaba olvidados cuando limpiaba el departamento, no eran las respuestas a mis problemas. Contrariamente, las empeoraba por completo, bueno, al menos mis dudas parecían coincidir con todo lo que ahí decía. Pero ¿quién me manda a leer revistas exclusivas para mujeres?

Bueno, no es como si hubiera alguna revista especial para lo que estaba viviendo desde hace algunos años. En este país aún es un tabú las relaciones homosexuales, y lo que tengo con Heechul, definitivamente entra en esta categoría. Quizás no estaría dudando si tal vez nuestra relación no estuviera pasando por este bache.

- No es como si Heechul no me prestara atención cuando tenemos un poco de tiempo. – me golpeo mentalmente ante mi pequeño y miserable discurso -. Pero el tiempo es tan escaso en estos momentos. – suspiro.



En estos tiempos solemos vernos solamente el tiempo necesario para saludarnos, ni siquiera hemos podido dormir juntos dos noches seguidas. La falta de comunicación, de cariños y sexo está causándome estragos. Tan diferente a cuando estaba de servicio, podía tenerlo noches enteras a mi lado, claro cuando yo no estaba de gira o grabando.

Lo peor es que pronto tendría que viajar para realizar un dorama, lo que me haría pasar más tiempo alejado de él. Y es que con la novedad del regreso de Heechul a la vida pública como estrella de tiempo completo, lo llamaban a todos los programas habidos y por haber, dejándole poco tiempo para mí.

Últimamente todo era como “Siwon tengo que grabar” o “Siwon, manager hyung me consiguió una entrevista para un programa” y la peor… GunHee o cualquiera de sus amigos venía para llevárselo de mi lado. Sin tiempo para mí, Heechul me estaba relegando a un tercer término, porque hasta en eso, Heebum ocupaba el segundo.

Aunque no podía enojarme del todo, porque eso lo hacía feliz. A Heechul le gusta sentirse necesitado y apreciado por los medios como antes de irse al servicio militar, sintiéndose muy agradecido que no lo hubieran olvidado del todo. Además no puedo negar que tiene un talento nato para los shows.

Pero…

- Lo necesito… lo extraño… - sigo lamentándome, me doy vuelta quedando boca arriba sobre la cama de Heechul.

Ahora que lo recordaba, hace más de cinco días no compartimos cama, ni esta ni la de mi departamento. Cinco días ya hacían una semana, sé que esto es exagerado pero es demasiado tiempo para alguien que amaba. Adoro el cuerpo de Heechul, rozar su delicada piel, sentir su calor y su salvaje reacción. Me encanta cuando es todo fuego en la cama y siempre es el primero en provocarme para hacerle el amor.

Pero estos días no ha sucedido nada de eso. Y ahora aquí estoy, esperando como me lo ha pedido, con la esperanza de que podamos pasar tiempo juntos. Otro suspiro más profundo salía de mi boca, cuando escuche la puerta de la recamara abrirse.

- Siwon… - era la voz de Heechul entrando a la recamara.

Había salido muy temprano, pues su cabello crecía demasiado rápido y era momento para un nuevo corte. Al menos eso fue lo que me dijo en aquel mensaje que me envió “Nuevo look para que la gran estrella del universo”, porque ni tiempo tuvo para llamarme.

Es por eso que me encontraba aquí esperándolo, aprovechando que no tengo nada pendiente en la agenda para esta tarde.

- Aquí estoy. – le digo tratando de sonar entusiasta, levantando la mano y sin cambiar de posición. Creo que eso no fue muy entusiasta después de todo.
- Simba… Simba… - le escucho llamarme acercándose a la cama -. ¿Cómo me veo?

Seguramente se refería a su nuevo corte de cabello. Con algo de desgano, me levante de la cama, clavando mis ojos en él. Tan bello como estaba, su nuevo corte lo hacía ver más joven y el color de cabello, rojo encendido como cuando mis sentimientos por él florecieron.

Siempre me ha gustado de pelirrojo y ahora recordaba porque… era tan tentativo como una manzana invitándolo a morderlo, podía provocarme sin tocarme o sin intentar provocarme siquiera.

Si, sé que eso era algo extremo, pero han sido días de no tenerlo a mi lado, ¿Cómo quieren que este? Algo me decía que mi paciencia, resistencia y todos esos puntos buenos dentro de mí, se iban muy lejos, dejándome solo la lujuria por mi hyung. Oh si, también el amor que le tenía. Así que hice lo primero que mis instintos me ordenaron… me abalance sobre él trayéndole a la cama.

La soledad no es buena compañía, luego está la abstinencia de varios días, nos encontrábamos él y yo en su cuarto y a eso agréguenle que se veía condenadamente sexy y provocativo. Al menos de esa forma lo miraba yo, que comenzaba a preocuparme por la integridad de hyung las próximas horas.

- ¡Hey, Simba! ¡Simba espera! ¿Qué piensas que estás haciendo? – realmente en este momento no estaba pensando en nada.

Heechul trataba de detener que mis manos levantaran su playera, así que lo poco que iba descubriendo de su abdomen, mis labios devoraban esa parte de piel expuesta. Realmente lo estaba intentando, Heechul trataba de detenerme pero obviamente yo era más fuerte, me subí a su cuerpo y comencé a besar desesperadamente sus labios mientras el continuaba con sus forcejeos para que no terminara de desnudarle.

Y aunque trataba de librarse de mí, se reía por lo bajo de mi reacción. Podía mendigar si hiciera falta, le haría el amor a Heechul, así tuviera que hacer lo imposible.

- Siwon… Siwon… ¡Espera! – Heechul no aguantaba la risa y yo ya lo tenía con el torso desnudo y los pantalones desabrochados -. En una hora tengo una grabación, necesito buscar mi ropa, ducharme y arreglarme.

Podía ver como sus labios se movían, pero realmente no estaba poniendo atención a lo que decía. Lo único que puedo ver son sus apetitosos labios, su sonrisa burlona por tenerme con tanta hambre de él y su cuerpo candente debajo del mío, invitándome a meterle mano.

Entonces… sucumbí a la tentación.

De nuevo tome sus labios y lo bese apasionadamente, metiendo mis manos debajo de su espalda, dirigiéndome hacia abajo dentro de sus pantalones. Agarre sus globos con ambas manos y lo acerque a mi despierto miembro que exigía por su atención, intensificando mis caricias.

Aunque aún se resistía, Heechul gemía y suspiraba cada que mi lengua jugueteaba con alguna parte de su piel. Su resistencia era cada vez menor a cada momento. A él también le estaba gustando este juego, lo que me hizo continuar con el juego previo.

Con fuerza junte sus muñecas arriba de su cabeza y las sostuve con una sola mano, para que no pudiera librarse de mis caricias. Lo amaba, era mío y lo deseaba. En esa posición, la piel blanca de Heechul deslumbraba, su espalda arqueada dejaba a mi alcance sus tetillas ya un poco endurecidas por las caricias.

- Siwon… si no te detienes ahora… - sabía muy bien a lo que se refería. Yo creo que no nos detendríamos hasta estar saciados el uno del otro y eso tomaría algo de tiempo -. Gunhee pasará por mí, se me hará tarde.

Y aunque Heechul seguía resistiéndose porque lo dejara ir, muy en el fondo sé muy bien que estaba deseándolo tanto como yo, que tomara su cuerpo y no lo hiciera esperar.

- Eso no me detendrá, lo sabes muy bien. – susurre en su oído y roce mi miembro con el suyo, dejándole saber lo mucho que lo necesitaba.
- Entonces, yo no te lo pondré fácil Simba. – ese reto en su tono de voz, su lengua paseándose por sus labios, era más una invitación.

Acepte el reto mirando a sus ojos mientras mi boca devoraba una de sus tetillas, mis labios lo presionaban y mis dientes mordían un poco, haciendo que Heechul se estremeciera y suspirara. Pero esto no estaba deteniendo su lucha contra mis deseos, pues aún estaba tratando de librar sus muñecas de mi agarre y retorciéndose debajo de mi cuerpo.

Estaba un poco entusiasmado con este juego que se me ofrecía, pero realmente lo que necesitaba era la atención de Heechul, de sus caricias que me hacían perder el juicio, necesitaba de su amor. Estaba como un cachorro abandonado mendingando amor, de esa forma me sentía.

Y estaba seguro, que aunque Heechul me estaba ofreciendo resistencia, también me estaba necesitando, pero la emoción de su regreso y su agenda repleta de presentaciones lo estaban deteniendo. Ante todo era un profesional, todos lo éramos en este aspecto.

- Heechul, necesito hacerte el amor, te necesito. – le dije, había llegado el momento de suplicar.

Me acerque a él sin dejar de mirar sus ojos, dejándole ver mis sentimientos y la causa de que estuviera actuando de esta forma. Junte mis labios con los suyos, en un beso lento y cadencioso, un beso que le confirmaba todo lo que estaba sintiendo por él en este momento.

- Siwon… también te amo… pero, no hay tiempo… más tarde…

Haciendo caso omiso de sus palabras, metí mi mano por delante de sus pantalones y ropa interior comenzando a masajear su miembro ya despierto. Lo que me hizo soltar sus manos. Aunque se negara, lo estaba deseando, excitado y sonrojado, estremeciéndose ante el toque de mi mano, porque Heechul ya no hizo por deshacerse de mí.

Amo cómo reacciona Heechul ante mis caricias, lo que me hace disfrutar el prepararlo.

- Estas tan hermoso… - susurre en su oído antes de mordisquear un poco su oreja -. Siempre me ha gustado el rojo en tu cabello… - suspire -. A decir verdad, siempre me has gustado como sea… preferentemente sin nada encima. – escuchar su risa alegre me hizo feliz también.
- Siwon… tu siempre tan… - sentí las suaves manos de Heechul meterse por debajo de mi camisa quitándola por completo de mi cuerpo, recargando sus manos después contra mi pecho desnudo -. Siempre sabes que decirme, siempre me haces feliz. – y lentamente levanto su cabeza para besarme.
- ¿Entonces debes agradecerme? – le hice saber después de acabar el beso, acercando mis caderas a su despierto miembro, tomando el mío junto al suyo. Tan duros y tiesos, deleitándome con las caricias hasta sentir como Heechul comenzaba a estremecerse. Tan necesitado como yo, seguramente terminaría pronto.
- Puedo… podemos hacerlo más tarde…esto es…- Trato de seguir hablando, pero mis caricias no lo dejaron -. Siwon por favor… para ya.
- Tú también lo quieres… si no, ¿Por qué te pusiste tan bello? Sino fue para mí, no sé porque me pediste que viniera a verte. – le dije sabiendo la respuesta.

Heechul siempre buscaba mi aprobación cada que se hacía algo nuevo en el cabello. No tenía por qué hacerlo, pero a él le gustaba que yo lo halagara. Lo que me hacía sentir un poco mal, es que aún continuaba tratando de detenerme, de que no lo tomara.

- No tienes que explicarme. Sabes que te ves demasiado seductor y sexy con ese cabello… pelirrojo eres un peligro para mí. Lo sabes. No me resisto. – mi mano bajo hasta sus muslos y aumente la fricción entre nuestros miembros.
- ¡Aah!... Sí, sí… ¡Aaaah! Me gusta hacerlo por ti… y por mis petals… y por el grupo… - lo escuche reír ante el bufido que solté por sus palabras -. ¡Aaaah! Siempre es por ti, Simba babo.

Mi mano sostuvo su miembro sin darle descanso, hasta que lo escuche gritar y sentí como su cuerpo se tensaba durante su orgasmo. Aproveche ese momento para bajar sus pantalones y meter mano por entre sus piernas buscando su entrada, uno de mis dedos entro fácilmente, comencé a dilatarlo.

Al parecer, Heechul se había rendido ante lo inevitable. Por lo que con mayor tranquilidad y un segundo dedo, hice movimientos circulares y de tijeras en su estrecha entrada mientras besaba sus labios y bebía sus gemidos. Basto un poco de tiempo para que tres de mis dedos ya estuvieran dentro de él, mi miembro duro y palpitante, pedía a gritos estar en su interior. Moría por sentirlo.

Heechul no me miraba, sus estaban ojos cerrados y su mano sobre su boca tratando normalizar su respiración, pues entre penetrarlo con mis dedos y besarlo, le había robado el aliento.

Me preparaba para penetrarlo, cuando unos fuertes golpes sonaron en la puerta y alguien llamó.

- Heechul… Heechul sé que estás ahí. – aquel tono de burla del que estaba detrás de la puerta lo conocía perfectamente, podría distinguirlo de entre mil gentes.
- Siwon tengo que… - Heechul trataba de levantarse de la cama pero no lo deje, una mano en su pecho lo hizo volverse acostar.
- Pude escucharte, sé que estás ahí… - y entonces la puerta se abrió.

Mi error fue no haber asegurado la puerta, pues tan deseoso estaba de Heechul, que me olvide de ese pequeño detalle. Heechul estaba con el torso desnudo y los pantalones junto con la ropa interior hasta sus rodillas, recostado sobre la cama. Y yo, sin camisa, con los pantalones desabrochados y encima de él.

Esa fue la gran escena con la que se topó Gunhee.

- Si están haciendo cochinadotas, es mejor que paren. Se nos hace tarde para irnos a la radio. – aprovechando la distracción, Heechul me empujó hacia un lado y tomó mi camisa para taparse lo más necesario, sentándose sobre la cama.
- En seguida voy Gunhee, espérame en la sala. – pero Gunhee, no se movía, sus ojos extrañamente se fijaban en mí -. ¡Deja de estar viendo a mi hombre y vete ya! Y tú… - me habló a mí -. Has el intento por cubrirte.

¡Oh! Ese grito por parte de Heechul no me lo esperaba. Gunhee salió sonriendo enormemente de nuestra recamara. Heechul se levantó de la cama, se limpió con mi camisa, la cual al terminar la tiro lo más lejos que pudo. Termino por sacarse la poca ropa que le quedaba encima, para después mirarme con algo que no pude describir si era enojo, odio o algo así como que deseaba asesinarme.

- No te detuviste y ahora voy tarde, no podre bañarme y voy oliendo a sexo. – mientras buscaba ropa limpia que ponerse, Heechul hablaba sin mirarme -. Y mi mejor amigo, dio buena cuenta del cuerpo de mi novio. Estarás feliz, porque yo no. – puntualizó comenzando a buscar con que vestirse.
- Pero tú también querías. – le dije ya un poco harto y con el ceño fruncido.
- Sí, sí quiero. Pero no era el momento. – se cruzó de brazos y se acercó a la cama, cuando termino de vestirse con lo primero que encontró -. Y ahora ya no sé si vuelva a querer por algún tiempo. Estas castigado Choi Siwon.

Y con esas palabras en la mente, Heechul abandono la recamara. Aun no sabía cuánto podrían afectarme, pero si ya me estaban doliendo, no quería pensar en lo que me depararían. Mi miembro palpitante, extremadamente duro, doliente y goteante, me decían que para mí sería toda una tortura.

- No es justo, él sí terminó. – me queje echándome de nuevo en la cama mirando al techo.

Me encuentro adolorido, solo y frustrado. Mis opciones no son muchas, está el tomar una larga ducha fría o de nuevo hacerme cargo yo mismo de mi problema. Porque no es la primera vez que termino con mi gran amigo “Gabriel Jr” despierto, ignorado y en mis manos. Y hoy es uno de esos días, pero peor, definitivamente tomare las dos opciones.

Como pude deje la cama, camine hacia el baño notando la ropa que Heechul se había quitado regada en el suelo. Bien, si tenía que hacer esto solo, al menos buscaría un incentivo. Levante su ropa interior volteando a todos lados como si alguien pudiera verme y corrí hacia el baño, me sentía como un loco acosador.

Continuara...