Lost Heart... Capítulo 20


Había imaginado que cuando Kangin se refería a su casa, lo decía por un céntrico, espacioso, neutro y elegante departamento de soltero. No a una casa estilo minimalista en medio de los suburbios. No sabía que pensar sobre eso.

En cuanto las puertas se abrieron, se dejó ver un hermoso jardín, era pequeño pero bien distribuido y el garaje solo tenía cabida para dos autos. El que Kangin manejaba ahora y un clásico que se encontraba del lado derecho del garaje; lo que se le hizo más raro; porque Kangin parecía ser de una posición económica más que acomodada.

Jungsoo no podía dejar pasar ni un detalle, estaba siendo analítico antes que le pasara lo de la noche anterior, cuando casi perdió los sentidos estando en brazos de Kangin. Si todo era mentira, seguramente esta no sería su casa. Él también lo había engañado la primera vez haciéndole que lo dejara en otra dirección que no era su departamento, Kangin podría estar haciendo lo mismo.

Iba caminando a su lado rodeando la casa para entrar por la puerta principal cuando un gran labrador se acercó a ellos corriendo y ladrando hacia donde estaban. La reacción de Jungsoo fue refugiarse en los brazos de Kangin, pues en su vida jamás había tenido la experiencia o el lujo de tener un perro; ni siquiera de pequeño tuvo ese sueño.

Su familia era muy numerosa y al ser el menor, las cosas usadas le venían mejor que nada. Su familia no podía darse el lujo de tener un perro. De ahí el miedo que estos le generaban, nunca había estado tan cerca de un animal; ni siquiera en un zoológico.

Si tenía dudas, la escena con Kangin encuclillas acariciando al labrador dorado mientras este le daba grandes lamidas, le confirmo que no le mentía. Este era su hogar. Lo cual lo desconcertaba a un más.

Su cuerpo se tensó cuando el animalito dejo de lamer a su amo para concentrarse en él. Se paró sobre sus patas traseras alcanzando su cara y lamiéndole esta, lo que Jungsoo gimió tratando de ocultar su temor. Entre risas Kangin le quito al animalito de encima, lo tomo del brazo y lo guio dentro de su casa.

Realmente la casa no era muy grande, pero si tenía un toque de hogar que no pasó desapercibido por Jungsoo, pues era tan diferente a lo que estaba acostumbrado a rodearse. Seguía siendo extraño que a Kangin le gustara vivir en ella.

- Bienvenido a mi hogar Jungsoo. – Kangin le ayudaba a quitarse el abrigo.

- Gracias.

- Mi casa es tu casa. – agrego con una sonrisa Kangin.

- Puedes prestarme tu baño. – Jungsoo sentía la baba del perro en su rostro.

- Claro, está por allá. – le señalaba un pasillo cercano a las escaleras -. Y la cocina por acá. Búscame ahí cuando termines. - Jungsoo solo asintió.

Suspirando, Jungsoo cerró la puerta del baño y se recargo en ella. Lentamente camino hasta el lavabo y apoyó las manos en el mirándose al espejo.

- ¿Cómo es que siempre cedo? Es cierto que Kangin es un hombre imponente, desde luego. Incluso agradable y algo desconcertante. ¿Pero qué quiere realmente?

Jungsoo nunca había sido objeto de tal admiración e insistencia por alguien, mucho menos alguien como Kangin que parecía importante. Y luego estaba el hecho que siempre terminaba por responder a sus caricias, sus insinuaciones, le encantaba esa forma que tenia de ser tan divertido como niño a veces y otras tan seductor como playboy.

Le estaba gustando mucho Kangin y eso ya no lo podía negar. Y lo confirmaba que estuviera en su casa dispuesto a cenar con él y cualquier cosa que sucediera después. ¿Sería una tontería empezar a hacerse ilusiones? ¿Peligroso cuando tenía a una persona totalmente desconocida? ¿Su acosador? Esas preguntas cada vez quedaban más relegadas conforme le iba gustando lo que se le mostraba.

Solo esperaba que Kangin no tuviera intenciones de lastimarlo. Jungsoo se miró al espejo con el ceño fruncido después de lavar su cara.

- Como si fuera a dejar que me lastimara.

Oh si, era un chico fuerte.

Lentamente se acercó a la cocina, no quería sorprender a Kangin, pero estaba siendo demasiado interesante ver como se movía alrededor de la cocina; pensaba Jungsoo mientras se apoyaba en el marco de la puerta. Arrugando un poco la nariz, capto los olores de lo que se encontraba en la estufa. No es que le desagradara, pero el olor era algo diferente.

Después de comer, se quedaron un poco más en la mesa charlando de la buena cena que habían comido. Jungsoo removía su copa en su mano, no estaba nervioso, más bien era su forma de hacerse el tonto con una sola copa. Seguro de no querer terminar haciendo algo que no pudiera recordar después.

Estaban uno al lado del otro, no era difícil que al charlar sus ojos se encontraran o sus manos rozaran al tratar de alcanzar algo. Sucedió todo el tiempo mientras comían.

- De verdad que yo puedo hacerlo por ti. – esta vez Kangin había tomado su mano directamente -. debes tener alguna comida favorita. Debes decirme.

- No la tengo. – Jungsoo se lo pensó seriamente. Su agitada vida no le permitía pensar en cosas como esa, ahora se daba cuenta que estando con Kangin, su curiosa charla siempre le hacía pensar en cosas que por sí solo no haría.

- Y, ¿tú bebida favorita?

- Eso sí lo sé. – Jungsoo sonrió -. La cerveza. El vino o cualquier tipo de licor no es de mi agrado. – respondía mirando su copa -. Suelen subirse muy rápido a mi cabeza. Por eso prefiero tomar solo soda cuando me ofrecen ese tipo de bebida.

- No lo sabía de verdad. – Kangin beso su mano y con la otra lo palmeo en la misma -. Tengo una gran botella de coca cola para ti, la traeré.

Jungsoo agradeció su gesto. Muy acosador y todo, pero dejaba claro que Kangin no pensaba aprovecharse de esa forma de él. Lo que sucediera después sería por su propia voluntad. Estaba pensando en eso cuando Kangin llegaba con la gran botella, imaginar lo que sucedería entre ellos le subió el calor al rostro.

- He olvidado el vaso.

- No te preocupes, yo voy. – Jungsoo se ofreció para ocultar el color de sus mejillas.

Cuando volvió no se molestó en pedirle a Kangin que abriera el refresco por él. Por si mismo abrió la botella de coca cola, cuando esta estallo en su cara. Al parecer había sido agitada antes de abrirla, salpicándolo completamente hasta la ropa mientras Kangin se reía casi cayendo de su asiento.

- Tú… tú lo planeaste. – acuso a Kangin, no con enojo, en realidad era una situación divertida para Jungsoo.

- ¡No!, en verdad yo no…

- Te estas riendo.

Demasiado tarde, pues ya Jungsoo se encontraba agitando de nuevo el refresco mojando las ropas de Kangin en venganza, lo que desató una batalla entre ellos corriendo alrededor del comedor entre gritos y risas. Claro que era Jungsoo quien correteaba a Kangin tratando de terminar de vaciarle el refresco.

Kangin se detuvo girándose hacia donde este se encontraba. Forcejearon un poco, tratando de arrebatarse la botella y Jungsoo tratando de retenerla. La fuerza de Kangin ayudo un poco para poner las cosas a su favor, obteniendo la botella y encargándose de mojar con ella nuevamente al policía.

Este corrió hasta llegar al recibidor, tratando de huir de ser mojado, más de lo que estaba.

- Espera, espera… ¡Espera!

Pero sus gritos no fueron escuchados porque la botella fue vaciada en su cuerpo por completo. Cuando quiso golpear a Kangin en venganza por lo que había hecho, este último no dudo en tomar sus brazos junto con la botella, juntándolos atrás del cuerpo de Jungsoo para que no le hiciera nada.

Quedaron muy juntos… pero las risas seguían abundando todavía inconscientes de su cercanía.

Cuando fueron conscientes que el juego había terminado, Kangin dejó caer la botella en el piso y se concentró en el rostro del otro. Había soltado sus manos pero no se separó lo suficiente, no deseaba alejarse de aquel cuerpo bañado en refresco. Sus ojos se encontraron, los de Kangin más decididos, los de Jungsoo mirándolo y a la vez no.

Kangin busco sus labios, pero Jungsoo aun dudo. Entonces atrajo más su cuerpo atrapando la boca del policía con la suya. La mano de Kangin se posó suave sobre su nuca empujándolo hacia él, profundizando el beso. Jungsoo al sentir la otra mano rodear su cintura, abrió su boca lo que Kangin aprovecho para explorar su cavidad.

Con un suspiro, Jungsoo lo acepto y también rodeo su cuerpo con los brazos. Sus cabezas bailaban de un lado a otro, experimentando todas las posiciones para disfrutarse el uno al otro. Se podía escuchar los suspiros, incluso los soniditos que hacían sus narices al tratar de tomar algo de oxígeno.

Kangin gruño un poco al sentir la pérdida de Jungsoo, cuando se separaron del beso. Jungsoo saboreo sus labios.

- Te gustó, ¿verdad?

- No estoy muy seguro que me haya gustado. – respondió Jungsoo tratando de contener una sonrisa.

Y antes que otra cosa se le ocurriera a Kangin, con sus manos Jungsoo tomo su rostro y le planto otro beso. Esta vez menos apresurado pero igual de intenso que el anterior. Y así continuaron besándose, probándose por unos minutos más. Pues la noche apenas comenzaba para ellos.


* * * * *


Kyuhyun no recordaba cuando había estado tan molesto con el mayor. Sentía que le hervía la sangre, que su cabeza estallaría de coraje si se hubiera quedado más tiempo en su departamento con Sungmin.

Si, por primera vez en años habían peleado muy enserio y se habían disgustado.

Después de la tarde de entrenamiento con Yesung, se encontraba algo agotado; por lo que Kyuhyun esperaba poder llegar a ducharse y lanzarse a los brazos de Sungmin a descansar. Solo eso necesitaba por ahora. Con el mayor en el plano sexual estaba muy bien, pero con lo que pasó, se sentía un poco lejano. Y eso no le gustaba.

Una llamada desato la tormenta.

- Estoy mejor. - escucho a Sungmin al cerrar la puerta de entrada. El mayor se encontraba hablando con alguien en su celular -. Claro que regresare, ¿no podría abandonarlo? – una risilla escapo de sus labios al escuchar la respuesta del otro lado del teléfono -. No es normal que el poderoso Choi Siwon se preocupe tanto y menos por un simple peón como yo. – en este punto, Kyuhyun lo vio ponerse serio y hasta algo desencajado a Sungmin -. Quizás es por todo lo que ha pasado, incluso Siwon esta raro… acaso es ese nuevo chico que trae de amante. Quizás debamos juntarnos y hablar de ello... Lo sé, yo lo hare, sabes que lo hare Ryeowook. – y de nuevo vio cambiar el rostro de su pareja, el semblante de Sungmin se había vuelto intimidante -. Gracias por lo que hiciste con Kyuhyun y por reforzar la vigilancia en MinCake. Pero… hubiera preferido que otro que no fuera Yesung.

¿Por qué era de su incumbencia el nuevo amante de Choi Siwon? Y la forma en que lo dijo, hizo ver a Sungmin como el otro amante celoso. Poco a poco Kyuhyun comenzaba a sentir el enojo. Lo que sea que estuviera haciendo con Siwon para Sungmin era más importante que su propia salud, incluso su propia vida; desatándose la pelea.

Al final, había dejado con la palabra en la boca al mayor y Kyuhyun salió corriendo de su propio departamento a refugiarse en un bar cercano.

No era su costumbre huir de los problemas, teniendo que vivir desde muy joven solo y tampoco lo era el beber, pero fue la única manera que encontró de deshacerse de lo que sentía. Kyuhyun seguía en desacuerdo el que Sungmin siguiera haciéndole favores a Siwon, que continuara trabajando para él después de todo lo que paso. ¿Por qué si era tan peligroso, no se alejaba de él? ¿Por qué permanecía a su lado, si solo le hacía daño?

Recargo su cabeza en sus brazos sobre la barra, una de sus manos sostenía un pequeño vaso con algo que le había servido el barman, ni siquiera recordaba el nombre en este momento y mucho menos cuantas copas llevaba encima. Solo sabía que se sentía muy relajado, enérgico y triste también. Kyuhyun era un manojo de sentimientos encontrados y todo por culpa de Sungmin.

Tan ensimismado estaba que no se dio cuenta cuando detrás de él se acercaba un hombre con chaqueta negra, algo apresurado por llegar hasta donde se encontraba.

- Diablos Kyuhyun, ¿Por qué no esperaste a que llegara? – le reclamo la persona recién llegada -. Te dije por teléfono que en cuanto me desocupara de lo que me habían encargado me reuniría contigo.

- Estoy bien. ¿Por qué te preocupas Yesung? – dijo levantando su cabeza -. Por favor, sírvale una igual a mi amigo. – pidió al barman.

- Estás loco Kyuhyun. – Yesung acepto la copa y tomo un trago -. Rayos esto quema, con razón estas así. – y pasó su mano acariciando la espalda del pastelero como consuelo -. ¿Qué ha pasado?

- Me paso que me he peleado con Sungmin. – Kyuhyun lo miro directamente a los ojos -. Por culpa del Choi. – dijo casi gritando, a lo que Yesung miro a todos lados esperando que nadie lo haya escuchado.

- Vamos Kyuhyun creo que debes parar, voy a llevarte a casa. – le advirtió Yesung -. Además aquí no es lugar para tratar ese tipo de temas. ¿Te parece si hablamos mientras caminamos a tu casa?

- Me parece. – asintió Kyuhyun.

Después de encargarse de la cuenta de Kyuhyun, lo ayudo a levantarse del banco donde se encontraba, pasando uno de sus brazos por su cuello mientras lo sostenía por la cintura.

- Estas hecho una mierda, ¿lo sabias? Además ahora me debes una fortuna. – pues Yesung pago la cuenta, ya que Kyuhyun salió sin su cartera al salir aprisa.

- Mas… - a pesar de su estado, Kyuhyun hablaba muy bien, lentamente pero sin arrastrar sus palabras -. Eres el más afortunado de los dos en esto.

- ¿De verdad? Recuerdo haberte contado mi desastrosa vida amorosa.

A lo que Kyuhyun solo sonrió. Salieron del bar y caminaron por la calle de esa forma, Yesung casi iba sosteniendo todo el peso del otro. Cuando estuvieron algo lejos del bar, las calles obviamente a esa hora estaban más que solitarias, podrían charlar sin problema.

- Pero a ti te tuvo la suficiente confianza como para contarte lo que se dedicaba, no te tuvo engañado y tú decidiste ser lo que eres. – Kyuhyun se detuvo y miró el rostro de su amigo -. Yo estoy a ciegas, no sé lo que hago, que terreno piso o porque debo ser protegido. ¿De qué? De Siwon, ya no sé si deba cuidarme de él, cuando Sungmin se interesa tanto en su vida amorosa. Yo creo que hay algo más y no me lo ha dicho. Sungmin… mi Sungmin no confía en mí, en el amor que le tengo. Acabare por ir a ciegas hacia donde no debo, por él.

- ¡No! Tu no. – Yesung detuvo sus pasos y acorralo a Kyuhyun en la pared más cercana -. Tú no tendrás este destino. Sungmin no lo permitiría y yo tampoco, me entiendes.

- Pero si no le importa. – algunas lágrimas comenzaban a rodar por su mejilla -. Si le importara me daría la oportunidad de saber la verdad para alejarme o afrontarlo con él, pero no lo hace.

- Y porque no simplemente lo dejas.

- No lo haría. Sungmin es lo único que conozco y lo único que tengo en esta vida.

Ante las temblorosas palabras y las lágrimas que el pastelero derramaba, Yesung acerco sus frentes tomándolo de la nuca. Después sin saber cómo, sus labios se juntaron, Yesung no sabía si él lo había iniciado y Kyuhyun estaba seguro que era algo que no debía suceder entre ellos, eran amigos, pero se estaba sintiendo realmente bien.

Con sus bocas buscaron ese consuelo que les hacía falta, ambos sufrían por sus respectivos amores, con sus corazones a punto de resquebrajarse. Yesung acostumbrado a ese sentimiento, supo que aquello que sentía era más por el otro que por sí mismo. Cuando sus corazones se hubieron tranquilizado, sus bocas se separaron no así sus frentes.

- Esto no debió pasar.

- Ya lo sé. – se quejó Yesung.

- Amo a Sungmin. – murmuro Kyuhyun -. Lo amo más que a mí mismo.

- Y yo a Ryeowook, tú sabes el resto. – ambos se rieron.

- Gracias por estar en estos momentos a mi lado Yesung, eres un buen amigo. – Kyuhyun se abrazó al mayor.

- No me des las gracias, quizás te traiga más problemas de lo que te podré ayudar.

Volvieron a reír, y eso que Yesung no estaba ebrio como Kyuhyun, parecía como si pudieran reírse de su propia desgracia. Y sabía muy bien porque lo decía, Kyuhyun estaba seguro que a Sungmin no le iba a gustar nada que llegara a su casa en brazos del mayor.

* * * * *


Minutos después sus respiraciones se acompasaron, se acomodaron uno al lado del otro sobre la cama, de frente mirándose realmente por primera vez. Donghae lucia sus labios abiertos, aun intentando acompasar sus respiración; su piel se encontraba rojiza en el cuello, clara muestra de las caricias del otro.

Y Eunhyuk lucia menos cansado, su frente sudorosa y su rostro sonrojado. No por el cansancio, no. Si no por la belleza que se le mostraba frente a él, se encontraba maravillado por lo que veía del policía y no podía dejar de mirarlo. Mucho menos podía creer que sus sentimientos fueran correspondidos.

- ¿Qué tanto me miras? – Donghae se acomodó mejor sobre su costado sosteniendo su cabeza con el brazo.

- No puedo dejar de mirarte. – sonrieron como tontos los dos.

- ¿Te molesta que tengamos que hablar? – preguntó Donghae mientras pasaba su mano por las costillas de Eunhyuk, piel con piel. Haciéndolo suspirar profundamente antes de responder.

- Supongo que tenía que suceder. – Donghae iba apartar su mano, pero Eunhyuk lo sujetó -. Lo que sea que tenga que aclarar lo hare por ti. – le dijo, buscando sus labios en un beso hambriento.

No deseaba que entre ellos, lo que comenzaban a sentir se viera empañado de malos entendidos. Tampoco es que le fuera a decir toda la verdad a Donghae, no era cosa de ponerlo en peligro contándole todo. Estaba seguro que el policía sabía algo por lo sucedido la otra noche, cuando lo llamó por su nombre verdadero.

Donghae se dejó llevar por el beso y por las manos que se enredaban de nuevo en su cintura, los dos respirando con dificultad de nuevo.

- Hyukjae, ¿ese es tu nombre real? – pregunto primero Donghae.

- Lee Hyukjae, ese es mi nombre. – Hyukjae lo veía a los ojos para que no dudara de sus respuestas -. ¿Cómo supiste mi verdadero nombre?

- Fue una coincidencia. – su confesión sorprendió a Hyukjae.

- ¿Cómo?

- Si, el día de la fiesta de bienvenida de Heechul. Siwon te llamó por ese nombre.

Hyukjae se llevó su mano a la boca. No podía créelo, el señor perfecto no cometo errores la había cagado diciendo su nombre real. Ahora que lo recordaba…

___Flashback___

La gente comenzaba a acosar a Siwon como de costumbre, sobre todo esos chicos que a pesar de ser sus socios, también comenzaba a considerar sus amigos.

- ¿Qué quieres Hyukjae? – Se giró a verlo, y se percató que venía con Kangin, quien a pesar de traer una máscara era fácilmente reconocible por su corpulencia distintiva.

Hyukjae se quedó quieto y callado cuando vio con quien había estado platicando. Luego pareció recordar las cosas.

- ¡Ah! Sungmin dice que quiere verte…

- Ok, gracias. – pero él no se movía de esa silla y no dejaba de ver al chico que tomaba una cuba tan tranquilamente.

___Fin del flashback___

Quizás ese día Choi Siwon estaba tan afectado como él ante la presencia de Donghae, olvidándose de la regla más básica entre sus hombres. Como es que no se dio cuenta en el momento, en cambio Donghae parecía no haberse olvidado de ese hecho.

- ¿Cómo es que no me preguntaste cuando nos conocimos?

- Porque supuse que lo habías hecho por algo y además no tenía importancia en ese momento. – le aclaró Donghae.

- ¿Por qué ahora si tiene importancia?

- Encontré algo en uno de los pantalones de Heechul y lo recordé, si se trata de ti ¿Por qué no debe de importarme?

El policía se levantó desnudo de la cama, caminando sin prisa a tomar sus pantalones de donde sea que hayan quedado tirados en aquel lugar. Hyukjae lo vio agacharse maravillado de haber poseído ese cuerpo, Donghae era sexy sin proponérselo. Esos andares le daban una buena vista de su esculpido cuerpo y su firme trasero.

Lo vio regresar con una tarjeta en su mano.

- Es esta. – Donghae le tendió el papel, era una de sus tarjetas -. entonces supouse que eran la misma persona. – explicaba Donghae mientras volvía a meterse a la cama -. ¿Es algo malo lo que haces?

- No. – respondió secamente Hyukjae, aun sorprendido de ver la tarjeta.

- Me alegro, no me hubiera gustado nada que Heechul y tú estuviera enredado en cosas malas. Claro, además de estar con Siwon.

- Entiendo. - Hyukjae no se sorprendió de la deducción, en cambio la actitud de Donghae le desconcertaba más, porque Donghae no parecía disgustado con lo que decía -.

- Me vas a decir a que te dedicas, además de Stock Hall.

- Sí, es mi voto de confianza. – Hyukjae le dedico una dulce sonrisa a Donghae, esperando que con eso le creyera que sus sentimientos hacia él iban en serio -. Yo ayudo a localizar personas, es una larga historia pero, a mi favor puedo decir que he ayudado a muchos a encontrar a sus familiares.

Donghae se lo quedo viendo por largo momento, como sopesando si decía la verdad o solo intentaba salir del apuro. Hyukjae en todo momento le sostuvo la mirada.

- Está bien, te creo. – se dejó caer boca arriba en la cama, jalando consigo a Hyukjae, quedando encima de él -. ¿A quién busca mi hermano?

- Eso es algo que no puedo decirte, es confidencial. – dijo con una sonrisa, pues ya Donghae estaba moviendo la parte baja de su cuerpo provocándolo.

- Y lo que haces con Siwon, ¿me lo puedes decir?

- Creo que… ah… no puedo… - Hyukjae se mordía el labio inferior, para no emitir un gemido -. Involucrarme con él fue una coincidencia. Sé muy bien que eso lo sabes tú mejor que nadie, no dices que tu hermano esta con él.

- Si pero, no de la forma que tú piensas. – dijo un enojado Donghae, que enseguida empujo a Hyukjae echándolo de la cama -. Mi hermano está a la fuerza con Siwon, él nunca lo hubiera hecho por su propia voluntad.

- Y si no fuera de esa manera, Donghae. ¿Lo entenderías? – Hyukjae le hablo a Donghae sosteniéndose de la cama asomando su cabeza por encima de ella.

- No quiero hablar de eso. – Hyukjae esbozó una sonrisa, pero consiguió controlarla a tiempo, para que el policía no lo viera. Estaba emberrinchado, tal y como lo decían sus apretados labios.

- Podríamos olvidarnos entonces y ocuparnos de otra cosa.

- No lo sé. - Donghae frunció el ceño –. Es posible. Pero vas a tener que ganártelo.

- Me alegra que dijeras eso. – deposito un pequeño beso en sus labios y luego lentamente, comenzó a bajar por su cuerpo depositando pequeños besos sin dejar de mirar a los ojos de Donghae -. De todas formas, tenía pensado hacer cosas… con ese lindo… cuerpecito tuyo. - esto hizo lo hizo reír y sacarlo del estado en que se encontraba.

- Vas hacer que te suplique, ¿verdad?

- Ese es el punto… - ya Hyukjae se encontraba torturando sus muslos con besos.

Y una dulce sonrisa fue mostrada a Donghae antes de que su miembro fuera devorado por la cálida boca de Hyukjae mientras con dedos y uñas, trataba de sostenerse de sus hombros y entregarse al placer que le prodigaba.

Aún tenían cosas que aclarar, sin embargo Donghae ahora pensaba que sus respuestas se encontraban en otro lugar. Pues sabía que Hyukjae jamás lo expondría al peligro por su culpa, si no le dijo toda la verdad, era porque lo amaba. Pero con su confirmación, podría hacer algo más con Heechul.

Quizás pudiera acorralar a su hermano.

* * * * *


El viaje estaba siendo muy confuso, mucho porque venía mani-atado y con sus ojos vendados. Lo único que pudo hacer es hundirse en sus propias cavilaciones sobre Siwon y Andrew, sobre lo que recién había descubierto y su frustración porque su única fuente segura, lo tenía secuestrado.

No sabía a donde exactamente se dirigían, mucho menos que es lo que tanto balbuceaba Kwon en ruso, cuando la camioneta se detuvo bruscamente. Jo Kwon dio algunas ordenes, Heechul escuchándolo todo atentamente.

- ¡Maldición! No pensé que fuera tan rápido. – Kwon sacudió fuertemente del brazo a Heechul, acercándolo a él casi cubriendo su cuerpo -. ¿Tan importante te has vuelto para Choi? – le pregunto con odio contenido -. Mucho más que a ese que ocupaba su corazón y que tanto buscaba.

¿Buscaba? ¿Siwon también buscaba a alguien?

Todos los sentidos de Heechul se encendieron cuando fue jalado bruscamente por Kwon cuando una puerta fue abierta. Si existía la posibilidad que Siwon y Andrew fueran la misma persona, no lo deseaba muerto. No antes de comprobarlo. No moriría en manos de ese que se jactaba de haber tenido algo con Siwon  y mucho menos lo dejaría morir a él en sus manos.

Aunque tenía las manos atadas y sus ojos vendados, la confianza y una actitud de autosuficiencia lo llenaron. Al salir del vehículo, pudo sentir la lluvia mojándole.

- Pensé que no vendrías. Hubiera hecho más fácil las cosas… aunque quizá si te mato ahora, Kibummie se alegrara y podrá tomar posesión de tus negocios. – sí, Jo Kwon lo usaba como escudo, no tenía miedo por su persona, sin embargo por Siwon; con el conocimiento que Kwon contaba con un arma, sí que lo sentía.

- No te llevaras así como así mis pertenencias… - la voz de Siwon sonaba más grave, controlada y amenazante, seguro de que estaba molesto, incluso con él. Pensó Heechul.

- Claro, claro… lo que tú digas hombresote.

Cuando Heechul sintió el cuerpo de Jo Kwon pegado a su espalda, enterró el codo en su estómago, haciendo que este se doblara de dolor. Lo que Siwon aprovecho para dejarlo fuera de combate, por lo que podía escuchar, los gritos de dolor de Kwon parecían serios.

- Vámonos… - escucho la voz de Siwon.

Sus manos fueron desatadas rápidamente y después jalado a ciegas por Siwon, hasta que soltó su mano pudo quitarse por fin las vendas de los ojos. No pudo contener su asombro, porque a pesar de los golpes en su rostro, con esa chaqueta de cuero y su pose encima de la moto; Siwon se veía condenadamente sexy.

Se montó en la moto, rodeo con sus brazos el fuerte abdomen de Siwon y este comenzó a recorrer de nueva cuenta la ciudad bajo la lluvia.

Ahora que estaban a salvo, Heechul fue consciente de lo ligero de su ropa y la fría lluvia; incluso podía ver un poco de piel bajo su camisa ahora transparente por la lluvia. Se pegó a la espalda de Siwon aferrándose fuertemente de su cintura en busca de su calor. Cerró los ojos acomodando su cabeza en el espacio entre los hombros de Siwon, aspirando su aroma profundamente y exhalando su cálido aliento.

El cuerpo de Siwon reacciono bajo sus manos, y él también, el aroma natural de Siwon hizo clic en su cerebro. Soltó un suspiro y se aferró más a él. No quería soltarlo, ni dejarlo ir. Amaba a Siwon, y él era policía pero no lo dejaría ir. Su otra mitad se encontraba en el hombre que llevaba al frente. Y quiso llorar, por miedo, inseguridad, ¿Qué sentía Siwon por él?... Por los años perdidos.

La ciudad estaba en calma, pero el corazón de Kim Heechul latía desbocado, porque aunque Jo Kwon no se lo aclaro directamente, su corazón le gritaba que Siwon era la persona que buscaba.

En el momento en que la moto se detuvo, Heechul se dio cuenta que estaban frente al edificio de Siwon y deshizo lentamente su agarre. Conocía bien aquellos lugares, por las muchas veces que las últimas semanas había estado en aquel lugar. No quiso alzar su rostro, pues Siwon estaba inspeccionando su cuerpo con la mirada y no sabía si sus ojos estaban rojos por las lágrimas contenidas. No quería que se diera cuenta.

Siwon se bajó de la moto y después hizo que Heechul se bajara de ella para después tomar su mano y se dejó guiar por él adentro del edificio. No puso atención al guardia, cuando Siwon le lanzo las llaves de su motocicleta; seguramente los vería raro por venir mojados.

Sin embargo no importaba, nada importaba más que ese ser que lo llevaba arrastras hacia el elevador, Siwon tenía prisa por llegar y a Heechul ya le estaba haciendo tiritar la ropa mojada pegada a su cuerpo. Miro sus manos enlazadas, Siwon lo tomaba con fuerza pero sin lastimarlo. Nunca lo había hecho, por eso se le hacía un momento muy especial; que le mostrara tanto apego con ese simple gesto.

Entraron al elevador, viéndose acorralado por Siwon en la pared del fondo mientras buscaba sus labios para lo que seguramente sería un beso.

- Te dije que no confiaras en Kwon… - le recordó antes de besarlo de nuevo.

No le molestó el reclamo casi vehemente que salió de su boca en un susurro. Heechul lo alcanzo a medio camino, levantándose sobre sus puntas correspondiendo al beso y abrazándose a su cuello; viendo como la recepcionista los veía casi con envidia. El beso terminó con un suspiro que sonaba como alivio por parte de Siwon.

Heechul pudo mirarlo mejor, tenía una herida abierta en el puente de su nariz y un pómulo algo hinchado que debían dolerle. Siwon mantenía sus ojos cerrados, quizás por la dolencia de algún otro golpe que Heechul no veía, entonces se preocupó. Presuroso pasó sus manos bajando por su pecho, tanteando cada una de sus costillas. Y en el momento que sus manos pasaban por su cintura, Siwon lo detuvo.

Abrió muy grandes sus ojos al sentirse observado. Siwon le miraba como lo solía hacer de un tiempo acá, ya no era la mirada fría la que se posaba en su rostro. Había  algo más esta vez, algo que Heechul no podía descifrar por completo, pero le gustaba. Lo hacía sentirse querido, Heechul se recompuso de la sorpresa y le devolvió su mirada suavizada.

Cuando llegaron a su piso, ya no temblaba, pues Siwon lo llevaba rodeado por sus brazos pegándolo a su cuerpo. Era muy extraño su comportamiento ahora que Heechul lo conocía mejor, y si al igual que él, Siwon había descubierto algo. Negó mentalmente, eso no podía ser, no había dejado ni un cabo suelto para ser descubierto.

Tan solo entrar al departamento, Heechul fue directamente por el botiquín de primeros auxilios. Las heridas de Siwon debían ser desinfectadas, además de darle algo para el dolor, pues durante  el beso notó que realmente le dolía.

- Debemos bañarnos para no enfermarnos, odiaría que enfermaras por esto. – dijo Siwon quitándole el botiquín de las manos y sacándole el delgado saco que Heechul llevaba encima.

Prácticamente lo estaba desvistiendo, algo apresurado pero con cuidado, como si temiera lastimarlo y eso que Heechul no era el herido en estos momentos.

- Pero tus heridas.

- No duelen tanto.

- Siwon… - su nombre salió como una leve protesta -. Dejaras que lo haga después de que nos duchemos.

- Está bien.

Tomando su mano, ambos se metieron en la ducha. Y contrario a lo que Heechul pensaba, solo se ducharon, sin cruzar palabras. El silencio no era incomodo pero si estaba cargado de inquietud, Heechul sumergido en sus pensamientos mientras Siwon lo procuraba ayudándole con su baño.

El toque de Siwon ahora le resultaba suave y cálido ahora, como en otros tiempos, eso le desconcertaba un poco. Sentir lo mismo frente a otra persona, porque Siwon era completamente otro y quizás por eso Heechul no creyó en la posibilidad que fuera la misma persona que buscaba.

Toda la situación, no sabía que pensar, haciéndolo algo tímido frente a Siwon por momentos. Nada que ver con el Cassey que era antes.

Heechul salió primero de la ducha, dejando que Siwon se relajara un poco con el agua tibia los golpes que tenía marcados en sus costillas. De entre su ropa, busco unos cómodos pantalones de algodón y una playera sin mangas, ambas prendas le quedaban enormes; pero eran demasiado cómodas y tenían el aroma de Siwon impregnado.

Pensando que tenía que averiguar la verdad… no esperaba que fuera el mismo Siwon quien terminara de aclararle todo, abrirle los ojos a Heechul y tocar su corazón. Ese corazón que había dejado de latir al separarse de Andrew, ese corazón que poco a poco Siwon volvía a la vida y que ahora se completaba con la verdad.

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