Lost Heart... Capítulo 23


Sungmin no entendía del todo lo que pasaba con Yesung y Ryeowook. Al parecer, Ryeo había pedido la entrada del mayor directamente con Siwon, lo que le indicaba una relación bastante seria, pero casi un año después, había pedido que lo mandaran a algún lugar lejano para no volver a verlo. Y esa era la parte que no entendía, pues durante el poco tiempo que lo vio saliendo con Joungwoon parecía verdaderamente contento.

- Eso no es lo que me preocupa. Lo que me atañe es el desastre policiaco que podría atraer sobre nosotros ese par. No quiero errores. No quiero que haya nada fuera de mi control. – Ryeowook en ese momento recibió una llamada, por la duración y el tono, dedujo que era Yesung, intentando averiguar su paradero para las rondas en Min Cake.

Lo siguiente en la charla fueron temas acerca de la mantención de las bodegas, del estado de las mercancías, de Yesung cumpliendo sus funciones y del nuevo amante de Siwon, del que ninguno de los dos se fiaba.

- Ryeo ¿Qué sabes de Kim Heechul? – le pregunto cuando hubo colgado el teléfono.

Había estado rondando en su cabeza desde hacía un par de meses ya, aunque no tenía los datos completos de todo. Sungmin mismo había preparado la fiesta de bienvenida que había recibido el policía, y lo había vuelto a ver fugazmente en Rusia, cuando fue capturado, cosa rara, pues era el tratado de Siwon sin policías. Y entonces, después de unir unos pocos cabos sueltos, se había dado cuenta que era el nuevo amante de Siwon.

- No mucho… salen desde hace un par de meses… quizá desde poco antes que te llevaran. – Ryeo siempre le diría la verdad, mientras esta le conviniera. Y parecía que no había problemas con revelar esa información.

- ¿Por qué acepto él? – No estaba seguro de las circunstancias en que se hubiera dado ese tipo de pacto precipitado, pero por lo que había visto, Kim Heechul no era una persona fácilmente manipulable y aunque Siwon estuviera encaprichado, no lograría mucho a no ser que el cediera.

- Busca información. – Wook usualmente daba frases cortas, y la eso podía desesperar con mucha facilidad a Sungmin.

- ¿Qué tipo de información? – Sungmin intentaba hacer hablar a Ryeo, quien parecía querer decir las cosas, por el simple hecho que lo conocía lo suficiente, y si no quisiera hablar, se habría ido hacía ya mucho tiempo.

- Él tiene tanta información como yo. Sabe de ti, de mí y de Kyu. Sabe lo que pasa en YaHee Corp. Y lo que sucede en Min Cake, pero no dirá nada de eso, porque el también esta encaprichado y eso nos conviene a nosotros. – la risa de Wook era un tanto cínica, quizá déspota y arrogante.

- Siwon no ha hecho nada contra Kim ¿verdad? ¿En realidad si están saliendo? – Min no entendía la relación que podrían llevar esos dos, siendo Siwon tan arbitrario y Heechul tan poco paciente.

- Se entienden mejor de lo que crees, y a decir verdad, no me sorprendería mucho de lo que pasara con el tiempo. No me fio del policía para protegernos a nosotros, pero seguramente Siwon saldría librado de cualquier cosa.

- ¿Entonces… a Kim de verdad le interesa? – Ryeowook era tan único dentro del mundillo en que se movían, que todos lo respetaban y lo hacían porque conocía las debilidades de cada uno para usarlas en su contra, aunque no estuvieran a su disposición.

- Eso no lo sé… - Por fin, Sungmin vio alguna duda brillar en los ojos de Ryeo.

La única certeza real en todo ese meollo de confusiones era que Siwon estaba diferente. Hacía ya un buen tiempo que no se portaba grosero con él, y eso había que agradecerlo, si era por causa del policía lo tendría que apuntar y mandarle una tarta de manzana.

- No confió en el… siento que nada va a terminar bien. Esto se ira por la borda. – El corazón de Sungmin latía descontrolado.  Un presentimiento quizá, un vistazo a lo que el futuro le deparaba lo dejaba helado y temblando de miedo. Porque en ese futuro estaba sin lo que más amaba, y lo que más amaba tenía el nombre de Kyuhyun.

- Sungmin… por favor. Saca a Kyuhyun de tu vida ya. – Ryeowook pocas veces hablaba de su vida privada o conversaba acerca de lo que pensaba de las vidas privadas de los demás con alguien.

- Lo he intentado muchas veces. Él es lo único que tengo y yo soy lo único que él tiene. – como si su presentimiento hubiera sido leído, Kyuhyun había sido arrastrado a la conversación, y su egoísmo era suficientemente fuerte para no dejarlo ir -. ¿Por qué sacaste a Yesung de tu vida?

- Eso… no tiene importancia, Minnie. – era la primera vez en casi un año que le llamaba Minnie, no lo hacía desde que estaba con Joungwoon.

- Kim Heechul provocara una avalancha… protege a Kyuhyun. Es el pacto. Pase lo que pase, debes cuidarlo, que no le pase nada.

- Así será… siempre cumplo mi palabra. – Ryeowook parecía algo nervioso, y si no lo conociera, diría que hasta asustado.

* * * * *

Yesung era una persona muy fácil de tratar, y aunque tenía costumbres extrañas, seguía siendo amable. Era una persona muy táctil, le encantaba tocar las cosas y a las personas, pero lo hacía de forma tan natural que uno no podía sentirse intimidado o molesto.

El café donde ellos se reunían era bastante diferente a lo que se podría esperar del pulcro patissier. Era un local con periódicos apilados a los lados, amarillos por el tiempo, un montón de telas de cuadros cocidas a forma de manteles y mucho estilo vintage desordenado por todos lados.

Yesung tomaba café casi siempre, pues se había acostumbrado a él en su estancia en México. Kyuhyun simplemente tomaba un te Chai y platicaba con él.

- ¿Qué exactamente haces para Siwon y Min Cake? – Kyuhyun estaba dispuesto a sonsacarle la verdad ese día.

- Soy un guardia. Ahora cuido las bodegas de Min Cake. – Yesung contesto sin rodeos, por lo que Kyuhyun empezó a creer que sería más sencillo de lo que pensaba. Pero la respuesta lo dejo desconcertado.

- ¿Las bodegas? ¿Para qué habrías de cuidar las bodegas de una pastelería? – Kyuhyun no entendía la importancia de unas simples bodegas en las que se guardaba la harina y las mermeladas.

- Porque allí están guardados también algunas cosas de Choi. Y él es muy celoso de guardar bien sus cosas. – parecía que Yesung le quería explicar que es lo que pasaba, sin decirlo realmente.

- ¿Qué cosas? – Kyuhyun cada vez se interesaba más y más por el tema. Sabía que había personas rusas y posiblemente chinas involucradas, pero aun no comprendía.

Eso era lo que más lo frustraba. Sabía que Choi no era una persona buena, y que posiblemente Sungmin tampoco lo era. Siwon tenía poder, pero no sabía de dónde había salido. Su empresa de exportaciones e importaciones era importante, pero para ella no necesitaba personas como Yesung o Sungmin. Y esa era la parte que no entendía.

- Cosas de mucho valor. Cosas que las personas matarían por tener. Nadie sospecha nunca de una pastelería.

Kyuhyun se volvía loco con las frases de Yesung. Tomo un poco más de su té y se recostó en el respaldo de la silla.

- Explícame. – Kyuhyun quería respuestas de verdad y no solo frases sueltas que le dieran pistas.

- Choi Siwon es traficante. – fueron las palabras que soltó Yesung mientras lo veía a los ojos y sentía su alma caer al piso. El corazón se le detenía y su respiración fue un jadeo intentando hacer llegar el oxígeno a sus pulmones.

El  tiempo paso mientras intentaba encontrar en los ojos de Joungwoon algo que le dijera que no era verdad, porque eso unía las piezas que tenía. Comprendió que Siwon era peligroso, por eso es que Sungmin le debía lealtad, pues si había invertido en la pastelería era como señuelo. Por eso Siwon era quien lo protegía y Sungmin le decía que confiara en él cuando algo le pasara.

Sungmin había hecho un pacto con Siwon y ahora no sabía que tanto le debía. Yesung le había dicho que él, Ryeo y Min trabajaban para Choi, pero no entendía el cómo, siendo tan diferentes sus ocupaciones. Y ahora tenía sentido. Lo que se guardaba en las bodegas que debía ser protegido. La causa por la que Sungmin fue llevado a algún lugar y regreso muy malherido.

- Sepárate de una vez de Sungmin. Olvídate de él. Vete de aquí. Vámonos juntos. Yo no quiero seguir aquí, pero me quedare si tú lo haces. – Yesung hablaba con determinación.

- No me separare de Minnie. Es lo único que he tenido por años. Y ahora a ti, pero Min es más fuerte.

- Lo suponía. Por eso no me iré. Por eso te lo dije. Debías saberlo. Antes que pasara algo.

- Y no podemos denunciarlo porque vamos todos con Choi ¿no? – Al parecer, había entendido rápido el juego de Choi.

- Así es. Todos juntos.

Kyuhyun y Yesung se quedaron en silencio hasta que la lluvia de la tarde comenzó a caer y el menor fue a la pastelería a trabajar.

* * * * *

La noche había sido casi mágica, Heechul aún no podía creer que a su lado se encontraba Andrew o mejor dicho Siwon, la persona que nunca pudo olvidar y por quien tanto tiempo busco. El hombre de quien se había enamorado de nuevo sin saber que eran la misma persona.

Se encontraba desnudo en la cama, enredado en una liviana sabana recargado en el pecho de Siwon mientras este tenía el brazo enredado en su cintura aferrándolo fuertemente a su costado. Heechul se acomodó lo mejor que pudo para poder observar el rostro de quien dormía apaciblemente todavía.

Siwon no daba señales de despertar todavía, se encontraba sumido en un profundo sueño. Su rostro se veía menos duro, su ceño no se encontraba fruncido y con su boca relajada, le daba más parecido a como lo recordaba tiempo atrás.

Con sus pestañas descansando sobre sus pómulos y las cejas pobladas que adornaban desde entonces sus ojos. Estas casi nunca podía verlas, solo en aquellos momentos de intimidad, ya que con las gafas de Siwon, era difícil poder observarlas bien y a Heechul le gustaban tanto.

Libero una de sus manos de la sabana que la retenía en el pecho de Siwon, llevándola hasta su rostro dormido y acaricio sus cejas, peinándolas con sus dedos sin lograr despertarlo.

Supuso que el ejercicio de la madrugada le hizo caer rendido, pues en las dos veces que se entregaron a la pasión, Siwon fue muy cuidadoso y tierno con él, poniendo sus necesidades antes por sobre las suyas. En todo momento procurándolo, amándolo aunque no hubo palabras de amor, sus nombres salieron de ambas bocas e hicieron el amor sin dejar de mirarse a los ojos. No hubo necesidad de ellas.

Los largos dedos de Heechul continúan su camino por aquel rostro, delineando su nariz, esa misma que le había confundido y casi alejado de la verdad. Era perfecta para Siwon, él era perfecto a sus ojos. Atractivo, Heechul está seguro que no fue eso lo que primero le atrajo, fueron sus ojos y esa conexión casi instantánea que lo llevo aceptar locuras. Amaba cada cabello, cada imperfección, cada gesto, cada musculo, todo de Siwon.

Excepto a lo que se dedicaba. Sus dedos se detuvieron bruscamente en los labios ajenos, haciendo que Siwon se removiera un poco y soltara levemente el agarre en su cintura. Heechul lo observo dormir de nuevo, tan pacíficamente como si no deberá nada en la vida que llevaba. Pero no le culpaba, el también cometió errores y sin embargo ahí estaba, agradecido con todo por haberle encontrado.

Los ojos de Heechul recorrieron  una vez más a Siwon sentado en la cama, deposito un beso en sus labios y otro en su pecho. Suspirando al sentir la piel sobre sus labios. Se levantó desnudo y sin prisa de la cama, pues no deseaba despertarlo. Tomo nuevamente las ropas que encontró la noche anterior y vistió su desnudes con ellas, quedándole tan enormes como lo recordaba.

Pero era diferente, todo era diferente ahora. El dolor en su parte baja persistía, ahora Heechul lo sentía agradable, pues era por el mero esfuerzo de que lo haya marcado como suyo las dos veces. Su corazón no se sentía vacío ni sentía ese dolor de infidelidad que lo atacaba cada que se entregaba a Siwon.

Esta vez no era así, su corazón latía armoniosamente, se sentía cálido y hasta feliz, de haberse entregado. No quería salir corriendo de su lado como siempre lo hacía, pues la culpa de serle infiel a Andrew, no le dejaba disfrutar ese tiempo extra con Siwon.

Sus piernas lo llevaron al gran sofá negro de la sala mientras su mente rememoraba lo sucedido unas horas antes. De lo bien que se sintió el charlar con Siwon después de hacer el amor, como cada una de sus preguntas fueron respondidas y sentir como aun no confiaba del todo en él, pues sobre Cassey no quiso decirle nada.

Se sentó recogiendo las piernas hacia su pecho rodeándolas con sus brazos. ¿Por qué aún tenía dudas? No dudaba sobre quien era Siwon, sobre su amor. Pero si dudaba de que Siwon lo amase más que lo que amo a Cassey. Lo cual era absurdo porque ambos eran la misma persona.

Quizás seguía amándolo más como Cassey que como Heechul, y si era de esa forma, cuando Siwon supiera la verdad, ¿no se decepcionaría que ya no fuera como antes? Incluso si su trabajo suponía un problema, esperaba que a Siwon no le importara como no le importaba a él.

Sentir celos de sí mismo era ridículo, pero Heechul los sentía. Al ver a Siwon aferrado al recuerdo de la muerte de Cassey, se le estruja el corazón todavía al recordar lo triste que estuvo Siwon al saberlo muerto y las ganas locas de decirle que es el, Cassey y que está vivo.

Pero a Heechul le detiene la idea de no saber qué hará Siwon al saberlo y como es que manejara ahora en más lo que sabe de él como detective. Y eso aumenta su idea de hacer todo lo posible por librar a Siwon de lo que sea que le esté esperando adelante, siendo un temido mafioso, nada bueno debe depararle el futuro, lo que lo hace estremecer y aferrar más sus piernas en su pecho.

Tantas cosas que arreglar, le confirma a Heechul que debe hablar con Leeteuk pronto. Esta seguro que el policía sabe más de lo que aparenta.

Y ahora estaba el hecho que alguien había inventado su muerte, ¿por qué alguien habría inventado su muerte? Sospecha de sus tíos pues eran los únicos que se beneficiaban con eso, pero como es que esos documentos llegaron a manos de Siwon, ellos ya estaban muertos.

Tendría que sincerarse con Jungsoo si deseaba saber todo sobre su supuesta muerte, de igual forma tenía que investigar mucho más a fondo esa relación de Siwon con Rain, después de lo platicado anoche y sobre todo que desde el principio, a Heechul no se le hacía normal aquella relación. Si Jungsoo sospechaba que Siwon estaba involucrado con todo lo que pasaba, Rain también debía saberlo.

¿Por qué seguía protegiéndolo?

Heechul tenía miedo que las diferentes circunstancias lo separaran de él, intentaría cualquier cosa, antes que eso sucediera de nuevo.

El ruido de unos pies arrastrándose lo sacaron de sus pensamientos, Heechul miro hacia la puerta por donde momentos antes había salido y vio a un Siwon bastante desolado. Que en cuanto sus miradas se encontraron, cambio su rostro y termino de recorrer el camino que los separaba hasta el sofá, donde Heechul lo recibió con los brazos abiertos.

Ahora más que nunca Heechul se aseguraría, que nada ni nadie, ni por nada del mundo, se dejara arrebatar a Siwon de sus brazos otra vez.

* * * * *

- Entonces no vas a decirme que haces para Siwon. – pregunto Donghae mientras secaba los platos, pues Hyukjae se ofreció a lavarlos.

La mañana había transcurrido tranquilamente, sin preguntas. Despertar con Donghae en brazos fue maravilloso para Hyukjae, quien no lo experimentó nunca antes. Nadie que despertara en él, todo lo que el policía hacía, con solo mirarlo o brindarle una caricia.

Cuando por fin decidieron levantarse de la cama, ya eran más de las 10. Se ducharon juntos entre jugueteos, palabras de amor y caricias, terminaron de bañarse. Después de eso el desayuno fue más entretenido, con los dos en la cocina, ayudándose mutuamente. Donghae cocinaba mientras Hyukjae preparaba el café, ponía la mesa y le alcanzaba los ingredientes.

Es como si, siempre hubieran vivido juntos.

Comieron en medio de risas, pues Donghae siempre se las ingeniaba para hacerlo reír, y de vez en cuando salían palabras de boca de Hyukjae hacia Donghae que a él mismo lo hacían sonrojar. No creyó que fuera capaz de decir cosas tan cursis, pero por ver esa sonrisa que le provocaba a Donghae, lo haría toda la vida de ser necesario. Y esa pregunta, ponía demasiado serio al policía.

- En realidad no hago gran cosa Hae. – dijo Hyukjae girándose y viendo el momento exacto en que Donghae hacia una mueca de incredulidad -. Es verdad, soy el dueño de Stock Hall, él ocupa el lugar para hacer sus reuniones, yo le garantizo que no haya nada que lo perturbe.

- ¿Cómo que no haya vigilancia?

- Si, el lugar nunca ha sido blanco de la policía, tengo protección por parte de Siwon y también por parte de la corona real. – sonrió orgulloso Hyukjae.

- Vaya… - rodo sus ojos Donghae.

- El lugar está limpio, no hay cámaras en los privados, siempre tengo lo necesario para complacer a sus socios y nunca hago preguntas innecesarias. Hasta ahora, que me ha pedido que te proteja, y entiendo que lo haga. No hay lugar más seguro que Stock Hall.

- ¿Por qué me dijiste que conocer a Siwon fue un error?

Ese era la pregunta que Hyukjae quería evitar, porque decirle la verdad a Donghae, seria descubrir la relación que tenía con Ryeowook, quien era peligroso. Tanto o más que Siwon. Cuando se dio cuenta quien era realmente Ryeowook, ya era demasiado tarde para echarse atrás, estaba involucrado con él.

- Conocí a alguien que estaba relacionado con él, me dijo que sería gran negocio ofrecerle los servicios de Stock Hall a Siwon y sus reuniones, yo sabía que era un gran empresario, no todo lo demás en lo que estaba coludido. Como ya contaba con protección, ganar un poco mas no se me hizo mala idea. Y así fue. – Hyukjae hablaba sin dejar de mirar a Donghae, este podía ver la verdad en sus ojos -. Cuando me di cuenta a lo que se dedicaba, yo ya estaba dentro y me ofreció también su protección. Wook no pudo evitar que Siwon me involucrara.

- Hyukjae, te creo lo que me has dicho. – Hyukjae sintió que podía volver a respirar -. Pero yo no estoy muy seguro que Stock Hall solo preste ese tipo de servicios.

- ¿Qué es lo que piensas Hae?

- La policía tiene en la mira las bodegas de MinCake, si Stock Hall es importante también para Siwon y no lo demuestra… Hyukjae deberías revisar tus bodegas.

- Mis bodegas están dentro de Stock Hall. – Hyukjae comenzaba a darse cuenta hacia donde iba la percepción de Donghae -. Excepto una, en donde llegan las cajas de vinos especiales, reservas de encargo para esos clientes especiales. Esta cerca del embarcadero. – Donghae asentía, Hyukjae agregó -. Debemos ir a ese lugar.

Era más astuto de lo pensaba, incluso de lo que Siwon y el mismo hermano de Donghae pensaba. Hyukjae estaba orgulloso de su ahora amante, aunque esa etiqueta no le gustaba, pero eso lo arreglaría más tarde.

* * * * *

Kibum se encontraba charlando con el hombre al que más confianza le tenía, en la oficina de su mansión. Discutiendo sobre lo precaria que era su situación en estos momentos.

- Con los chinos controlando toda el área asiática y Choi asegurándose el continente europeo, nos tienen limitados señor. – explico el hombre a su lado.

- Y ahora los chinos decidieron hacer negocios con Choi, y de no ser por él, no nos habrían considerado. Aunque la propuesta que nos hicieron nos deja muy desventajados. – con el ceño fruncido, Kibum no encontraba la solución a sus problemas -. Rusia es un mercado muy pequeño ya, necesitamos con urgencia expandirnos.

- Si pudiéramos deshacernos del Choi. - Kibum sonrió ante el comentario -. Veo que el señor lo tiene contemplado.

- Si fuera tan fácil, ya lo habría hecho. Pero no lo hecho a saco roto.

El tiempo se les fue en la nueva distribución de armas que harían en el país. Así como la venta de algunas armas nucleares a países que EUA tenía restringidos. En Rusia existían los mejores constructores de estas armas.

- Ya es tarde. - murmuro preocupado Kibum -. Se supone que Jo Kwon llegaría hoy temprano, y hasta ahora no ha venido a importunarnos.

Trato de tranquilizarse un poco ordenando los documentos que tenía al frente ante la atenta mirada de su hombre de confianza. Esperaba que nada le hubiera sucedido, Jo Kwon nunca le mentía respecto a sus salidas y llegadas, es por eso que Kibum le dejaba ir de compras al país que le apetecía. De vez en cuando el mismo le hacía compañía, pero el que esta vez se dirigiera a Londres, lo detuvo. Ya que debía pedir permiso primero a Siwon y Kibum no estaba de humor para hablar con el Choi.

- ¿Qué le habrá pasado? – aunque trataba de mantener la calma, ya estaba comenzando a alarmarse.

Escucho que la puerta de su oficina se abría y por ella entraba el pequeño pelirrojo, a lo que Kibum suspiro aliviado, por fin había llegado, por un momento había pensado que algo malo le había pasado a su persona especial, el único ser con el que se compenetraba realmente, el único que tenía clavado en su alma. De todos era el que más le importaba, su hermanastro era y seria siempre su único amor.

Pero algo del pelirrojo se le hizo extraño, venia más callado de lo normal, parecía ausente de si, venía con la cabeza gacha haciendo que su flequillo cubriera parte de su rostro y no le miraba de frente, ni siquiera quería acercarse a él. Kibum se acercó entonces tomándolo de la barbilla para tomar sus labios en un beso.

Inmediatamente sintió la humedad en ellos. Jo Kwon estaba llorando.

- ¡¿Qué te sucedió?! – exclamo Kibum, al notar el pómulo morado del pelirrojo, así como los ojos rojos y las mejillas surcadas con lágrimas.

- El maldito de Choi Siwon me sucedió. - dijo de repente en un tono gélido mientras elevaba su mirada y dejaba ver que Kibum mirara sus ojos, reflejando en ellos la ira contenida y el dolor.

- ¿De qué hablas? - se quedó con los ojos abiertos, pues Kibum no entendía hasta el momento a que se refería su hermanastro. Porque estaba herido y su ego lucia muy lastimado.

El hombre que hasta ahora solo observaba la escena se inclinó ante Kibum y después ante Jo Kwon, saliendo de la oficina sin hacer ruido mientras Kibum llevaba a Jo Kwon a sentarse en el sofá a su lado.

- Tienes que vengarte, acabar con ese Choi por lo que me hizo. - cada palabra era dicha por Jo Kwon con rabia, ira y un deseo enloquecedor de querer gritarle. Pues no había podido desquitar su rabia ni con Choi ni con el amante de este.

- Cariño cálmate, explícame bien que sucedió. – Kibum trataba de tranquilizarlo pero sus palabras no estaban teniendo ese efecto. Con Jo Kwon, Kibum era muy paciente.

- Te explicare, ¿Qué me dices de esto? – le mostro los golpes de su rostro -. ¡¿Y qué me dices de esto?! – se levantó el pálido jersey que llevaba puesto exponiendo el costado justo donde se encontraban sus costillas, sendas marcas de dedos rojos se encontraban en su blanca piel.

- ¿Siwon lo hizo? - se apresuró a preguntar.

- El muy maldito lo hizo, ¡¡se atrevió a golpearme!! ¡¡¡Bastardo!!! — Jo Kwon grito dominado por la ira.



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