Lost Heart... Capítulo 27



Eunhyuk se sentía impotente, completamente a merced del niño lindo. Apabullado por el miedo y algo histérico por no saber qué hacer.

- Cuídate ahora, Eunhyuk. Y cuida a Donghae… Tengo ojos en todas partes. – y justamente eso, sus ojos, fijos sobre el en ese momento era lo que más miedo le daba, no había rastro de piedad en ellos, y tenía que andarse con pies de plomo para no enojar a Ryeowook y que con su berrinche aniquilara con su pobre vida, y la de su nuevo amor Donghae.

Vio la figura de Ryeowook salir de aquel lugar y se volvió hacia las cajas. Quito solo uno a uno los clavos que las mantenían en su lugar. La tapa de la caja que estaba más arriba cedió y dejo ver una montaña de virutas de madera. Bajo ellas había un paquete envuelto en cinta adhesiva de aproximadamente uno o dos kilos de lo que supuso era cocaína, más abajo, un par de armas de largo alcance.

Donghae tenía razón. Y él o se había percatado de nada. No quería ni imaginar que había en las cajas más grandes que llenaban la estancia.

¿Qué pasaría ahora? ¿Siwon era quien lo había metido en eso? Había hablado un par de veces de negocios con Siwon, y este nunca le había dicho nada de esto. ¿Sería obra solo de Ryeowook? No podía serlo, el acataba órdenes.

Entonces ¿Cómo solucionaría esto? Podía tomar un avión hacia algún lugar del mundo arrastrando a Donghae y perdiéndose, pero eso parecía poco probable. No sabía siquiera si llegarían al aeropuerto con Wook enterado del plan.

¿Qué le quedaba? ¿Hacerse el tonto? ¿Pretender que nada pasaba? Mientras no lo sabía, todo estaba bien, pero ahora que se había enterado, era muy complicado pensarlo de esa forma. ¿Qué le diría Donghae? El menor era policía, por lo que le importaban ese tipo de cosas, y no podía mentirle en este momento que su relación comenzaba a avanzar. ¿Donghae lo perdonaría? ¿En qué lio se había metido?

Cerró la caja como había estado y salió de la bodega.

La lluvia ya era mucha y parecía que hacia horas que se había ocultado el sol. En su celular solo había una llamada perdida de Donghae, que se dispuso a contestar.

- Tengo que hablar contigo, Hae. Necesito verte… - su necesidad de él era mucho mayor que nunca. Deseaba sentirse querido dentro de ese cuerpo, olvidar por un rato lo que pasaba en sus bodegas y descubrir que es lo que haría con Donghae.

- Estoy en tu departamento… - ¿Cómo había entrado allí? ¿había forzado la puerta?

- ¿Qué haces allí? – Era muy curioso el policía.

- Ven y te cuento… - Donghae se oía extrañamente desanimado.  

- Voy para allá…


*

Hyukjae manejo ensimismado en sus pensamientos, la amenaza hecha por Ryeowook no era algo que debía tomarse a la ligera, mucho más sabiendo que ponía en peligro al policía. Por más que se rebababa los sesos Hyukjae no sabía qué hacer, por primera vez sentía que su mundo estaba siendo acorralado, nada que pudiera hacer en el que no saliera lastimado Donghae. Porque estaba seguro que cualquier cosa que eligiera lo haría.

Alejarse o quedarse, las dos cosas terminarían mal para el policía.

Ahora mismo Hyukjae sentía que el mundo le pesaba, al bajar de su auto sin ganas de caminar, a pesar que su mañana comenzó de lo mejor con Donghae en sus brazos, el día había ido en picada a partir de que lo dejo frente a su edificio. Arrastrando sus pies dispuesto a entrar a su casa, no se dio cuenta que alguien más se acercaba a su lado.

Tarde fue cuando reacciono, pues ya Ryeowook se encontraba a su lado y se dio cuenta que no iba a ser fácil deshacerse de él.

- Y ahora ¿Qué? – pregunto Hyukjae algo hastiado.

- ¿Que no puedo asegurarme que llegues bien a casa? Además venia por estos rumbos.

A Hyukjae no le pasó desapercibido esto último, si Ryeowook tomo el mismo rumbo que él, es porque seguramente se dirigía al Soho después de visitarlo. Con eso pensaba ejercer una simple presión sobre su persona, y vaya que lo hacía en estos momentos, porque sea lo que sea que le pidiera, Hyukjae no se podría negar.

- Ya te diste cuenta que estoy bien, puedes irte y dejarme por favor.

- ¿Qué si quiero entrar? – Ryeowook preguntaba mientras sus manos se colaban bajo la chaqueta de Hyukjae dirigiéndose a su cuello.

- Preferiría que no. – a pesar de la respuesta seca, en el rostro de Hyukjae se notaba la molestia que le causaban las caricias del otro.

- Seguramente es porque el policía se encuentra dentro, ¿verdad?

Hyukjae no alcanzo a responderle, pues las manos de Ryeowook en su cuello, atrajeron su cabeza acercando mucho sus labios. Los ojos de este eran como dos pozos negros, fríos y a la vez llenos de fuego, temibles pero fascinantes. Algo que Hyukjae noto desde el primer momento que intimo con él, y cuanto se arrepentía de ello.

Ryeowook acarició su rostro con una sonrisa algo malévola, en contraste, recibió un beso suave en los labios. Cuando le rodeo el cuello con sus brazos, lo besó profundamente hundiendo su lengua lo más que pudo en su boca.

Esos eran los besos que recordaba Hyukjae, la forma ruda y brusca como siempre ha sido. De eso estuvo seguro cuando una de las manos de Ryeowook bajo por el costado de su cuerpo, tocando sus costillas, su cintura, su cadera hasta llegar a su trasero; todo delante de su puerta.

Cuando su mano comenzó a subir nuevamente pero ahora por su espalda, Hyukjae no pudo hacer otra cosa que estremecerse, odiaba no poder parar aquel beso, odiaba que Donghae pudiera darse cuenta de lo que sucedía casi frente a sus narices. Y estaba seguro que Ryeowook lo hacía precisamente por esto último. Dándole pequeños mordiscos a su boca, finalmente el beso se detuvo con un muy satisfecho Ryeowook.

- Anda abre, quiero entrar a saludar.

Sin más que hacer, Hyukjae abrió la puerta y entro seguido del otro. La casa se encontraba iluminada y el olor a comida inundaba el ambiente, seguramente Donghae ya se encontraba en el lugar; el mismo le dio una llave para su uso.

- Hyukjae, que bien que llegaste, la cena está casi lista… - Donghae se interrumpió al ver que venía acompañado -. Oh, lo siento, no sabía que tendríamos visitas. – puntualizo esto último.

- Mmm no, vine a dejar a Hyukjae, no se sentía muy bien.

- ¿Es verdad, Hyukie? – un muy asustado Donghae se acercó al mencionado.

- No, estoy bien. Y Ryeowook ya se va.

- Sí, yo me voy. Un gusto Donghae.

- Hasta luego. – con el ceño fruncido, Donghae se aseguró en cerrar la puerta en cuanto se hubo ido -. ¿Cuándo le dije yo mi nombre?

Sospechaba, oh sí que sospechaba muchas cosas de esa visita, el semblante serio y casi sombrío de Hyukjae no era normal, mucho menos sé que encontrara tan desanimado sentado en el sofá donde estaba. Donghae fue a sentarse a su lado donde lo abrazo y se aferró a su cuerpo, algo estaba mal y lo iba averiguar.

- ¿Quién era? – preguntó Donghae.

- Nadie, no es nadie Hae.

- No estoy seguro, por cómo te has puesto sé que es alguien a quien debo temer y mucho más sabiendo que has regresado de revisar tus bodegas. Lo he visto alguna vez con mi hermano y si es como pienso, debe ser un hombre de Siwon.

Y ahí estaba, la lógica aplastante y observación de Donghae, aunque lo mantuvieran al margen, el sabia apañárselas para saber todo. Lo más importante que Hyukjae se había dado cuenta, lo que se le pusiera al frente, Donghae lo recordaría. No podría ocultarle nada.

- Tienes razón. – Hyukjae se separó de Donghae -. Y es por eso que debemos separarnos Hae, las cosas no están muy bien para los dos.

- No lo creo Hyukie, este es el momento que debemos permanecer juntos, tu y yo contra lo que venga.

- Hae por favor… - para Hyukjae la situación era ya difícil de soportar. No quería poner al policía en peligro, no por su culpa.

- No, por favor tu Hyukjae. – Donghae tomo el rostro del rubio entre sus manos y junto sus frentes -. Confía en mi Hyukjae, por favor.

Lo haría, Hyukjae confiaría en el policía, porque estaba cansado de darle la vuelta, de tener que alejarlo. Simplemente no podía, porque lo amaba demasiado y como fuera a terminar lo que Donghae tenía planeado, lo viviría solo por estar esos momentos a su lado.

Ahora más que nunca estaba convencido que su plan era lo único que podía hacer en favor de Heechul y el mismo Hyukjae. Donghae haría lo que fuera por los que amaba, hasta tratar con el mismo lobo.

* * * * *

Había recibido la llamada de Donghae antes de llegar a su oficina y le había pedido reunirse para algo, lo cual pronto harían. Le había tomado por sorpresa que le llamara para pedirle una cita, viendo como actuó la última vez el policía, Siwon ya lo veía entrando y saliendo de su oficina cada vez que le pareciera.

Por el simple hecho de tratarse del protegido de Heechul, no pudo negarse. Después estuvo  un rato en Min Cake, evitando la oficina de donde había dejado varios asuntos pendientes y aunque no los quería realizar, era necesario que los completara para poder mantener seguro a cierto policía.

Henry estaba sentado aun frente a su escritorio, aunque no hacía nada, esperándolo seguramente. Henry siempre se había preocupado por él.

Que recordara, Henry quería entrar a esto por algo sucedido con sus padres, pero el niño no funcionaba en el campo, sino más bien como hacker, que era lo que más costaba conseguir. Cuando Zhoumi trabajo para él, Henry y Mi se hicieron muy cercanos. Ahora que no estaba el mayor, quizá Henry estaba un poco más apagado, pero era mucho más estable en su trabajo.

- Henry… necesito que compres unas cosas y las mandes a instalar al departamento de Heechul. – Henry sonrió con sus cachetes redondos y asintió con la cabeza –. Una cámara de seguridad, un teléfono nuevo y lo que creas conveniente para su protección, porque eso te lo dejo a ti. Confió en tu buen trabajo.

- No te preocupes, hare todo y más. – Henry era una buena persona, nunca había empuñado un arma o había herido malintencionadamente a alguien.

- Estaré en mi oficina, por si alguien me busca. – Henry asintió, y se puso a navegar en internet buscando los artilugios electrónicos necesarios para su encargo.

La ventana de cristal de su oficina dejaba ver la ciudad y el rio de espaldas a su escritorio, dejando ver las grises nubes que amenazaban la ciudad.

Tenía un asunto por demás importante que arreglar. Tomo el celular codificado y marco ese número que hacía mucho no llamaba. Un poco después del primer tono, contestaron en la otra línea.

- Hola. - la voz era grave como la recordaba.

- Kibum, soy Siwon.

Hacia tanto que no tenían una buena relación, la última vez que había platicado con él, fue en Rusia, cuando secuestraron a Sungmin. Y hacia un par de años antes de eso que no se llevaban bien.

- ¿Que se te ofrece? – perfectamente que sabía que se le ofrecía. Kwon debía haber llegado esa mañana a Rusia y de ser así, ya Kibum estaría enterado de todo.

- Ya lo sabes ¿para qué preguntas?

- Solo quería saber por tu voz que era eso… - Kibum parecía adormecido.

- Kibum, debo dejar en claro que no permitiré que se lleven o intenten llevar otra vez a alguno de mis hombres. No pude hacer nada cuando se llevaron a Sungmin, pero esta vez sí pude. Ojala no se vuelva a repetir o habrá represalias.

Siwon intento que sonara preocupado por la integridad de todos los miembros de su organización, aunque solo estuviera pensando en Heechul, pues si se enteraban de que era para él, Hee estaría en un peligro aun mayor que el que ya colgaba sobre su cabeza.

- ¿No quisieras decir “Si se intentan llevar a Xi otra vez”? Vamos Siwon, las cosas claras… sé que ese hombre no es cualquier amante. Lo sé porque Kwon no es cualquier amante. Y yo solo reaccionaria así por el…

Siwon se quedó callado por un momento en la línea. Ya no había remedio. Kibum lo intuía, y bastante bien.

- Lo que me sorprende es que ya hayas olvidado a tu eterno primer y único amor. – se burló de las palabras –. ¿tan bien lo hace?

- No te atrevas a poner un pie en Inglaterra, tu o tus hombres, porque los recibiré con una lluvia de balas que los hará parecer un colador.

El corazón le latía con fuerza. Debía protegerlo, y aunque Kibum no sabía a ciencia cierta quien era, no tardaría mucho en descubrirlo. Tenía una gran organización después de todo.

- Que terror… Siwon. Solo quiero que sepas que iré por ti para arreglarnos por lo que le hiciste a Kwon. Esto no se quedara así.

- Él se lo busco. Nadie le dijo que intentara hurtar mis cosas…

- Si, hizo mal… pero en todo lo que haga lo defenderé, cueste lo que cueste.

- Si tú sabes que lo defenderás, y también que Xi es más que un amante para mí, creo que sabes que hare lo mismo por el ¿verdad? – Necesitaba que su punto fuera fuerte. Nadie se metía con él.

- Si, y puedes apostar a que no es la última vez que sabes de nosotros. Hay muchas cosas que pueden pasar ahora Siwon. Demasiadas. Ándate con cuidado. Te conozco Andrew.

- Ya lo sé. Y porque nos conocemos muy bien, me aleje de ti y tu organización.

- No deberías haberlo hecho… Eras demasiado bueno Siwon, te necesito.

- Pero yo a ti ya no. Entiéndelo. Soy mucho más importante ahora de lo que nunca fui con los tuyos. Sabes que puedo obtener el paso de Rusia cuando quiera…

- No lo permitiré. – Y Kibum cortó la llamada.

Ha como se estaban dando las cosas, estaba dirigiéndose a un inminente enfrentamiento con este, Kibum no se quedaría con las ganas de darle su merecido.

* * * * *

Yesung sintió el frio de la noche sobre la piel, porque había olvidado su chamarra y solo llevaba una playera sin mangas de color negro. Había pasado la tarde en ese café con Kyuhyun y se había sentido contento, pero ahora estaba solo, mientras el pasaba la noche con su novio.

¿Cómo es que las personas que quería se iban de su lado? ¿Es que nunca nadie le pertenecería? ¿Es que nadie lo quería como él quería a las personas?

Unos momentos antes así como se sintió de bien con Kyuhyun una llamita se encendió en su interior al ver como Wookie… su Wookie lo defendía de Sungmin, aunque sus palabras en medio de todo el lio no fueron de lo más cálidas. Toda esa calidez de la que se había llenado se esfumo con unas cuantas palabras del menor.

¿Es que acaso nunca terminaría, no podría olvidarlo nunca?

- Joungwoon… - la voz de Ryeowook lo saco de sus cavilaciones

- Wookie. – no se le quitaba la manía de llamarlo por ese apodo cariñoso que le había dado cuando eran amantes.

- ¿No tienes frio?

Yesung se había sentado en unas escaleras de un edificio del lugar, cerrado ya por la hora que era y había sacado una cajetilla de cigarrillos. No había oído el motor del auto de Ryeowook, pero podía verlo estacionado a unos pocos metros de donde el menor se acercaba a él.

- Un poco, pero se me pasara. – dijo enseñándole la caja, de la que saco uno y lo prendió. Fumar era un buen método de calentarse en una noche fría como esa.

- No deberías fumar… - Ryeowook se paró justo al frente de él, obstruyendo la luz, solo le podía ver la silueta.

- No te tendría que importar ¿no?

- Me importa… mucho… Sunnie… - todo el humo del cigarrillo se atascó en su garganta al oírlo llamarlo de nuevo por ese nombre.

No pudo contestar a nada. Su cerebro proceso mil preguntas acerca de porque lo llamaba así después de tanto tiempo, pero su cuerpo fue sobrecargado por mil órdenes y no pudo articular ni una palabra, ni un mínimo movimiento.

- Esto es un error, esto no debería ser, pero no puedo… por favor…

Había sido llevado casi a rastras al coche del menor, cuando estuvieron dentro del auto y después de un furtivo beso que lo dejo sin aliento, el auto comenzó a moverse hacia ciertos lugares que Jong Woon conocía muy bien.

Una vez que llegaron, Ryeowook lo tomo de la mano sacándolo del auto y lo llevo por un callejón, que Jong Woon se percató poco después de entrar que era donde el menor vivía. Lo siguió arrastrando por una escalera de servicio, de las que hay afuera de los edificios, por si este se incendia y los ocupantes deben escapar, y subieron hasta la puerta que le pertenecía.

¿Wookie lo secuestraba?

Cuando Ryeowook giro la perilla de la puerta lo empujó hacia adentro y le beso como no lo había besado en años, correspondió el beso ávidamente y se perdió en la sensación que le proporcionaba Ryeowook. Además, el beso sabía a lágrimas, las gotitas que escapaban de los ojos cerrados del menor.

Jong Woon no pensaba dejar ir esta oportunidad que el antiguo Ryeowook le daba, porque este que tenía en sus manos, era aquel ser del que se enamoró perdidamente llevándolo al abismo. Con mucha pasión se sumen en el beso que pronto comienza a excitar a ambos.

Las manos de Ryeowook comienzan a moverse hacia abajo, desabrochando los pantalones del mayor, metiéndolas entre estos y liberando su miembro. Ansiaba de igual forma tenerlo entre sus manos como dentro de su cuerpo. Las manos frías de Ryeowook sobre su miembro hacen que Jong Woon se separe del beso y se tome un respiro antes de comenzar a desvestirse uno al otro.

Parados no muy lejos de la puerta y ya desnudos, ambos se contemplan, no solo sus cuerpos, sus ojos conectados dicen lo que en verdad desean esa noche. Jong Woon es el primero en acercarse, con su boca toma uno de los pezones saboreándolo hasta dejarlo erguido y duro, provocando que Ryeowook eche su cabeza hacia atrás y suelte pequeños jadeos que pronto se convierten en gemidos.

Sin dejar de mover sus manos sobre el miembro del más alto, Ryeowook continua acariciando y masturbándolo; en su interior deseaba con todas sus fuerzas probar a Jong Woon, meter ese gran falo en su boca. Pero al parecer este tenía otros planes pues no le daba descanso con los suspiros y gemidos que las caricias de Jong Woon le provocaban.

Después de un tierno beso, vuelven a besarse apasionadamente, sus lenguas deseosas se encuentran en batalla dentro de sus bocas. Poco a poco Jong Woon va empujando a Ryeowook hasta la cama, haciéndole subirse de rodillas en ella, pues en ningún momento ha dejado de probar sus labios hasta dejarlo recostado.

Jong Woon por fin termina el beso trepando de rodillas a la cama y sin dejar de mirar a Ryeowook a los ojos, baja por su cuerpo gateando sensualmente hacia abajo. El menor gime ante tal escena y por lo que le espera, abriendo las piernas pues Jong Woon ya se encuentra hincado entre ellas.

Con sus manos, Jong Woon levanta las caderas de Ryeowook al aire, levantando su cuerpo hasta dejar descansando las caderas en su pecho. Con la cabeza aun en la cama y sus piernas colgando sobre los hombros de Joong Woon, Ryeowook grita al sentir como introduce su miembro en la boca. Sus labios succionándolo, su lengua trazando a lo largo y sus dientes, rascando un poco en cada salida.

Ryeowook jadea y sonríe, llevándose las manos a su rostro sonrojado, con nadie se sentía tan expuesto que con Jong Woon, solo a él le permitía que le tratara de esta forma. Que hiciera lo que quisiera con su cuerpo.  Jong Woon también se sonríe al ver las reacciones del menor y le da otra sonrisa más provocativa a Ryeowook cuando sus manos llevan su entrada hasta su boca dejándolo definitivamente colgado en sus hombros.

- Sunnie… - murmuro Ryeowook ante la sorpresa.

- Sssshhh, tranquilo bebe.

La lengua experta del mayor se dio a la tarea de preparar su entrada, lame en círculos su orificio latiente y hundiendo después su lengua, se ayuda con sus dedos para poder dilatarlo; ya que Jong Woon recuerda que no es de tamaño normal. Ryeowook solo atina a gemir, a sostenerse de las sabanas con sus manos, cuando tres dedos ya se encuentran en su interior.

Cuando por fin su cuerpo cayó de nuevo sobre la cama, Ryeowook buscó los labios del mayor y lo besó; hace muchos años que se habían dejado de besar tiernamente, lo cual extrañaba mucho y deseaba volver a experimentar. Por eso antes de tomar posición, Ryeowook trepo con sus manos por el cuerpo de Jong Woon y lo beso, tan tiernamente como recordaba.

Ryeowook se separó, viendo en el rostro de Jong Woon el desconcierto que había causado su acción y para terminar de despistarlo, tomo su posición en cuatro sobre la cama. Como lo hacía cuando deseaba que Jong Woon lo penetrara sin que notara las emociones de su rostro. Aquella posición le dejaba ser distante con él y no crear lazos, solo sexo.

Hincado detrás de Ryeowook, Jong Woon se acomoda en su entrada alineando su miembro y comienza a penetrarlo con cuidado. Ryeowook se muerde los labios y gime, olvidaba lo grande que podía ser el mayor cuando estaba completamente excitado, dejo caer su cabeza entre las almohadas sosteniendo una de ellas con su mano, esconde su rostro y limpia las pequeñas lágrimas que sus ojos dejan salir.

Sabía lo que deseaba y Jong Woon no se lo iba a negar, como siempre terminaría haciendo lo que el menor le pidiera. Lo amaba tanto que haría cualquier cosa por disfrutar unos segundos de su compañía, tenerlo de vuelta. Por eso sin dejar que se acostumbre a su tamaño, Jong Woon sale de su interior y lo penetra nuevamente, sintiendo como su miembro llega hasta lo más profundo de su cuerpo.

Sujetando sus caderas comienza el lento pero fuerte vaivén, aumentando la velocidad conforme los minutos avanzan, ya que Ryeowook se ha acostumbrado al ritmo de sus penetraciones, empalándose de vez en cuando a sí mismo. Jong Woon deja caer su cuerpo cubriendo el de Ryeowook para alcanzar el miembro con su mano mientras con la otra lo sostiene de la cadera para no disminuir las penetraciones.

El ritmo aumenta, Jong Woon entra y sale con mayor rapidez, la mano sobre el miembro de Ryeowook también comienza a moverse más rápido. Ryeowook también siente que está cerca, sus manos aprietan la almohada y su boca la muerde al sentir como Jong Woon comienza a terminar en su interior, chorro tras chorro lo hace terminar a él también sobre la cama.

Y en una última y fuerte embestida, Ryeowook es lanzado hacia adelante en la cama, quedando completamente extendido sobre su estomagó siente, Jong Woon como peso muerto sobre su espalda. Se siente tan lleno, tan bien en sus brazos, aunque le gustaría que fuera de otra forma, esto es lo más cerca que puede llegar.

Ryeowook comienza a sentir como sale de su interior, derramando un poco de su semen entre sus piernas, lo siente salir también de su entrada. Tan lleno, tan marcado.

Jong Woon se recuesta a su lado en la cama sin esperar nada, viendo el techo de la habitación. Ryeowook se rueda hasta quedar muy cerca de él, se abraza a su pecho y lo mira a los ojos, le sonríe como lo había hecho al principio para después besar a Jong Woon con ternura una vez más.

continuara...

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