SWING: Enredos de Oficina... Capítulo 3

Henry POV
Administrador

Ya sé que hay alguien más en tu corazón
Pero también sé que todo
Se vale en la guerra y en el amor…

Lo quise impresionar, pero no funcionó. Lo perseguí, y ahora de acosador no me baja. Últimamente estoy para el arrastre. Mi hermano me dice que mejor conozca a alguien más, que él es un poco engreído y que tal vez nunca me llegara a tomar en serio. Esa frase "Conoce a alguien mejor" No estoy dispuesto a aceptarla, he visto su corazón, sé que es un ser sensible, inseguro y soñador. Muy diferente a como se presenta todos los días en “Swing”.

Me hecho hacia atrás en el sillón de mi escritorio con el celular en la mano, me ha llegado un mensaje que no he respondido y al instante, con solo leerlo mi corazón comienza a saltar. Mis dedos algo torpes escriben rápidamente.

“Buenos días, ¿Qué tal tú café?” – envió el mensaje.
“Delicioso como siempre. Gracias. ¿Por qué no me saludaste cuando nos vimos en el pasillo?"
Yo… de nuevo refiriéndose a esa persona, sé muy bien que piensa que es Kyuhyun quien le escribe, yo mismo se lo di a Ryeowook y este se lo paso a Zhou Mi. Suspiro, ¿Cuándo dejaras de pensar en él?
“Lo siento, me siento como un tonto, porque se bien que podría perderme en ti y cometer una locura”
“Creo que solamente tú podrías pensar eso de mí. Gracias”

Dejo salir el aire completamente de mis pulmones al leer su respuesta, que me muestra esa personalidad suya que casi nadie conoce, lo lindo y tímido que puede llegar a ser.

La mañana pasa realmente rápido, entre el trabajo que nos ha dejado la nueva sucursal, la proyección de este mes y el presupuesto del siguiente trimestre, no he parado para terminar. Si bien no pude con todo, al menos adelante y pienso terminarlo para antes después de la reunión. Para eso ya tengo lo que necesito.

Aprovecho ir a la cocineta, necesito comer algo antes de tener que encerrarme en la sala de juntas, mi hermano es tan codo, que solo nos da café, ni un bocadillo para pasar el rato. Lo digo porque sus reuniones suelen durar hasta dos horas a veces. Mi asistente compró la comida en la cafetería y se ha encargado de llevarlo a la cocineta, donde me dispongo a comer.

Estoy dando el bocado cuando lo veo llegar, tan bello, jadeo con tan solo verlo moverse dentro de la cocineta.

- ¡Oh! No pensé que estuvieras aquí. – me dice indiferente en cuanto se sienta frente a mí.
- Mhum… - jadeo un poco, tratando de pasar el bocado -. Quise comer antes de la reunión.
- Ya veo. – esta entretenido en su celular, sin mirarme y si pudiera no me tomaría en cuanta.
- ¿Tú no comes?
- No, solo café. – veo como rueda sus ojos, esperando que con esa última pregunta deje de hablar.
- Podrías comer conmigo, me han comprado mucha comida. – lo invito sonriente. En su rostro solo se dibuja una mueca en forma de sonrisa y niega.
- No gracias. – me dice cortante.

Sé que no le caigo bien, porque cuando llegue aquí mi ascenso fue muy rápido y peor cuando se enteró que soy el hermanito del Director General. Supe por los compañeros de oficina, que Zhou Mi paso mucho tiempo insistiendo y trabajando, para llegar a donde se encuentra ahora.

Puedo entender un poco su enojo, pero realmente no es mi culpa, yo también me esforcé. Estuve años estudiando en Canadá. Estudie dos carreras al mismo tiempo, Administración de Empresas y Marketing, con diplomado en exportaciones. Hablo seis idiomas, tengo contactos y me relaciono muy bien con nuestros clientes extranjeros por haber pasado gran parte de mi vida en el extranjero.

No estoy aquí por imposición. Suelo ser el intérprete del Director General y quien suele cerrar los tratos en el exterior, si pudieran reprocharme algo, sería el ser casi dueño de “Swing”. Y hasta eso, no es porque yo haya querido, no tengo la culpa de haber nacido con este apellido.

Tan ensimismado estoy en mis pensamientos, que no me doy cuenta que mi celular está sonando, lo sacó del bolsillo de mi camisa. Un mensaje de Zhou Mi en la pantalla. Volteo rápidamente hacia donde se encuentra sentado, su mirada acusadora, se ha dado cuenta. Entre distracciones, me he olvidado de silenciar mi celular. ¡Rayos!

- ¡Tú!... Siempre has sido tú. – me dice con ira, levantándose de su lugar.
- Yo…
- Jugaste conmigo, ni creas que me tragare el cuento que es una coincidencia. – señala mi celular -. Mande dos mensajes… Dos… los dos sonaron en tú celular.
- No he jugado, todo lo que decía es verdad. – estoy algo atontado en mi asiento, esto me ha tomado por sorpresa, no esperaba que se enterara de esta forma.
- ¡Todo lo que has dicho! Y yo pensando que era…
- Kyuhyun, lo sé.
- Lo planeaste todo. Tú y Ryeowook me engañaron.
- No, accidentalmente escuche cuando le preguntabas a Ryeowook. – trato de explicarle, Ryeowook no tiene ni idea de que lo engañe para acercarme a Zhou Mi -. Para que no perdiera tiempo, le ofrecí darle el número de Kyuhyun, le dije que lo tenía y en su lugar le di el mío.
- ¿Por qué? – me dice ya alterado. Que siga pensando en él, me altera a mí.
- ¿Por qué? ¡¿Por qué?!... – me levanto de mi asiento -. Quieres saber ¿Por qué?

Sostengo su mano cuando hace por irse, todos en la cocineta y algunos que se han asomado por los pasillos nos miran, pero esto no puede quedarse así. Aunque todos escuchen y eso me provoque un problema, voy arreglar esto ahora.

- Suéltame.
- Porque eres tú, eres tan lindo y altivo, me desprecias y yo… - jadeo un poco antes de soltar las siguientes palabras -. Te quiero Zhou Mi. Pero pareces no querer darte cuenta y no entiendo tú desprecio, tus desplantes hacia mí, parece que soy el único que se ganó tú odio por el simple hecho de estar aquí. – trata de soltarse del agarre de mi mano -. Y no te atrevas a decir que todas mis palabras eran mentira. Cada mensaje, cada palabra y nota que escribí por ti son reales, es lo que siento.
- No entiendes… pero que vas a entender si como sea tú te vas a quedar aquí, tú trabajo es seguro. – el tono de su voz, muestra todo su enojo contenido. Sus palabras me hacen entender que lo he metido en un problema, no me detuve a pensar que al hacer esto público quien saldría perdiendo era él -. Nunca podría fijarme en alguien como tú.
- Cuando te des cuenta de tu error quizás ya sea muy tarde. – le digo. Pues ya está hecho.

Y con paso decidido me alejo dejándolo ahí. Espero el día cuando sea capaz de escuchar mi corazón, mis sentimientos serios hacia él… y con nerviosismo me doy cuenta que quizás nunca suceda. Aunque deseo fervientemente que alguna vez sienta lo mismo que yo siento por él.

Siwon POV
Asesor de Ventas

Entre tú y yo tenemos un secreto
Y un día de estos voy a robarte un beso
Con pasión y vas a ver que este secreto
Puede volverse amor

“… Me sonríe descaradamente mientras yo lo abrazo... Susurra palabras insinuantes a mi oído…

- Estamos solos no te preocupes, aquí nadie nos puede ver. ¿Te gusto? – me pregunta mordiendo el lóbulo de mi oreja. Perdido, asiento con la cabeza -. A mí también me gustas Siwonie.

Lo veo lamer sus labios cuando le hago sentir mi erección rozando su estómago… restriega su cuerpo más cerca del mío sacándome un jadeo… entonces bajo mis manos por tu espalda y empiezo a acariciar… Al sentirme se pone algo rígido, no sé porque sus reacciones a veces me parecieran que no está acostumbrado… sin embargo al poco tiempo sus manos corresponden a mis caricias… nos separamos un poco y nos damos un beso… su boca recibiendo mi lengua… y entonces nuestras manos continúan su camino, acariciando cada parte sin dejar de besarnos… mis labios se pasean por su cuello y él se deja hacer… escuchamos ruido afuera de la oficina… reacciono y me separó de su cuerpo…

- Alguien puede venir. – le digo.
- No hay nadie. – dice y vuelve a besarme.

Los ruidos afuera… en el pasillo… se hacen más insistentes y yo…”


- Siwon… Siwon… - escucho a alguien llamarme -. Siwon… - insiste y toca mi hombro. Suficiente para despertarme.
- ¿Qué? ¿Quién? – me despierto alerta de mi sueño con los puños cerrados. ¡Que sueño por dios!
- De nuevo durmiendo en la oficina ¿Qué vamos hacer contigo Siwon? – me acomodo las gafas y volteo a ver a Sungmin, que algo burlón está mirándome justo a mi lado del escritorio.
- No estaba durmiendo. – le replico -. Solo estaba pensando en… en trabajo.
- Aja. – se recarga elegantemente en mi escritorio con sus brazos cruzados -. Y por eso gemías y suspirabas rítmicamente. – el calor sube apresurado por mi rostro.
- Yo no hacía eso. – manoteo nervioso entre los papeles de mi escritorio, tratando de pensar que decir -. Estaba tosiendo. – un cof cof sale de mi boca -. No me he sentido bien, creo que pesque un resfrió.
- He escuchado que el Director General te ha retenido con horas extra, es un abusador. Con razón, hasta estas un poco colorado, ojala no tengas fiebre. – me dice, parece haber creído mi excusa -. Será mejor que tomes algo y termines esto pronto, necesito enviar las estadísticas de venta antes de la reunión. – deja unos papeles sobre mi escritorio.
- Claro, no te preocupes. Estará todo listo. – digo recogiendo los documentos que me ha dejado.
- Bien.

Cuando lo veo salir de mi oficina, me dejo caer sobre mi escritorio y suspiro aliviado. Esto de no dormir bien está haciendo estragos en mí.

En cambio él, llega tarde, todo fresco, bien dormido y sin rastros de cansancio, está agotando mi energía y también mi paciencia. No se cómo me deje embaucar, bueno si lo sé, pero jamás pensé que cedería de esa forma a su invitación, a mis deseos. Porque lo deseo y de eso él abusa.

Y pensar que la primera vez lo hice por miedo de perder mi trabajo, caí en sus insinuaciones y apague sus deseos. Manipulador, sabe que no me puedo negar a sus pedimentos y sus horas extras en la oficina, porque después de todo me está gustando. Aunque en el pecado llevo la penitencia. Me siento tan cansado la mayor parte del día.

Debo ponerme a trabajar, Sungmin tiene razón y debo tener todo listo para antes de la reunión. Pongo manos a la obra, transcribo termino las gráficas de este trimestre en la laptop y envió algunos otros a los correos de los gerentes, información que seguramente van a ocupar.

Mis ojos pican, la pantalla se hace borrosa aun con esfuerzo. Me quito los lentes, sobo mis ojos con los dedos suavemente y hago la cabeza hacia atrás. Solo necesito descansar un poco los ojos para… y de nuevo me quedo dormido.


“… Ese día me pidió que me quedara a revisar con el unas estadísticas de ventas, como Asesor en esa área no le vi problema alguno, era razonable su petición. Al terminar la jornada y después de haber ido a cenar algo, me dirigí a la sala de juntas donde se supone que nos veríamos el Director General y yo, pero él no estaba.

Me dispuse a sentarme y ordenar los documentos que traía en mano, así como repasar las gráficas que tenía en mi laptop. Después de un rato ya estaba metido en mi trabajo. De pronto sentí como unas manos se posaban en mis rodillas haciéndome saltar, el sillón se corrió un poco hacia atrás y entonces lo vi.

La persona que yo estaba esperando se encontraba bajo la mesa, sin saco, con una sonrisa burlona y sus manos en el cierre de mi pantalón.

- ¿Pero qué?
- Ssshhhhh… No hay nadie, estamos solos y estoy seguro que tú también lo vas a disfrutar mucho. – y al decir esto, lamio sus labios seductoramente y continuo bajando el cierre del pantalón hasta que saco mi pene de entre mi ropa interior. Comenzó a masajear mi pene semi erecto con sus manos a un ritmo cadencioso, lento y torturador.
- Di… Director…
- No, ahora mismo soy Heechul para ti. – me le quede mirando incrédulo -. Es una orden. – remato.

Dicho esto, bajo su cabeza hasta mi miembro rozando con sus labios la punta, masajeando con la mano mis testículos, hasta que lo introdujo por completo en su boca succionándolo. Mis manos apretaron fuertemente los reposabrazos del sillón, hasta casi poner blancos mis dedos, era tan placentero lo que me estaba haciendo sentir, que me olvide de todo lo demás.

Podía sentir como se introducía mi pene palpitante a su boca lamiendo y rozando con sus dientes, provocando que tremendos gemidos salieran de mi boca. Podía sentir poco a poco mi culminación, al parecer Heechul se dio cuenta de lo mismo y se apartó dejando caer mi pene de su boca, lo mire a los ojos todo excitado y el me miraba de igual forma.

- Siwonie, asegura la puerta. – volvió a ordenarme y yo obediente, me levante a echarle seguro a la puerta.

Si bien no había nadie a estas horas en el edificio, era mejor tomar nuestras precauciones. Cuando regrese de nuevo al sillón donde me encontraba, Heechul salió debajo de la gran mesa de la sala de juntas. Me sorprendió que él no trajera ya sus pantalones, con su camisa abierta que llegaba hasta sus muslos y la corbata de seda desanudada. Sus cabellos alborotados y su boca colorada por lo que acababa de hacer, condenadamente sexy.

A su señal, me volví a sentar en el sillón. Sus manos zafan sus zapatos, el primero lo lanza lejos y golpea algo pero no préstamos atención, el siguiente cae encima de la mesa de juntas. Se sube a horcajadas sobre mis piernas y fue cuando me di cuenta que no traía ropa interior.

Mi corazón entero se aceleró realmente excitado. Me acerco más a él y lo acomodo en mi regazo. Bajo mi mano por su espalda hasta llegar a sus nalgas y me doy cuenta que ya viene preparado, un tapón anal sobresale de su entrada. Mis ojos se abren por la sorpresa.

- Vengo preparado para todo, para no darte tiempo a que te arrepientas. – me dice mordiendo su labio con una mirada que me incita a tomarlo.

Con mi mano saco el tapón con cuidado, con mis dedos doy cuenta que está bien lubricado y comienzo a guiar mi pene dentro de él mientras lo siento bajar sobre mí. Los dos temblamos cuando mi pene llega hasta el fondo. Me sorprendo por lo bien que se siente tener mi pene dentro de su cálido cuerpo. Ni en mis más locos sueños pensé esto.

- Quiero un poco de esto también. – me dice señalando mi boca, me acero y tomo sus labios en un beso desesperado, pero Heechul se aleja -. Eso también pero, yo me refería a tu bigote en mi piel. – su cuerpo lo invade un pequeño temblor cuando escondo mi rostro en su cuello y mi bigote cosquillea esa parte de su piel.

Comienza con el sube y baja sobre mi pene, sus ojos se mantienen cerrados, con su boca entre abierta, sus manos se apoyan en mis hombros. Mi boca alcanza una de tus tetillas, entre el movimiento, gime cuando lo suelto y comienzo a raspar su pezón con mi bigote. Este se endurece enseguida, la piel alrededor le queda colorada, pero aun así lo disfruta.

Es tan excitante escucharlo gemir que lo vuelvo hacer. Continua subiendo y bajando, hasta que gime de nuevo, mi pene ha rozado un lugar diferente, lo puedo sentir.

Estamos a punto de llegar. Mi mano comienza a masajear su pene con avidez, mientras se penetra a sí mismo. Siento como mi orgasmo comienza a crecer en mi interior, comienzo a mover más rápido mi mano sobre su pene y juntos llegamos al orgasmo…”


Entre sueños comienzo a escuchar un gran alboroto, despierto de mi letárgico sueño y me levanto apurado del sillón. No sé qué sucede, pero me dirijo hasta ahí, en “Swing” nunca se había presentado un escándalo de esa magnitud. Se escucha hasta mi oficina.

Veo como Ryeowook intenta calmarlos a todos, Donghae, Hyukjae y Sungmin están enfrascados en una discusión, Kyuhyun tiene cara de no entender nada y todos se alteran cuando Zhou Mi grita a Kyuhyun y a Henry, este último se ha quedado totalmente callado pero se le nota frustrado.

- ¿Qué sucede chicos?

Simplemente no entiendo nada, por lo que me siento en uno de los sillones esperando que todos se calmen y se dignen a hablar como gente civilizada.

- Señor Choi, debería hacer algo. – escucho a Ryeowook que me pide.
- Mhhhmmm… - no creo tener fuerzas ni ánimos para eso.
- Anda, haga algo. – hace el intento por levantarme del sillón con sus manos empujando suavemente mis hombros.

Entonces al abrir mis ojos lo veo venir, el muy descarado ha llegado tarde y por su rostro sé que algo no le ha gustado. ¿Qué será?

Continuara...