Lost Heart... Capítulo 30


Siwon recibía una llamada esa mañana, una llamada que no esperaba, pero que le alegro bastante el día.

- Ni hao. – saludaron desde el otro lado de la línea. La voz brillante de Zhoumi resonó por sus oídos.

- Ni hao, Mi. ¿Cómo estás? – Los saludos cordiales siempre eran necesarios, aunque quizá esta vez sí estaba interesado en la vida de su ex alumno que se había ido a trabajar con uno de sus amigos.

- Perfectamente Siwon… quiero comentarte que Hangeng y yo vamos a ir a Londres… - la noticia no le tomo desprevenido, dado que ya esperaba el momento de esa visita.

- ¿Qué día llegan? – A Siwon de verdad le alegraba ver a Hangeng, y quiera que fuera pronto.

- En una semana, Hannie tiene todo casi listo. – A Siwon no le pasó desapercibido el mote por el que llamo a su amigo, pero mejor lo cayó.

- Estaré esperándolos, Ryeo ira por ustedes al aeropuerto.

- Siwon… ¿pasa algo? Te oyes preocupado. – Zhoumi siempre había sido muy observador, y aun ni del otro lado del mundo dejaba de serlo.

La verdad, es que Siwon había estado pensando en Heechul y Kibum toda la mañana, pero era algo que debía hablar personalmente con Hangeng, pues si se iniciaba una guerra, Han también se vería inmiscuido al ser su socio.

- Hay un problema con Kibum, pero platicare con Han cuando lo vea, en una semana.

- Está bien, yo le diré. – Siwon ya iba a cortar la comunicación, pero la voz de Zhou se lo impidió –. Siwon… yo… ¿puedo ver a Henry? La última vez que estuve en Londres no lo vi.

Quizá sería una petición extraña en alguna otra persona, pero viniendo de boca de Zhoumi, era completamente normal.

- Lo llevare el día de la reunión si es lo que quieres

- Pero no le digas que voy a llegar yo. Quiero sorprenderlo.

Siwon dejó escapar una risita por el hecho, pero no se negó a la petición.

- Dile a Hangeng que esté listo por lo que sea que pase. – fue lo último que le dijo antes de colgarle.


* * *


Heechul aún seguía sin poder asimilar que Siwon fuera Andrew. Todo encajaba a la perfección en ello, las operaciones, las estancias en otros países, los viajes, todo. Y aunque había aceptado que eran la misma persona, no veía en Siwon a Andrew. Lo había visto en pequeñas acciones, pero no más. Andy estaba desaparecido y aunque lo quería de vuelta, también quería a Siwon solo para él.

Su oficina en Scotland Yard no era nada parecida a lo que tenía en Seúl. La de Seúl era blanca, moderna y tenía el sello de algún diseñador japonés que no recordaba el nombre. Su oficina en Londres, era de tamaño similar, pero con muebles antiguos y sinuosos, de colores tierra por todos lados y de estilo inglés.

¿Volvería alguna vez a Seúl? O lo más importante… ¿Queria volver?

Medito todo mientras revisaba por quinceava vez en el día los documentos regados sobre su mesa. La puerta sonó y Shindong se asomó por ella.

- Detective Kim, Jungs… el Detective Park lo quiere ver.

- Dile que voy, gracias. – Había esperado eso desde el día en que le dejo esas copias de los documentos.

Heechul respiro un par de veces antes de salir de su oficina. No quería saber qué es lo que tenía Jungsoo de Siwon, pero debía saberlo para poder crear una defensa, para protegerlo.

La puerta estaba entreabierta, por lo que simplemente entro, pues tampoco Donghee estaba en la entrada.

Jungsoo tenía muchos papeles a su alrededor, casi como él había estado en su oficina hacia un momento.

- Detective Kim… siéntese.

- Háblame de tú, Jungsoo, pensé que ya habíamos dejado eso atrás. Somos de la misma edad. – Heechul se sentó enfrente de él, en la silla de invitados.

- Está bien, Heechul. – luego volteo a ver a su compañero –. Shindong, cierra la puerta y siéntate. Es mi hombre de confianza, no hay ningún problema con eso ¿verdad Kim?

Heechul sabía que es lo que era confiar en alguien, el mismo tendría a Donghae pegado a si, si no temiera por su seguridad.

- De acuerdo… ¿Qué tienes para mí, Jungsoo?

El detective saco de entre el mar de papeles uno solo.

- Hace un par de semanas, Shindong pudo conseguir esto. Aun me interesa saber que significa, y porque estaba tan escondido. Porque era Rain quien lo tenía y porque nadie sabe nada. No hay registros de esto por ningún lado y creo que tú podrías saber algo. – Jungsoo le tendió el papel con cuidado, como si temiera de él.

Heechul lo volteo para poder leerlo y sus ojos se llenaron de lágrimas. Allí estaba la última prueba de que Siwon era Andrew. Era un certificado de cambio de nombre.

- ¿Cómo conseguiste esto? – le alcanzo a preguntar al detective frente a él cuándo sintió que podía controlar su voz. Jungsoo lo veía como si la reacción hubiera sido muy extraña, y lo era a decir verdad.

- Shindong logro tomarlo de la oficina de Rain. – Jungsoo se rio recordando la rápida investigación que habían hecho hacia poco y la forma en que habían tenido que salir de allí. Sin embargo esa risa duro poco al percatarse del estado de Kim -. ¿Qué te pasa?

Kim no era una persona débil, era una persona que había pasado por muchas cosas en su vida, y sabía demasiado como para que un destello liquido atravesara su mejilla.

- Nada, Park. Lo siento. Esto cambia muchas cosas, pero debo asegurarme de unas pocas antes de decírtelas, no quiero cometer errores con esto…

- He investigado a Andrew Choi, Heechul. Sé quién es, y muchas más cosas acerca de su estancia en diferentes países, durante más de un año estuvo en Rusia, al servicio de la familia Kwon, después se desplazó a China para ayudar a los Han y antes de eso estuvo un mes en Seúl.

- ¿Un mes en Seúl? ¿Hace cuánto tiempo? – Nunca había sabido eso, Siwon le había dicho que había ido rápidamente a Seúl, pero el creyó que habría sido un día o dos, no tanto tiempo con la posibilidad de verlo.

- Fue hace cinco años, bajo la tutela de Rain. Estuvieron en pláticas con un tal Hoo Dong… - Leeteuk volteo a verlo rápidamente –. ¿No es el tu padre?

- Si lo es… bueno, adoptivo, pero si lo es… - Lo extraño de la situación, es que Hoodong era la única persona que sabía lo que había pasado en Londres años antes que Siwon estuviera por allá. Y las condiciones en las que lo había adoptado hacia seis años.

- ¿Lo conociste en aquella ocasión? – Jungsoo se inclinó contra el escritorio, acortando la distancia entre ellos, escrudiñando sus ojos.

- No. Nunca supe nada de él, hasta que se me encargo la investigación y venir a Londres.

Jungsoo lo miro con detenimiento, parecía que ya estaba bien, o pudo haber sido una alucinación suya la que le hiciera creer que lo vio llorar, aun no estaba convencido.

- Park… ¿puedo pedirte algo? – Le pregunto intentando que sonara lo más neutral posible.

- Dime, si está en mis posibilidades lo hare… - Park no sabía que podía ser aquello, pero estaba seguro que implicaría a Choi, aunque si le pedía protección para él, no lo haría, por mucho que insistiera.

- Ayúdame a sacar a Donghae del país. Esto se complicara, y no necesito que alguien este siguiéndome para todos lados, habla con tus superiores para que lo soliciten en algún lugar del mundo que no sea Londres…

- Lo hare… - Jungsoo no entendía por qué tanto cuidado con el menor, aunque posiblemente el no entendía de afectos especiales, pues él era un simple policía que dejo su vida personal para hacer lo que le gustaba –. Heechul… dime algo con respecto a lo que sabes, eso puede servir para que te ayude en lo que planeas.

Jungsoo estaba cada vez más desconcertado, no podía pensar en algo por lo que pasara esto, la única persona que parecía saber la verdad era Rain, y posiblemente Hoodong.

- Sé que Rain está metido en esto, de alguna forma, lo tengo que averiguar, y luego te explicare la situación.

Heechul se alejó del escritorio con aquel papel aun en la mano.

- ¡Kim! – Jungsoo se había levantado de su silla –. Puedes confiar en mí, sabes que es lo que pasa, y debes decírmelo para que te pueda ayudar… Yo también necesito de tu ayuda…

- Con Kangin por el momento no hay ningún problema, Jungsoo… solo cuídate que no te haga daño, cuando las cosas salgan a la luz, podrías resultar herido…

- No me refería a eso… yo sé a qué juego con él, no me enganchare de alguien que apenas conozco…

- Eso es lo que dices, pero puedo ver que estas hasta el cuello… cuídate, Park. O lo lamentaras… aunque he de decir, que en verdad es una buena persona…

Kim salió de allí sin darle tiempo a responder, no quería seguir aquella discusión. Camino, casi corrió hasta su oficina y se dejó caer en la silla. Ahora que podía hilar las vidas de Andrew y Siwon todo era con respecto a él.

Siwon estaba buscando a Casey, y al descubrirlo muerto, se dejó envolver por Heechul. Andrew se había metido en todo aquello de las drogas para encontrarlo.

Al final, en la soledad de su oficina se permitió derramar unas lágrimas de culpabilidad y rencor. Saco su teléfono e intento sonar lo más serio posible, que el temblor de su voz no fuera obvio.

- Siwon… ¿podemos vernos en la noche? Necesito preguntarte algo… - Sentía que su corazón se rompía, pero debía verlo para estar seguro. Debía cerciorarse una vez más de que era él.

- Pasare por ti a tu departamento a las ocho. – Siwon se oía como siempre que le hablaba, y ahora podía notar lo amoroso de su voz y el calor de sus palabras.

* * *


Donghae le había pedido hablar con él, y aunque no quisiera, había prometido que a ese chico no le tocaría ni un cabello, por lo que acepto la cita. Justo ahora se encontraba en un café en una orilla del Soho esperando que llegara.

La temperatura anunciaba la llegada inminente del invierno, y aunque era apenas principios de noviembre, el clima en Londres era bastante frio, el café que había ordenado hacia menos de diez minutos ahora yacía frio con apenas unos pocos sorbos menos.

El intercomunicador sonó con la voz seria de Henry, avisándole que Donghae ya había llegado. Esta vez no sabía que deseaba el policía, quizás de nuevo le pediría que dejara a Heechul y eso era algo que Siwon no estaba dispuesto hacer. Mucho menos ahora que al detective tampoco se le veían deseos de separarse de él.

Donghae entro a su oficina con paso seguro, alcanzo una de las sillas al frente suyo y se sento, echándose hacia atrás de forma relajada.

- ¿Te he interrumpido? – pregunto Donghae.

- ¿Qué? No, claro que no.

El silencio reino por un momento, después de todo, ellos no habían tenido charlas muy amenas.

- ¿Heechul sabe que estas aquí?

- ¿Tenía que saberlo? – contrataco Donghae.

- Creo que no, si a ti no te importa hacérselo saber.

- Bueno, está claro, tú pensarías eso y cosas peores. Por un lado, pareces creer que el fin justifica los medios. Por otro, consideras que todos somos como tú, personas sin moral y sin agradecimiento.

Siwon hubiera querido objetar algo, pero en realidad no tenía nada que decir al respecto. Por primera vez sintió algo que no había sentido nunca: vergüenza.

Por otro lado, Donghae se enorgullecía de ser una persona justa, pero no lo había sido con Siwon al echarle eso en cara. No tenía derecho a hacerlo, pues por todo lo que su hermano le contó, al igual que Heechul, Siwon o Andrew fueron víctimas de las circunstancias.

Recordó entonces que Choi lo había provocado primero, sin embargo tenía algo más importante que charlar con Choi que ponerse a discutir por cosas que ya carecían de sentido y solución. Heechul había decidido permanecer a su lado y nada lo haría cambiar de opinión.

Hyukjae, por él es que estaba ahí frente a Siwon.

- Yo… yo lo siento… - dijo Donghae sin sentirlo mucho.

- ¿Qué te ha traído hasta mí?

- Hyukjae. – Donghae se irguió en su asiento -. Mi hermano me ha pedido irme de Seúl, pero no pienso irme sin Hyukjae.

- Y, ¿Qué los detiene? Que yo sepa Hyukjae no tiene parientes en Londres, ni en ningún lugar. Si le importaras aceptaría irse contigo sin pensarlo.

- Le importó y es por eso que no puede irse de Londres. – dijo Donghae casi en un grito -. Uno de tus hombres, Wook, él lo tiene amenazado.

Ciertamente Siwon sabía que entre Ryeowook y Hyukjae había algo, pues el primero es quien había propuesto el lugar del rubio para sus reuniones a cambio de protección; pero lo que no sabía es que compitiera con lo que sentía por Jong Woon.

Ryeowook tendría que dejarle, porque para Siwon, una petición de Heechul era orden y si él había pedido al policía regresara a Seúl, Siwon se encargaría que Donghae llegara a salvo a su país para tranquilidad del detective.

- Te diré quién es si me das tu palabra de que no involucrarás a Hyukjae en esto y nos libraras de Wook, me iré de Londres sin hacer líos ni darle problemas a Heechul. – Donghae cruzo sus brazos y volvió a tener una posición relajada, sabía jugar bien sus cartas -. Por supuesto, ni Hyukjae ni Heechul, saben que estoy aquí, no saben lo que estoy haciendo. Hyukjae no tiene nada que ver con esta situación.

- De acuerdo, hablare con Wook.

- Quiero que me des tu palabra, Siwon.

- ¿Y me creerías si te la diera?

Donghae pareció pensarlo un momento.

- Sí. - respondió por fin Donghae -. Heechul cree en ti y yo, creo en él.

Sin darse cuenta, Siwon dejó escapar un suspiro al recordar lo cercanos que eran esos dos, pues a él también le gustaría confiar ciegamente como lo hacían entre ellos.

- Entonces, te doy mi palabra. – aceptó Siwon.

Donghae asintió con la cabeza, como si hubiera obtenido un juramento formal.

- Si las cosas se pusieran malas, quiero a Hyukjae conmigo, quiero ser capaz de huir con él a salvo a Seúl.

- Y ¿tú hermano? ¿Dónde dejas a Heechul en esto?

A Siwon le sorprendía que Donghae pudiera aceptar separarse de su hermano, por tanto tiempo pidió y permaneció junto a él, exigiendo que no lo hiciera de lado. ¿Cómo cambiar a Heechul por Hyukjae? Porque a Siwon eso se le hacía un intercambio.

- Sé que tu no dejarías que a Heechul le pasara nada malo, se también que él no te dejaría solo en esto; si ya ha tomado una decisión, se quedara a tu lado hasta el fin.

Hecho el trato, Donghae se apresuró a salir del lugar, no tenían más que decirse y Siwon le agradeció, ya que estas últimas palabras dichas por el policía le dieron algo en que pensar.

En verdad arrastraría a Heechul con él hasta el final, hasta su terrible final.

* * *


Kyuhyun se había peleado con Sungmin otra vez, no porque le gustara hacerlo, sino porque el mayor insistía en posponer las prácticas de tiro de ambos.

Sungmin había prometido que el mismo le enseñaría a defenderse, supuso que para alejarlo de Jong Woon, pero de su promesa no había nada. Habían pasado más de cinco días, en que por un motivo u otro se escapaba de sus responsabilidades.

Esa mañana le había pedido amablemente que lo acompañara a practicar, aunque no le mostrara nada, pero Sungmin se había negado una vez más salir con él. Después de eso todo había sido un caos, Sungmin grito, el grito y termino todo azotando la puerta de servicio y yéndose en la camioneta de la pastelería.

Ahora estaba sentado dentro de ella, esperando a que algo le dijera que hacer, algo que pudiera sanar su alma. Reviso la hora en su celular, y apenas iban a dar las diez de la mañana. Sabía que era muy temprano para hablarle, dado que trabajaba de noche estas últimas semanas, Ryeowook se había encargado de mantenerlo lejos.

Jugo con su teléfono un rato más antes de decidirse, y marco el conocido número de Yesung.

- Hola… - su voz parecía adormilada aun, no debió haberlo llamado.

- Lamento llamar, Jong Woon, pero… necesitaba hablar con alguien. Me pelee con Minnie. – Decirle las cosas que pasaban era tan sencillo, que no se preocupaba mucho.

- ¿Dónde estás? ¿Quieres que vaya para allá? – su amigo parecía removerse de algún lugar, supuso que saliendo de la cama.

- Ehhh… no es necesario… ¿puedo ir yo a tu casa? Te hare el desayuno. – ofreció a modo de recompensa, esperando fuera suficiente para que le perdonara el haberlo despertado.

- Siempre eres bienvenido, Kyu. Ven a prepararme comida. – Yesung siempre era amable, y por lo general no se negaba a recibir los alimentos que el menor le daba, y eso Kyuhyun lo había descubierto en México.

- Ya voy para allá… - sabía que a Sungmin no le gustaría que pasara tiempo con Yesung, pero no podía evitarlo, era su amigo.

Miro a su alrededor, y encontró una tienda pequeña, en la que vendían productos comestibles. No tenía idea si Yesung podría tener comida para preparar, pero si seguía como cuando lo conoció en México, era posible que no tuviera ni un tomate en su despensa. Así que corrió hacia allá y compro un poco de muchas cosas que necesitaba.

El motor lo despertó un poco más,  y condujo hasta la estrecha calle al principio de la zona habitable de Londres. No era un una zona de departamentos grandes, ni lujosos, pero era agradable. Había estado allí una vez, cuando lo fue a recoger para practicar un poco hacia un par de semanas atrás.

Bajo y se dirigió a la puerta y arrastro con él las bolsas de mandado, pero no sabía exactamente que apartamento era, cuando lo recogió, Yesung solo había esperado por el afuera del edificio.

Marco de nuevo el teléfono de memoria y al segundo tono, contesto.

- Yeye… ¿Qué número es tu departamento? Estoy afuera de tu edificio… - Yesung se rio.

- Tranquilo, baby. – se burló –. ya bajo por ti. – y colgó.

El frio en la ciudad ya era bastante, y el solo había salido de la pastelería con un suéter sencillo, pero el haber tomado un abrigo le habría quitado dramatismo a su salida. Cuando colgó el teléfono, fue consiente de la cantidad de mensajes y llamadas perdidas que tenía. Sungmin no paraba.

Con un gruñido arranco la batería y la guardo en la bolsa de su pantalón. Ya que estaba con Yesung no había necesidad de comunicarse con nadie más.

Yesung se asomó por la puerta principal aun con el cabello revuelto.

- ¡Kyuhyunnie! ¡Aquí! Vamos rápido, que hace frio. – él también iba sin suéter, y posiblemente era la ropa que usaba para dormir lo que vestía.

- Buenos días Yesung, traigo comida. – le dijo mientras levantaba las bolsas llenas de cosas.

- ¿Piensas alimentarme a mí, o a un elefante? – Yesung lo guiaba por los pasillos del edificio.

- Posiblemente al elefante… - Kyuhyun le siguió la broma. Yesung vivía en el tercer piso, y tuvieron que tomar las escaleras porque el ascensor estaba descompuesto, pero no se quejó, porque el ejercicio le quito un poco el frio.

- Pasa, mi casa es tu casa… - Yesung abrió la puerta del departamento y lo dejo pasar primero. Todo estaba lleno de cajas por todos lados, como si se acabara de mudar.

- No me ha dado tiempo de sacar las cosas que me mandaron de México. – le dijo al ver su expresión.

- Pues habría que hacer algo con eso, pero después del desayuno. – Kyuhyun busco en las cajas y encontró un sartén pequeño y unos cucharones de cocina, lo cual ya era un avance.

Yesung se limitó a verlo hacer y deshacer en su pequeñísima cocina.

Kyuhyun sabía cocinar, eso era cierto, era asombrosa la capacidad que tenía para colocar ingredientes en la pequeña olla y que de esta saliera un delicioso aroma. Yesung se mantuvo al margen, porque su sazón no era el mejor, y esto no era un pastel que podía decorar horrible y Kyu lo arreglaría para que se viera mejor. Esta ocasión se jugaba su propia alimentación.

Kyuhyun puso dos platos, impares, que encontró en las cajas de Yesung, y se sentaron frente a frente en la mesa del comedor, del que tuvieron que quitar algunas cajas más para poder sentarse.

Para Kyuhyun no era una comida complicada, pero para Yesung era muy buena, así que se terminó todo lo que había aun en la ollita.

- ¿Qué paso Kyu? ¿Por qué se pelearon? – Al final, habían pasado toda la comida en silencio, porque Kyuhyun era demasiado testarudo como para contar sus problemas si no le preguntaban, y Yesung no tenía prisa porque se fuera.

- No quiso ayudarme, y lo ha estado evitando desde hace una semana… prefería practicar contigo… - Kyuhyun se sentó en el sillón de piel sintética que tenía Yesung en su sala.

- Pues siempre eres bienvenido.

C o n t i n u a r a . . .

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