Lost Heart... Capítulo 32

- Mi nombre real es Kim Young Woon. – confeso Kangin una noche mientras cenaba con Jungsoo.

Todo estaba dicho entre ellos, pero Jungsoo no sabía qué hacer con aquella información. Gracias a Heechul que le informo que Young Woon estaba implicado con Siwon es que ahora lo sabía, y que su nombre haya sonado en algunas de sus investigaciones lo dejaba más azorado que satisfecho.

Pero también sabía que todo eran sospechas.

Jungsoo se obligó a seguir con Kangin pues deseaba su compañía, los buenos ratos que pasaba con él y se había acostumbrado tanto a su presencia, a esas sorpresivas salidas a las que Kangin le arrastraba. Ni que decir a esas noches pasionales, de entrega y sexo. La presencia de Kangin en su vida, le llenaba de nuevas sensaciones y es por eso que Jungsoo no deseaba dejarle, aunque tenía entendido que algún día tendría que suceder. El mismo día que tuviera pruebas para atraparle.

No es porque no sintiera algo por Kangin, simplemente su deber estaba primero. Por eso al calor de las copas en esa salida con Kangin, es que Jungsoo se dejó llevar por todo lo que sentía. Jamás había bebido tanto como esa noche, estaba muy hablador y divertido. Al menos eso era lo que aparentaba por fuera, porque por dentro una lucha se desataba.

Esa noche Kangin lo llevo a su casa, Jungsoo iba apoyado en él ya que iba muy bebido, fácilmente había vaciado botella y media de wisky el solo. No es que no lo haya podido detener, simplemente que Kangin lo dejo hacer, pues sabía que últimamente estaba siendo presionado en su trabajo. Obviamente Jungsoo no se lo dijo, más bien lo intuía.

Subieron las escaleras entre risas y tropezones, pues Jungsoo no dejaba de abrazar y tratar de besar a Kangin. Este lo llevaba preso entre sus brazos para que no se cayera, pues por sí mismo, Jungsoo no podía sostenerse. Así llegaron hasta la cama, donde Kangin lo dejó caer cómodamente sobre las almohadas.

- ¿Cómo estás? – le preguntó Kangin mientras trataba de quitarle los zapatos a Jungsoo.

- Algo bo… borracho… - respondió Jungsoo entre risas -. Y me siento… me siento muy aliviado en estos momentos… capaz de hacer cualquier cosa.

Kangin le ayudo a quitarse la chaqueta que llevaba puesta y cuando se dispuso a desabrochar su camisa, Jungsoo detuvo su mano mirándole a los ojos.

- Déjame… te ayudo. – dijo Jungsoo sin quitarle la mirada de encima.

No tenía del todo claro porque, pero esa mirada que ahora se posaba en él, a Kangin le causaba escalofríos. Cuando se dio cuenta, Jungsoo ya había atrapado su boca y comenzaba a empujarlo suavemente sobre la cama trepando sobre él, Kangin solo atino a abrazarse a su cuerpo.

Jungsoo rompe el beso y le sonríe, sus manos comienzan a desabotonar la camisa de Kangin torpemente. Cuando por fin consiguió desabrochar todos los botones, la abrió completamente para poder pasar sus manos por el fuerte pecho de Kangin, tocando sus pectorales y rosando con sus dedos las tetillas de este.

Sin poder contener un gemido de su boca, Kangin sostiene a Jungsoo y lo gira dejándolo de nuevo de espaldas sobre la cama. Toma sus labios, abriendo su boca para explorar su cavidad y danzando con su lengua. Las manos de Kangin empiezan a descender siguiendo las líneas del abdomen de Jungsoo, en una leve caricia.

Sus manos descendieron un poco más encontrando los pantalones de Jungsoo, desabrochándolos y jalándolos junto con la ropa interior dejándolo desnudo de la cintura para abajo. Trepado sobre su cuerpo, Kangin tomo a Jungsoo por el cuello de su camisa, para acercar sus labios a su cuello, acariciándole con la lengua.

Jungsoo gemía y se estremecía debajo de él, echando la cabeza levemente hacia atrás, movimiento que es aprovechado por Kangin para llegar con sus labios a su cuello y con su lengua sentir su pulso enloquecido. Su camisa ya estaba totalmente empapada, pues Kangin no paraba de excitarle con su mano acariciando levemente su sexo mientras le besaba, llevándolo más allá del punto de retorno.

Volvió a gemir Jungsoo, arqueando la espalda al mismo tiempo que sus brazos rodeaban el cuello de Kangin, acercándolo para besarlo apasionadamente. El beso excito más el deseo de Kangin, con sus lenguas encontrándose, enredándose una y otra vez, sedientas la una de la otra.

Las manos de Kangin terminaron de quitarle la empapada camisa y ahora abrazados, podían sentirse la piel contra piel. Los labios de Kangin terminan por darle un suave beso en la mejilla a Jungsoo al tenerlo desnudo entre sus brazos, acariciando la piel con sus labios y la comisura de su boca, para después descender por su cuello.

Con su mente en blanco, por momentos Jungsoo hacía de lado las objeciones que tenía para hacer aquello, para estar con Kangin, pues todas esas sensaciones que este le provocaba no le dejaban pensar más. De lo único que era consiente, era el sentir como la boca de Kangin bajaba hacia sus tetillas y como sus manos acariciaban todo su cuerpo suavemente. Su libido era más fuerte y estaba dejando hacerse por Kangin.

Lo deseaba, pues con él, no se sentía más solo y comenzaba a sentirse más vivo que nunca.

Kangin detuvo toda caricia y atención, para bajarse de la cama y sacarse la estorbosa ropa, ya que el aún se encontraba vestido. Ante las protestas de un desesperado Jungsoo que no deseaba que se detuviera.

Ya desnudo, Kangin volvió a trepar a la cama y encima del cuerpo del policía. Cuando los labios de Kangin se toparon con la hombría de Jungsoo, comenzó a darle la atención que este merecía. Comenzó a lamerlo suavemente, al mismo tiempo que ejercía una ligera presión con el dedo en su entrada.

Jungsoo emitió un profundo gemido que arqueó su espalda mientras sus manos tomaban los cabellos de Kangin en busca de un mayor contacto para su pene erecto. Complacido ante tal reacción, Kangin sonrió levemente para sí y le dedicó más empeño a la preparación de su entrada, poco tiempo después Jungsoo se estaba listo para recibirlo.

Kangin se encontraba entre sus piernas para penetrarlo, buscó la boca de Jungsoo para darle otro beso, pero este lo detuvo. Jungsoo puso sus manos en el pecho de Kangin y lo empujo haciéndolo a un lado. Se giró bajando sus pies de la cama, donde se quedó sentado totalmente desnudo y expuesto.

A su lado, Kangin no se movió, se quedó mirando el techo de su cuarto.

- ¿Qué sucede? – sin embargo le preguntó.

Pero no le respondió. Jungsoo se levantó de la cama buscando sus ropas que se encontraban esparcidas en el suelo, primero sus bóxer fueron puestos y enseguida sus pantalones. Con la camisa y la chamarra en sus manos, regreso a sentarse en la cama.

- Pero, ¡¿Qué haces Jungsoo?! – preguntaba sorprendido Kangin, ya sentado sobre la cama, enredado con las sabanas.

- Lo siento Kangin… - dijo Jungsoo al mismo tiempo que negaba con su cabeza -. Pero no puedo. No sabes cuánto lo deseo…

Tomó entre sus manos el rostro de Kangin, que ya se encontraba a su lado, mirándolo con algo de temor por lo que le iba a decir.

- Te deseo tanto Kangin y por más que lo niegue sé que siento algo por ti, pero también es muy grande mi sentido del deber. El mismo que me ha llevado a ser lo que soy, no puedo traicionarme de esta manera. – sus frentes se juntaron.

- ¿Es por lo que soy? – pregunto Kangin temiendo la respuesta, el mismo temor que tenía siempre que se veía con Jungsoo, el día que este llegara a saber toda la verdad.

- Lo siento, pero no puedo hacerlo, sin sentirme culpable.

Y sin terminar de vestirse, Jungsoo salió del cuarto y de la casa de Kangin.


* * *


Henry camino hacia la oficina de Siwon, había terminado con su trabajo, restaba enterarlo de lo que había hecho. Y aclarar una cosa que traía en mente también, esperaba que Siwon lo hiciera.

- Siwon… todo esta listo con lo que me pediste para la casa del detective. – Coloco una computadora portátil en el escritorio y abrió las ventanas necesarias para que tuvieran trescientos sesenta grados de visibilidad de la casa.

- Gracias Henry… - las finas facciones de Henry se veían más marcadas por la cenicienta luz de la computadora, pero aun así podía afirmar que era atractivo.

- Siwon… ¿puedo preguntar algo? – Henry se giró para tenerlo de frente.

- Ya estas preguntando, Hen… ¿Qué pasa?

Nunca había podido no ser amable con él, desde que lo había conocido bajo esas condiciones se había prometido protegerlo, en parte porque le recordaba a sí mismo, y en parte porque le recordaba a Casey con toda su vitalidad desbordante.

- ¿Sabes ya algo? De mi familia… de lo que paso… - Henry se veía afectado, pero era lo normal, o eso pensaba Siwon.

- Estoy en eso, Mochi. Tendré tu encargo resuelto. – Henry asintió, pues sabía que no era buena idea discutir con el más alto.

- Gracias Siwon.

- Antes que te vayas, tienes legalizados y notariados los documentos que te di. – vio asentir a Henry -. Necesito que los mandes a mi abogado.

- El que se encuentra fuera de Londres.

- El mismo, él sabrá que hacer llegado el momento. – dijo Siwon con semblante serio -.  Eres el único que sabe de ello Henry, confió esto en ti.

- Puedes hacerlo, es un honor para mí poder ayudarte.

Se quedaron ultimando detalles para la visita de sus socios Chinos, después de tener todo en orden y a satisfacción de Siwon, Henry se retiró.

Cuando Siwon conoció a Henry, él tenía 20 y Henry era mucho más pequeño. Lo encontraron en un albergue en China, y decía lo encontraron, porque Hangeng iba con él. El menor era un genio de las computadoras, y era justo lo que necesitaban en ese momento para proteger sus redes.

Lo que supieron es que lo habían encontrado tirado hacia unos meses, aparentemente lo habían golpeado y había sido abusado, pero él no recordaba nada de eso. Lo que siempre preguntaba era donde estaba su familia. Poco después se enteraron que la familia de Henry había sido asesinada por una organización, no sabían cuál era.

Henry se enteró de eso, rogo a Hangeng y Siwon que le ayudaran a encontrarlos y a vengarse, a cambio podían hacer lo que fuera con él. Siwon estaba interesado en sus conocimientos de informática, pero Hangeng tenía, además, un deseo de él. Pero no podían hacerlo, porque en ese aspecto, Henry era menor y había sufrido tanto que su cuerpo no estaba preparado para nada.

Cuando Siwon se fue de China, Hangeng insistió en quedarse con Henry, pero Siwon se lo llevo a Londres, donde se volvió parte imprescindible de su equipo. Igual que Zhoumi, otro chico chino que encontró vagando en las calles de Londres unos meses después de llegar con Henry.

Ambos se unieron a su equipo, y ellos se hicieron cercanos, pero hacia un par de meses, Zhoumi había sido requerido para viajar a China, y se había quedado con Hangeng, Henry estaba muy sentimental en esas épocas y era cierto que después de mucho tiempo, habían tenido solo una noche, pero para Siwon eso no era algo que quisiera contar.

Siwon sonrió al pensar en el encargo de Henry, y en lo que haría cuando fuera libre. Lo extrañaría.

La llamada de Heechul lo saco de sus meditaciones

- Hola, Chul. – había acostumbrado a llamarle por cualquier cantidad de nombres menos por el suyo completo.

- Siwon… ¿podemos vernos en la noche? Necesito preguntarte algo… - Heechul se oía serio

- Pasare por ti a tu departamento a las ocho. - no  le importaba para que, simplemente quería verlo.

* * *


Ocultos en las columnas, Jungsoo, Shindong y un equipo antinarcóticos, se encontraban resguardando el barco que según los informes copiados por el detective Kim, iba a llegar con un cargamento especial. Mismo que terminaría por hundir a Choi Siwon, pues sería prueba suficiente para condenarlo.

- Esta limpio. – escucho Jungsoo del comandante del equipo antinarcóticos -. Este barco no trae nada más que algunos muebles de colección con documentos legales y una caja con rifles de asalto que no fueron documentados, el capitán del barco explicó que los tenían para protegerse de los piratas que últimamente abundan en el mar.

- Busquen de nuevo. – gritó Jungsoo fuera de sí.

¿En que se había equivocado? Acaso al mismo Kim habían engañado. Claramente es lo que pasaba. Todo aquello había sido una farsa para dejar pasar la verdadera carga, el problema es que no sabía dónde se encontraba esta. Enojado como estaba, Jungsoo hablo a Shindong para que se acercara, con un gesto de su mano.

- Lo tienes vigilado, ¿verdad? – vio asentir a Shindong -. ¿sabes dónde está ahora?

- No, pero puedo llamar a los que deje a cargo de eso. – respondió un Shindong sonriente.

Con un Shindong colgado al teléfono, Jungsoo se trepo con él en su coche, sospechando por qué el detective Kim no se les unió finalmente en esta emboscada. Quizás él también lo había engañado, pues sabía que haría todo para proteger a Siwon.

- Estamos de suerte Jungsoo. – dijo un sonriente Shindong, sacándolo de sus pensamientos.

- ¿Qué sucede?

- Kangin está aquí hacia el muelle, solo debemos esperar que salga en su auto para interceptarlo.

- ¿Qué hace aquí en el puerto? – pregunto Jungsoo, mas para sí mismo.

- Eso no lo sé, pero una vez que lo tengamos, podemos preguntarle.

- No, lo seguiremos, hasta donde nos lleve.

Y así lo hicieron, cuando tuvieron frente a ellos el auto de Kangin, lo siguieron con sigilo. El auto que seguían se detuvo a algunos metros adelante de la zona de bodegas del muelle, pues Jungsoo y Shindong no supieron de donde había salido. Kangin bajó del auto y se dirigía hacia ellos. Se había dado cuenta que lo seguían.

- Voy a bajar Shindong, cúbreme.

Fueron las palabras dichas por Jungsoo antes de bajar del auto con las esposas en la mano. Shindong abrió la puerta del auto, bajo su pie y cubriéndose con la puerta apunto su pistola hacia Kangin.

- ¿Qué sucede Jungsoo? – pregunto Kangin, con las manos en alto al ver que era apuntado por Shindong.

- Oficial Park Jungsoo, quedas detenido por sospecha de encubrimiento y asociación delictuosa.

Y antes que pudiera refutar nada, Jungsoo le coloco las esposas en las manos, con los brazos hacia atrás, inmovilizando a Kangin.

- Te das cuenta que con esto estas poniendo en peligro la vida de alguien. – le dijo Kangin al ser dirigido hacia el auto del oficial.

- Pensare en creerte si me dices de quien se trata.

- Kim Heechul.

- Otro traidor, no me interesa y si no vas a decir algo más que me pueda ayudar o utilizarlo contra Choi Siwon, mejor guarda silencio hasta que tengas un abogado.

- No será necesario, saldré limpio de esto. – le aseguro Kangin mientras era sometido por Jungsoo al meterlo a su auto.

Condujo de regreso a la comisaria, necesitaba meter tras las rejas a Kangin y que lo interrogaran sobre lo que hacía en el muelle. Pero las palabras de este sobre el peligro que corría el detective Kim no dejaban de rondar en su cabeza, por eso, después que Kangin fue asegurado en la comandancia, Jungsoo regresó al muelle junto con Shindong.

Después de todo, mandar a seguir a Kangin, les había enterado de donde salió este, momentos antes que lo detuvieran.

* * *


Justo ahora no se arrepentía de todo lo que había hecho para protegerlo y sabía que debía hacer más. Vio a Sungmin caer a pocos metros de donde estaba, y como el líquido rojo escurría de su boca y terminaba en brazos de Kyuhun. Este era el momento por el que Min lo había buscado.

Tomo la mano de Kyuhyun, “lo siento Minnie, nunca quise ser cruel contigo” le susurró al oído antes de llevarse a Kyuhyun y Yesung de ese lugar. Jalo a los dos, Kyuhyun estaba en shock, Sungmin había recibido una bala para protegerlo…

- Sunnie, llévate a Kyu, ve al aeropuerto y busca el avión 212, es un jet privado, tengo que terminar aquí… luego los buscare. Toma esto también, por si las cosas no salen bien. – Le entrego una cadena que llevaba del cuello y del que pendía una llave con un número, era una de las llaves que se usaban en los casilleros de Kings Cross y luego le dio un tierno beso.

- Te amo, te amo tanto que ya no puedo vivir sin ti. Corre de aquí… - Los ojos de Ryeowook eran tiernos como no los había visto, y llenos de sentimientos que le hicieron temblar las rodillas, aun así lo apuraba para que se fuera.

Yesung subió a su motocicleta a tiempo, con Kyuhyun pegado a su espalda, y arranco rumbo al aeropuerto en el momento en que el rugido de la moto ahogo tres disparos.

* * *


Donghae estaba sirviendo la cena, hacia unos días estaba de vuelta a Seúl, y Eunhyuk había ido con él, había vendido Stock Hall a Min Cake y ahora estaba pensando en abrir un nuevo bar en la ciudad.

Las noticias estaban en la tv encendida, porque siempre desde que regreso a la ciudad, había esperado la noticia de la aprensión de Choi, Heechul le había dicho que sería pronto, porque el también deseaba volver a Seúl.

“Esta tarde, en la ciudad de Londres, cerca del mediodía, ocurrió un enfrentamiento entre los líderes de la Mafia en dos puntos de la ciudad, provocando un gran incendio y según los expertos, debido a un arma de largo alcance. Se reportan diez muertos, entre ellos el empresario dueño de las pastelerías MinCake, Sungmin Lee, el multimillonario Siwon Choi y el detective de Scotland Yard Heechul Kim, además de uno de los delincuentes más buscados de Londres Ryeowook Kim y el supuesto líder del narcotráfico Kibum Kim. Scotland Yard no ha dado declaraciones al respecto de porque los implicados estaban allí.”

En la pantalla apareció Jungsoo siendo perseguido por las cámaras, intentando evitarlas, pero Donghae ya no podía pensar en nada. Un grito escapo de su pecho, y Eunhyuk llego corriendo a donde estaba apenas con un pantalón y recién salido del baño. No tuvo que investigar mucho acerca del porque el estado del menor, porque en la pantalla de televisión repetían la información, acompañada de las fotos mientras decían sus nombres.

Donghae había tirado el bol de arroz que llevaba en sus manos, y ahora lloraba sobre los pequeños granos tirados, en brazos de Eunhyuk. Era por eso que Heechul lo había mandado de regreso a Seúl hacia poco… no quería nada más que abrazar a su hermano.

No eran pequeños sollozos, sino eran gritos desgarradores provenientes de lo más profundo de su ser. Amaba a Heechul desde que lo conoció, era parte importante de su vida, había visto como se reformaba y como volvía a sonreír, había sido mudo testigo de su romance con Siwon, y quizá era eso lo que lo había llevado a esa situación, pero no podía reclamarle nada a Choi, porque él también estaba muerto.

Lloro todo lo que nunca en su vida había llorado, pensando en lo mal que había hecho al dejarlo solo en Londres, solo con Siwon, solo para que lo mataran… solo.

C o n t i n u a r a . . .

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