Perdedor... Parte 1

Estamos en su departamento y la verdad, es que no solo aprovechamos para poder estar juntos, sino también para tener un poco de tiempo lejos de los demás. Tan rodeados de gente la mayoría de las veces, que se necesita tiempo para estar con uno mismo y como últimamente hemos estado muy ocupados con nuestros compromisos, aprovechamos el poco tiempo que nos queda.

Por eso es que los momentos de largos silencios entre Siwon y yo, son muy placenteros también. Desvió la mirada de la tv para observarlo con su mirada pérdida en nada, ya no lee el libro que sostiene entre sus manos y en cambio está muy pensativo.

Gira su rostro calmo y carente de emociones, lo cual es raro porque él siempre es expresivo y casi siempre tiene una sonrisa para mí. En sus ojos puedo ver fascinación, curiosidad y anhelo al observarme, esta vez no hay ternura en ellos pero si algo de incertidumbre.
- Heenim… ya te he dicho que no me mires de esa forma, ¿me estás provocando? – sonrió de lado ante sus palabras.

Así me decías
También me decías…

Y aunque me descubre mirándolo no puedo dejar de hacerlo, observarlo es mi mayor entretenimiento, esta vez con mayor insistencia, pues deseo descubrir lo que le sucede.

Me fascinas por fuera y por dentro
Me provocas ternura y deseo
Me convences, me haces agua, me haces viento
Y aunque quiero no te encuentro ni un defecto

Muerdo mi labio inferior cuando sus ojos se oscurecen al mirarme, me provoca calosfrió la profundidad de su mirada y aun así sostengo la mía tratando de transmitirle todo lo que me hace sentir. Hace una hora acabamos de hacer el amor, de entregarnos, liberarnos lo que sentimos el uno por el otro y no podemos decir en público.

Siwon siempre fue alguien interesante de conocer, por no decir fascinante. Esa mezcla de ternura y vanidad existentes en él desde los tiempos de traine, se sabe guapo y también como usar eso a su favor. Pero conmigo, lo que gano mi corazón fue ese lado amable, casi correcto de comportarse conmigo, a pesar de mis constantes rechazos, orgullo, maltrato e incluso caprichos.

¿Quién se quedaba cuando me molestaba? Siwon, él era el único que se atrevía, así demoliera mi cuarto, él se quedaba a mi lado, hasta que finalmente paraba y me preguntaba si ya estaba mejor.

Todos esos detalles que hacen su personalidad, desde su petulancia, su seguridad, su alto grado de querer hacer lo correcto hasta provocarme vómitos, aunque finalmente esto no pudo contra lo que comenzamos a sentir uno por el otro. Es tan fascinante que crea tanto en el bien y conmigo se haya aventurado por ese camino del mal.

Sin embargo eso ahí sigue, nunca podrá cambiar su interior porque son las enseñanzas con las cuales ha crecido y eso me da temor.



Por dentro…

Nunca cambiara, Siwon siempre hará lo correcto, hasta por nosotros dos. Eso es parte de él, he aprendido aceptarlo y hasta cierto punto comprenderlo. Es buena persona, buen amigo y compañero, emprendedor, como todo aquel que se ha hecho el camino por sí mismo; pero sobre todo, siempre será buen hijo, incapaz de decepcionar a sus padres y perjudicar el nombre de su familia.

Pero ¿Quién no lo haría? Hasta yo llegue aceptar que tuviéramos esta relación en secreto, que ni nuestros amigos se enteraran, por lo tanto nuestras familias nunca lo sabrían. Sin embargo, al conocer el amor, lo que Siwon me hace sentir al estar en sus brazos, sé que es amor el retumbar de mi corazón cuando me mira como lo hace y sé que él siente lo mismo por mí.

Ahora ya no veo tan bien que esto sea un secreto. Si fuera por amor, si yo fuera correspondido de la misma forma, lo gritaría al mundo.

Por fuera…

Caballeroso, elegante, con cuerpo de tentación, alguien de quien las más famosas revistas se pelean por tener en su portada.

¿Algo más que agregar?

Su cuerpo es mucho mejor desnudo y he tenido la fortuna de comprobarlo, dotado con un increíble pene que me hace gritar cada que quiere. Como encaja con mi cuerpo cuando hacemos el amor, nuestros cuerpos jadeantes acompasados en esa danza, el peso perfecto para no aplastarme, los músculos definidos donde poder sostenerme y esa fuerza bruta con la que me retiene en sus brazos.

Lo mejor es su rostro, esos labios que me roban el aliento cada que nos besamos y esos ojos tan oscuros, tan profundos como el infinito, que me hacen estremecer al mirarme. Esas dos espesas cejas sobre sus ojos, que cuando se enfurruña quedan muy fruncidas y cuando se asombra, parecen que pueden perderse entre sus cabellos. Y esa lisa piel de su rostro, áspera por las mañanas y mucho mejor cuando se deja la barba, la cual adoro sentir sobre mi piel.

A mis ojos, es perfecto.

Solo tú eres algo parecido al egoísmo
Tu maldito terror al compromiso
Ese estúpido miedo de estar bien conmigo

Lo veo cerrar el libro que hace unos momentos leía mientras yo veía la tv distraído, pues realmente cambiaba los canales sin mirar nada en específico. Se levanta de su sillón, deja el libro sobre la mesita a su lado y camina hacia donde estoy sentado. Algo inquieto mueve sus manos pero los brazos a sus costados están bastante rígidos. Eso me pone alerta, lo que no me dijeron sus ojos su cuerpo si lo hace, me he aprendido cada uno de sus gestos a lo largo de esta relación.

Los gestos de Siwon ya no tienen secretos para mí.

- ¿Qué sucede Simba? – le pregunto sin rodeos.

A mi pregunta no responde de inmediato, se queda de pie frente a mí, me contempla mientras acaricia mi mejilla con su mano. Yo sigo sentado, vuelvo a preguntarle qué sucede, pero el solo me escucha, como si estuviera pensando que responderme.

Con su mano en mi barbilla, me obliga a levantarme, sus ojos me estudian antes de que sus labios tomen mi boca desprevenida.

- Ahora no Siwon, por favor dime, ¿Qué sucede? – lo detengo, alejándolo con mis manos en su pecho.
- Quédate quieto. – me pide con voz ronca.

Aleja unos cabellos de mi rostro y los coloca detrás de mí oreja, para después concentrarse en mis labios pasando uno de sus dedos sobre ellos. En su mirada puedo ver el deseo ardiente, ese que no se atreve a decir, lo necesita y yo no me puedo negar, no puedo reprimir el deseo que también existe en mí.

Lo amo, pero Siwon, ¿me amará?

La respuesta que recibo es simple pero no por eso menos intensa. Siwon me besa, es un beso hambriento que exige cada vez más, me besa con ímpetu y yo lo acepto gustoso.  Le doy luz verde a su lengua, abriéndome a mí mismo las puertas del cielo, su boca es mi cielo. El beso termina y de nuevo, esa sospecha de que algo no anda bien.

- Tengo que irme. – me dice retrocediendo un poco, poniendo distancia entre nosotros.
- Dijiste que estaríamos juntos toda la tarde.
- Olvide que tengo una cita con una amiga.
- ¿Sigues saliendo con ella?

Hace cuatro meses que grabo con Puff el programa de We Got Married, hace cuatro meses que Siwon sale con una chica, a citas.

Hace unos meses atrás, su padre le hizo una cita a ciegas con una de las hijas de un conocido empresario, amigo del señor Choi por supuesto. Una linda heredera, hija de familia, un manojo de buenos modales y nada de malas palabras. Desde entonces, Siwon ha tenido que verla a petición de su padre y últimamente esas salidas se han hecho más frecuentes.

Y cuando me decías, aquí sigo contigo
Esperando a que un día todo sea distinto
Que de pronto sea yo tu prioridad
Y les cuentes lo nuestro a los demás

- Nos llevamos bien. – me dice de repente, continuando la charla de lo más normal.
- ¿Y?
- Coincidimos en muchas cosas, tenemos los mismos gustos, cuida de mí y es una buena persona. – me dice sin poder sostenerme la mirada, no está seguro de lo que me dice.
- ¿Quieres decir que es cristiana?
- Sí.
- ¿Tú padre te ha pedido que la veas?
- No, hemos quedado de vernos de la última vez. Así ha sido las últimas veces.
- ¿Es tu novia, Siwon? – no sé porque presiento que lo que diga no me gustará.
- No, pero pienso que es la elegida.

Lo sospechaba, el que la haya colmado de detalles y buscado todo lo que a ella le gusta para sorprenderla en su cumpleaños, no era solamente por ser caballeroso. Pero que él lo diga me hace sentir como si se abriera un abismo entre mis pies y yo cayera lentamente en eso, porque siento que lo pierdo.

Me siento de nuevo en el sofá, no puedo ocultar mi consternación, Siwon se da cuenta y comienza a caminar de un lado a otro.

¿A dónde quedaron sus promesas?

Cuando un inocente Siwon me prometía su amor para siempre, cuando su inocencia me fue entregada y mi corazón pasó a sus manos. Como ese chico que parece tan aguerrido por atreverse a tolerarme, amarme como lo hace, porque me ama aunque se niegue. Lo que ha hecho por mí, nadie.

Pero no se pueda negar ante lo que le dictan las buenas costumbres.

Ese miedo a estar bien conmigo. Pero yo creí en sus palabras, cuando me decía que siempre buscaría una forma de estar a mi lado. ¿Por qué confié? Le habría pedido que sus palabras me las firmara en un papel, para que nunca rompiera su promesa, así nunca dolieran como lo están haciendo ahora.

Me creé falsas esperanzas, de que algún día yo sería su prioridad, que pasaría ser el número uno en su vida. Que tonto. Debí sospecharlo cuando me dijo que no les contáramos ni a nuestros amigos de grupo, esos que han pasado años con nosotros en las buenas y las malas, sé muy bien que nos hubieran apoyado. No es como sino los sospecharan, pero nunca será lo mismo a que lo sepan por nuestras bocas.

Viví esperando el día que les contara de lo nuestro a los demás. Me siento como un perdedor.

Sospechaba que esto sucedería, creí que por lo nuestro cambiaría, que lo contagiaría de mi locura y tomara en serio nuestra relación. Sin importarle los demás, ni su nombre, su dinero o su familia. Tonto de mí.

Siwon tan recto, jamás dejaría sus creencias, no le daría la espalda a su familia. Después de todo es un Choi, un heredero de una familia de renombre y como tal se debe de comportar, engendrar un heredero y continuar con su línea de sangre.

Pero jamás imagine que yo le importara tan poquito.

La vida te eligió y de todo te dio
Aunque en mi humilde opinión
Te puso chiquito el corazón

- ¿La elegida por ti o por tú familia?
- En algún momento esto iba a pasar, lo sabes. – me dice tratando de restarle importancia.
- Al menos dime que la amas. – para sentir al menos que puedo odiarte.
- Quizás algún día, estoy seguro que lo haré.
- Pero yo pensé… - que entre tú y yo habría algo más.
- Lo pasamos bien juntos, nos hemos hecho compañía y hasta hemos sido un poco indiscretos a veces con nuestra relación.
- Pero era la verdad ¿no? – le digo frunciendo el ceño.
- Heechul, yo… Esto no puede llegar a más, siempre escondidas porque si algún día saliera a la luz, los medios acosándonos y diciendo miles de cosas, nuestras familias… es difícil. Los dos sabemos que esto un día terminara, ¿qué nos quedará? Yo no podría vivir faltando a la palabra de mi padre de formar una familia, ya he pensado mucho sobre esto.

¿Esto ha terminado?

Yo lo amo pero, Siwon tiene miedo, a comprometerse con lo que tenemos y prefiere hacer las cosas como su familia, como sus creencias le imponen. Sabía que este día llegaría, no pensé que fuera tan difícil, que doliera tanto.

- Y yo, ¿dónde quedo en tu vida feliz?
- ¿Por qué no lo intentas tú también? – lo escucho muy cerca pues ya se encuentra frente a mi agachado -. Hacer una vida normal, conseguir una novia, como esa chica con la que estas grabando el programa, es muy linda y los dos se llevan bien. – sé que se refiere a Puff, pues desde que supo que haría ese programa, insistió en conocerla.
- O sí, Puff es linda, quizás deba aceptarla, no sabes cuantas veces se me ha ofrecido. – lo veo arrugar su frente y ponerse ceñudo. Le han disgustado mis palabras -. ¿Tú crees que alguien puede resistirse a mis encantos? No te preocupes por aconsejarme, si no es ella, cualquiera lo será. Mujer u hombre, qué más da. El problema queda resuelto para que tú no te sientas mal por abandonarme y dejarme solitario.
- No es eso, no son así las cosas.
- ¿Por qué no? Es lo que me haces pensar.
- ¿Qué pasara después? – me dice un poco desesperado -. No quiero que nos demos cuenta que perdimos la pelea contra el mundo, que lo nuestro acabó con el pasar de los años, sin darnos cuenta. Que nos reprochemos el uno al otro. Mejor aceptarlo de una vez.
- A quien tratas de convencer, ¿a ti o a mí? – lo veo pasar su mano por el rostro, lo estoy llevando a la locura lo sé, pero no está ni un poco de cerca a como lo estoy yo -. Y seguiremos con nuestras vidas, así no más. ¿Cómo lo haces Siwon? – ¡que no ves que no deseo que esto termine! Quisiera gritar, mis lágrimas no se pueden contener. Siwon parece pensar su respuesta.
- Bien, podríamos seguir como hasta ahora. – su mano acaricia la humedad de mi rostro.
- ¿Cómo? - mi mano las borra rápidamente de mi rostro para no manchar mi orgullo.
- Seguiremos con esto hasta el día que tú no lo quieras más, ese día sabré que has encontrado a la mujer correcta con la que iniciaras tu vida, y ese mismo día estaré feliz de dejarte en sus manos para cuidarte, mimarte y amarte como te mereces. No pido más.
- Es una cuenta regresiva… - murmuro.
- Hasta el día que ya no estés a mi lado… - no quiero un final retumba en mi cabeza -. El día que te vayas… - su mano sigue acariciando mi rostro y sus ojos, miran directo a los míos, hay humedad en ellos -. Y continuemos nuestras vidas por distintos caminos… - sin embargo su voz suena tan segura, su tono es algo frío y su fortaleza… sigue sin quebrarse como yo lo he hecho.

Sus palabras… ¿Por qué ha cambiado de opinión? ¿Por qué sus ojos me dicen otra cosa? Porque lo siento falso y que no salen de su alma, tanto que en lugar de hacerme sentir bien, me dejan un vacío en mi interior. Mi corazón se estruja, quiero seguir llorando pero ahora de impotencia, de coraje contra su familia, la sociedad, su cobardía… mi necesidad por él, que todo termine como él quiere.

Siwon lo ha decidido por los dos, soy el perdedor.

C o n t i n u a r a . . .