No Querías Lastimarme... Capítulo 3 Final

Esa noche no tenía pensado actuar, sin embargo estaba ahí vestido como HyunMin, al no tener lugar a donde ir y sacarse todo eso que traía en mente, termino en el bar. No había mucha gente a pesar de la hora, pues de nuevo el agua estaba haciendo de las suyas, el cielo parecía llover a mares. Sungmin aún no estaba seguro de querer actuar, al menos vestido de aquella forma, decidiendo hacer su vida normal le ponía un poco más tranquilo. Que el no hacer nada y estar pensando en él.

Ya era bastante tarde, estaba seguro que por lo sucedido el castaño no se presentaría, pensar eso lo tranquilizaba un poco más mientras peinaba sus cabellos.

Era extraño porque no se sentía triste. Supuso que era porque no habían tenido una discusión, nada que le dijera realmente lo que el castaño pensaba de él y mucho menos porque seguramente él estaba pensando en HyunMin. Irónico tener celos de sí mismo.

Sus pensamientos fueron apartados bruscamente cuando escucho que la puerta de su camerino se abría y por ella entraba el castaño. No supo porque pero suspiro aliviado que no fuera otra persona a importunarlo y ahora que por fin había llegado, podía ver que nada malo le había pasado a su persona especial.

Kyuhyun se acercó solo un poco porque estaba empapado, al parecer de nuevo el agua lo había agarrado desprevenido o estaba haciendo de esto una costumbre al no llevar paraguas y enfermarse bajo sus cuidados. Estaba mojado y su ropa se adhería a su cuerpo, Sungmin se acercó tendiéndole una toalla.

En todo este tiempo el castaño no dijo nada, más callado de lo normal, casi ausente de sí. Esperando que todo hubiera sido un mal sueño, que HyunMin seguía siendo de él como en sus más locos sueños y que estos seguían intactos. El no sentirse lastimado y engañado como lo estaba, que todo estaba como antes de que HyunMin entrara en sus sueños y cambiara el rumbo hacia su dirección.

- Kyuhyun es mejor que no vengas más, esto… aquí no hay nada bueno para ti. Mereces una chica buena que no te de problemas y que te amé tanto como tú.
- ¿Por qué me dices eso? Tú me quieres HyunMin.
- No es porque no te quiera, es la verdad, conmigo solo hallaras problemas.
- Pero tú me amas, lo sé. – Kyuhyun toma de los brazos a HyunMin zarandeándola un poco, no logra entender porque sus palabras si en el fondo lo ama.
- Porque te quiero debo hacerlo. – HyunMin lleva una mano al rostro de Kyuhyun, acunando una de sus mejillas -. Aléjate de toda esta mentira, de mí y este lugar que no es para ti. Vete ahora que aun estas a tiempo de poder escapar de todo esto, de cambiar tus sentimientos hacia otra dirección.
- HyunMin… - Kyuhyun aferró la mano que se posaba en su mejilla.
- Yo voy a dejar estos sentimientos, tú serás libre para correr de mi lado, sigues siendo libre porque yo no te retengo, ni siquiera sé si te amo.
- ¿Por qué decides por mí? Si con esto estás me haces daño, ¿Qué si quiero estar contigo? Hasta donde nos quiera llevar el estar juntos.
- No soy buen… buena para ti, terminaría por romperte el corazón. Mereces algo mejor.

Sus labios fueron silenciados por los del castaño, quien ahora lo besaba con ternura. Lo que había hecho no la hacía con malas intenciones solo que Kyuhyun no entendía eso. Sungmin por un momento se dejó llevar por sus besos, aquellos que le hacían olvidar la noción del tiempo y donde se encontraba, pero esta vez no podía hacerlo, por Kyuhyun se resistió y lo aparto bruscamente de él

- HyunMin…
- ¡Que no lo entiendes! Es por eso que debes irte, yo no soy ella, no soy lo que tú crees y no puedo con eso. – Sungmin llevó ambas manos a su rostro y se agacho sobre sus piernas mientras sollozaba.
- HyunMin, por favor… - Kyuhyun le suplicaba mientras trataba de levantarla.

Y Sungmin, sentía que podía estallar si volvía escuchar ese nombre… ese maldito nombre por el que ahora sufría. Porque Kyuhyun, su castaño, estaba enamorado de ella y no de él. Que caso tenía decirle que lo amaba si no era el que ocupaba su corazón.

- ¡Aléjate Kyuhyun! – murmuro, apenas se le escuchaba por las manos que cubrían su rostro.
- HyunMin…
- ¡Vete! ¡No quiero verte nunca más en mi vida! - grito frustrado de escuchar de nuevo ese nombre -. ¡No te me vuelvas a acercar nunca más en mi vida ¿entendiste? – Sungmin le dio la espalda para ocultar las lágrimas que amenazaban con salir.

Por su parte Kyuhyun se mantenía inmóvil, aquellas palabras le dolieron mucho, pues había esperado que HyunMin, la mujer de la que estaba enamorado, luchara por su amor.

- Si eso es lo que quieres, lo haré. - hablo conteniendo el nudo en su garganta, trataba de que su voz no se quebrantara.

Se iría de su lado y de su vida si es lo que quería, tal vez eso era lo que merecía por creerse merecedor de su amor. Kyuhyun se acercó a la puerta y la abrió, lágrimas comenzaron amontonarse en sus ojos.

- Te amo.
- ¿Todavía no lo entiendes? ¡No quiero que me ames! ¡No quiero!...

Kyuhyun no cree que todo deba terminar de esta forma, pues Hyunim llora desconsoladamente, sabe que hay algo más que no le quiere decir y Kyuhyun llora porque no puede hacerla cambiar de parecer.

- Dices que no quieres lastimarme… pero con esto vas a matarme de dolor al no tenerte.

Fue lo último que dijo antes de salir y cerrar la puerta. Sus pasos eran automáticos mientras que por sus mejillas corrían libres sus lágrimas. No había motivos para sonreír, incluso sentía que no tenía motivos para vivir, nada, se sentía vacío. Las palabras dichas por HyunMin le hicieron añicos el corazón, tendría que olvidarse de él pero estaba loco si tan solo podría olvidarlo en sueños; pues su amor lo tenía clavado en su corazón y metido en sus pensamientos.

Si ni en sueños podría… quizás… estaba muriendo… sí, quizás eso lo mataría.

* * *

Pasan los días y Kyuhyun no visita el bar el fin de semana, Sungmin lo extraña y comienza a pensar que cometió un error al alejar de la forma en que lo hizo al castaño, en lo mucho que lo ama.

Lo ama, no puede negárselo, lo alejó para no provocarle dolor, pero ¿Qué fue lo que le hizo?

Sungmin caminaba por la misma calle en la que se encontró por primera vez con Kyuhyun, recordando en que edificio le dijo que vivía, deseaba encontrárselo y al mismo tiempo, no tenía idea de lo que iba hacer. Seguramente Kyuhyun no esperaría a Sungmin, ¿Qué le iba a decir? Quizás si le decía que iba a ver a choco podría acercarse y saber de él.

Estaba llegando al edificio en el que Kyuhyun le dijo que vivía, cuando un pequeño perro se le acercó.

- ¡Choco!

El perrito brincaba en las piernas de Sungmin mientras este se agachaba para poder acariciarlo, pues Choco no desistía en su intento por ser tocado por el rubio. Le enterneció que el cachorro lo recordara.

- ¿Cómo estas Choco? ¿escapaste? Kyuhyun debe estar muy preocupado por ti. – Sungmin sonrió al ver como el cachorro daba vueltas y le mostraba la barriga para ser acariciado.
- ¡Choco! ¡Choco! – comenzó a escuchar que alguien que no era Kyuhyun llamaba al cachorro. Sungmin se levantó con Choco en sus manos, esperando a la persona que lo buscaba -. Choco, aquí estas. ¡Ah! Que cansado. Gracias.

Un chico muy lindo, alto y estilizado, muy alto para Sungmin, había llegado por el perrito y ahora estaba en sus manos. Choco no parecía para nada cómodo, pues se removía mucho y no dejaba de lloriquear.

- Ha estado así, pensé que sería más fácil cuidarlo ahora que Kyuhyun no está.
- Kyuhyun, ¿no está?
- No. Perdón, tú ¿Conoces a Kyuhyun? Choco parece conocerte muy bien. – dijo el chico al ver como el cachorro no dejaba de lamer y buscar las manos de Sungmin -. Mi nombre es Zhou Mi, soy vecino de Kyuhyun.
- Soy Sungmin, conozco a Kyuhyun. Los dos encontramos a Choco.
- Con razón ha corrido hacía a ti, es raro que vaya más lejos del área frente al edificio, seguramente debió olerte y ha venido a buscarte. – Zhou Mi no dijo nada más, pero no dejaba de observarlo, Sungmin se estaba poniendo nervioso.
- ¿Qué sucede? – preguntó no muy seguro Sungmin.
- Ahora entiendo porque Kyuhyun dudó de su sexualidad por un momento. – Zhou Mi sonreía y le lanzaba miradas cómplices, como si hubiera revelado un gran secreto -. Eres muy lindo sabes, por eso comprendo que Kyuhyun se confundiera un poco, sino tuviera pareja yo mismo me habría lanzado a por ti.
- ¡¿Cómo?! – Sungmin no entendía nada.
- Que por unos días mantuviste a Kyuhyun confundido, incluso esperaba encontrarse de nuevo contigo, camino muchas veces con Choco por el lugar donde ustedes se encontraron.
- ¿De verdad?
- Sí, habrían hecho una linda pareja. – Sungmin no podía creer como Zhou Mi adivinó tan fácil sus preferencias y mucho menos lo que decía -. Es una lástima que haya conocido a esa… esa chica en el bar, sabía que era una mala idea. Si me hubieran hecho caso Kyuhyun no estaría hospitalizado por su culpa…
- ¡Hospitalizado! – interrumpió Sungmin.
- ¡Oh! lo siento, estoy contándote cosas sin importancia y no te he dicho, Kyu está hospitalizado. Al parecer ya estaba enfermo, se mojó de nuevo y agarró una neumonía que lo llevó al hospital. Ha estado toda la semana. – Zhou Mi parecía muy triste y preocupado por Kyuhyun.
- Pero, ¿está bien?
- Fuera de peligro, solo que su depresión no ha ayudado mucho a que se restablezca por completo. – al escuchar el estado lamentable del castaño, Sungmin no pudo evitar que sus ojos se aguaran, estaba seguro que era su culpa por completo y las palabras de Zhou Mi terminaron por comprobárselo -. Esa mala chica lo destruyo. No es el mismo de siempre.
- ¿Dónde está hospitalizado? Dímelo por favor. – suplicaba Sungmin.

Era su culpa, él había provocado esto y ahora, no sabía cómo remediarlo pero lo intentaría. Malditas palabras que tuvo que decir una vez, una sola vez y su corazón se partió en miles de pedazos. Pero eso no es lo importante, sino lo que provocó con ellas. Sabía que podría vivir con el corazón roto, si con eso Kyuhyun pudiera volver a comenzar y no vivir lo que está sucediendo ahora.

¿Por qué tuvo que decirlas? Quiso salvarlo de él, de ese mundo que lo retenía pues a sus ojos Kyuhyun merece alguien mejor que él, después de todo es solo un chico. Sungmin tiene en claro decirle la verdad sobre HyunMin y sus sentimientos, aunque Kyuhyun no lo perdone, solo tiene presente el deseo que nada le suceda para que salga pronto de ese hospital.

* * *

Kyuhyun despierta y se ve en el hospital, no quiere estar ahí pero los médicos le han dicho que debe dejarse ayudar para que se recupere. La neumonía que le ataco fue algo serio, si no se restablece por completo podría volver atacarle y lo han obligado, porque al verlo en el estado en que se encuentra, no lo han dejado ir.

Se ha negado a comer, lo tuvieron que alimentar por intravenosa, hasta que sus padres lo convencieron que comiera. No por él, simplemente no deseaba preocupar a sus padres, sin embargo él no quería seguir.

Ha perdido las ganas de vivir, siendo la primera vez que alguien se mete tan hondo en su corazón, Kyuhyun está destrozado. No quiere vivir si lo tiene que hacer sin ese amor. Se detiene por sus padres que estarían muy tristes, por su hermana que estuvo llorando mientras él estaba convaleciente, si por él fuera.

Quizás sea la única solución para su tristeza y el dolor de su corazón, para sentirse libre de esos sentimientos.

Y entonces se levanta de la cama, siente el frio bajo sus pies al sentir el piso, la bata es lo único que su cuerpo trae. Como puede, Kyuhyun desconecta la intravenosa, es un poco doloroso más lo distrae del otro dolor, ese que lo mata lentamente. Afortunadamente hace mucho que le quitaron el respirador, sino habría sonado al quitárselo y eso alertaría a las enfermeras.

Sale de su habitación algo desorientado, producto de los medicamentos y los días que ha pasado dormido, a la falta de apetito. Se sostiene de las paredes para no caer, deteniendo sus pasos de vez en cuando, ocultando su rostro mirando a la pared cuando alguna persona pasa por su lado. Desafortunadamente tampoco nota al rubio que pasa a su lado al entrar en el ascensor.

Sungmin sube al elevador, agotado como si hubiera corrido, más no lo ha hecho. Ha sido el taxi quien lo ha traído hasta el hospital con el único propósito de ver al castaño y contarle la verdad. Cierra sus ojos, no está seguro si esto será más beneficioso que contraproducente para Kyuhyun. Como sea, Sungmin necesita verificar con sus propios ojos que Kyuhyun se encuentra bien.

El ascensor se abre, Sungmin abre sus ojos perdiendo su mirada en el pasillo, el mismo en el que se encuentra el cuarto del castaño. Concentrado como esta, Sungmin sale del ascensor hacia el pasillo en busca del cuarto 324 que es donde se encuentra Kyuhyun, se topa con gente que supone familiares de enfermos y uno que otro enfermo en sus batas haciendo ejercicio caminando por los pasillos.

Un sonido llama su atención y se detiene, Sungmin voltea hacia el ascensor y ve como una persona, una mata de cabellos castaños y alborotados, sube a este cerrando la puerta tras de sí. El ascensor comienza a subir. Le parece extraño, esos cabellos alborotados, podría reconocerlos en donde sea.

Con un sentimiento de aprensión, corre en busca del cuarto, afortunadamente estaba cerca. La puerta está abierta pero no hay nadie, ni siquiera en el pasillo. Cuando decide entrar a verlo, es cuando se da cuenta que Kyuhyun no está.

- ¿Lo habrán dado de alta?

De nuevo, Sungmin sale al pasillo, detiene a una enfermera que va pasando y le pregunta por la persona del 324. Esta le informa que el paciente seguirá internado por un tiempo más, que en este momento sus padres bajaron a comer, aprovechando que duerme. Al escucharla, a Sungmin le recorre un escalofrío, recordando a la persona que subió al ascensor.

Da la alerta a las enfermeras y corre escaleras arriba hasta llegar a la azotea, pues el ascensor se detuvo en el último piso. Al llegar al final de las escaleras, la puerta de las escaleras de servicio que van hacia la azotea la encuentra abierta, lo que confirma sus sospechas.

Cuando por fin recorre el último tramo de escalones, abre la puerta con un puntapié, está ya se encontraba abierta pero entrecerrada, signo de que alguien antes que él había salido por ella. Aprisa, sus ojos inspeccionan el lugar, deseando encontrarlo y que su depresión no lo lleve a cometer una locura, que no fuera demasiado tarde.

Se estaba resignando, cuando sus pies se movieron en medio de la gran azotea, no lo veía y las lágrimas silenciosas que brotaban de sus ojos al ir corriendo escaleras arriba, se volvieron un llanto lastimero. ¿Dónde estaba Kyuhyun? Una mano llevo a su boca, para tratar de detener los pequeños gemidos que provocaba su llanto. Su cuerpo también temblaba, el solo pensar que había llegado tarde, que no pudo detenerlo.

Con su vista nublada por las lágrimas, recorrió de nuevo el lugar, desesperado de no saber que más hacer.

- No quiero vivir… ¡Me quiero morir!

Entonces… una esperanza, su voz…

Con sus pies desnudos y la bata del hospital mal amarrada en su espalda, los cabellos alborotados por el viento, sus manos cerradas en puño, en una de ellas con la típica pulsera de paciente hospitalizado y con los brazos a sus costados llorando, pues el temblor de sus hombros lo delataban.

Sus pies sostenían su cuerpo muy peligrosamente a la orilla de la cornisa.

- Kyuhyun por favor, no lo hagas, nunca quise lastimarte. – Sungmin no se atrevía acercarse, pues el mencionado se veía demasiado alterado.
- ¿Qué no querías lastimarme? – esa voz, Kyuhyun la reconocía y sin embargo se negaba a voltear, ya que en todos estos días tuvo alucinaciones donde escuchaba esa voz, pero la persona nunca aparecía -. ¡No querías lastimarme!… - ¿Por qué no estás conmigo entonces? Se preguntaba -. Me querías matar. – sus palabras casi lo hicieron.

Un pequeño lamento envuelto en lágrimas, un grito lastimero del hombre al que amaba, porque Sungmin lo amaba y ahora no se lo iba a ocultar más.

Nunca lo había visto tan endeble, frágil y su corazón se estrujo, sabiendo que él era el causante. Aquel muchacho que fue su fuerza días antes, que lo ayudo para hacer lo que siempre debió hacer, se encontraba perdido y a punto de lanzarse al vacío.

- Por favor, no lo hagas… estoy aquí. - no se atrevía acercarse, pero sus piernas lo llevaban paso a paso más cerca de él, no pudiéndolo controlar, era su corazón quien lo llevaba hasta él.
- ¿Por qué? – le preguntó entre sollozos.
- ¿Recuerdas? Si tú te quedas yo me quedo… - susurro Sungmin a su espalda, pues Kyuhyun seguía sin bajar de la cornisa.

Recito las palabras que días antes le dijo cuándo pensaba que estaba delirando. Recordó como Kyuhyun le ofreció su mano para que saliera de ese mundo, para que apoyara su mano sobre la de él y salieran huyendo de ese lugar. Más no lo hizo. Y esperaba con toda el alma, que esta vez él si lo hiciera y no se lanzara al vacío.

- No tomaste mi mano… - dijo, y claramente escucho el tono irónico de sus palabras -. Dijiste que no querías que te amara, que buscara a alguien mejor, que me preferías lejos antes de lastimarme.
- ¡Mentí! No era eso lo que deseaba.
- De cualquier forma… me rompiste el corazón.

No le creía. No le creía y estaba en todo su derecho, ¿quién era él para pedirle aquello? Pero sabía que sin él, ya nada importaba, lo era todo o nada.

Sungmin extendió sus manos y envolvió suavemente las piernas de aquel frágil cuerpo que amenazaba con lanzarse al vacío, sin importarle nada más. Sería tan fácil que él lo hiciera y aun de esa forma no lo soltaría, no lo dejaría como lo hizo tiempo atrás. Así muriera en el intento, no lo haría.

Podía sentir su corazón latiendo a mil, no por el miedo de morir, sino por el temor de perderlo a Kyuhyun, el estar enamorado y no podérselo decir antes de que fuera demasiado tarde.

- Si tú saltas yo salto. – dijo aún aferrado con sus manos a su cuerpo -. No me soltaré. Mi vida depende de la tuya ahora Kyuhyun. – sollozaba Sungmin -. Eres todo cuanto quiero.
- ¿Por qué ahora? Antes dijiste que no me querías. – las palabras salían entrecortadas, pues el llanto seguía apoderado de Kyuhyun.
- Te quiero… siempre te he querido… - Sungmin sintió como el cuerpo de Kyuhyun vacilo en la cornisa y sintió su fuerza insuficiente para mantenerlo a salvo de caer -. Mírame Kyuhyun, gírate y mírame por favor. Esto es lo que soy, si tú me aceptas, seremos uno por siempre.

Kyuhyun da un paso hacia atrás bajando de la cornisa, Sungmin se deja caer sobre la azotea soltando sus piernas, agitado por la fuerza que hizo para mantenerlo estable. Con su cabeza gacha, Sungmin le confiesa lo que debió decirle desde que lo aceptó en su vida.

- No es que no te ame, si lo hago con todo mi corazón, es que no me ves, soy yo. No Hyumin sino Sungmin, un hombre. Kyuhyun voltea, mírame por favor, soy yo.

Poco a poco Kyuhyun se gira quedando frente a Sungmin, dirige su mirada al rubio que se encuentra a sus pies, no hace nada pero tampoco huye de él. Sungmin decide seguir hablando.

- Nunca he sido mujer, me vestía como una más no quise engañarte, simplemente tuve miedo decirte la verdad. Porque ya te amaba en ese momento. Mis sentimientos, lo que hice contigo, lo que te dije de mi es real… - por fin Sungmin se atreve a levantar su rostro y mirar al castaño -. Tú siempre creíste que era mujer y temía tu rechazo…. Si tú mueres, si tú te lanzas yo haré lo mismo detrás de ti. Así de enamorado estoy de ti. Por favor no lo hagas.

Ante sus palabras, Kyuhyun se inclina frente a Sungmin y levanta su carita, mirándolo como si fuera la primera vez. Ve sus ojos, esos en los que tantas veces se vio y lo reconoce… mujer u hombre, los ojos de Sungmin lo miran igual. La verdad se asoma en sus ojos. Por supuesto que Kyuhyun reconoce al rubio, el mismo chico que le ayudó a rescatar a Choco, Sungmin. Ese por el que se replanteó su sexualidad, ese que buscó antes de conocer a HyunMin.

Las manos de Kyuhyun recorren el rostro del rubio, acaricia sus mejillas, pasa sus suaves dedos por la nariz y toca los sensibles labios que otras veces besó creyéndolo mujer. Eran los mismos labios, pero no se atrevía a besarlos, todavía no. Pues no estaba seguro si estaba viviendo un sueño o no. Tantas veces lo quiso, en sus sueños, siempre eran sueños. Aun no sabía si esto no era uno de esos sueños.

Entonces decide abrazar a ese ser, ese que le enseño lo que es el amor, que llegó a su vida para mostrándole lo que era el dolor y el que ahora le caía del cielo para salvarlo, borrar y enmendar su pasado.

Sungmin siente desaparecer su sufrimiento con solo el rozar de sus manos, hay inquietud en los ojos del castaño, pero también hay cariño, lo puede sentir en sus caricias o al rozar sus dedos, en ese abrazo que no se esperó.

- Nunca quise lastimarte, no quería engañarte. Te amo Kyuhyun, créeme.
- Lo sé, lo sé.

Kyuhyun sabe que lo que siente por HyunMin es amor y eso no va a cambiar; sin embargo HyunMin resultó ser Sungmin. No sabe si lo ama de la misma forma, pero al tenerlo entre sus brazos, puede sentir esa calidez en su corazón. Quiere descubrirlo, lo quiere a su lado, ver si es capaz de amar a Sungmin sin que sea HyunMin y aceptarlo como sea.

Sungmin sigue sollozando en su pecho, Kyuhyun también y se aferra más al rubio, acercándolo a su pecho.

- Por favor nunca lo vuelvas hacer, no vuelvas a dejarme, te quiero a mi lado Sungmin.

Y en medio de la azotea ambos lloran, por haber descubierto que el amor se mete en tu corazón, tus entrañas y hasta tus huesos, invade tu mente y no te deja pensar más, que también es doloroso y difícil de olvidar. Que pueden enamorarse del alma del otro, que las mentiras duelen menos que el perderlo, que si se ama se puede perdonar.

Fin ?