My person... Capítulo 5


Heechul POV

De alguna manera, olvidé quién lo dijo, pero
Las palabras que hablan de amor,
Diciendo que eres el mejor del mundo
Las diré…


Al comenzar las vacaciones traté de comunicarme con Hangeng, mas nunca respondió mis llamados ni mensajes. Quise ir a su casa y recordé que no sabia dónde vivía, ese tipo de relación teníamos después de todo, no sabia mucho de él. Intenté en casa de su primo donde muchas veces pasamos el rato, pero fue imposible.

A pesar de su ausencia, las vacaciones fueron divertidas, mis padres nos regalaron a mi hermano Sungmin y a mí un viaje a las islas de Jeju. Se supone que iríamos solos los dos, pero en la última semana se nos unió su reciente novio. Cuando le pregunté de qué se trataba, Sungmin me respondió que esperaba le diera una oportunidad a Kyuhyun, pues lo amaba.

Es mi hermanito, así que terminé cediendo. A pesar de que Kyuhyun no me agradaba por ser un completo extraño de mirada siniestra, puse todo de mi parte para conocerlo tal como Sungmin me lo planteaba. Me hizo bien darle una oportunidad, lo conocí y lo que vi me gusto.

Es un chico bastante inteligente, algo serio pero sabe divertirse y lo más importante, la alegría que le falta a su forma de ser se la aporta Sungmin. Mi hermanito a su manera balancea su vida, aportándole esa felicidad y risas que por si solo no podría. Y Kyuhyun, le da la formalidad y realidad a la vida de Sungmin. Mi hermanito solía ser un poco consentido, soñador y muy confiado, Kyuhyun vino a balancear todo eso, sin dejarle perder su esencia.

Se complementaban y a mis ojos es bastante obvio. Comprendí que Kyuhyun se encargaría de proteger, cuidar y amar a Sungmin, apreciando la hermosa persona que es mi hermanito.

Pero de que sigue siendo un chico de mirada siniestra, lo es todavía.

Mis últimos días de vacaciones pensé en mil formas de disculpar mi escapada a Jeju, ninguna idea llegó a mi mente. Lo único claro que sabia, era que le había fallado a Hangeng y que debía compensarlo por haber roto mi promesa de ocupar las vacaciones para conocernos mejor. Las cosas no siempre son como planeas.

Recuerdo ese primer día de clases, al llevar mis cosas a mi casillero completamente vacío, pues me lleve mis cosas para cambiarlas por nuevas… año nuevo, cosas nuevas. Fue raro encontrar aquel papel doblado dentro, primero pensé que se trataba de una broma, después pensé en algún admirador; triste fue mi sorpresa al leer de quién venía.

Hangeng se despedía de mí.


Precioso…

Sabes, no sabia cómo iniciar esta carta. Soy un poco tonto para expresarme, eso ya lo sabes. Me obligué a hacerlo, porque no deseaba irme sin antes darte una explicación.
Vuelvo a China porque mi familia así lo decidió, no tengo otra opción. Pues aquí además de mi primo no tengo más familia, como sabrás mi primo de es de confiar, mis padres creen que si me quedo me perderé. Pero la verdad es que yo también deseo regresar, han sido muchos años lejos y extraño a los míos. Espero no me culpes por desear volver más que nada en el mundo al lugar que me vio nacer y romper la promesa que te hice de conocernos mejor.
Hay cosas que no puedo cambiar que son parte de mí y otras que son parte de ti; que nunca hubieran podido cambiar, pues yo no soy el indicado para ti. Sé que hay algo que no te permite entregar tu corazón, que te limita amar. Quizás por eso tampoco tuve ese apego para descubrir lo que te pasaba, hacer que tú confiaras en mí, aunque ahora sé que no lo hubiera logrado. Eso lo descubrí el último día que te vi en brazos de Siwon, esas miradas, el extraño brillo en tus ojos. No te reclamo, yo deseo que seas feliz, Heechul, mereces darte la oportunidad, quizás te estés perdiendo de esa persona que está destinada para ti. Sabes, creo que descubrí a la persona para mí, que por un tiempo deseé ignorarla y al querer retenerte a mi lado lo estaba perdiendo a él.
Merecemos ser felices, inténtalo precioso, aunque sea la ultima oportunidad que te des, inténtalo. Yo lo intentaré. Te quiero, le agradezco a Dios por haberte conocido y le pido que seas feliz.

Hangeng.

Recuerdo sus palabras al ver cómo Leeteuk lee la carta que le he dejado ver.

- Entonces es verdad, Hangeng se fue a China con su familia.

Por la forma en que lo dice, sé que Leeteuk sabe algo más que yo no. Con mucha solemnidad dobla la carta que acaba de leer, la misma que encontré en mi casillero hace una semana.

- Habla… - le pido, él sabe muy bien que no pude ocultarme sus emociones, son muchos años de amistad los nuestros.

- Pues no me sorprende que se haya ido… - respira profundamente.

- ¿Y?

- Una vez lo encontré en una extraña situación con un chico de nombre ZhouMi, del mismo grado de Siwon.

¿ZhouMi? Es el mismo chico que Hangeng menciono algunas veces estando conmigo. Lo cual es extraño, porque las veces que lo nombró, reclamaba que andaba tras de mí.

- Yo llegué a interrumpir y entonces Hangeng se fue, dejando al chico llorando. – Leeteuk mira sus manos recordando la escena -. Por más que le pregunte a ZhouMi si le había hecho daño o tenían alguna relación, jamás me respondió.

- Podríamos preguntarle de nuevo. – no se porque sugerí.

- Ese es el punto… - deja de ver sus manos para clavar su mirada en mis ojos -. ZhouMi también regresó a China, venia de intercambio por un año, el cual terminó.

Eso me dejo pensando un momento, abrí mis ojos desmesuradamente y entonces me di cuenta que ZhouMi siempre estuvo ahí para Hangeng y yo era el que siempre estuvo en medio de los dos.

Quizás así se sintió Hangeng y Donghae, respecto a Siwon.

- Soy el otro… - sin querer sale de mis labios.

- No digas eso. – Leeteuk se levanta de su lugar y me abraza -. No lo eres, con Hangeng no tenías nada serio, tú mismo lo has dicho. Y estoy seguro que esos dos tampoco tenían algo.

- Hasta ahora.

- Tal vez, eso no lo vamos a saber. Se han ido y tú debes dejar esto atrás. Sin embargo… - siento como jala una de las sillas y se sienta a mi lado, vuelve abrazarme -. hay algo que no deberías olvidar de todo lo que dijo Hangeng.

- ¿Sobre qué? - ya no presto mucha atención, en estos momentos quisiera estar solo.

- Sobre Siwon, tú y esa oportunidad que te has negado desde Jay.

Jay… esos recuerdos, siento que ya no duelen como antes. Pero el darme cuenta que desde ese momento deje de ser alguien importante para una persona, sentirme el otro… no es un sentimiento lindo.

- Chullie, sé que nunca pensarías que funcionaría, incluso lo de Hangeng. Sé que no confías en la gente para no decepcionarte. Pero sabes, eso no te hace mas fuerte, deja de alejar a la gente o nunca tendrás una relación sana con nadie si no lo haces. Tienes que aprender a confiar en la gente.

Me excuso con Leeteuk, necesito estar solo, pues tengo mucho que pensar.

Camino por el campus, pues no creo que en casa pueda estar solo. Camino sin sentido buscando un refugio para poder estar solo, mis pies me llevan de un lado a otro, en realidad no estoy poniendo atención a donde me dirijo pues sigo pensando en los hechos recientes.

Cuando has decidido vivir de ilusiones y con ellas alimentar tu alma, como un simple destello que no llenan del todo al corazón. Sobreviviendo de ilusiones que me elevan al cielo un instante y que cuando terminan me dejan caer, pero no duelen tanto porque no arriesgas mucho… el mínimo para mantener latiendo mi corazón.

¿Cuándo fue que cambió?
¿Cómo llegue a sentirme tan perdido en mis propias reglas?

Si arriesgas poco es obvio que recibes lo mismo a cambio. ¿Cómo sentirme enojado con Hangeng? Porque sentirme mal entonces si yo decidí lo que debía recibir.

No estoy enojado con él, quizás conmigo mismo, sí. Me siento perdido, ya no estoy seguro de todo lo que hasta ahora he creído intentando protegerme, ¿de qué? ¿De no ser lastimado? ¿De no sentir dolor? Lo estoy sintiendo, no he hecho un buen trabajo.

Me encuentro perdido en una de las alas del campus que jamás había visitado, quizás es porque pertenece a Ciencias, jamás hubiera puesto un pie en ese lugar en toda mi carrera, de no ser por este día. Lo único bueno es que está muy solitario, busco alguna puerta abierta de entre todos los salones y cuando encuentro una, paso cerrándola tras de mí.

Es un laboratorio, no sé porque a pesar de mis confusos pensamientos, estoy curioso de aquel lugar. Mis ojos miran a través de las vitrinas, mis dedos pasan sobre las mesas hasta que en una de ellas topan con una carpeta. Volteo a todos lados, es costumbre hacerlo cuando vas a tomar algo que no es tuyo.

Abro la carpeta y la hojeo un poco, mis manos se detienen al ver un nombre… Choi Siwon. Mis dedos viajan por su nombre unas veces más antes de sentir de nuevo todo el peso de mis sentimientos y malas decisiones. Uno de ellos precisamente es Siwon.

Tomo la carpeta y mi bolso, camino hasta el fondo del laboratorio, me dejo caer en el suelo con la carpeta en mis manos. Vuelvo abrirla, solo para ver la hermosa letra de Siwon. Es muy ordenado y adicto a las notas, puedo verlas en cada una de las hojas, eso me hace reír.

Me negué a darle una oportunidad, pero después de conocerlo y saber que es alguien de quien me sería fácil enamorarme, me he dado cuenta que quien se negó esa oportunidad fui yo. Me siento un poco mal por Donghae, pensé que en verdad lo quería, pero después de lo que quiso hacerme creer supe que no era así. Siwon no es como Donghae me quiso hacer creer.

Por eso me arrepentí después de haberlo enfrentado y alejado de nuestros amigos. Porque si se alejo fue por mí. En tan poco tiempo lo he llegado a conocer tan bien.

¿A que le tengo miedo?

Al amor, al compromiso, a la entrega… al dolor. Esto último lo he creído todo este tiempo. No obstante siempre he tenido la prueba más grande de amor presente todo el tiempo… mis padres. Prueba viviente que el amor para siempre existe, con sus altas y bajas, sus enojos y desacuerdos, pero que al final el amor vence esos obstáculos.

Siento como algunas lágrimas se deslizan por mis mejillas. He sido un tonto, un cobarde y que puedo haber perdido a Siwon para siempre. Trato de tranquilizarme, continúo hojeando la carpeta, hasta el final de esta hay hojas diferentes, estas son blancas y tienen algunos dibujos a lápiz hechos por Siwon.

Es raro, dibuja muy bien. Me sorprendo al ver que dibujó mi rostro, no es tan lindo pero sé que soy yo. Y de nuevo su hermosa letra, esta vez ha escrito algo que yo escuche alguna vez en uno de los peores momentos de mi vida, mi separación con Jay.

“Cada encuentro, es una clase de felicidad. No importa dónde has estado o a quien hayas conocido o como terminara. Es un tipo de felicidad…”

___Flashback___

El día que Jay y yo decidimos terminar fue el peor para mí, me derrumbe y el dolor me hizo salir corriendo de casa hasta, necesitaba cansarme para dejar de pensar. Que mi cuerpo doliera por el ejercicio y no por su partida. Cuando al fin lo logre, mis piernas no respondían normalmente, mi respiración era agitada y aun así las lágrimas seguían brotando de mis ojos.

Llegue a un iluminado parque y me senté sobre un columpio a llorar mi pena. De nada sirvió mi esfuerzo por huir del dolor. Además de perder a mi primer amor, me sentía perdido sin Jay pues hasta ese momento era el único amor al que había conocido durante más de seis años.

Me quedaría solo, me jure que jamás iba volver amar como lo ame a él, me hacía hiperventilar del miedo. Era yo tan joven con un dolor inmenso, malos consejeros para las decisiones que tomé después. Nadie me explico que el amor también era dolor.

Recuerdo estar meciéndome en el columpio mientras lloraba, cuando una mano se posó frente a mi rostro con un pañuelo blanco, un rato estuve solo observándolo hasta que lo tomé.

- Gracias… - débilmente salió de mi boca.

- No deberías llorar solo. – escuché que me dijo, era un chico.

- Estoy bien solo.

- Ya no lo estás, ahora yo estoy contigo. – escuché cómo se mecía el columpio a un lado mío -. Me siento feliz de haberte encontrado.

- Siento mucho no poder decir lo mismo. - ¿Quién era este chico que no me dejaba seguir desahogando mi pena?

- “Cada encuentro, es una clase de felicidad. No importa dónde has estado o a quién hayas conocido o cómo terminará. Es un tipo de felicidad…” – me dijo casi recitando -. Mi madre siempre me decía eso antes de morir.

- Lo siento. – ése chico se escuchaba muy feliz al hablar de su madre perdida, y yo que no perdí de esa forma a Jay…

- No lo sientas, fui feliz al tenerla conmigo, disfruté todo ese tiempo a su lado y sé que ahora donde quiera que este, vela por mí.

En ese momento ya mis lágrimas habían estancado, giré para verlo pero al estarse columpiando no pude ver su rostro. Vi su largo talle, su cabello negro y sus largas piernas. Estuvo a mi lado hasta que me despedí, dejándolo en aquel parque.

___Fin del flashback___

Al llegar a la última hoja, veo dibujado un hermoso columpio, como los de ese día. Cierro la carpeta dejándola a un lado y mis sollozos escapan poco a poco de mi boca, tanto que no escucho cuando alguien entra en el laboratorio.

Siwon es el chico de aquel día, el mismo que me ofreció el pañuelo y aquellas palabras que pretendían animarme en medio de mi tristeza. Nunca pude agradecer a ése chico, pues desde ese día jamás lo volví a ver y aunque lo hubiera visto, no lo hubiera reconocido ya que no vi su rostro. No obstante sus palabras, seguían clavadas en mi mente, pues hasta ahora seguía sin comprenderlas.

¿Por qué Siwon no me dijo que me reconocía de aquel momento? Era algo muy importante, al menos para mí, quizás a él no le importara. A quien quiero engañar, es obvio que le importo y como a mi le marcó aquel encuentro, sus dibujos lo decían todo.

Mis sollozos volvieron a brotar. Sentir que le importo a alguien en este momento tan confuso para mí, donde la tristeza y soledad me embargaban, me hacían sentir bien de manera dolorosa.

- Heechul…

Me estremecí al escuchar su voz. ¿Cómo era posible? Justo cuando pensaba en Siwon en soledad, de haber descubierto nuevos sentimientos hacia él, me sentí vulnerable. Quizás era el destino que nos volvía a unir. Sus manos tomaron mi rostro mientras sus dedos apartaron mis húmedos cabellos.

Pude ver su mirada preocupada por mí, esta vez si lo pude ver. Tal vez es la misma mirada que me dio hace algunos años, la que no pude ver. Lentamente me envolvió en sus brazos recargándome en su pecho, no me resistí a su consuelo, realmente lo necesitaba. Me aferre con mis manos a su chamarra y el me atrajo a su regazo.

No se cuanto tiempo estuvimos así, Siwon brindaba caricias a mi espalda para que dejara de sollozar. En algún momento funcionó, mi mente se aclaró y pensamientos no bonitos me volvieron a embargar. Tenía ahí a Siwon, preocupado por mí, pero no me era suficiente para el vacío que mi corazón sentía. Lo necesitaba, de la manera equivocada. Quería sentirme necesitado, deseado. Había olvidado amar y la única forma que reconocía era mediante el sexo.

En algún momento mis deseos tomaron el control, mis manos empujaron a Siwon lejos haciéndolo caer de espaldas al suelo, lo que aproveché para subírmele encima. No me importó que me mirara con esos ojos llenos de confusión al verme caminar en cuatro patas encima de él hasta tomar su boca, sentirme necesitado por su cuerpo era lo que deseaba.

¿Estaba confundido? Claro que si. Cuando te has pasado la vida evitando enamorarte, lo que comenzaba a sentir por Siwon me abrumaba y la única vía de escape era este.

Lo bese hasta sentir el calor emanar de su cuerpo y cuando el oxigeno fue necesario, pues corríamos el peligro de sufrir una combustión espontanea, nos separamos. Ahora Siwon estaba sentado y yo a horcajadas, se encontraba igual que yo. En sus ojos había un intenso brillo de intenso deseo y algo mas, que no supe en ese momento lo que era.

Desabroche mis pantalones, dejando que resbalaran un poco por si solos. Mis manos liberaron la creciente erección de Siwon de sus pantalones y un gruñido salió de su boca. No dejaba de tocarlo, hasta ahora Siwon no reaccionaba, pero pronto sentí sus manos en mis caderas intentando bajar mis pantalones.

No pudo hacerlo, me limite a mirarlo a los ojos mientras quitaba mis pantalones con las manos, quedándome completamente desnudo de la cintura para abajo, me limite a contemplar su expresión de asombro mientras le quitaba la chamarra y la estorbosa playera que no me dejaba tocar los duros pectorales que sentí al ser abrazado a su pecho.

En silencio separe mis piernas, tome su erección y la dirigí a mi entrada. Sentí sus manos sobre mi trasero deteniendo mi acción.

- Házmelo. – murmure sin levantar mi rostro -. Sin preparación. Házmelo rápido y fuerte.

Y a pesar que Siwon se encontraba tan excitado como yo en ese momento, comenzó a prepararme… pero solo comenzó porque no lo deje terminar.

- No… - casi gemí al sentir sus dedos dentro -. hazlo rápido, antes de que cambie de opinión.

Siwon titubeó por un momento, así que termine urgiéndolo. Me deje caer sobre su erección en un movimiento rápido. Un gemido de dolor salió de mi boca y de Siwon que no importó, la desesperación se estaba apoderando de mí. Me partía pero deseaba sentirlo, sentirme suyo.

Dentro de mi vacio sentirme parte de algo, quizás ayudaría a sentir menos esta soledad… gran error el mío.

Y Siwon me tomó rápido, duro, penetrándome una y otra vez, por un momento me permití disfrutar con sus violentos temblores y experimentando una intensa sensación de estar lleno, colmado; con su cuerpo deshaciéndose al igual que el mío.

Pero yo no era suyo, ni siquiera fui de Han y algo malo debía haber conmigo porque todos esos años compartidos con Jay tampoco bastaron para hacerme suyo.

Los sentimientos de soledad, la culpa por Donghae y toda esa tristeza que cargaba desde hace mucho tiempo, volvieron a mí como un torrente. Estaba defectuoso, alguien normal no hubiera rechazado a Siwon a la primera para después desearlo para si. Estaba mal, muy mal. Pronto el llanto volvió a embargarme, mis sollozos se hicieron más fuertes todavía y comencé a derrumbarme sobre Siwon.

Descubrir que tal vez era la persona para mi y que por mis estúpidos miedos lo aleje, le envié a los brazos de otro.

- Heechul, ¿Qué sucede, bebe? – cuando Siwon se dio cuenta que lloraba intento ver mi rostro, pero la vergüenza no me dejaba verlo.

No tenia del todo claro mis sentimientos hacia Siwon, se que existían sentimientos hacia él, pero no sabia definirlos aun. Avergonzado de lo que hice, escondí mas mi rostro aferrándome a su pecho. Podría pensar de mi cualquier cosa, lo peor porque yo estaría de acuerdo; fui un ofrecido.

Podía sentir a Siwon inquieto, su corazón latía acelerado quizás pensando que hacer conmigo, mientras yo no deseaba soltarlo temiendo que me dejara ahí. No lo hizo. En todo momento sentí su cuidado y su preocupación, hasta puedo decir que se sentía tan culpable como yo en esos momentos.

Cuidadosamente me sentó sobre su regazo y me separó un poco para colocarme los pantalones, las manos de Siwon eran muy delicadas conmigo, algo que en mis últimos recuerdos no tenía evidencia de haber vivido. Cuando me sentí vestido, volví aferrarme a su pecho, pues ahí me sentía a salvo de mi mismo.

- Tranquilo amor. – no se porque escucharle decirme amor, me hizo sentir confiado en que no se iría de mi lado. Siwon lo decía tan sinceramente -. Tranquilízate bebe, todo va estar bien.

- No… comprendes. – mis hipidos entrecortaban mis palabras -. tengo lo que merezco…

- Ssshh… no digas eso. – murmuró a la vez que comenzaba acariciar mi cabello.

- Debes pensar lo peor de mí y no te culparía…

- ¿Yo? Jamás pensaría nada malo de ti. – su pecho se sacudió en mis manos, lo que me hizo levantar mi rostro para verlo… Siwon sonreía -. Te amo Heechul, creo que a estas alturas ya lo sabes.

- Parecías tan serio… - no sabia si decirlo, lo pensé por un momento -. Cuando estabas con Donghae.

Siwon se inclino hacia mí y me beso con delicadeza la frente abrazándome mas fuerte. Sus reacciones parecían indicar que sentía por mí algo más que deseo, afirmándome su amor.

- Donghae no es mi verdadero amor. No estoy seguro que lo fuera nunca. Lo quise y mucho, hasta puedo decirte que comenzaba a amarlo; pero era un amor que recién nacía y no encontró forma de crecer. – se sincero conmigo -. Se que el hecho de no poder tenerte hizo que mis sentimientos por él parecieran mas intensos de lo que en realidad eran.

- No fue del todo tu culpa, Hae tampoco puso mucho de su parte para lograr fortalecer su relación. – le dije, pues sinceramente fui testigo de ello.

- Tal vez, de lo único que estoy seguro es que mi amor por ti nunca se fue, contrariamente se fue haciendo más grande y entonces me culpe de haber dejado de luchar por tu amor. – Siwon suspiro llevando su mano hasta mi mejilla, su tacto tan suave sin pretensión -. La primera vez te deje ir sin preguntar siquiera tu nombre, sin embargo no pude olvidar tu rostro y esos hermosos ojos que sufrían.

- Ya me conocías. – al ver su sorprendido rostro, le confesé -. Ese día en el parque cuando lloraba, eras tú. – me acurruque más a su pecho -. Yo no podía recordar tu rostro, pero tus palabras… esas que han estado en mi cabeza todo este tiempo, tu voz… eras tu Siwon.

- ¿Cómo supiste?

- Tu carpeta… - le dije sin dar mas explicación.

- Me alegro que lo hayas hecho. – junto sus manos sobre mi brazo y sus dedos comenzaron a juguetear sobre mi piel -. No es muy lindo estar enamorado de alguien que no te recuerda.

- Tenia miedo que ese bello recuerdo tuyo se opacara con lo que hice hace unos momentos.

- Yo también tenía miedo… - eso me sorprendió, porque no me lo parecía -. temía haberte hecho daño, que me hayas puesto a prueba tentándome de esa manera y que yo irremediablemente la había regado… me sentí tan mal y hasta pensé que no te merecía.

- No, quien no te merece soy yo. En realidad tú no me conoces bien, me has idealizado.

Sentí las lagrimas asomarse nuevamente por mis ojos. Siwon se dio cuenta pues me abrazo hasta que sus rastros desaparecieron.

- Lo siento… - susurró, volví a mirarlo -. la segunda vez que estuve tan cerca de ti, me rendí nuevamente al sentirme rechazado y me arrepiento tanto de eso. Pues de haber luchado por ti, hace mucho que habrías dejado de sufrir.

Nada era forzado entre Siwon y yo, no había nada en lo que pudiera pensar, solo el ocupaba mis pensamientos. Era sorprendente lo que la persona correcta para ti puede crear en tus emociones, en tu vida.

- Porque esto que paso aquí no debió suceder… - continuó hablando, su voz entonaba muchas emociones -. No aquí ni de esa forma. Debí ser delicado y en un lugar hermoso del que tuvieras gratos recuerdos, con sentimientos de amor y no de dolor.

- No… no sé qué decirte Siwon, y lo que ha pasado hace unos momentos. Pues a pesar de lo que ha sido mi vida, nunca había sido así. – miré sus ojos, Siwon me creía -. Lo cierto es que… nunca había sentido lo que siento por ti.

- Y yo desde que te vi ese día en el parque, supe lo que era el amor.

Finalmente me confesé, desatándose en mi interior una emoción que jamás había sentido, con nadie. Siwon lo había logrado y aunque aún tenia miedo de sentir dolor, ya no deseaba vivir de ilusiones solamente, deseaba todo lo que el amor podía darme y que olvide alguna vez.

C o n t i n u a r a . . .

Comentarios