Club no. 1... Parte II



Yo quien quiere ser el hombre
Que es abundante en el mundo
Que tiene un gran corazón
Créeme quiero tenerte solo a ti
¿Te puedes rendir?

Cuando aparcamos enfrente de su hogar, pude notar que no había nadie, lo cual se me hizo raro. Ya que en estas grandes mansiones, suele haber guardaespaldas las 24 horas del día.

- Sungmin, espera aquí.
- ¿Cómo sabes mi nombre? – pregunto sorprendido. Me olvide que no me lo dijo.
- Mira, es una larga historia que luego te contare. Por ahora, necesito que me des las llaves y te quedes dentro del auto, iré a revisar el lugar.
- Está bien. – Sungmin me tiende sus llaves.
- Quédate en el auto y a cualquier cosa rara que veas, no dudes en arrancar e ir directo a la estación de policía.
- Tan mal estamos.
- Solo quiero asegurarme. - trate de sonreírle.

De nuevo saque mi arma y me dispuse a entrar. La casa es grandísima, me tomo algo de tiempo recorrer todas las habitaciones, cerciorando que no hubiera nadie y comprobando que las puertas y accesos estuvieran cerrados. A lo mejor fui un poco paranoico, pero después de lo sucedido, más valía no arriesgar a Sungmin de nuevo.
Sungmin… que bien se escuchaba su nombre. Por fin lo tengo junto a mí, no de la manera que hubiera querido, aunque qué más da, no voy a desperdiciar la oportunidad. Llevo poco tiempo a su lado y ya quiero protegerlo, decirle que lo tengo metido en el corazón y seguro que si el me diera una oportunidad, le daría el mundo. Así de tonto me tiene.

Vuelvo al auto en busca de Sungmin, cuando lo veo entrar cojeando a la casa.

- No me esperaste. – le digo con el ceño fruncido. Se da cuenta que no estoy muy feliz y retrocede un poco.
- Lo siento, solo que no salías y comencé a preocuparme. – ruedo los ojos, le dije que se fuera si sucedía algo, ¿lo habría hecho? Estoy pensando seriamente que no.
- Todo está bien aquí. – le digo antes de asegurar la puerta de entrada detrás de él -. No hay nadie, ¿tienes alguna idea de donde puedan estar?
- No, desde que salí de casa y perdí a mis guardias, no tengo idea. – lo veo dolerse de sus heridas.
- Bien, por ahora ocupémonos de tus heridas. ¿Dónde hay un botiquín?
- En la cocina. – e intenta comenzar andar hacia allá, cosa que no le permito porque termino levantándolo en mis brazos.
- Vamos o esos pequeños pedazos de vidrio pueden incrustarse más.
- Debo estar pesado. – me dice con un sonrojo. No pensé que pudiera verse más hermoso.
- Lo suficiente para alguien que le gusta tener que tocar. – esto lo dije para distraerlo un poco y si, la risa provocada relaja su cuerpo.

Con sus manos rodeando mi cuello, caminamos hasta la cocina, la cual es bastante grande. Lo bajo de mis brazos, dejándolo en medio de esta, después que me indica donde encender la luz. En la cocina todo parece nuevo, como si no la usaran, los aparatos de acero relucientes y en su lugar. Sungmin me señala donde se encuentra el botiquín.


Hablando tontamente
Porque soy un hombre
Reúno el valor y te hablo
Mi corazón emocionado
Que está palpitando
Siempre quiso decir esto...

- Creo que vas a tener que quitarte los pantalones.
- ¡¿Qué?! – no sé cómo salió eso tan fácilmente de mi boca, pero en verdad es necesario que lo haga, el pantalón a pesar que esta rasgado, cubre lo suficiente las heridas.
- Debemos sacar esos pedacitos de vidrio, con ellos no voy a poder.
- Es… está bien. – titubea un poco todavía.

No sabe si hacerlo frente a mi o ir atrás del mueble para hacerlo, creo que finalmente se da cuenta que somos hombres, es algo normal hasta cierto punto. Claro que, si supiera lo que estoy pensando de él y que seguramente verlo sin pantalones me va a provocar, tendría mucha razón en querer hacerlo sin que lo estuviera mirando.

Comienza a quitar sus pantalones, poniendo especial cuidado en que no rocen sus heridas al bajarlos. Para cuando estos han caído al suelo, no puedo dejar de ver sus torneadas y bien formadas piernas. Para ser un chico, las tiene muy… bien. Es algo voluptuoso. ¿Está bien decirle a un chico voluptuoso?

- Ven aquí. – le digo, haciendo que se acerque. Lo tomo de la cintura, miro su rostro para ver si no le molesta y al no ver signos de rechazo, lo ayudo a trepar encima de la isla hasta quedar sentado sobre ella, con sus pies colgando como si fuera un crío.

Vierto un poco de alcohol en sus heridas para limpiarlas, el alcohol hace que la sangre resbale debajo de sus rodillas, corriendo por sus muslos. Cojo una gasa y comienzo a limpiarlo, agarrando con mis manos sus piernas innecesariamente, pero él no protesta. Su piel es tan suave como imaginaba. Mis dedos parecen arder cada vez que toco.

Tomo las pinzas del botiquín y empiezo a extraer los pequeños restos de vidrio, Sungmin emite quejiditos de vez en cuando. Seguro que ha de doler lo que estoy haciendo, le hago plática para que se olvide.

- ¿Por qué estabas solo? ¿Y tus amigos?
- Dios, me olvide avisar a Wookie y Yesung. – de pronto se altera -. Me olvide de avisarles que ya no llegaran, los estaba esperando pero venían muy retrasados. – esto último lo dice en un susurro. Sungmin toma su celular y comienza a teclear -. Se supone que nos reuniríamos esta noche. - Sé muy bien de quien habla, llevo observándolo tantas noches, es la pareja con quienes lo he visto últimamente -. Con todo lo que sucedió, me olvide de avisarle.
- No te preocupes, si llegaron después la policía debió estar ahí y seguramente les explicaron lo sucedido. – estoy hablando con él, pero no dejo de extraer los vidrios de sus heridas.
- Tienes razón, me habrían hablado y no lo han hecho. Seguramente me dejaron plantado. – dice de pronto con un puchero en sus labios.
- Quien en su sano juicio llegaría tarde o te dejaría plantado, yo no lo haría.

Sungmin se me queda viendo. Creo que estoy tonteando y he hablado un poco de más, dándole a entender que me interesa. Puedo sentir su mirada, levanto la vista, me mira curioso más que sorprendido.

Mareado,
Mi corazón va a explotar
Mi corazón se llena completamente
Al pensar en ti
Haces que me vuelva loco
Y que me cueste respirar...

Estuve bajo su escrutinio un poco más mientras termino de curar sus heridas. No veo necesario vendarlas, eso solo le estorbaría o terminaría lastimando más su piel por la ubicación de las heridas. Así que solo le aplico un poco de ungüento que hay en el botiquín y está terminado. Miro sus rodillas cerciorando que este todo bien.

Como su piel es blanca, pronto marcas rojizas aparecen alrededor de estas, paso mis dedos suavemente por ellas. Pero al verlo mecer sus piernas compruebo que ya no le duelen tanto.

- Van a doler un poco todavía, deberías ir al médico mañana, seguro te recetará algo para el dolor o algo así.
- Todavía no me has dicho ¿Cómo sabes mi nombre?
- Bueno…
- Tampoco me has dicho tu nombre. - había olvidado eso, ni siquiera me he presentado.
- Cho Kyuhyun. – le digo -. Trabajo en la seguridad del Club no. 1, me visto de civil para mezclarme con los clientes y no incomodarlos.
- Pero aun así cargas con un traje y un arma.
- No uso corbata. – trato de justificarme -. Y el arma solo es por seguridad.
- Entiendo. – Sungmin baja su rostro ante la intensa mirada que seguramente le estoy dando, no he podido dejar de ver su bello rostro y tampoco en cómo se mueven sus labios -. ¿Y mi nombre? Conoces los nombres de todos los clientes.
- Realmente no. Quizás de algunos que son mis amigos, pero de ahí en fuera, como guardias, no solemos intimar con los clientes.
- ¿Y yo? – tú me gustas, quise decirle, pero creo que sería muy pronto.
- Quizás no lo recuerdes, lo escuche de tu amigo ese día que bailabas sobre la mesa…
- Te recuerdo. – se apresuró a decir -. Es decir, lo siento por haber sido grosero ese día, no estaba bien y luego lo de Kangin… estaba de mal humor. No quise ser grosero. – negué con la cabeza.
- Cualquiera puede tener un mal día.
- No es excusa. Tú me ayudaste debí ser amable. – de pronto levanta su rostro, en sus ojos hay vergüenza y un poco de angustia -. Gracias Kyuhyun, después de cómo me comporte contigo, te atreviste ayudarme otra vez. – no lo había notado antes, pero su cuerpo temblaba levemente -. Si no hubieras estado ahí esa noche, no sé qué habría sucedido.
- Ssshhh. – mis manos a cada lado de su cuerpo, recargado en el mármol de la isla. Estamos muy cerca, tanto que mi corazón comienza a latir como loco a punto de estallar, incluso me siento un poco mareado por su dulce aroma -. Estuviste ahí en la noche equivocada, eso es todo.
- Es que si fue mi culpa, me expuse al escapar de mis guardaespaldas. – un sollozo escapaba de su boca -. Nunca había estado en una situación tan peligrosa
- Tampoco es tu culpa, ellos deben prever esto, más si ya lo has hecho antes, es raro que solo te hayan dejado ir y no buscarte después.

Sé que no estaba muy convencido de mi teoría, Sungmin se veía preocupado todavía. Mire con ternura que se sintiera culpable y se dio cuenta, ya no tiene sentido que reprima lo que siento por él. Realmente me gusta Sungmin, adoro lo que he visto de él hasta ahora, sé que es un hombre, pero reúne todo lo que he deseado y el pensar que pudo haberle sucedido algo hace que me cueste respirar.

Me haces volverme loco
Me quedo atrapado en ti.
Toma este amor ardiente
Déjame ser tu hombre por esta noche...

Estuvimos un momento mirándonos por un tiempo. Sungmin quizás tratando de descifrar porque me comportaba así con él y yo disfrutando de su cercanía, memorizar su rostro, si no lo volviera a ver... no, no creo que lo pudiera resistir. No después de conocerlo. El flequillo de su cabello negro caía suave por uno de sus ojos, con mis dedos lo hice a un lado, queriendo mirarme en ellos. Son hermosos, están finamente delineados, lo que lo hacen ver un poco felino y atrevido, pero su mirada es demasiado tierna. Toco su mejilla derecha, él cierra los ojos disfrutando mi toque; es suave y sus labios con su color natural, dios quiero besarlo. Si lo sigo mirando de esta forma no voy a poder parar.

Me permito acariciar su cintura tiernamente queriendo reconfortarlo, sin que Sungmin me lo impidiera.

- Debo gustarte mucho. – dijo de pronto, a lo que me toma desprevenido.
- ¿Por qué?
- Nadie me ha mirado nunca como tú.
- ¿Cómo? – estaba curioso por saber lo que pensaba de mí.
- Como si fuera la cosa más preciada. ¿Me amas mucho?
- Sí. – asentí con una boba sonrisa -. Te has vuelto mi todo. A lo mejor suena un poco loco, incluso puede ser que no te vayan los hombres, pero no puedo mentirte.
- ¿Y lo harás?
- Hacer ¿Qué? – pregunte confundido.
- Besarme. – ¿era una invitación?
- ¿De verdad Sungmin?
- Claro que sí, y si todavía dudas. – que abriera sus piernas para dejarme entrar ahí y poder acercarme, fue mucho más de lo que hubiera esperado -. Me vas tú Kyuhyun, mucho.

Sungmin sonríe divertido cuando me pegue más a su cuerpo, se veía tan adorable que pensé que podría enloquecer. Sin dejar de mirarnos a los ojos, corté la distancia que nos separaba y capturé entre mis labios su labio inferior. Un beso corto y dulce vino después. Me separé un poco y observé que se encontraba con sus labios entreabiertos, tan hermoso, no podía creer que era sólo para mí.

- ¿Qué sucede?
- Nada. – ladea su rostro sin entender -. Sungmin, déjame ser tuyo esta y todas las noches.
- No. – su respuesta me dejo un poco frio -. Tú crees que te dejare ir después de todo. Cho Kyuhyun, estas atrapado conmigo para siempre.
- Atrapado en ti, suena bien.

El solo pensar que correspondía a mis sentimientos, me hizo sonreír. Nos miramos con intensidad, tomé su rostro entre mis manos y besé sus labios otra vez. Me acomode entre sus piernas desnudas y profundice el beso, al comienzo lentamente y luego con mayor pasión. Mis manos se enredaron en su cabello cuando sentí como comenzaba a hacer presión con su lengua para que lo dejara entrar en mi boca, abrazando mi cuerpo con sus piernas.

Me agrada que Sungmin también este participativo, por lo que dejo entrar su lengua con gusto. Sus manos también comienzan a moverse explorando mi cuerpo, colándose por debajo de mi saco y camisa acariciando mi estómago. Por la intensidad del beso, nuestras respiraciones se hacen dificultosas y el sonido comienza a inundar la cocina. Una vez que comenzamos no teníamos ganas de que terminara, al menos no pronto.

Aunque no podíamos hacerlo por siempre, estábamos en la cocina y seguramente alguien podría llegar en cualquier momento. Sin embargo mis manos no dejaron de explorar, viajando a través de su espalda hasta llegar a su firme y redondeado trasero, empujándolo más cerca de mis caderas, acercando las durezas de nuestros penes despiertos. Sungmin gime en mi boca ante el deseo y su cuerpo reacciona comenzando un vaivén, donde nuestros penes se frotan por encima de la ropa.

Si abro mi corazón una vez
Con el temor de que te dejare ir
Puedo ser el indicado
Haces que me vuelva loco
Y que me cueste trabajo respirar...

El ruido de voces en la entrada hace que nos separáramos. Sungmin mira hacia todos lados buscando sus pantalones para cubrir sus piernas desnudas. Intento controlar mi respiración antes de poder hablar.

- Póntelos. – recojo los pantalones y se los doy -. Revisare quien es antes de que salgas. – le ayudo a bajar para que no lastime sus rodillas.
- Gracias Kyuhyun.

No le contesto, pues no me gusta que me esté dando las gracias en cada momento, si hago lo que hago es porque me gusta. Salgo de la cocina y me detengo un poco para volver a mirarlo, está inclinado colocando sus pantalones, lo que me deja ver un poco de su trasero. Muerdo mis labios al tener que aguantar las ganas de volver ahí y abrazarlo, algo que me hace pensar por él fui capaz de abrir mi corazón otra vez.

Conforme iba acercándome a la entrada, las voces se van haciendo más claras y también la conversación, seguro de que son sus padres y algunas personas más.

- Señor Lee, les haremos saber cualquier cosa que sepamos de su hijo.
- Gracias oficiales. - ¿la policía?
- Hizo bien en acudir a nosotros. La mayoría de las personas no denuncian las extorsiones y después de lo sucedido, su hijo tendrá una mayor posibilidad de regresar a casa con ustedes.
- ¡¿Estará bien Minnie?! – la que supuse era su madre comenzó a llorar.

La voz del padre de Sungmin consolando a su esposa y las voces despidiéndose de los oficiales, me dice que es el momento para salir y decirles a los señores Lee que su hijo está en casa y se encuentra bien, aunque no creo que vaya a estar del todo bien conmigo, son un extraño después de todo. Además que deseaba saber lo que está sucediendo con la seguridad de Sungmin.

- Disculpe… - como supuse, fue imposible presentarme sin que se alteraran.
- ¡¿Quién eres tú y que haces en mi casa?! – y antes que terminara su pregunta el señor Lee, me vi detenido por dos de sus guardaespaldas, que me agarraron por ambos lados tirando de mis brazos -. ¿Cómo entraste?
- Señor Lee, vine aquí con Sungmin.
- ¡Minnie! – la señora Lee sale detrás del señor Lee y se acerca un poco a mí -. ¿Dónde está?
- En la cocina, está bien. – la señora seguida por un hombre de seguridad se dirige a la cocina dejándonos solos.
- ¿Eres amigo de Sungmin? porque no te había visto. – aunque el señor Lee comienza a dudar, no da la orden a sus guardaespaldas de que me suelten.
- No señor. Soy guardia de seguridad del Club no. 1, Sungmin y yo llevamos poco conociéndonos. – y no es del todo mentira, ya que por lo pronto, yo lo conozco un poco más.
- Suéltenlo. – les ordena y enseguida me sueltan los brazos pero no se alejan, yo habría hecho lo mismo -. Siento mucho haber tomado estas medidas contigo, pero después de los anónimos y las extorsiones que hemos vivido.
- ¿Anónimos? – no sé porque me temía que esto tenía que ver con Sungmin.
- Si, han llegado a casa amenazando con atentar contra Sungmin, ya que su hermano menor está estudiando en un internado en el extranjero.
- Entonces se alertaron por lo sucedido en el club.
- No. – en su rostro podía ver que ignoraba lo sucedido -. Unas horas antes mi jefe de guardias, Kim Soon, me informo que uno de sus hombres que protegía a Sungmin, resulto ser un informante y que lo había agarrado haciendo una llamada sospechosa. – comenzó a explicar el señor Lee -. Llegaron los oficiales, fuimos a la estación, le tomaron confesión y al parecer tenían pensado hacer algo hoy, pero con lo sucedido se arrepintieron. Para cuando llamamos a Ryeowook, el mejor amigo de mi hijo y nos dijo que no estaba con él y que Sungmin no aparecía, nos alarmamos.
- ¿Sungmin está en peligro? – realmente era lo único que me importaba.
- ¿Qué sucede papá? – nuestra charla se vio interrumpida por la llegada de Sungmin y su madre.
- Minnie ya me contó lo que hizo por él. Muchas gracias joven Cho. – la mirada que Sungmin me daba es lo que hizo que me sonrojara y no las palabras de su madre, que me mire de esa forma frente a sus padres o frente a cualquiera, me gusta.
- No, no ha sido nada señora Lee.
- Arriesgaste tu vida, es suficiente para saber que eres bueno para mi hijo. – Eso me dice que saben sobre las preferencias de su hijo.
- Sungmin, escapaste de nuevo de tus guardias y esta vez te pusiste en verdadero peligro, ¿Cuánto más piensas hacer nos sufrir a tu madre y a mí?
- Lo siento papá. No volverá a suceder. – Sungmin dice con su cabeza gacha.
- Estás de acuerdo que si este joven no hubiera estado haciendo su trabajo en ese lugar no habrías salido bien librado, hijo.
- Si lo estoy. Gracias Kyuhyun. – afectado, Sungmin me da una inclinación, seguro que eso esperaba su padre, avergonzarlo un poco por su escapada.
- Bien. – dice el señor Lee al ver las heridas que tiene en sus rodillas -. Ve a tu cuarto y descansa, mañana después que un médico te vea, hablaremos de este tema.
- Si papá. – y antes de retirarse, Sungmin se acerca a mí, llevándome un poco más allá de la entrada.
- Supongo que no vas a darme las gracias de nuevo, ¿verdad?
- ¿Te incomoda?
- Un poco, sí. – respondo rascando mi cabeza incómodo.
- Lo siento.
- Oye, tanto como me dices gracias y lo siento me molesta. – le digo enfurruñado.
- Es que no puedo creer que hayas hecho todo esto solo por mí.
- Ya te dije porque. – de nuevo hago a un lado su flequillo despejando sus ojos -. No es mi trabajo, lo hice porque quise, porque tengo un interés especial en ti. Termine haciéndolo por mi beneficio. – esto último le saca una sonrisa.
- ¿Volveré a verte? – si eso es lo que estoy pidiendo.
- Solo si no estás en problemas. – le digo a modo de broma, pero no funciona, porque un puchero se forma en su rostro -. Ok, olvida eso último que dije. Voy a venir a verte porque me interesas, además estando conmigo no dejare que nada malo te pase. – atraigo su cuerpo y lo abrazo, importándome poco que su padre estuviera viéndonos. Se siente bien tenerlo en mis brazos.
- Me gusta como hueles. – dice Sungmin con su rostro enterrado en mí pecho -. Y me gusta cómo se sienten tus brazos en mi cuerpo.

Mareado,
Mi corazón va a explotar
Mi ardiente corazón
Quiero conseguir un beso...

Incapaz de apartar la vista de sus ojos y su dulce rostro, sus labios abriéndose perezosamente en una dulce sonrisa, al mismo tiempo que se levanta sobre sus puntas para recibir un beso. Sungmin me encanta, la manera en cómo me tienta. Comienzo a besarlo lentamente, primero sus mejillas, su pequeña nariz y finalmente sus labios, que me reciben con pequeños suspiros. Cada cosa de él me encanta, ¿Cómo será hacerle el amor? No puedo esperar para averiguarlo.

Sin muchas ganas, corto el beso y me separo un poco, al recordar que no estamos solos.

- Vendré a verte, ya sé dónde vives. – le digo acariciando su mejilla.
- Mañana. – me ordena.
- Pasado mañana. Recuerda que mañana tienes que ir al médico y hablar con tu padre, sino te castigan, aquí me tendrás.
- Había olvidado esa parte. – dice renuente.
- Anda, ve a descansar. – y antes de separarnos, le doy un beso en la frente -. Descansa.
- Tú también. – y me regala una hermosa sonrisa.

Me quedo embobado como se va alejando al subir las escaleras, tomando del brazo a su madre y conversando entre risas. Un carraspeo me hace desviar la mirada.

- Supongo que, - el señor Lee se acerca -, no voy a poder convencerte que trabajes para mí.
- Supone bien.
- Correcto. – rasca su barbilla como sopesando las cosas -. Después del lio armado en el Club no. 1, que ambos salieran ilesos me dice que eres bueno en lo que haces, es una lástima que no quieras trabajar para mi familia.
- ¿Cómo supo que…?
- Mis hombres se informaron de usted mientras hablábamos. Debe saber que no podía quedarme tranquilo sin saber si lo que me decía era verdad.
- Yo hubiera hecho lo mismo. – le digo metiendo mis manos en los bolsillos, el señor Lee es listo -. Y lo siento si rechazo la oferta, pero en mi profesión no es ético estar relacionado sentimentalmente con nuestros clientes.
- Eso es comprensible y lo entiendo. – la mirada que el señor Lee me dio, me decía que si bien entendía mis razones, no las aceptaba del todo -. Kim Joon, - de pronto llamo a su jefe de guardias -. Aumenta la seguridad de Sungmin a tres hombres, por favor. – me lanza una mirada de autosuficiencia antes de sentarse -. No te molesta ¿verdad? Tres hombres estarán pegados a Sungmin, incluso en sus citas, no se le despegaran para nada.
- Entiendo, entiendo. – paso la mano por mis cabellos, sí que sabe cómo obtener lo que desea -. Cuando este conmigo, me haré responsable. – y al parecer dije lo que necesitaba -. Pero la mayoría del tiempo, cuando este solo, péguense como lapa a él. – me dirigí hacia su jefe de guardias.
- Correcto. – dice el señor Lee y se levanta de su asiento -. Bienvenido a la familia, joven Cho. – bien, me atrapó.

Con un apretón de manos, cerramos el trato, estaba atrapado. Bien, ¿Qué más podía hacer? Iba a sr incomodo hacer lo que quería hacer con Sungmin, con tres guardaespaldas rodeándonos, no soy tonto. Y mientras mi trabajo en el Club no. 1 me lo permitiera, no dejaría de pasarlo bien con Sungmin.

Me quedo atrapado en ti.
No puedo contenerlo
Como el agua que ha sido derramada
Déjame ser tu hombre por esta noche.

Fin.

Comentarios

  1. que gran y hermoso capitulo me gusto mucho
    ahora kyu sera guardaespalda y novio de Min
    porque el padre de min sabe como obtener lo que quiere
    ya quiero leer tu proxima historiad e mi amado kyumin ♥
    Don´t leave me .
    gracias por el mp y hasta pronto ♥

    ResponderEliminar
  2. NO ME OPONGO A QUE TERMINE AQUI!!!
    estuvo GRANDIOSO y tenemos que saber quien extorsiona a los padres de Min!!
    No es de Dios dejarnos así... esto estuvo buenísimo!!
    Gracias totales!!!

    Pd. Me encanto la dirección de Minnie !!! Gracias por el Mp

    ResponderEliminar
  3. no importa lo que digan yo amo esta pareja!!
    Me gustaron mucho los caractees de los personajes, el papa es genial xd Y PARA NADA TONTO
    lamento si no ando comentando mucho, ando super ocupada =( Muchas gracias por los mp y por todo

    ResponderEliminar
  4. El siempre listo Cho Kyuhyun consiguió lo que queria,estuvo con min,lo tuvo cerca,lo curo,le dio un beso,se declaro,y en el mismo momento obtuvo la aprobación de la familia........kyuhyun se levanto con el pie derecho ese día.
    Y suerte del conejo,sino fuera por kyu,estuvieran secuestrado y pidiendo rescate,y a todo esto,kyu no le fue indiferente a min cuando se vieron la primera vez lfnfkjbnffrgblrgegkrt cupido andaba activo

    me gusto.....me imagine a kyu como en SPY *0*

    ResponderEliminar

Publicar un comentario