Don't Leave me... Parte ll Final



Llego a casa, me siento agotado por la presión emocional que tenía encima en este momento pero no deseo dormir. Entro al que es mi cuarto en el departamento echando pestillo, el mismo al que me mude en cuanto estuvo libre. En ese entonces cuando Sungmin me dijo que estaba confundido, no quería hacerle la estancia mas difícil de lo que ya era para él, por eso en cuanto se fue Jong Woon y dejo libre su cuarto me mude aquí.

Tomo una botella de mi reserva de vinos al estar ya en mi cuarto. Me sirvo una copa casi llenándola y bebo un poco más de la mitad de ella para después dejarla sobre la mesita a un lado de mi cama junto con la botella. Comienzo a desvestirme con rapidez. Esta ridícula ropa que me puse para ir a su encuentro. Si, que ridículo fui, querer arreglarme para ese momento.- Idiota. - susurro para mi mismo.

Me meto en la cama justo después de mi segunda copa. Estoy en pijamas, con los pies descalzos y atravesado en ella. Como dije antes, no deseo dormir, pero tampoco estoy de ánimos para hacer nada. Se muy bien que no me concentraría ni siquiera para jugar. Los videojuegos me traen muchos recuerdos también, aunque eso no es lo que me aqueja ahora, sino otra cosa que no se aleja de mi mente.

Estoy seguro que al dormir, miles de ideas me asaltarían y entonces mis sueños se volverían pesadillas.

- Ya es tarde, ¿estará Sungmin con ella todavía? ¿Ira a casa o vendrá al departamento?

Sungmin, mi Sungmin habrá tenido intimidad con esa mentirosa, ¿estarán teniendo sexo ahora mismo? Argh, es horrible pensar en esas cosas, más no se alejan de mi mente.

¿La respetaría? sin embargo esta pensando en casarse y si lo hace, seguramente es porque entre ellos sucedió algo más que solo besos y caricias. Sungmin debe estar sintiéndose responsable de haberlo hecho, y confundido como esta por ella creyéndola virtuosa, con esa carita de ángel que le pone, ese es su apuro por hacerla su esposa.

Es gracioso, aun tengo guardadas nuestras ultimas fotos en mi celular, no las he podido borrar. Me es tan difícil deshacerme de las cosas que me recuerdan a ti. Se que ha pasado un tiempo, que debí haberlo hecho para seguir adelante como tu lo has hecho, pero no puedo deshacerme de los momentos que para mi fueron los más felices de mi vida.


Llame tu nombre en mis sueños
como a un dolor que lastima
No me dejes... no me dejes

- Sungmin... ¡Sungmin! - grito con una almohada en mi rostro.

Me revuelvo en la cama y jalo el cobertor cubriéndome con el, como si eso pudiera alejar los malos pensamientos de mi cabeza. Cuando estaba a punto de darme por vencido y dejar que el sueño me invadiera, alguien da tres golpes en mi puerta.

- Kyunnie, ¿puedo pasar? - ¡No lo puedo creer, es Sungmin!

Casi grito debajo de la colcha. Como si un resorte me hubiera empujado, me levanto de la cama dejando caer la colcha en el suelo.

- Voy. - la levanto rápidamente para después abrir la puerta.

La abro lentamente creyendo que es un sueño, uno maravilloso donde Sungmin se ha olvidado de su prometida y ha vuelto a por mi. La puerta esta abierta pero el no se atreve a entrar, sus ojos se abren demasiado, debe ser por la cara que traigo. Paso mis manos por el rostro y limpio algunas lagrimas que ni note cuando las deje salir, mis ojos deben estar rojos seguramente.

En una de sus manos me muestra una botella de vino. No el que abrimos en la cena, este es especial, uno que él y yo disfrutamos miles de veces.

- Traje esto. - me dice casi tímido.
- Me apetecería tomar una copa antes de dormir. - le digo mostrándole una sonrisa, y no una forzada, sino sincera.

Como un crio, corro la poca distancia que hay en la cama y me trepo en ella hasta quedar en el rincón de esta. Me siento y encojo mis piernas en mi pecho, tomando mis tobillos con las manos. Observo como Sungmin entra cerrando la puerta tras de si, recorre con la mirada el lugar hasta encontrar la copa y la botella que ya tenía yo abierta.

- Veo que ya habías comenzado.
- Me gusta un buen vino para tener un buen sueño.
- Lo se, bebíamos cuando no podíamos dormir. - asiento meneando mi cabeza.
- ¿No puedes dormir?

Sungmin encoje los hombros. Lo observo tomar otra copa y dirigirse hacia donde deje la mía, toma el sacacorchos para abrir la botella que trajo. Rápidamente sirve dos copas, no ha dejado que nada lo distraiga y en poco tiempo estiro mi mano, Sungmin la toma delicadamente y coloca en ella lentamente la copa. No se lo que sucede, pero su trato de esta noche me gusta.

Agarra su copa también servida, se acerca a donde me encuentro, subiendo una rodilla a la cama para acercarse y hacer chocar las copas.

- Hyung... - después de lo sucedido con su prometida, vi correcto volver a llamarlo hyung pero en respuesta, Sungmin hizo fruncir su ceño.
- No me llames de esa forma.
- Min... Sa Eun esta... - no supe como terminar la oración.
- La deje en la puerta de su casa, necesitaba venir y hablar contigo.
- Ya veo. - no se porque sus palabras dibujaron una sonrisa en mi boca.

Después de eso bebimos en silencio, Sungmin esta sentado a la orilla de la cama y yo en el miso lugar donde me vine a refugiar mientras nuestras copas se vacían lentamente. De vez en cuando la deja sobre su muslo para hacer un recorrido con su mirada hacia la puerta, es tan extraño que lo haga, como si estuviera preparándose para salir corriendo en cualquier momento.

Cuando se ha terminado su copa, se gira para mirarme, siento un poco de temor por lo que vaya a decir.

- Kyunnie, perdóname si fui brusco contigo esta noche, no se que me pasó. - comienza a decir, en verdad esta avergonzado, pues no se atreve a levantar la vista.
- Tuviste razón en molestarte, yo fui grosero, después de todo es tú prometida y alguien mayor para mi, por eso merece mis respetos. - casi me muerdo la lengua con esto ultimo.
- No. - niega fuertemente con la cabeza -. No fue eso lo que me pasó. Yo no quería que hubiera cierta intimidad entre ustedes, después de todo se conocieron antes y no me hizo sentir bien. - su declaración me tomo por sorpresa. ¿Ya sentía celos por Sa Eun? Yo estaba acabado.
- Es normal que sientas celos, es tú prometida...
- Kyunnie, no... - lo veo levantar su rostro, no hay lagrimas, sino mucha determinación en sus ojos -. No me gustó como tú la tratabas, desde el principio fuiste tú, por eso mi molestia fue contigo.

Solo quiero mirarte cientos de veces al día
porque mi corazón, que ha comenzado a latir por ti
¿se siente tan vacío ahora?
Solo un poquito
incluso si me arrepiento...

Sungmin, sintió celos... ¿de mí? Yo no se que pensar mucho menos que decir, pero no es necesario porque él reacciona por mi primero. Toma mi copa y junto con la suya, las coloca sobre el buro, después camina hacia la puerta poniendo seguro en ella. Regresa a la cama rápidamente y trepa en ella, gateando hasta alcanzar uno de mis pies, pues aun tengo mis piernas encogidas hacia mi pecho.

Jala de mi pie y eso me hace caer recostado sobre las almohadas. No se que esta pasando con Sungmin, si esto es correcto o mejor dicho, si es realmente lo que él quiere. Más cuando su boca alcanza la mía, dejo de pensar y me dejo llevar.

Al sentir su boca nuevamente, el sabor de sus labios y la cálida humedad de su boca, me hicieron gemir. Juro que podría morir de felicidad, aunque eso sería muy trágico y no me dejaría disfrutar del momento, sin embargo eso no evito que dejara escapar algunas lagrimas de felicidad.

- Estas llorando. - interrumpió el beso al sentir la humedad en mi rostro.

Se ha colocado ahorcajadas sobre mi con ambas manos en mis mejillas, acerca su rostro al mío y comienza a besarlas, recorriendo el camino de cada una de ellas para terminar tomando mi boca. No pongo resistencia a la intrusión de su lengua, gimiendo ante el delicioso placer de sentirlo saquear mi boca.

Rodeo su cuerpo sobre el mío con mis manos, recorriendo su hombros bajando por sus costados y hasta aferrarme a su cintura bajando su cuerpo sobre el mío. Sungmin al sentir mis caricias intensifica el beso, lo que hace latir como loco mi corazón al punto de querer salirse por mi garganta.

Cuando el oxigeno comienza a hacernos falta, separo mi boca de la suya pero no se detuvo ahí, pues sus labios besaron mis mejillas nuevamente y sin detenerse, continua besando el resto de mi rostro, delinea mi mandíbula con más besos, marca mis ojos y mi nariz, mi frente tiene el mismo trato con una lluvia de besos. Me encuentro extasiado por su trato, lo que me hace sentir y que me hace gemir.

Sungmin levanta su cabeza para verme, sus grandes ojos y pupilas dilatadas, hacen que su intensa mirada acaloren mi rostro. No entiendo ¿Por que estoy reaccionando de esta forma? Tal vez ha pasado mucho tiempo.

Mis pensamientos son interrumpidos cuando pequeños besos son dejados en mi boca sin dejar de mirarme. En la posición en la que estoy, puedo sentir su erección pegada a mi estomago, excitándome cada vez más a mi.

- Kyu... yo... - callo su boca con un beso y luego le sonrió negando con la cabeza, lo que le hizo sonreír.
- No tienes que decir nada. - le digo acercándome tanto como puedo a su oído y me aventuro a morderlo suavemente, aun recuerdo cuanto le gusta.

Escucho como gime sin poder evitarlo y su cuerpo se retuerce un poco sobre el mío. De nuevo comienza a besarme y ahora es él quien me hace gemir cuando su lengua se encuentra con la mía, bailando juntas rítmicamente. Nuevamente el oxigeno logra separar el profundo beso que se había formado entre los dos. Sungmin alcanza a morder mi labio inferior y sin dejar de mirarme, después de tomar un respiro, vuelve a tomar mi boca.

Me atreví a colar mis manos por debajo de su camisa, acariciando su espalda encorvada hacia mi. Mis manos subieron buscando la suave piel, delineando los músculos que puedo sentir para después bajar del mismo modo, sin detenerme hasta llegar hasta su trasero, esta vez por sobre sus pantalones, dándole un fuerte apretón a ambas nalgas.

Y al parecer le gustó, porque gimió dentro del beso e impulsó su trasero hacia arriba en mis manos. Entonces me atrevo a cambiar de posición haciendo rodar su cuerpo, dejándolo debajo del mío con sus piernas abiertas y yo entre ellas. Nuestras erecciones rozándose, Sungmin también estaba excitado, lo que me dio valor para ir mas allá.

Desabroche su camisa dejando al descubierto su pecho y ante mis ojos, veo como sus pezones se endurecen con solo mirarlos, una invitación que no voy a desperdiciar. Agachándome logro tomar uno de ellos con mis dientes, presionándolos un poco hasta escucharlo jadear y después le doy alivio succionándolo un poco.

Cruzo su pecho con besos para atrapar el otro, a este le doy diferente trato, al rozarlo levemente solo con mi lengua, provocando un ligero temblor en su cuerpo. Ahora soy yo quien ataca su boca, mordiendo su boca con algo de salvajismo, queriéndolo tomar todo de él y ala vez temiendo que todo esto desaparezca de pronto.

Y al parecer Sungmin comenzó a pensar en lo mismo, porque las manos que tenia sosteniéndose de mi espalda, pronto resbalan por mis costados hasta la cama, apretando las sabanas en sus puños. El poco pudor que hace mucho había dejado de existir entre nosotros comienza a emerger, y su mirada que momentos antes estaba lleno de algo más que pasión, ya no existe.

- Perdóname, Kyu... Perdóname.... - murmura empujándome suavemente con sus manos sobre mi pecho, alejándome de él para poderse levantar.

Abandonado en la cama, lo miro alejarse en silencio sin mirar atrás. No son sus pasos pesarosos sino más bien rápidos y decididos. Como si lamentara lo sucedido. Antes de cerrar la puerta, gira un poco su rostro, pienso que algo quiere decirme, pero finalmente desiste. Aunque lo que me dejo ver de su rostro basta.

Para él, nunca debió suceder esto... otra vez.

Ojala fuera un sueño
si se trato de un sueño, detenlo por favor
No me dejes... no me dejes
Llame tu nombre en mis sueños
como a un dolor que lastima
No me dejes... no me dejes.

Pasaron los días y no volvimos a vernos, al menos no a solas o con intimidad. A mi parecer, Sungmin me evitaba y sobre eso nada podía hacer. Si el no veía que estaba cometiendo un error al no tomar en serio sus confusos sentimientos... a quien engaño, solo estoy esperando la mejor oportunidad para hacerle ver la clase de mujer que piensa hacerla su esposa.

Con el tiempo, el día del compromiso llegó y como estoy invitado, no es algo que pueda evitar. Sungmin lo hizo especialmente conmigo, siendo el primero en darme la noticia, y si puedo verlo, aunque en el fondo no desee estar ahí, asisto.

A los hyungs también los ha invitado, solo que algunos no van a poder asistir por sus agendas, aunque Sungmin les ha advertido que el día de su boda deben asistir si o si. Por lo que asistiré con un pequeño grupo de Super Junior. No he querido llevar acompañante es mejor de esta forma si pretendo salir huyendo del lugar cuando menos lo soporte, cuando mis lagrimas desborden. Quizás a la hora del brindis o anuncien la fecha de la boda.

En cuanto llegamos, se que he cometido un error, pues aunque voy con los hyuns y ellos se muestran bastantes preocupados conmigo y se ocupan de hacerme reír, al verlo a su lado sonriente recibiendo las felicitaciones de los invitados, vuelven mi rostro sombrío y triste. Se ve tan bien, elegantemente vestido de negro resalta su esbelto cuerpo. Recientemente ha perdido mucho peso y siempre le he dicho que el cabello oscuro es el que mejor le va, esta vez se ha peinado seriamente. Pero después la veo a ella, tan perfecta y dulce a su lado, hace que las ganas de tomar la mano de Sungmin y salir corriendo con él se vuelva una creciente necesidad.

Y es que verlos a ellos juntos, me hace recordar el momento en que lo deje ir pensando que era lo correcto. Porque por ese día, continuo ansiando, continuo llorando, duele tanto, es tan difícil. Porque lo amo y lo extraño, si tan solo no me hubiera comportado como una persona buena, que arreglara sus confusiones el mismo. Habría dejado salir ese chiquillo egoísta que llevo en mi interior y no lo habría dejado ir.

Ellos sonríen, ella es feliz a su lado y Sungmin sigue confundido. Ella se pavonea por lo que tiene con Sungmin mostrando ese anillo en su dedo a todo mundo, besándolo y colgándose de su brazo.

¿Por ella sacrifique mi amor por Sungmin?

Idiota.

Sobre todo él que no se da cuenta como es ella, no se si esta enamorado o lo tiene engatusado, no ve lo que muchos.

- Toma. - me dice Jong Woon a mi lado, él es uno de los hyungs que han podido venir, me ha dejado un pañuelo en la mano -. Límpiate esas lagrimas, no demuestres tu dolor aquí. - no supe en que momento deje salir mis lagrimas al estarlos viendo.
- Gracias.
- Se que es duro, pero tu has decidido que sea de esta forma, ¿recuerdas? Y pronto ellos dos estarán juntos de una forma en la que ya no podrás hacer nada. Si tan solo hubiera... ya no podrá ser, entonces lo que sea que debas hacer para sacarte eso de adentro, quizás debas hacerlo ahora. - sus palabras tan atinadas solo me hacen sonreír.

Abrazados como estamos caminamos hasta la mesa de cocteles, necesito beber algo para poder continuar con esta farsa del amigo feliz por su hyung. Jong Woon se desaparece dejándome solo ante todo este alcohol, aunque no por mucho tiempo. Pues unas manos recorren mis brazos por sobre la ropa hasta posarse en mi cintura.

- En quince minutos, te espero en el pasillo del baño, no faltes. - su aliento en mi oreja causa una extraña sensación.

En seguida mi mirada viaja a todos lados pero nadie se ha dado cuenta. Y así como llego a mi de la misma forma se ha alejado. ¿Que pretende con esto? Estoy desconcertado, en su fiesta de compromiso ¿Cómo se ha atrevido?

No me percato de los minutos, obvio no estaba dispuesto a ir, por ningún motivo haría algo que avergonzara a Sungmin en este momento. Eso pensaba hasta que mi celular comienza a sonar.

- Sungmin. - su nombre parpadeando me hace responder rápidamente -. Dime.
- Kyuhyun-shi. - es ella, ¿Cómo es que? El celular de Sungmin -. Te estoy esperando donde te dije, ¿Por que no vienes? Tengo unos minutos todavía. - recorro con la mirada todo el lugar, no la veo, seguramente todavía esta en el lugar donde quería que nos encontráramos.
- ¿Qué es lo que quieres Sa Eun? - pero en su lugar veo a Sungmin sentado solitariamente en una de las mesas, nuestros ojos se conectan, se que sigue sintiendo amor por mi y mi oportunidad se presenta -. Estas esperando por mi.
- Si. - contesta sin vacilar.
- Y que me harías si fuera dispuesto a todo. - y en seguida me despego el celular del oído, no estoy dispuesto a escuchar sus absurdos, los mismos que me ayudaran a recuperar lo que mas quiero.

Todo sucede demasiado rápido, hice las cosas sin pensármelas, porque si lo hacia, comenzaría a preguntarme si estaba haciendo lo correcto o no...

Acorto la distancia hacia Sungmin, mis pasos no son seguros pero si rápidos, no estoy seguro si vaya a durar tanto hablando y necesito que la escuche. Sungmin no se levanta de su lugar ni yo me siento, estoy un tanto nervioso por lo que vaya a suceder.

- Hyung, - he cubierto el celular para que Sa Eun no nos pueda escuchar. En este momento lo estoy salvando a él, aunque sea por el amor que le tengo, hay algo mas importante entre nosotros, la amistad -. ¿Y tu celular?
- Se lo preste a Sa Eun. - se le hace extraña su pregunta -. uno de sus familiares no ha llegado y esta algo preocupada, mas porque se ha olvidado el celular en casa con las prisas.
- Entonces no entiendo porque tengo una llamada tuya en mi celular.

Cuando se lo muestro, Sungmin mira extrañado el aparato, cerciorándose que en realidad es su nombre y numero los que aparecen parpadeando y en una llamada en proceso. Le acerco mi celular, el cual toma y en silencio lo coloca en su oído. Creo que Sa Eun continua hablando porque su cara en seguida ha cambiado.

Sungmin se levanta de su asiento, mira para todos lados pero no la encuentra, puedo ver en sus ojos la desesperación de sentirse engañado. Y entonces voltea hacia a mi con sus ojos interrogantes, le señalo hacia donde me ha dicho que se encuentra y no tarda en ir a su alcance.

Lo sigo, no pienso dejarlo solo, sin embargo no lo sigo de cerca dándole espacio. Cuando llegamos a donde Sa Eun, esta de espaldas con el celular aun en su oído, pero Sungmin ya no la esta escuchando. Sa Eun se da cuenta que la llamada se ha cortado, pelea un poco con el aparato y se da por vencida antes de dar la vuelta hacia donde estamos.

Sa Eun al mirar a Sungmin se sorprende, pero recompone una sonrisa y trata de acercarse a él. Sin embargo cuando se da cuenta que yo estoy un poco más allá observando todo, el nerviosismo y la incertidumbre comienza a invadirle. No esta segura de lo que he hecho, pero sabe que hice algo, sino Sungmin no estaría ahí.

Ella trata de convencerle, por lo poco puedo escuchar, al parecer esta tratando de echarme a mi la culpa de haberle pedido venir a este lugar. Sungmin no le cree, lo mejor viene cuando le muestra mi celular, la llamada de su celular. Soy testigo del momento exacto en el que se le cae su teatro.

Sa Eun llora, pero lo peor de todo es que Sungmin también llora, fue herido por una mala mujer. Y no se lo que se lamente más, el haber sido engañado o haber perdido su tiempo.

Tú me haces más fuerte
No sueltes mis manos ahora
Estoy aquí solo por ti.

Me apresuro a ir por Sungmin antes que la gente se de cuenta. Lo voy a sacar de aquí con su orgullo intacto, al menos delante de todas esas personas, que no sepan lo que ha pasado aquí, que sea Sa Eun la que tenga que explicar. Será su vergüenza.

Sus manos a los costados en puño, consiente de que no puede pegarle, Sungmin se contiene. Se quita el anillo para tirarlo a los pies de Sa Eun.

- Sungmin, vámonos. - le tiendo la mano esperando a que la tome. A mi llegada ella se va derrotada.
- Kyunnie... yo... - niego con la cabeza a lo que intenta decirme.
- No tienes nada que decir. Si me hice fuerte fue solo por ti, toma mi mano ahora y salgamos, si vine y estoy aquí es solo por ti. Ella no vale la pena.
- Ahora lo se, pero tú, lo siento si dijo algo que pudiera incomodarte.
- No fue así, nunca le he hecho caso e insistir fue su error, aunque gracias a eso... - termino por tomar su mano -. Vámonos.

Sungmin se aferra a mi mano, logramos salir del lugar, nadie pareció darse cuenta de nuestra huida tan entretenidos como estaban con la noticia que estaba dando la ex novia. Solo un par de ojos se percató, pero nos ayudo a burlar a algunos y no paramos hasta que estuvimos lo suficientemente lejos.

Llegamos al edificio, pasando de largo nuestro departamento hasta la azotea, donde la noche nos oculta y las estrellas nos dan intimidad. De pie los dos en la enorme azotea, Sungmin con sus brazos cruzados sobre su pecho y yo con ambas manos en los bolsillos, en silencio. Esperando que alguno comience con las explicaciones.

Sungmin es el primero.

- Lo siento por lo de la otra noche, en realidad deseaba estar contigo Kyunnie, la promesa que tenia con ella, me sentí mal de solo usarte. - y ahí esta de nuevo, nunca fue por ella, siempre ha sido por mi.
- Que bueno que me expliques eso, tenia una idea medio rara de lo sucedido. - le digo. Sungmin capta la idea porque en seguida viene abrazarse de mi cintura.
- Nunca vuelvas a tener esas ideas raras. Siempre has sido tan importante para mi, que nunca una noche seria suficiente.
- ¿Sigues confundido? - le pregunto, esa palabra siempre me causa temor. Niega con la cabeza.
- Ya no. Siempre que me he sentido cansado has estado ahí Kyunnie, formas parte de mi vida y mi corazón.
- Entonces, estabas llorando por ¿Sa Eun? - Vuelve a negar con la cabeza.
- Por el tiempo que perdí a su lado, alejado de ti. Voy a sonreír de nuevo, siempre y cuando sea contigo. - sus palabras me llenan de alivio.
- ¿La amas? - ya no temo su respuesta.
- Me engañe a mi mismo, el deber de hacer lo correcto. ¿Estamos haciendo lo correcto ahora Kyunnie? - se que lo pregunta por todo lo que ha dejado atrás. Su compromiso con ella, la lucha que tuvo con su familia por aceptarla, el que dirán. El mundo sabia sobre su noviazgo. ¿Qué pasará con nosotros? Nunca lo sabremos hasta que logremos vivirlo, por eso no debemos preocuparnos.
- Es correcto porque es amor. Min, ¿Me amas?
- Nunca he dejado de amarte Kyunnie. - sus manos me aprietan más, sus ojos buscando en los míos -. Te he amado desde el primer momento te lo dije y creo que nunca podre dejar de amarte. Mis ojos trataron de mirar hacia otra persona, sin embargo nunca dejaron de observarte.
- Yo también te amo Min, nunca te dejare ir de nuevo, ya no quiero ser mas ese chico maduro. Seré malcriado y egoísta, te retendré conmigo para siempre. - Sungmin recarga su mejilla en mi pecho.
- Quédate conmigo Kyunnie, quédate conmigo. No me dejes.

Se ha detenido el mal sueño en el que ambos vivíamos. El mío es ese donde lo veía feliz con alguien que no era yo, pues yo mismo lo había alejado. Y Sungmin, ese en el que su corazón confundido intentaba amar a otra con la misma intensidad, mintiéndose, pues sabia muy bien que nunca iba poder dejar de amarme.

Siempre que este feliz
Voy a pensar primero en ti
Quédate conmigo, quédate conmigo
No me dejes
No te vayas.

Fin.

Comentarios

  1. Ojalá eso pase mañana, que sungmin se arrepienta y no se case ...se vale soñar. Si el conejito es feliz, adelante ...pero nadie se ve feliz solo la novia ... Yo prefiero tu historia a la realidad ..una historia agridulce pero bella al final, gracias por compartirla

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  2. Utopía: Representación de un mundo ideal o irónico, que se presenta como uno alternativo al realmente existente haciendo crítica de éste.
    Y sí. Porque soy muy KyuMin Shipper, es mi segunda couple favorita y este final se me ha hecho tan perfecto a todo lo que está pasando. Pero ya pasó la fiesta de compromiso, así que no la han desenmascarado. KyuMin. KyuMin. Always KyuMin.
    Gracias Lunis!

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  3. El amor no es complicado,complicado lo hacemos nosotros......kyu lo tenia y lo dejo ir,ahora tuvo su infierno personal y tuvo que lidiar con las consecuencias.
    Sungmin intentaba hacer lo correcto,a veces lo "correcto" no es lo mejor...a veces un sí puede significar un no y viceversa........todo lo hacemos complicado.
    Lo mejor,es darse cuenta de todo a tiempo y no esperar a que el mismo tiempo nos demuestre que nos equivocamos,que lo sabiamos y que no decidimos analizarlo antes
    es lindo cuando las oportunidades se dan,el corazon duele por un momento,pero despues se reconforta,con la persona correcta.

    Un bello 137 vecina,muy lindo.......deseando que no sea el último
    Muchas gracias.......♥

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  4. que bueo que al final kyu desenmascar a la tipa esta..y asi min se dio cuenta que esta cometiendo un error al intertar "hacer lo correcto"..lo genial es que ahora no se dejaran y que seran egoistas con su amor..
    uy bonita historia si tan solo esto pasara en realidad seria feliz..kk

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