Heechul POV
- ¡No! No voy a casarme con ese. – estaba gritando, lo cual era raro porque estaba gritándole a mis padres, los mismos que en mi vida me lo han dado todo. Pero que salieran con esto me superaba.
- ¿Es tu última palabra? - mi padre se paseaba por la sala con total serenidad, como si estuviera tratando uno de sus importantes negocios y eso no me gusto.
- ¡Sí!
- ¿Qué no te gusta ni un poco Choi Siwon? – mamá intervino -. Si he escuchado decir a tus amistades que es un hombre muy guapo.
- ¿Qué es guapo? Sí que lo es, no estoy ciego. Que me guste es otra cosa. – me levanto del sillón para no dejar que vieran la verdad en mi rostro.
Estaba mintiendo, de verdad me gustaba, Choi Siwon era un hombre que cualquier joven desearía tener a su lado. Pero algo en él no terminaba por agradarme. Tan culto, distinguido, esa fría amabilidad que manejaba a la perfección, su inteligencia. Podría seguir enumerando sus cualidades, sobre todo las físicas, tan guapo.
A menudo escuchaba en nuestras reuniones que haríamos la pareja perfecta. Que solo Choi Siwon igualaba en apariencia a la mía. Sin embargo algo dentro de mí se revelaba al estar cerca de él, que me provocaba antipatía su persona, esa sensación de que si se él quisiera podría dominar mi espíritu completamente. Su mirada me lo dice cuando se posa en mí, por eso a mi alma libre y voluntariosa no le agrada.
- He dado mi palabra. – palidecí a las palabras de mi padre.
- ¿Me vas a obligar? - estaba consternado.
- No me dejas alternativa. Además, tú matrimonio con él aseguraría tú futuro, seguirías llevando la vida que has tenido hasta ahora.
- Pero tenemos dinero de sobra, ¡Él es quien se beneficiaría con este matrimonio! O es que hay algo que no me estás diciendo.
Cuando vi a mi padre negar lentamente con su cabeza sin mirarme a los ojos, supe que había algo más de fondo, una verdad que seguramente me obligaría aceptar esta locura. Un matrimonio forzado que me llevaría irremediablemente hacia los brazos de la última persona con la que habría querido estar.
No soy un joven romántico, tampoco esperaba casarme enamorado. Soñando prácticamente, esperaba que mi matrimonio fuera con alguien que me gustara mucho, que me agradara y le fuera indiferente mi carácter, hasta un poco consentidor con mis actos. Cosa que seguramente no sucedería con Choi Siwon. Mi carácter se veía amenazado por el suyo.
- ¿Es tu última palabra? - mi padre se paseaba por la sala con total serenidad, como si estuviera tratando uno de sus importantes negocios y eso no me gusto.
- ¡Sí!
- ¿Qué no te gusta ni un poco Choi Siwon? – mamá intervino -. Si he escuchado decir a tus amistades que es un hombre muy guapo.
- ¿Qué es guapo? Sí que lo es, no estoy ciego. Que me guste es otra cosa. – me levanto del sillón para no dejar que vieran la verdad en mi rostro.
Estaba mintiendo, de verdad me gustaba, Choi Siwon era un hombre que cualquier joven desearía tener a su lado. Pero algo en él no terminaba por agradarme. Tan culto, distinguido, esa fría amabilidad que manejaba a la perfección, su inteligencia. Podría seguir enumerando sus cualidades, sobre todo las físicas, tan guapo.
A menudo escuchaba en nuestras reuniones que haríamos la pareja perfecta. Que solo Choi Siwon igualaba en apariencia a la mía. Sin embargo algo dentro de mí se revelaba al estar cerca de él, que me provocaba antipatía su persona, esa sensación de que si se él quisiera podría dominar mi espíritu completamente. Su mirada me lo dice cuando se posa en mí, por eso a mi alma libre y voluntariosa no le agrada.
- He dado mi palabra. – palidecí a las palabras de mi padre.
- ¿Me vas a obligar? - estaba consternado.
- No me dejas alternativa. Además, tú matrimonio con él aseguraría tú futuro, seguirías llevando la vida que has tenido hasta ahora.
- Pero tenemos dinero de sobra, ¡Él es quien se beneficiaría con este matrimonio! O es que hay algo que no me estás diciendo.
Cuando vi a mi padre negar lentamente con su cabeza sin mirarme a los ojos, supe que había algo más de fondo, una verdad que seguramente me obligaría aceptar esta locura. Un matrimonio forzado que me llevaría irremediablemente hacia los brazos de la última persona con la que habría querido estar.
No soy un joven romántico, tampoco esperaba casarme enamorado. Soñando prácticamente, esperaba que mi matrimonio fuera con alguien que me gustara mucho, que me agradara y le fuera indiferente mi carácter, hasta un poco consentidor con mis actos. Cosa que seguramente no sucedería con Choi Siwon. Mi carácter se veía amenazado por el suyo.
Continuara...
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