Mañana Que Más Da… Capítulo 5 Final

Preguntan cómo así
Es que puedo sonreír
Si te fuiste y me
Heriste tan profundo…

Aunque en ese momento su orgullo estaba herido, Heechul no podía negar que todo lo que hiciera Siwon por obligación con sus padres, le dañaba en menor medida cada vez. Podía imaginar a Siwon teniendo citas con todas esas chicas de padres millonarios, todo disgustado e incómodo. Alguna de esas chicas su madre perfectamente aceptaría, mismas que Siwon no elegiría.

Casi podía sentir la fría caballerosidad del menor al tratar a las chicas. Tan encantador como él cuando ponía a alguien en su lugar sin perder la clase.

Pobres.

Otra verdad es que ama a Siwon, por eso mentiría si dijera que no sentía celos, los celos siempre vienen implícitos dentro del amor. Quien no ha sentido celos es porque nunca se ha enamorado. Y Heechul claro que los sentía pero no por las razones equivocadas. Tanto él como Siwon desearían poder profesar su amor sin tener que ocultarse. Sería realmente maravilloso salir en citas sin temor de nada como lo hiciera Siwon con todas esas citas.

El tiempo al lado del menor es lo que Heechul celaba y no el motivo de esas salidas concertadas, mucho menos podría celar a esas chicas. Estaba seguro de tener el corazón del menor, tan seguro como estaba que lo amaba y porque amaba a Siwon no debía dejar que aquellos sentimientos fueran los últimos que tuviera presente Siwon de él y se contuvo.

Sin embargo Siwon no lo hizo.

- ¡Pero yo no soy ellos! – dijo alterado Siwon, tratando de quitarse de encima las manos de Heechul que trataba de calmarlo.
- Eso lo sé muy bien, Siwon, creo que es lo mejor. Déjame te… - La tranquilidad de Heechul comenzaba a molestar a Siwon, que no lo soportó más y estalló.

Discutieron, aunque fue más como un Heechul tratando de tranquilizar a Siwon mientras este externaba su molestia, que no hubo manera de razonar con él. Esto terminó exasperando al mayor.

- Pues si no vas a escucharme, ¡Lárgate de mi departamento! No tienes más nada que hacer aquí entonces. – sí, había llegado a su límite.
- Ya veo que no tengo nada que hacer aquí. – Siwon recogió su chaqueta y las llaves que en algún momento dejo caer rumbo al sofá, y salió dando un portazo.
- ¡Idiota! – grito Heechul al ver que se iba.

Cuando la puerta se cerró, Heechul dejo salir su frustración. Grito, maldijo, rompió algunas cosas que no le importaba mucho si las perdía, hasta que hubo sacado todo y su mente estuvo despejada. No pudo pasar por alto el hecho que deseaba haber ido tras Siwon desde el momento que la puerta se cerró.

- Soy un idiota… - dijo de repente -. Par de idiotas, si nos amamos, ¿Por qué hacemos esto en el último momento? Con tan poco tiempo que tenemos antes de que te vayas. – su corazón comenzó a sentirse pesado y ansioso, haber dejado ir a Siwon de esta forma, cuando pronto ya no lo podría tener más a su lado durante dos largos años.

Tan solo cerrar la puerta tras de sí, Siwon supo que no podía ir más lejos, por lo que se quedó a un lado de la puerta y se deslizo hacia el piso. Logro escuchar la furia del mayor. Escucho unas cosas romperse y quiso entrar para ver si no se había hecho daño, más fue consiente que Heechul necesitaba desahogarse a su manera tanto como lo estaba haciendo él.

Silenciosas lagrimas salían de sus ojos, Siwon lloraba pensando que ya era demasiado y no podía soportar más aquella situación, era su manera de desahogarse, pues llevaba tanto tiempo soportándolo, tratando de aparentar que lo podía sobrellevar ocultando que esta despedida temporal lo estaba matando de verdad.

Después de todo esto era su culpa. Siwon consiente de lo que no podía darle a Heechul, cuando este bien podía tomar el riesgo que él no podía darse. Declararle al mundo su amor por él. Era algo que Siwon no se podía permitir todavía. No es que no lo quisiera hacer, incluso llegaría el día en que lo hiciera sin importar que pasará. Lo único malo es que no sabía cuándo sucedería y tal vez esa inseguridad, la de un futuro juntos, es lo que los había llevado a esto.

Con los brazos sobre sus rodillas lloró. Siwon lloró hasta que dejo de escuchar esos sonidos dentro del departamento que lastimaban su corazón. Odiaba ser la causa de que Heechul estuviera de esa forma. ¡Vaya manera la suya de amar! Heechul merecía algo mejor que esto sin duda alguna.

Cuando todo se quedó en silencio, seco sus lágrimas y dejo caer la cabeza entre sus brazos, ocultando su rostro en espera de un milagro.

La puerta se abrió iluminando la figura sentada al pie de esta. Heechul al ver a Siwon ahí sentado con el rostro oculto, preocupado se agachó hasta quedar a su altura para comprobar que se encontraba bien, pues no es un secreto para nadie que Siwon suele exigirse demasiado algunas veces y caer enfermo o en debilidad, por todos esos viajes y cosas que tiene que hacer. Trabajo, trabajo, trabajo. Más en estas últimas fechas. Seguro que ni habría dormido bien.

- Siwon… No te fuiste… – las palabras salían entre cortadas de Heechul mientras una lagrima traviesa surcaba su rostro, lastimaba ver a Siwon de esa forma -. Pero, ¿te encuentras bien? – al no obtener respuesta, Heechul trato de incorporarlo levantándolo del suelo más Siwon no ponía de su parte y era pesado -. Siwon, por favor.
- Heechul, solo dime una cosa. – Siwon permanecía con el rostro oculto.
- ¿Qué quieres saber?
- ¿Por qué? – una pequeña pregunta que lo abarcaba todo.

¿Por qué no estamos amándonos en lugar de eso? ¿Por qué llegar hasta estos momentos? ¿Por qué debe ser todo más difícil para nosotros? ¿Por qué seguían amándose?

Eran demasiados “Por qué” en su cabeza y no todas esas preguntas tenían una buena respuesta, al menos no una que quisieran decir. La esperanza de su amor se basaba en ignorar esa realidad para crear su propio mundo. Uno en el que eran felices con lo que tenían y podían liberarse de todo.

- No, lo sé. – Heechul entrecerró los ojos, nunca esa realidad los había alcanzado como ahora, pues ya no eran unos jovencitos y se esperaba muchas cosas de ellos -. Tal vez porque somos un par de idiotas. – Eso hizo reír a ambos.
- Hace mucho que lo somos, ¿cierto?
- Entremos Siwon, por favor. – el tono de súplica de Heechul, hizo que Siwon se levantara del suelo apoyándose de la pared, para que su peso no afectara al mayor.

Aun así, Heechul lo ayudo rodeando su cintura con su brazo, haciéndolo caminar hacia adentro del departamento. Afortunadamente nadie había pasado por el pasillo en ese momento que pudiera haberlos visto.

- Te amo Heechul. – era obvio que Siwon no estaba borracho, pero quizás el cansancio estaba actuando en su contra y sobre todo, la carga emocional -. No me cansare de decirlo. Te amo, te amo…
- Shhhh, baja la voz, alguien puede escucharte. –Heechul ya estaba llevándolo dentro.
- Dilo. - Siwon miró a Heechul con los ojos entrecerrados esperando su respuesta.

Heechul estaba siendo testigo de cómo Siwon actuaba en ese momento como un niño caprichoso. Uno que por su cuna y nombre pudo haberlo sido, pero esa actitud no entraba en el temperamento ni personalidad del menor. Solo estaba siendo cabezota para obtener lo que quería de él y también muy tierno, al menos a Heechul eso le parecía su manera infantil de comportarse en ese momento.

Al menos ya se encontraban dentro del departamento y en la protección de esas cuatro paredes, podía responder ya a esa declaración de amor por parte del menor.

- Te amo también, Siwon. – esta vez no se detuvieron en el sofá, sino que se dirigieron hasta la recamara.
- ¿Hace cuando que lo haces? – Siwon continuaba con lo mismo, deseaba sentirse aceptado por el mayor y escuchar sobre cómo había nacido ese amor, tan inseguro. Nunca lo había sido, sin embargo por Heechul, el mayor era su única debilidad.
- ¿Cuándo el cariño se convirtió en amor? No lo sé Siwon. De lo único que estoy seguro, es que todo lo que hemos compartido ha fortalecido este amor, el tiempo que pasamos juntos. Todos esos momentos han causado esto, en las buenas y en las malas, que ya no sé cómo vivir sin ti. – para ese momento, Siwon ya tenía abrazado al mayor con sus frentes juntas, escuchando lo que su corazón decía.
- Te amo desde el primer beso. – susurro Siwon sobre su boca -. No quiero seguir como hasta ahora. – y tan mal como sonaba, Heechul sabía lo que significaba y los riesgos que implicaba aquella declaración por parte del menor.
- No… no sigas con eso y mejor hazme tuyo… - Heechul llevo su boca hasta la oreja de Siwon, la cual mordió y chupo como le gustaba, haciendo gelatina los pensamientos de este -. Una, dos, cinco veces, hasta que no pueda caminar.

Tomando sus manos, Siwon lo separo de si y lo miro, contemplando sus ojos enrojecidos seguro que amanecerían hinchados, clara muestra que el mayor estaba sufriendo tanto como él. Pues sus ojos seguramente estaban en las mismas condiciones.

Esta vez no hubo ropa desgarrada, tampoco se desvistieron el uno al otro, pues aunque sus ojos no dejaban de contemplarse, cada uno se desvistió al lado contrario de la cama, como lo habían hecho la primera vez. Casi podían sentir el temor de esa vez también, solo que ahora por diferentes razones.

Era nostálgico el momento y lleno de amor, pues en sus miradas se notaba la necesidad del uno al otro. Ambos hombres, la vida los había hecho de esa forma, pero el amor, ese no distinguía sexos y a ellos les toco amarse con estos cuerpos. Mismos que adoraban, cada sensación que se causaban, sus manos, sus labios, cada extremidad de su cuerpo incluyendo sus penes, no lo cambiaban por nada.

Habían aprendido amarse de esa forma, no muy diferente a la normal. Después de todo, ¿Qué era normal? Si era el corazón el que dictaba a quien amar. Ellos ya no les espantaba saberse hombres y enamorados el uno al otro, sobre todo Siwon, quien en las primeras veces pensaba estar condenándose, y ahora estaba seguro que no hacía daño a nadie amar a Heechul como lo hacía.

El amor lo hacía fuerte… Quería creer en eso, pero dejarlo le hacía un blandengue.

Si supieran cuanto ame
Que después de lo que fue
Mañana podre irme de este mundo.

Heechul no quiso ser preparado en esta ocasión, deseaba sentirlo más que nunca, como se abría paso en su interior forzando su entrada. Confiaba en Siwon, en lo cuidadoso que sería y eso le bastaba.

Siwon lo ayudo a recostarse sobre la cama, después se recostó sobre el abriendo sus piernas para darse lugar y después sin dejar de mirarse a los ojos, tomo su pene con la mano y lo dirigió hacia la entrada de Heechul.

La punta fue lo que entro primero causando que un gemido de dolor saliera de los labios del mayor. Heechul era muy consciente de la quemadura de no estar preparado y como su entrada era estirada, sus sentidos al máximo avivados por el dolor. Consciente de esto, Siwon comenzó a besarlo para distraerlo del dolor mientras seguía conduciéndose en su interior lentamente, para no lastimarlo y terminar en el acto.

A Siwon también le estaba siendo difícil entrar en aquel estrecho canal sin preparación, pues el calor que rodeaba su pene era único, podía sentir como latía de pura necesidad. La comodidad de Heechul estaba primero, por eso Siwon se obligó a ir con calma, aunque lo único que deseaba era enterrarse en una hasta el fondo, logro contenerse hasta que centímetro a centímetro, estuvo en su interior.

Comenzó con pequeños movimientos para dilatarlo y no terminar ambos lastimados, la estreches de Heechul era casi dolorosa sin preparación. Siwon continuo llenándolo de besos mientras Heechul se aferraba a sus hombros sintiendo como era invadido y lo delicioso que era tenerlo de esta forma, sintiéndolo en todas sus paredes completamente lleno de él y había sido de esta forma desde la primera vez.

Heechul se acostumbró a tenerlo en su interior y su entrada estuvo lo suficientemente estirada, justo cuando comenzaba sentir que no podría contenerse más, sus caderas comenzaron a moverse y enredo sus piernas en las de Siwon con fuerza en busca de más.

- Siwon… muévete… más, más…

Los susurros de Heechul llegaron directamente hacia el pene de Siwon, que sin poder creerlo se puso más duro y con mayor ímpetu comenzó a penetrarlo. Pronto las embestidas de Siwon comenzaron a ser más rápidas y profundas, buscando ese punto mágico en el interior del mayor y su propia satisfacción.

Siwon continuo embistiendo una y otra vez sin contenerse, palabras de amor mezcladas con gemidos salían de ambas bocas, la entrega estaba siendo en muchos sentidos, cuerpo, alma y corazón, buscando sentirse parte del otro. Heechul sabía que Siwon era el único que podía hacerle sentir aquellas sensaciones, la única persona a la que podía amar con tal intensidad y que Siwon le pertenecía de la misma manera, al menos por un tiempo más.

Heechul busco alejar el vacío que su corazón sentía, se aferraría esta noche y las pocas que le restaban con Siwon. Las emociones y el ímpetu de la entrega, le hacían respirar con dificultad. El placer y el amor no eran sentimientos opuestos entre ellos dos, no entregándolo todo de la forma en que ellos lo hacían. Las manos de Heechul acariciaban la espalda de Siwon de arriba abajo hasta sentir sus poderosas nalgas atrayéndolo más a su cuerpo, quería sentir su peso, abrazándolo y cobijándolo.

Minutos después los sonidos de sus cuerpos chocando revueltos con gemidos, anunciaron sus orgasmos. Siwon fue el primero en terminar dentro de Heechul y este segundos después de sentir como era invadido por el calor de la esencia de Siwon, que lo hizo contener la respiración y dejar escapar un grito junto a su culminación.

Por su parte, Siwon pudo sentir como los músculos de su entrada se contraían alrededor de su pene, provocándole una oleada de placer que lo hizo continuar moviéndose con fuerza, hasta que Heechul extrajo hasta la última gota.

Agotado, Siwon dejo que su cuerpo descansara sobre el de Heechul, ya que este lo tenía abrazado con fuerza sin dejarlo moverse. Estuvieron unidos por unos minutos, Heechul incapaz de dejarlo ir y Siwon sin querer separarse del dulce calor del mayor.

Cuando ambos tuvieron controladas sus respiraciones, Siwon hizo por separarse pero Heechul se lo impidió, sus piernas aun enlazadas en las caderas del menor.

- Un poco más… - susurro Heechul.
- No sabes lo que estas pidiendo. – Siwon se empujó de nuevo en su interior haciéndole notar a Heechul que de nuevo estaba completamente duro.

Esa noche se entregaron muchas veces más. Con amor, con ímpetu, pero siempre mirándose a los ojos, pues los ojos no mienten cuando se trata de amar. Algunas veces era Siwon quien despertaba a Heechul y otras muchas, el mayor saltaba encima de Siwon.

La mañana les alcanzó y con ella la realidad, faltaban tres días para su entrada al servicio militar y muchas cosas de las cuales hablar. En el día ambos hicieron sus respectivas actividades por separado, ya que el grupo no tenía más actividades desde la partida del EunHae.

Siwon atendió algunas citas con revistas para algunas fotos y también con su estilista, pues necesitaba cortarse el cabello para realizar su servicio. Mientras tanto Heechul trataba de hacerse espacio en su agenda para los dos días siguientes, mismos en los que pensaba estar todo lo posible con el menor fuera de cámaras.

Para en la noche, ambos se encontraron de nuevo en el departamento de Heechul, ya que por su pronta partida al servicio militar, los alrededores del departamento de Siwon se encontraban lleno de reporteros. Ambos sentados en medio de la gran cama, Siwon viendo fijamente la pequeña lámpara de Olaf frente a él envuelto en los brazos de Heechul y este recargado en las almohadas acomodadas en la pared, acariciando con sus manos el pecho del menor.

No decían nada, pero ambos sabían que había algunas cosas por decir todavía.

- Heechul…
- Siwon, sobre nosotros... – interrumpió el mayor -. No tienes por qué sentirte mal sobre esas citas. Yo… yo lo entiendo. – Heechul lo decía por los señores Choi, incluso él estaba acostumbrado a que sus padres lo obligaran hacer cosas que no deseaba de vez en cuando.
- Pero yo me siento culpable cada vez que lo hago. Estoy contigo Heechul. Te amo y aunque por el momento es todo lo que puedo darte, sé que no es suficiente.
- ¿Y que se supone que podemos hacer? No podemos hacerlo de otra manera. Siwon, no puedes ponerte mal cada que pase alguna cosa así, como no puedes reclamarme el que no vaya a despedirte. Si ese es el caso, lo mejor sería que todo terminara aquí para que no te sientas culpable al hacer nada frente a las peticiones de los demás. – Y Siwon sabía muy bien a lo que Heechul se refería, la culpa lo consumía siempre en aquellas situaciones y era muy duro para él. Aunque más duro eran las palabras del mayor en ese momento.
- ¿Ya no me quieres? – Siwon que estaba frente a Heechul, pregunto con el alma en un hilo, pensando en que pudiera acabar con lo que sentían de esta forma -. ¿Es por qué no puedo defender lo nuestro? ¿Por qué me voy? Tú también te fuiste y no termine contigo por ello.
- No es eso. Siwon yo te amo. – con ambas manos, Heechul tomo su rostro -. Y es por eso que lo hago, te libero del compromiso y no de este amor. – Siwon no entendió muy bien -. ¿Qué ya no te quiero? Te amo y porque te amo es que no puedo ir a despedirte ese día que entres a tu servicio militar. ¡No podría dejarte ir! No sin antes besarte y llorar ahí mismo, ¿recuerdas cómo me puse en el SS? – Siwon asintió -. Esto sería peor. Contigo no puedo hacerme el duro o contenerme, porque sé que con tan solo verte sabré que estarías sufriendo lo mismo que yo.
- Yo lo sé pero… - Heechul no lo dejo seguir pues le dio un corto beso.
- Dices que no has podido defender lo nuestro, pero al menos tus padres ya lo saben. Que no lo acepten es su asunto no el tuyo. Y saber que tienes muy presente mi lugar en tu corazón me hace más feliz de lo que crees. Y si te vas, quiero que lo hagas libre, sin sentirte atado a nada ni lleno de culpas.
- ¿Cómo? – Siwon estaba desolado, no pensó que las cosas acabaran así.
- Te propongo un trato. – Heechul se dejó caer en el pecho de Siwon, le costaba decir lo siguiente y por eso necesitaba ocultar su rostro, pues era muy duro para él pero tenía que hacerlo. Por el bien de Siwon -. Tú has lo que tengas que hacer. Con la nación y tú familia, si en algún momento me llegas a olvidar, sé que me lo dirás pero, si en todo ese tiempo tú quieres verme, yo estaré dispuesto.
- ¿Y si tú no quieres o yo no puedo?
- ¿Me amas, estas seguro que me vas amar todo este tiempo, Siwon? – el menor asintió -. Entonces cuando esos dos años terminen, si aún me amas, no te la vas acabar. Te voy a cobrar cada día de ausencia de estos dos años.
- ¿Es una promesa? – pregunto sonriente Siwon abrazando al mayor.
- ¿Confías en mí?
- No, no lo hago. – y Heechul quiso zafarse del abrazo para golpearlo -. Y es por eso que no quiero que te pegues mucho con tus amigos. Que estos dos años sea trabajo y más trabajo.
- ¿Y mis amigas? – preguntó coqueto Heechul.
- Que no sean tan bonitas.
- Eso puedo hacerlo, nadie es más hermosa que yo. – afirmo muy seguro de sí Heechul.
- En eso tienes razón. – dijo Siwon dejándose caer sobre él -. Te voy a extrañar y sé que te voy amar hasta que vuelva. Prométeme que esto solo será una prueba.
- Lo prometo Siwon. Si la superamos, nada nos detendrá a tu regreso.
- Puedo vivir con eso.
- No pienses más y bésame. – pidió Heechul enredando sus brazos alrededor del cuello de Siwon -. Bésame ahora, ámame hoy, tómame en este momento, después de todo… Mañana qué más da.

No sé si vuelva a verte
Mañana una vez más
Pero hoy soy tan feliz
Que ya no me importa más…

Fin