Ayer… Oneshot

Título del Oneshot: "Ayer"
Autor(a): Lunis HeeChan
Pareja: Kyuhyun, Sungmin
Tipo: Yaoi, POV
Género: Angst, Broke Paring
Clasificación: PG
Advertencias: Se trata de un “Broke Paring” así que no esperen leer al KyuMin juntos.
Comentario de la autora:
Este shot fue hecho gracias a la vecina SuJudith Elf que me pasó una canción de los ángeles negros ”Ayer preguntaron por ti” hace dos años kekekekeke Sé que me tardé, dos años, pero aquí está la idea y los sentimientos que vinieron al escuchar la canción que me recomendó. Se que no es muy bonito o dulce, y de verdad espero que no la haga llorar. Gracias. Porque incluso fue como un desahogo para mí.

Disfruten…

Es la segunda copa en mi mano, la segunda que bebo y aun siento como quema cuando pasa por mi garganta. La primera copa de vino ni la sentí ni la conté, la necesitaba para reaccionar. Fue después de beberla que sin pensar, había llegado a este lugar, sentado solo en la barra y después pidiendo una más. Solo así soy consciente de lo que aún puedes causar en mí.

¿Cómo es que siempre termino bebiendo solo en un bar, cuando me preguntan por ti?

Ayer preguntaron por ti,
¿Qué paso? ¿Cómo es que todo termino?

Es extraño, pues todos nuestros amigos, sino lo supieron por nuestras bocas, otros seguramente se enteraron de las noticias. Así que supongo que los que aún me preguntan por ti, es porque no supieron lo que hubo entre nosotros dos y aunque es mejor que no lo sepan. Eso me lleva a mentir al responder por ti, algo que a sus ojos no puede suceder en mí, que tú eres feliz en donde quiera que estés.

Aun no puedo creer que suceda.

¿Cómo fue que tu amor cambio de la noche a la mañana? ¿Qué ella haya estado en tu corazón mucho antes que yo me enterará? ¡Qué estúpido! A veces todavía me lo pregunto y me reprocho a mí mismo. Ya que aún no sé qué pasó. Todo fue tan rápido que ni siquiera me di cuenta del momento exacto en el que te perdí, ¿Cómo es que todo terminó? ¿Cuándo dejaste de amarme?

La tercera copa de vino pasa lentamente por mi garganta. Esta vez quiero disfrutar su sabor, tan nítido, tan bueno. Sin pensar he pedido el que te gusta, porque es el que bebíamos juntos y también comenzó a gustarme. Estando en mis cinco sentidos lo evito, por tantas cosas que trae a mi mente, que a pesar de ser de mis favoritos, lo reniego y paso de él.

¿Hasta cuándo dejaras de afectarme, incluso al beber una simple copa de vino?

Ayer preguntaron ¿por qué
el amor se alejó de los dos?

Nos amábamos tanto. Creo que tú lo hiciste antes de que yo me diera cuenta de mis sentimientos por ti. Cuando me tomaste a tu cuidado y compartiste espacio cuando yo no lo tenía al unirme tarde al grupo, pero no. En esos momentos tu gran corazón solo de compadeció de mí. A decir verdad, fui yo el que primero cayó enamorado de ti y por esta razón, fui el que más amo de los dos.

Quizás por eso no debería preguntarme ¿por qué el amor de alejo de los dos? Cuando me preguntan por ti. Es claro que el amor no es para mí, pues el amor se ha quedado en ti con esa otra persona que eligió tu corazón. El amor es tan raro, tan único, tan grandioso y doloroso a la vez, que solo una persona puede experimentarlo, vivirlo y quedar marcado por el para siempre. Y pienso que, yo ya lo he hecho contigo y quizás, tú todavía no lo habías sentido hasta que lo hiciste, te enamoraste. Mucho más fuerte ahora.

Algo frio en tu exterior, sin embargo yo logre ver tu corazón, ese interior que tímido dejaste salir y fuiste feliz a mi lado. A mi manera te hice florecer, eras otro y yo, disfrutaba estando a tú lado. Se nos podían ver felices. Tú no lo podías ocultar, yo tampoco pude hacerlo.

Ahora es más fácil dejar pasar el vino por mi garganta. Es la cuarta y presiento que en lugar de olvidarte, te recuerdo más claramente en estas circunstancias. El vino me da calor, me abochorna. Pronto la corbata es desanudada de mi cuello, la cual dejo encima de la barra. Había una forma que me quitaba el calor después de toda una botella de vino a tú lado.

¡Rayos! ¿Cómo es que me pongo duro, pensando eso en estos momentos?

Ayer preguntaron ¿por qué
tantos sueños dejamos partir?

¿Has sufrido demasiado ya? Un inicio bastante difícil para tú nuevo amor.

¡Qué más da que sufras! ¡Que te releguen y te hagan a un lado por lo que hiciste! Lo hiciste conmigo, ¿no?

Y por más que lo intento, no puedo. Por eso es que estoy aquí. Porque cuanto más pienso que te he superado surgen cosas como esta que me demuestran que aun sigues en mi corazón y dejo de odiarte para comenzar a extrañarte. Retorcerme en mi dolor ya no sucede como antes. El dolor ha disminuido sin embargo sigue ahí, tú lo sigues causando y no hay manera que lo haga cuando no estoy en ello.

Mi trabajo, mi vida diaria me distrae de pensarte, al punto de que dejo de pensarte y el que estés lejos me hace tanto bien haciendo esto. Si pongo mi mente en ello, logro ser feliz, un poco disfrutando todo lo que tengo.

Hablando del corazón... no he podido amar a nadie a parte de ti. ¿Cómo puedo hacerlo si contigo deje partir mis sueños? Teníamos tantos, hicimos planes, confié en ellos cuando creí que me amabas. Tal vez yo siempre fui el más entusiasmado de los dos, me deje llevar por esos sueños, me deje envolver con ilusiones. La caída fue casi mortal.

¡Ah! Sin embargo aquí estoy, bebiendo en este bar con la botella a mi lado. He perdido la cuenta, pero por el dolor que siento, tal vez he bebido suficiente.

“Kyu, has bebido suficiente ¡ya! Vayamos a dormir”

Y lo que más extraño de ti y después de beber, tus manos enredadas en mi cintura, insistiendo en que vayamos a dormir. Tu cuerpo presionando al mío, esas manitas tuyas que me hacían sentir seguro y querido. Nuestros cuerpos entrelazados, moviéndose a un solo ritmo mientras alcanzábamos nuestros orgasmos, cuando éramos uno mismo.

Yo sé que eso no lo pudiste fingir. Tú entrega, esos suspiros y gemidos de tú boca. Como cerrabas los ojos cuando decías mi nombre, y el cómo tus uñas buscaban marcarme. Tú cuerpo entregado en mis brazos… mi cuerpo entre tus piernas. ¡No lo fingías! Sé que no. Yo lo sé.

Algunas veces me permito engañarme. En el fondo siento que quizás no todo fue un engaño lo sucedido entre nosotros. Y que si yo te busque primero y con eso te di el derecho de hacer de mi lo que quisieras.

Entonces, ¿De qué me puedo quejar?

Ayer preguntaron por ti,
de nuestro amor, de nuestros sueños, ¿qué paso?

Es más de media noche. He estado aquí más de tres horas. ¿Alguien sabrá que estoy aquí? Debería dejar de beber, pero no puedo, ya estando en esto recuerdo cómo es que la botella siempre terminaba vacía entre los dos. También recuerdo que no me atontaba tanto, aunque también éramos dos los que compartíamos de ella y ahora estoy haciéndolo solo. Deberías estar aquí, después de todo eres el responsable. Siempre lo fuiste de mí.

¿Debería llamarte? Después de todo, ayer preguntaron por ti y sentí mi mundo removerse. Tú culpa, que nuestros sueños no fueran uno mismo, que nuestro amor quedara solo como “mi amor”. ¡Y es tan duro! ¿Qué puedo hacer con esto? Deberías hacer algo. Si yo me hago cargo, mi único sueño hasta ahora es triunfar.

El numero en discado rápido me tienta. No puedo mandarte mensaje porque los símbolos del celular ya se revuelven en mi cabeza y no ayudan las lágrimas acumuladas en mis ojos. Mira que ya no están contenidas, pues al ver como el celular llama, estas lágrimas ruedan libres por mis mejillas.

La llamada sigue, mi celular intentando contactarte. Tomo la oportunidad para dejar vacía mi copa del buen vino. Una vez, dos veces, seis veces más y la llamada se corta. No has contestado. Dejo la copa en la barra y con las mangas de mi saco, limpio mis húmedas mejillas.

Las veces que te llame, tal vez no responderás y no sé cuántas veces lo haga esta noche. Porque lo volveré hacer. Tan solo ver tu nombre mientras está llamando es suficiente consuelo para mí. Sorbo mi nariz. No hay manera que la limpie con mi saco, aún me queda un poco de dignidad.

Vuelvo a marcar. Para mi sorpresa, esta vez la llamada es respondida…

- ¿Hyung?...
- ¿Qué pasó? –yo también me pregunto eso ¿Qué pasó?
- Ayer preguntaron por ti…

Yo les tuve que decir
Que ya todo termino.
El amor se nos murió
Todo en sueños se quedó.

- Y les tuve que decir, que tú estabas tan bien como yo. Que eras feliz a pesar que ya todo término entre nosotros. El amor se nos murió, quizás nunca nos amamos y que esos ojos soñadores, esas miradas que casi saltaban corazones, fue todo un error. Todo en sueños se quedó, porque eso fue, un dulce sueño entre los dos.

Solo así puedo explicarlo, que me haya despertado a esta vacía realidad. Una que me hace terminar aquí cada que me preguntan por ti. Y me hundo en mi miseria mientras tú te muestras feliz y no te mueven sentimientos por mí.

¿Tengo que vivir con eso?

Me programo todos los días para hacerlo, hasta que un día deje de pensar en ti y sé que ese día volveré a amar. No tan intenso como te amé a ti, mi primer amor, mi primer dolor. Pero lo haré, por al irte dijiste algo muy cierto, los humanos se hicieron para estar de dos en dos, porque uno solo es una mitad. Mi mitad eras tú. Me conformo con que en mi vida se cruce la cuarta parte de ti que me haga vivir otra vez.

Sé que no es muy reciente, no debería sufrir ya, más mi corazón todavía lo siento así. El problema es que ame demasiado. Quizás fui el único que amo de los dos y mantuve esta fantasía.

A estas alturas no me importa llorar sobre uno de mis brazos en la barra mientras mi mano libre sostiene la última copa que me han servido. ¿Qué más da que me vean de esta forma? Pensarán que fue un mal amor, una mala chica que me decepcionó. Y yo les diré, que esa mala chica se llevó todo mi amor, mi mundo y todo en sueños se quedó.

De pronto, unas manos rodean mi estómago desde mi espalda, hacen que me separe de la barra. Me sorprende lo familiar de la situación. Cubro sus manos con las mías como antes, aunque no sean tus manos, estas manos me sostienen, me alejan de aquel lugar y terminan llevándome a casa.

Una lagrima solté con dolor
Y mi cuerpo mudo y frio quedo.
Tanto tiempo nos dijimos adiós
Y aun me preguntan por ti.

¡Que tonto! Mis lágrimas vuelven a correr estando en el auto, se me olvidaba que este ya no es tú número y que en mi borrachera, había marcado otro.

- Kyuhyunie, - hyung me llama mientras intenta quitarme los zapatos para entrar al departamento-. Ponte cómodo y metete a la cama, si Jungsoo se entera que te he encontrado en este estado...
- No, no te preocupes hyung, estaré bien cuando amanezca.
- Bien.

De nuevo solo, pero ahora en mi cuarto. Me deshago del saco, los calcetines y me dirijo al baño haciendo traspiés. Casi me doy con la puerta al no poder abrirla. Esto hace que me ría con ganas por mi torpeza, si estuvieras aquí seguramente también te reirías de mí. Volteo hacía atrás, la recamara está vacía, ya no estas y me hago a la idea.

Intento mojar mi cara pero no funciona para detener las lágrimas que amenazan con salir, incluso la ducha se ve tentadora. Abro la regadera, el agua salpicando mis pantalones y pies, hace que me importe muy poco que aún tenga la ropa puesta.

Poco a poco el agua fría me devuelve a la realidad, esa en la que estoy sin ti y tu si estas con ella. Mi cuerpo temblando, poco a poco va resbalando hasta quedar sentado en el frio azulejo, mis pies ya no me sostenían, mis lágrimas ya no se pueden contener. Creo que llore todo lo que no había podido, todas las lágrimas que me había negado dejar salir y las cuales comprimían mi corazón.

Mi cuerpo temblando bajo el agua, tieso y frío quedo. No como mi corazón, pues todavía siente y ama, aunque no sea correspondido. Se estremece.

Hace tanto tiempo que nos dijimos adiós y aún me preguntan por ti, no sé cuándo dejará de doler. Me permito llorar una última lágrima con dolor, pues ayer te amé, fuimos felices, a tú manera me amaste aunque nunca lo dijiste. Ayer me dejaste y me olvidaste, sufrí, sufro, pero dejaré de sufrir. Volveré a mi vida, me concentraré en ser feliz y de nuevo, centrado y trabajando en ello, dejaré todo este dolor en el ayer.

Fin.