The space between us… RPG 34



Yesung POV

Han pasado algunos días desde que invadí la vida de Kyuhyun. Esa inesperada situación en la boda de mi primo Heechul desató todo. No es que hubiera buscado esa oportunidad, estando Kyuhyun tan vulnerable y miserable como se sentía… no lo habría hecho si él no me lo hubiera pedido.

Había días que Kyuhyun se perdía en el alcohol y su sufrimiento, difíciles momentos para él, más sabiendo que Siwon disfrutaba de su luna de miel. No es que justifique su forma de manejar las cosas con el alcohol, pero hasta cierto punto se entiende.

La mayoría del tiempo Kyuhyun ha vivió y crecido solo, su único apoyo sus amigos y ahora ni con ellos podía contar, no hasta que los perdonara. Y luego estaba Siwon, esa seguridad que le pudo dar durante el tiempo que fueron novios… quiero creer que solo fue la costumbre lo que los mantuvo juntos.

Unas veces está bien y otras tantas no.

Esta es la tercera vez que terminamos en la cama, tal y como Kyuhyun lo quería, lo había encontrado bebido. Ante su tristeza y necesidad de sentirse querido, no pude negarme. No cuando para él un “No” es muy doloroso.


Mis manos danzando libres por su cuerpo ardiente y anhelante de cariño, que en estos momentos ya se lo sabían de memoria. Mis labios degustando cada parte de su cuerpo, escucharlo gemir se ha vuelto la mejor melodía a mis oídos, sé que por el momento esto es solo simple sexo, sin embargo también es cierto que si no le gustara, Kyuhyun ya me hubiera echado de su cama.

Dejo de juguetear con sus pezones, aventurándome más abajo, su pene erecto espera por mi atención.

- Yesung… - gime mi nombre cuando lo tomo con mi boca y sus manos se entierran en mi cabello.

Dedicado a la tarea de degustarlo, trazo una vena a lo largo de su pene con mi lengua hasta la punta, donde lo tomo por completo y en un acelerado vaivén lo hago terminar en mi boca mientras mi propio miembro responde ante la visión de verlo montar su orgasmo, uno causado por mí y eso hace que me endurezca más.

- No puedo más… - y sin poderme contener me arrodillo entre sus piernas mientras elevo sus piernas para hundirme en su profundidad después de colocado el condón, Kyuhyun gime… Sé que está cerca…

La mañana llega y verlo desnudo recostado a mi lado en una bella visión, su espalda desnuda, la sabana cubriendo hasta sus caderas delineando su bien formado trasero, el mismo que tome anoche.

- Me acostumbraría a este despertar todos los días… - susurro intentando no despertarlo.

¿Cómo es que puedo estar deseando esto? Una relación monógama jamás había sido mi estilo, sin embargo por Kyuhyun… Bien dicen que cuando te llega el amor tú mundo se pone al revés y los pensamientos cuerdos ya no son válidos.

- Yesung… - lo escucho llamarme si voltear a verme.
- Mmmm… - intento sonar adormilado.
- ¡Deja de mirarme! Y dime, ¿Qué haces aquí todavía? –frunzo el ceño.
- ¿Ahora si quieres que me vaya?
- Yesung se razonable, esto no puede volver a pasar.
- ¿Te refieres a…? - ¿No quiere tener sexo conmigo de nuevo?
- ¡Dios! ¡Que todo tengo que explicarte! – se gira en la cama jalando la sabana hasta cubrir su pecho, solo para mirarme mientras habla -. Deja de mirarme con esa cara de susto. Solo quiero que te vayas a la otra habitación y para la próxima ocasión, te vayas antes de que amanezca, no quiero que el personal que trabaja aquí comience a murmurar.
- Pero si ellos ya nos han visto. – le digo algo confundido, mirando su cara sonrojada.

Por un lado creo que tiene razón, después de todo es un joven viviendo solo, que yo esté metido aquí puede ser algo malo para él por supuesto.

- Sí, ya lo sé. Pero si vas a quedarte a dormir aquí, es mejor que guardemos las apariencias, no quiero que tu estancia comience rumores. Un escándalo es lo que menos deseo ahora. –se gira de nuevo dándome la espalda. -. Confío en que ellos son discretos, más no debemos dar más motivos tampoco.
- Estas diciendo que… ¿quieres que viva contigo? – lo hago girarse de nuevo jalando de su hombro.
- ¿No estás haciendo eso ya?
- Sí, pero… - realmente no me quedo todo el tiempo, solo cuando Kyuhyun me necesita.
- Nada más tienes que mudarte al cuarto de huéspedes y comportarte como una visita temporal, ¿está bien?
- Está bien. – contesto feliz por este paso que ha dado Kyuhyun -. Pero hoy no hay nadie. –deslizo mis manos por debajo de la sabana sobre sus caderas y trasero-. Puedo mudarme más tarde. –le digo pegando mi cuerpo a su espalda.
- ¡Maldición!

Después de ese día todo ha ido mejor, supongo. Pues aunque Kyuhyun no ha dejado de beber del todo, al menos ya no se pierde. La mayoría de las botellas que estaban a su disposición han sido devueltas a su bodega, así es que por ese lado siento que ha habido un avance.

Poco a poco ha comenzado a retomar su vida, incluyendo una visita de Zhou Mi ya que fue insistente y logro hablar con él. Aun no sé lo que hayan hablado pero, supongo que fue para bien porque Kyuhyun no ha recaído y se lo ve más animado.

- ¡Estás en Seúl! ¿Por qué no me avisaste antes? Seguramente no tienes tiempo de verme, ¿verdad? – es Heechul, estamos hablando por teléfono de su precipitada llegada a Seúl. De pronto comienza a contarme de su luna de miel, un poco de la boda de Sungmin y también de algo que comenzó a preocuparme en cuanto lo mencionó. Tal parece que Kyuhyun ha estado siguiéndolos.
- Eso es lo que ha pasado…
- Lo siento, Heenim. No pensé que Kyuhyun estuviera haciendo esto, incluso pensaba que entre nosotros las cosas iban mejor.

Y es verdad, pues aunque no sé nada de lo que está pasando por su cabeza, acepta mejor mi compañía, hemos pasado noches solo uno en brazos del otro a la hora que puedo escabullirme a su cuarto, sosteniéndolo al dormir. Vemos películas echados en el sofá por las tardes uno recostado en el otro y aunque no salimos juntos a la calle, Kyuhyun ya se atrevió a salir.

- Será mejor que lo dejes Yesung, él… él no vale la pena si no te valora.
- Creía que ya se habría olvidado de Siwon. – Heechul continua diciendo que me aleje de él, pero realmente no le pongo atención, estoy pensando como pude haber dejado pasar algo como esto. Si dijera que no estoy dolido sería mentira, provocando mi enojo, no con Kyuhyun, sino conmigo mismo -. Voy a controlarlo más. – le digo interrumpiendo, cuando un ruido me hace girar hacia la puerta y lo veo ahí de pie sosteniéndose de ella, la mirada de Kyuhyun es indescriptible.
- ¿Qué sucede? – me pregunta Heechul y justo después veo a Kyuhyun cerrar la puerta.
- Pensé que ya había llegado a casa Kyuhyun, escuché mal.
- Vamos Yesung, no puedes mantenerlo vigilado o siempre estar a su lado para que no lo haga. Viviendo en su casa sin ser nada de él.
- Así es como son las cosas con él. Él está equivocado, tomando un camino que ya no es el suyo y debe de entender.
- Yesung, tú… Así no se hacen las cosas, la gente podría comenzar a murmurar. Por mucho que no me agrade Kyuhyun, es un joven soltero viviendo solo.
- Por eso estoy a su lado, asumiré las consecuencias de todo. Sé que fue duro para él pero ya va siendo momento en que debe superarlo.

Y claro que las asumiría, si tan solo Kyuhyun me dejará, pero con esto que ha sucedido, dudo que si quiera me dé una oportunidad. Después de eso trato de cambiar el tema de su conversación, en verdad que lo extrañaba. Unos minutos después cuelgo y salgo molesto de la pequeña oficina a buscar a Kyuhyun, tenemos mucho que hablar.

- Así que es verdad, tu primo ya regreso a Seúl, que poco le duro la luna de miel, ¿no? – dice burlón sentado en uno de los sofás de la sala, con una bebida en sus manos.
- ¿Has estado siguiéndolos?
- ¿Eso fue lo que te dijo? – sigue sin apartar esa sonrisa burlona de su rostro.
- ¿Por qué? Pensé que tú y yo…
- ¡Tú y yo, nada Yesung! – grita antes de levantarse -. A la primera que tu primito dice algo de mí, ¡tú le crees!
- ¡Es que tú no nos has dado la oportunidad!
- ¡Esta era tu oportunidad Yesung! ¿Qué no te diste cuenta? Tú eres el que no me la dio. A la primera que tu primito lo que su insegura mente creo, le creíste ¿qué quieres que piense? – se aleja molesto hacia la cava de la sala.
- Él dijo que te vio, no lo alucinó ¿Por qué no me lo dijiste? – intento no sonar tan dolido como me siento.
- Ya no tiene caso, pues tú le crees a él y no a mí. –me dice sosteniéndome la mirada, mientras se sirve otro poco de esa bebida -. Pero para que puedas tranquilizar a tu alucinado primo, no, no los estaba siguiendo, ese día fue una coincidencia. La cual me ha dado una idea.
- No vayas a beber. – le digo quitando el vaso de su mano.
- ¡Tú no me mandas, Yesung! – sostengo su mano para no dejarlo ir.
- Es por tu bien, no estoy siendo malicioso o mandón. Por favor. – veo su mirada suavizarse un poco.
- No tienes que preocuparte más, no voy a beber, es solo jugo de manzana - me dice antes de soltarse y se aleja murmurando algo que no logro entender -. No puedo hacerlo más.



Continuara...

Comentarios