Kiss me like you wanna be loved... BaekRen




Minki POV


Quédate conmigo, y seré tu guardián, y tú serás mi princesa.


En pleno siglo veintiuno y que todavía existan este tipo de bromas, ¡Por Dios, ya maduren! Estaba siendo algo desesperante el no poder bajar mi mochila del gran árbol donde se encontraba colgada. Un grupito aún no identificado, se había dedicado esta semana a asaltar mochilas solitarias y comenzar a colgarlas de los árboles. Cuando sepa quiénes son, no se la van acabar, puedo ser de temer cuando me lo propongo.

Intento saltar sobre mis pies y con ayuda de una pequeña rama que encontré tirada, bajar mi mochila de esa rama. Y digo intento, porque estoy creyendo que casi será imposible bajarla de ahí sin una escalera o algo.

   ¿Por qué tuve que dejarla sola? —lloriqueo.
   Necesitas ayuda, princesa. —una voz dice detrás de mí.

A menudo los chicos suelen llamarme de esta forma a pesar que soy un chico, para envidia y enojo de mis compañeras de salón pero, ¿Qué culpa tengo de ser más hermoso que ellas? Con mi largo cabello castaño, mi piel lechosa, grandes ojos y no me puedo quejar, tengo un buen cuerpo. Así que no me molesto cuando escucho a este tipo llamándome de esta forma.

   No gracias, puedo arreglármelas yo solito. —le respondo sin voltear a verlo, dando saltos sin lograr mi objetivo.
   Sería más fácil si me dejaras intentar subir al árbol. —de nuevo esa voz. Ruedo los ojos, como si no pudiera hacerlo yo mismo.

Y justo cuando voy a intentar subir, unas manos en mi cintura me apartan del árbol y por instinto doy una vuelta tipo Jackie Chan, lanzando una patada al tipo que me tocó. No en vano mi padre ha pagado esas clases de karate. Mi sorpresa fue grande al mirar al chico que bloquea mi pie de su cara con ambas manos.

El chico más popular, coqueto y cool del instituto ni más ni menos, ese es Baekho.

   ¿Me vas a golpear? Porque no te la voy a poner fácil. —me advierte.
   No, yo no. —me repongo de la sorpresa—. ¡Quién te manda asustarme de esa forma!
   Solo quería ayudarte. —Baekho fácilmente sube al árbol y desatora mi mochil de donde se encontraba, después con mucho cuidado la lanza hacia mí—. Revisa si no se ha dañado. —me dice, aunque es lo que iba a hacer.
   No le pasó nada, —un rápido vistazo me da la idea—. De verdad, Gracias. —miro hacia arriba con mi mejor sonrisa agradecida.

La verdad es que Baekho es todo un misterio para mí. Dicen tantas cosas de él que no sé cuáles son ciertas y cuales puro chisme, a mí me gustaría saber. No puedo negar que es un tipo apuesto, de lo único que realmente estoy seguro, es que ha tenido muchas relaciones.

   De verdad que eres lindo. —me dice justo antes de caer.
   ¡Oh, rayos! —rápidamente me acerco hasta donde ha caído y le ayudo a levantarse—. ¿Qué sucedió? No que sabias trepar un árbol, ¿eh?
   Subir si, bajar no tanto. —bromea conmigo mientras sacude su ropa y lo escucho quejarse—. Creo que me lastime la mano.
   Deberíamos ir a la enfermería y que te revisen.

Y de esa forma fue que llegamos a la enfermería. Como suelo pasar mucho tiempo aquí, entrar a la enfermería sin pedir permiso se me hizo una costumbre, solo que esta vez, Baekho es quien toca la puerta primero, solo para encontrarnos con la escena entre mi hermano y el profesor Choi, si hubieran sido otros lo que entraran, seguramente ambos habrían perdido su empleo.

El tiempo que estuvimos en la enfermería, el profesor Choi prometió cuidar de mi hermano para que la escuela no se enterara de su relación. Al parecer ya tenían mucho tiempo observándose con ganas desde lejos.

“Ay, si mi hermano escuchara mis pensamientos”.

Baekho me habló de su vida en la escuela, de cómo ha sido siempre el centro de atención de chicas y chicos, y que tienden a confundir su amabilidad con otra cosa. De ahí los rumores de que sea un coqueto.  Por esto, creí que se había acercado a mí por lo mismo, ser amable nada más, pero acaba de confesar que le gusto y que no quiere que haya malos entendidos, ya que por ese motivo muchos no lo han tomado enserio y han destrozado su corazón.

Finalmente, termino andando con el chico más popular, amable y lindo del instituto, pues aunque los demás digan lo contrario, yo sé la verdad.

Baekho, termino con su muñeca vendada por unos días, después de ayudarme. “Buena manera de comenzar una relación”.

En el almuerzo solemos comer por ahí en los jardines alejados de todos, manteniendo con perfil bajo nuestra relación. Apenas estamos conociéndonos y no queremos que nadie se entrometa en lo nuestro, que hasta ahora lo había estado disfrutando.

Una sonrisa boba aparece en mi rostro cuando lo veo al final del pasillo con un grupo de chicos a su alrededor, Baekho me mira y me regala una sonrisa que hace que sus ojitos parezcan medias lunas.

   Tiene una linda sonrisa y es muy varonil, lástima que sea un coqueto y por eso tenga muchas novias. —comienzo a escuchar lo que las chicas de atrás dicen en cuanto lo ven. Chismes.
   Dicen que es hijo de un ex convicto, tiene cinco tatuajes y por las noches maneja una motocicleta negra. Él da miedo. — “¿Tan mal andan los chismes ahora?”
   Es un bandido porque roba corazones. —dice la otra.
   Pues no me importa, voy hacer el intento con él. —dijo de pronto una de ellas.

Y esto es el colmo, que no sepan de nuestra relación me había parecido una ventaja, pero con esto, las cosas deben cambiar rápidamente. Tiro mis cosas al suelo justo frente al grupito de chicas para hacerlas detener. Las miro fijamente y me doy la vuelta para buscar a mi chico.

Baekho ni siquiera se imagina que lo va atacar, sonrió de oreja a oreja por eso. Llego hasta él y lo tomo del cuello de su camisa, empujándolo hasta la pared más cercana golpeando su espalda, y sin aviso, tomo sus labios. Sorprendido, Baekho comienza a corresponder el beso unos segundos después, agarrando mi cintura y acercándome a su cuerpo, tomando fuertemente mis labios.

Nos soltamos debido a la falta de aire. Me parece lindo ver a Baekho todo sonrojado, con sus mejillas rojas y mirándome con una expresión de deseo. Muerdo mi labio inferior de puro deseo también.

   ¡Wow, esto de verdad! —escucho a uno de los chicos decir.
   Jeup, deja de mirar. —otro le dice al chico que esta embobado viéndonos.
   Taeho, ¿podemos besarnos en público también? —otro chico rubio con voz profunda dice.
   Y no es el único show. Mira por allá. —dice el mismo chico que no dejaba de mirarnos a Baekho y a mí. La curiosidad me hace mirar, hay una pareja que se encuentra discutiendo justo frente al edificio principal.
   ¿No es tu hermano, Lee Sang?
   Sí, es Hyung Sik.

Me olvido de la escena cuando Baekho jala de mi cintura para ir a recoger las cosas que deje tiradas en el camino.

   Y eso, ¿por qué ha sido? —me pregunta sonriente sin soltar mi cintura mientras caminamos.
   Tuve deseos de hacerlo, ¿Qué no puedo? —le dije, besándolo de nuevo.
— Pensaba que yo era tu guardián.
— Puedo cuidarme yo solo. —después de como resulto su ayuda en aquel árbol. 


Por supuesto que no iba a decirle la verdad, y por la cara de esas otras chicas, les ha quedado más que claro que este chico es mío y que soy su guardián.


CONTINUARÁ...

Comentarios

  1. Si que es diferente ese modo de iniciar su relación y cada uno ya sabe quién es el guardián.

    ResponderEliminar
  2. Esos si que son besos, aplausos para Minki

    ResponderEliminar

Publicar un comentario