Propuesta Para San Valentín... Capítulo Tres





   ¡Señor, no puede entrar! ¡Es un área reservada! – afuera se escuchaban los gritos de una de las señoritas que los estaba atendiendo.

En seguida vieron aparecer a Henry que corrió al lado de Zhou Mi junto al jacuzzi y tomó sus manos. Henry se notaba bastante desesperado.

   No pude esperar más. Tenía que venir para hablar contigo y arreglar las cosas de una vez, Mimi. Te amo y no quiero que estemos enojados. – dijo Henry mientras un “Aaaw” se escapaba de la boca de la encargada.
   Henry, yo también iba a verte saliendo de aquí. Entiendo porque estás tan molesto por lo de mi desfile en San Valentín y lo siento, debí decirte antes. Yo debí…
   No, no, nada de eso. – Henry beso ambas manos de Zhou Mi —. Nos amamos, vivimos juntos y para mí eso es como estar en mi eterno San Valentín. Ese día es solo una fecha.
   Aaaaaw. – ahora fueron los amigos que suspiraron por la cursi escena.
   Dios, necesito más alcohol para pasarme el empalague. – soltó Heechul divertido y algo celoso de que no fuera su Siwon el que estuviera haciendo eso.
   Ha sido muy lindo lo que dijiste Henry y tienes razón, pero… - Zhou Mi se tomó un respiro mientras con las miradas sus amigos lo alentaban —. Henry, tú podrías alguna vez considerar mi opinión cuando hagas planes, ya sabes, esta relación es de dos.
   ¿Cómo?
   No digo que siempre me moleste, - Zhou Mi comenzaba a titubear —. Ya que a veces termina sorprendiéndome, pero de vez en cuando estaría bien para mí que preguntaras. También tengo planes, cosas que quiero hacer contigo o a solas. A veces siento como si…
   Como si quisiera controlarte, te entiendo muy bien. – Hyukjae terminó por completar la frase de Zhou Mi.
   Espera tu turno, mono.
   ¡Heechul!
   Ya, ya, dejen que Zhou Mi termine de decirle a Henry cómo se siente, respecto a que no lo considera capaz de tomar sus propias decisiones. – Yesung los mandó a callar de forma muy acertada, sin embargo no era a sus amigos a quien miraba, si no a Henry.
   Eso… ¿eso hago? – Henry se miraba realmente avergonzado —. Lo… lo siento, no era mi intención. Solo sé que me gusta sorprenderte, no pensé…
   No tienes que decirlo, está más clarísimo que no piensas, Hámster.
   Debiste decirme, todas esas veces que me he comportado como idiota. Podemos arreglar esto en casa, sobre como de ahora en más lo hablaremos, juntos. – aunque no era la respuesta que esperaban los demás, vieron a Zhou Mi asintiendo complacido.
   Podemos hacer eso. Y qué tal si me secuestras después del desfile y nos tomamos algunos días para festejar San Valentín. – le sugirió Zhou Mi mientras se ponía de pie en el jacuzzi.
   Me parece perfecto. – dijo Henry parando la trompita para recibir un beso de Zhou Mi —. ¿Entonces?
   Me voy contigo. ¡Mi bata! – la señorita encargada enseguida se movió, pues no había perdido detalle de nada. Henry recibió la bata y ayudó a Zhou Mi a ponérsela —. Amigos, siento mucho tener que irme antes, pero tengo que reconciliarme bien.
   Hahaha entonces no lo sientas demasiado.
   Es bueno tener amigos como ustedes para despejar mis dudas. – Zhou Mi estaba sinceramente agradecido —. Teniendo sus ejemplos.
   Oh por favor, no nos tomes como ejemplo tan literal ni cometas los mismos errores. – le dijo Hyukjae haciéndolo reír de nuevo. Después vieron como Zhou Mi se iba con Henry, ambos felices.
   Es bueno que se hayan arreglado. – dijo Sungmin.
   Sí, muy bueno. – Hyukjae estaba bastante pensativo.
   Supongo que con el tiempo, Zhou Mi aprenderá a negociar mejor.
   Creo que ese modelo piernas largas, ha adivinado cual es la mejor forma de negociar con Henry y por eso se ha ido, Heechul. Así que yo también me voy. – ahora fue el turno de Yesung de ponerse de pie dentro del jacuzzi —. No puedo esperar para hablar con Kyuhyun.
   Rayos, yo tampoco puedo hacerlo, necesito hablar con Donghae.
   Si a esas vamos, me voy a esperar a mi Siwon, seguramente va a llegar cansado. – Heechul y Sungmin fueron los últimos en abandonar el jacuzzi, con mucho cuidado, ya que los coctelitos que se habían tomado estaban haciendo estragos en ellos.

Todas las parejas tienen problemas pero muy pocos amigos te hacen ver donde están tus errores y lo que estás haciendo mal para arreglarlo, esos amigos son los que valen oro. Ellos se sentían agradecidos de poder contar con tan buenas amistades pero por lo pronto, tenían unas parejas que atender y reconciliar.

*****

Sungmin fue el primero en llegar a su casa. Al entrar olía delicioso, seguro de que Kangin cocinaba algo para la cena, pues había aprendido hacerlo desde que lo sorprendió hace dos años con un desayuno en la cama por San Valentín.

Había aprendido a cocinar por él, se inscribió en unas clases con un chef profesional y todo por darle gusto. Que más pruebas necesitaba Sungmin, más que nunca estaba seguro de estar siendo egoísta con su pareja.

   ¡Sungmin, llegaste! – su pareja se notaba más feliz y excitado de lo normal.
   Sí, Kangin necesito decirte algo.
   Yo también. – Kangin se acercó a su lado y le tomo la mano.
   Entonces lo diré primero. – Sungmin tomo aire mientras miraba a los ojos de la persona que más amaba —. Lo siento. Estos meses que no he tenido una actitud muy buena contigo y en lugar de hablarlo, me he enfrascado en más trabajo para olvidar. No debí molestarme contigo…
   Sungmin, Sungmin… - y como Sungmin seguía hablando, Kangin le dio un beso rápido en los labios —. Sssshhh, silencio calabacita, o no voy a poder decirte mi sorpresa.
   ¿Sorpresa?
   Sí… Adivina... No mejor yo te digo. ¡Vamos a ser papas! – y aunque Kangin lo dijo bastante fuerte, Sungmin parecía no entender, pues no reaccionó hasta que tuvo los papeles en sus manos. Eran las pruebas de sangre que confirmaban el embarazo.
   Está… ¡está embarazada!
   ¡Sí! Es una buena noticia. El doctor dijo que Soon Hye estaba algo estresada y que por eso las cosas tardaron un poco más, ahora el único problema es que no sabemos quién es el padre, pero con algunas pruebas de líquido amniótico el doctor nos podrá decir… - ahora fue el turno de Sungmin de silenciarlo poniendo sus manos alrededor del cuello de Kangin mientras lo besaba sin ese sentimiento horrible que enturbiaba su relación. La traición es un feo sentimiento, aunque en este caso no existió nunca.
   No es necesario amor, es nuestro hijo y es todo lo que debemos saber.
   ¿En verdad piensas así?
   Ay, Kangin, te amo. Me doy cuenta que he sido demasiado egoísta como para que reacciones así, lo siento amor. – Sungmin estaba tan feliz por todo lo que tenía en su vida que comenzó a llorar. Kangin inmediatamente lo atrajo a su pecho.
   No llores. Pensé que esto te haría feliz.
   Lloro de felicidad, tonto. – dijo Sungmin mientras intentaba secar sus lágrimas.
   Te amo futuro papá. – y Kangin lo besó, enjugando las ultimas lagrimas que Sungmin no había podido secar.
   Yo también te amo Kangin, futuro padre de mi hijo.

Y así, entre besos y abrazos, Sungmin se olvidó de todo lo que había estado sintiendo en el pasado para darle paso al amor, un amor incondicional que Kangin le proveía. Ambos tenían mucho amor que dar, por eso estaba seguro que su hijo sería feliz a su lado, con la seguridad que Kangin siempre cuidaría de su bella familia.

*****

Hyukjae con seguridad de lo que iba a hacer, entro en su casa en los suburbios, la misma que compartía con Donghae desde hace unos años cuando decidieron vivir juntos. Esperaba que Donghae estuviera de humor ya que su auto estaba afuera, se encontraba en casa, y poder hablar con él.

Dejo sus llaves sobre la mesa y fue en su búsqueda. Paso primero por la cocina, pero no estaba, así que enseguida subió los escalones de dos en dos a la planta alta, tenía prisa por verlo.

Sin embargo en cuanto llego a la puerta de su dormitorio que se encontraba abierta, lo que vio hizo que su corazón se detuviera. Hyukjae esperaba que no estuviera sucediendo lo que sus ojos estaban viendo.

Sobre la cama, Donghae había atisbado varias cajas con cosas y sus maletas, incluso se encontraba rebuscando en su closet seguramente en busca de más de sus pertenencias.

Heechul tenía razón, sus miedos, su reticencia a aceptar los cambios había terminado por alejar a Donghae de él. Por fin llegando a su límite, seguramente cansado de seguirlo y por no darle solución a aquella situación al quedarse callado.

Donghae lo estaba dejando.

Su primer impulso fue lanzarse hacia adelante y abrazar a Donghae, en silencio. Se abrazó a su espalda rodeando su cuerpo con los brazos, asegurándolo, como si con eso pudiera impedir que se vaya.

Hyukjae ni siquiera podía abrir sus ojos, aspirando el tranquilizante aroma de Donghae, su esencia única, deseaba que el tiempo se detuviera y se lamentó no haber sido más valiente.

   Hyukjae, llegaste. – escuchar su voz por última vez.
   No te vayas. – susurró.
   ¿Qué?
   No me dejes Donghae. Perdona mis miedos, por hacerte esto a ti, que te amo tanto. – Donghae intentaba girarse pero Hyukjae no lo dejaba —. Lo siento, no es que quisieras controlarme, es que yo… tengo miedo.
   Hyukjae, ¡Hyukjae! ¿De qué me hablas? – Donghae por fin pudo soltar los brazos y girarse para verlo de frente.
   Discutimos. – fue lo único que Hyukjae pudo decir con la cabeza gacha, en estos momentos no podía verlo a la cara.
   Amor, mírame. – tomándolo del mentón con una mano, Donghae hizo que levantara la cabeza  —. Esa tonta discusión, ya ni me acordaba.
   Y entonces eso, ¿Qué es eso, Donghae? – Hyukjae le preguntó todavía afligido señalando las cajas y maletas sobre la cama.
   Ah, esto. – Donghae rascaba su cabeza mientras veía su tiradero —. Me di cuenta que tengo muchas cosas y a donde vamos a mudarnos, no vamos a caber.
   ¿Mudarnos?
   Ven acá. – como Hyukjae se veía muy confundido, Donghae lo jaló a su regazo, sentándolo sobre sus piernas. Se sentaron en un espacio libre de la cama —. Recuerdas que te dije que pronto recibiría un dinero extra. – Hyukjae asintió con la cabeza —. Pues bien, después de la discusión que tuvimos y recordé ese deseo tuyo de abrir una escuela de profesional de baile, supuse que si tu hicieras realidad ese deseo, estarías menos estresado.
   ¿Tú piensas que discutimos porque estoy estresado?
   ¿No? – Hyukjae no pudo más que sonreír, pues su pareja a menudo era algo despistado pero en ocasiones como esta, adoraba esa parte de él. ¿Qué parte de Donghae no amaba? Sin pensarlo mucho, la respuesta, amaba todo de él —. Eso de viajar, vivir en hoteles,  y estar lejos de mí. ¿Ves? Lo hago por ti y por mí.
   ¿Qué hiciste Donghae? – pregunto algo asustado. Solo un poco.
   Compre un departamento en el centro de la ciudad, que no lo hemos pagado por completo, porque hay que vender esta casa pero... No es muy grande y tiene una fachada bonita, es en una planta alta, lo mejor es que está cerca de mi trabajo y está a solo dos cuadras de una salida del metro. Eso va a servir mucho.
   Donghae, no me digas que vendiste el coche y ahora vas andar en metro – aunque acababa de ver su coche aparcado afuera.
   Será bueno para tus alumnos amor. – Donghae hizo que Hyukjae se levantara de sus piernas y se alejó hacia su mesita de noche, de donde saco un papel del cajón —. Nuestro nuevo departamento tiene un gran salón en la planta baja, el cual será un buen salón para clases de baile y eso nos deja un gran balcón en nuestro pequeño departamento.
   Donghae, tú… hiciste esto por mí. – Hyukjae se echó de nuevo en sus brazos.
   Por quien más lo haría, monito.
   Soy un tonto.
   No es cierto, me elegiste a mí, ¿recuerdas? – la sonrisa de Donghae era matadora, tierna, sexy, difícil elegir que lo representaba mejor y difícil de resistirse a esa sonrisa.
   Sí, te elegí para mí. – Hyukjae enredo sus brazos alrededor del cuello de Donghae y lo besó.

Hyukjae no se sorprendió que Donghae se adelantara a sus pensamientos pues no era la primera vez que  pasaba. Lo que si le sorprendió fue que se acordara de algo que se dijo mientras hacían el amor, al calor del momento.

Una persona que ama de verdad siempre es capaz de todo por la persona amada. Y ese, era su Donghae.

Esta vez no tendría miedo, los cambios con Donghae a su lado siempre resultaban buenos, y éste cambio pintaba un buen futuro para ambos.


*****

Cuando Yesung llegó a su casa no tuvo que buscar a Kyuhyun, en seguida lo encontró en el sofá frente al gran televisor de la sala jugando videojuegos. Uno muy sangriento por cierto, se escuchaban los gritos y balazos por todo el lugar.

Conociéndolo como lo conocía, Yesung supo que su novio estaba algo nervioso y que seguramente se estaba preparando para afrontar algo. Tal vez alguna presentación. No sería la primera, ya había hecho algunas y se le daba muy bien. Aunque Yesung todavía recordaba la noche anterior de su primera presentación en vivo, Kyuhyun era todo nervios y quiso hacer lo mismo, obviamente Yesung no lo había dejado, necesitaba estar descansado.

Al final todo había resultado bien.

   Hyunie, no hagas eso. – Yesung se acercó hasta donde estaba su pareja quitándole el control remoto de las manos.
   Espera, estaba por ganar. – sin levantarse del sofá, Kyuhyun intentaba quitarle de las manos el control remoto a Yesung, que lo tenía en lo alto de sus manos.
   Yo no sé cómo puedes hacer esto para relajarte. El sonido me pone de nervios. – Yesung se deshizo del control y se sentó a su lado.
   No me deja pensar, ese es el secreto de la relajación. – dijo Kyuhyun y enseguida se recostó en las piernas de su pareja.

Yesung por su parte adoraba estos momentos con Kyuhyun, tenerlo de esta forma y charlando de sus cosas. A Kyuhyun le gustaba hablar y a él escuchar, por eso eran la pareja perfecta, y por eso también es que su novio fuera quien cantaba.

   ¿Qué sucede, una presentación inesperada? – pregunto mientras sus manos acariciaban los cabellos de su amor,
   Algo así. – Kyuhyun se removió, seguro que Yesung no iba a quedarse tranquilo con esa explicación —. Se trata de una conferencia de prensa.
   Ya has hecho algunas, ¿no? – Yesung sintió asentir a Kyuhyun —. Ahora que recuerdo, no habías terminado de hacerlas. Tenía entendido que tus compromisos restantes eran solo presentaciones en programas junto con una firma de autógrafos. – como buen novio, Yesung estaba bien informado de su agenda.

Una cosa es que no le gustará esa restricción sobre su compromiso y otra la de dejar de apoyar a su amor, cosa que no haría nunca. Recordaba muy bien las veces que Kyuhyun buscó esa oportunidad y teniendo su talento se le negó, más nunca dejo de perseguir su sueño.

   Ésta la solicite yo. – y dicho esto, Kyuhyun se levantó de su regazo y fue directo a la cocina, dejando a Yesung algo desconcertado.

¿Algo malo había sucedido? Al preguntarse esto, Yesung se puso de pie enseguida y fue en su busca, encontrando a Kyuhyun buscando en el refrigerador. Ya había sacado un poco de carne, algo de germinado, un aderezo, al ver que no tenía ni idea de que hacer, Yesung se sonrió y fue en ayuda de su novio.

   ¿Tienes hambre?
   No he comido nada. – Kyuhyun hablo con la cabeza dentro del refrigerador todavía.
   Deja, yo lo hago. – Yesung tomo de la cintura y lo atrajo a su pecho, le dio un beso en la nuca y después dejo ir, no sin antes darle una leve nalgada —.Ve y siéntate por ahí. – lo mando a la barra.
   Quiero ayudar.
   Está bien, unta mayonesa en los panes, voy hacer unos emparedados rápidos. Aún tenemos esa deliciosa carne marinada que asamos la otra vez.
   Puedo hacer eso. – Kyuhyun le dijo con una sonrisa que no llego a sus ojos.

Definitivamente, algo había pasado y su Hyunie lo necesitaba.


Continuará…


Comentarios

  1. Las cosas funcionan hablando y dándose mucho apoyo y amor... Los nuevos retos serán buenos para cada uno..

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  2. Que bueno que se reconciliaron la clave de todo es hablar de lo que les molesta así evitan sacar conclusiones erróneas, tres pare jitas están en plena reconciliación veremos que esconde Kyuhyun, gracias por el cap bye.

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