My Rain and You... Capítulo 23




Por favor, perdóname…
Si me castigan, lo voy aceptar
Pero él… solamente esta persona…
Por favor permite nuestro amor.
…Confession






Una semana había pasado desde lo sucedido en la boda, una semana en las que las familias Choi y Kim derramaron lagrimas por sus hijos perdidos en aquella trágica persecución. A los cuatro días que se confirmaron las sospechas de las muertes de Siwon y Heechul, después de los funerales; Kyuhyun y su madre salieron del país.

En un principio Kyuhyun se negaba pues estaba muy afectado con la muerte de su hermano y del que habría sido su esposo. Kyuhyun no dejaba de culparse el no haber hecho nada más por ayudarlos, esto lo llevo a una depresión el tiempo que estuvo en Seúl y al comprobar que en verdad su hermano había muerto, supo que la única manera de encontrar paz y resignación seria al lado de Sungmin, la persona de la que estaba enamorado.

Llevaba dos días en ese país, viviendo en una hermosa casa que el señor Choi compró para que estuvieran más cómodos en su estancia. La casa se encontraba rodeada por seguridad, pero para Kyuhyun era más fácil salir sin guardia, España estaba muy lejos de Seúl.

No sabía si demostrar su felicidad o estaría mal que tan pronto pudiera sonreír si acababan de sepultar a su hermano. Cuando su padre lo entero que se iría a España con su madre para protegerlo de todo lo que se vendría en Seúl, se puso feliz al saber que por fin volvería a ver a Sungmin y ahora si ya no habría nada ni nadie que los pudiera separar, pero ¿cómo disfrutarlo si estaba rodeado por dolor en Seúl?

Por eso su llegada a España fue algo liberador, día con día Kyuhyun no hacía otra cosa sino recordar a Sungmin, aunque había quedado en que a pesar de todo no se separarían; aunque para esto tuvieran que ser amantes. Kyuhyun deseaba compensar todo ese dolor que le había hecho pasar a causa de la boda con Heechul.

Armado con todo el amor que en este tiempo aumento por Sungmin, la comprensión que le mostro cuando le contó que tendría que casarse y acatar las órdenes de su padre le demostró lo que Sungmin era capaz de hacer por él. Supo cuán grande era su amor, que en lugar de odiarlo por eso, le dio la oportunidad de poder seguir a su lado.

Kyuhyun no había deseado eso para Sungmin, lo amaba demasiado como para haber dejado que fuera solo su amante. Ahora tendría la oportunidad de reivindicarse con él, por lo que se dirigió a la universidad donde el mismo Kyuhyun había estudiado y donde Sungmin seguía estudiando su especialización.

Al llegar a la dirección pidió ver a Sungmin, lo hicieron pasar al campus. Siendo ex alumno no fue problema, ya que a los visitantes normales los pasaban a uno de los salones de visitas donde tenían que esperar, al ser una universidad exclusiva.

Le informaron que se encontraba en la cafetería del segundo piso, pues el descanso estaba a punto de terminar. Mientras caminaba por los pasillos, Kyuhyun se imaginaba como es que encontraría a su conejito, deseaba ver esa hermosa sonrisa en sus labios, sus hermosos ojos pardos brillantes y poder abrazarlo; deseaba ver feliz a Sungmin a pesar de todo lo que había pasado.

Pero no fue así, bien dicen que se puede desear pero que eso no es seguro de que se te concederá. Sungmin se encontraba sentado en una de las mesas del balcón de la cafetería bajo una sombrilla que le cubría un poco del sol, con un libro en mano, un pastel a medio comer y una malteada a la mitad.

Se le veía más delgado, un poco más pálido, sus cabellos ahora los lucia en un tono negro más largo y el cambio más drástico fueron sus ojos ya no reflejaban la alegría que lo caracterizaba pues ahora estaban vacíos y mostraban unas grandes ojeras. A Kyuhyun le dio un vuelco el corazón, se odiaba por haber orillado a Sungmin hasta ese estado.

Cuando al fin se amor de valor, camino hasta la mesa donde se encontraba Sungmin con el corazón latiéndole a mil por hora, pues no sabía, no estaba seguro de cómo lo recibiría Sungmin.

En cambio Sungmin, realmente no estaba tan interesado en la lectura, sus pensamientos vagaban hasta Kyuhyun, se atormentaba pensando que ahora estaría casado y que tendría que enfrentar solo aquello que tanto le asustaba pero que también lo llenaba de felicidad.

Instintivamente se llevó una de sus manos a su barriga al sentir como alguien le hizo sombra sobre el libro que no leía, volteo su rostro mirando hacia arriba y vio a Kyuhyun.

   ¿Qué haces aquí? – pregunto Sungmin sorprendido al verlo.
   He venido por ti… - Kyuhyun rodeo los hombros de Sungmin con sus brazos.
   ¿Dónde está tu esposo? – pregunto removiéndose del abrazo y mirando fijamente a Kyuhyun.
   No pudo venir… él… — pero Kyuhyun fue interrumpido.
   Pensé que habrían venido juntos.

Sungmin habló sin una pizca de tristeza ni ironía, más bien es como si hubiera dicho sus pensamientos en voz alta.

   No digas eso por favor. – al recordar cómo había perdido a Siwon y Heechul en aquel accidente, Kyuhyun jalo la silla y se sentó a un lado de Sungmin.
   Sabes que, no me interesa saber. – dijo Sungmin al recordar lo que ahora le daba valor y sentido a su vida. — ¿Dime a que viniste?
   Ya te lo he dicho conejito, vine por ti para... – repuso Kyuhyun alegremente. — Para cumplir mí promesa. – al decir esto, Kyuhyun señalo el anillo que anteriormente le había entregado a Sungmin.
   Pero tu padre Kyuhyun, tu esposo… no entiendo.
   En estos momentos lo que haya dicho mi padre en el pasado no me interesa. – acariciando el rostro sorprendido de Sungmin. — Está decidido que esta vez he venido solo por ti y para siempre.
   ¿Ósea que no regresaras a Seúl? – pregunto Sungmin confundido.
   Solo si tú lo desearas, por mí me quedaría toda la vida viviendo en España.
   Pero… ¿y tu esposo?
   No tienes por qué preocuparte. – Kyuhyun sabía que debía decirle lo sucedido con su hermano y Heechul, pero estaba disfrutando mucho ese momento estando con Sungmin, que todo como iba a decírselo lo estaba olvidando.
   Pero yo pensé que… —Sungmin titubeaba.
   Nada de lo que pensamos en el pasado nos acomoda ahora conejito. – y de nuevo Kyuhyun paso sus dedos sobre su mejilla, sintiendo esa suave piel que tanto recordaba.
   Kyuhyun… — Sungmin se volteo hacia Kyuhyun tomando sus manos. — Nuestro acuerdo era otro, recuerdas que lo hicimos por tú bien. – soltó sus manos y se enderezo. — Dedícate a tu familia, yo ahora no puedo aceptar estar a tu lado de esa manera… más ahora… debo darme mi lugar.
   Maldición Sungmin, crees que tú sufrimiento, esas ojeras y que estés todo desmejorado es lo que deseo para ti. – Kyuhyun había levantado la voz y golpeado la mesa, menos mal que ya todos habían entrado a sus clases. — Ya estoy cansado de que otros decidan por mi como siempre.
   Pero es que… si tus estas en peligro… esto no puede ser. Lo mejor es que…
   Todo este tiempo he sido un inmaduro, un tonto y un inútil considerado en mi familia. – Kyuhyun hablo fríamente— pero ya no más, estoy dispuesto a correr el riesgo.
   Yo jamás pensé eso de ti. Te amo Kyuhyun. – Sungmin tomo su mano.
   También te amo. – apresando las manos de Sungmin con las suyas. — No tienes idea de cómo sufrí y llore por ti, de todas las noches que me atormente pensando que era tan poca cosa para alguien tan perfecto como tú.
   No podría pensar eso de ti, porque te amo. Porque he sufrido como tú, porque Kyuhyun eres lo más importante para mí. – dijo Sungmin entre sollozos. — Por eso si nuestra relación te pusiera en peligro, prefiero que no sea así.
   Ahora podemos estar juntos como lo soñamos conejito. – Kyuhyun limpio algunas lágrimas que brotaban de los ojos de Sungmin, para después limpiar las suyas. — Ya hice planes para nosotros, ahora puedo proponerte algo más que mi amor. – Kyuhyun se levantó y se arrodilló a su lado, con una  expresión muy intensa. — Lee Sungmin, ¿quieres casarte conmigo?
   ¿Cómo? – una vez más Sungmin se sorprendió.

Él parpadeó un par de veces, tal vez estaba dormido y soñando todo aquello, pero al sentir como Kyuhyun tomaba su mano, supo que todo era real.

   Te amo Sungmin, déjame explicarte todo lo que pasó.

Lo tomo de la mano recogiendo sus cosas de la mesa, Sungmin solo tomo la malteada que no se había terminado y ambos se dirigieron hasta el auto de Kyuhyun mientras le iba contando todo en el camino.

Y así fue como comenzó a contarle a Sungmin, desde que conoció a quien sería su esposo, como se enteró que su hermano Siwon se hallaba enamorado de este hasta como le ayudo para que pudiera acercarse a su prometido.

Cuando pasó a contarle lo que sucedió el día de la boda y la interrupción de esta. La cara de Sungmin paso de la preocupación, al horror y finalmente a la tristeza al enterarse como el hermano de Siwon y quien iba a casarse con Kyuhyun, Heechul habían muerto en aquel accidente.

Le conto también que ese era el motivo de que estuviera en España, ponerlo a salvo de posibles represalias y que no se hallaba solo esta vez. Se encontraban dentro del auto en un lugar solitario del campus. Un lugar que ambos conocían muy bien por la frecuencia con que lo visitaban. Por fin salieron palabras de la boca de Sungmin.

   Al menos tu hermano murió con la persona que amaba. — murmuro muy bajito Sungmin.
   Para mí eso no es consuelo, lo perdí Sungmin. – la voz de Kyuhyun tenía un dejo de tristeza. — Sentía que en Seúl no iba poder superar lo sucedido, te necesitaba… te necesito Sungmin.
   Ellos lo hicieron por amor, – susurro Sungmin mientras se abrazaba a Kyuhyun— se necesitaban, el amor es la necesidad de tener a alguien a tu lado, como yo necesito de ti.
   He sido un idiota Sungmin, en el pasado al no imponerme y darte el lugar que mereces, el mismo lugar que tienes en mi corazón. – Kyuhyun tomo el rostro de Sungmin entre sus manos— Ahora sé que enfrentaría al mundo por ti, no deseo terminar como mi hermano y su enamorado.
   Los dos nos encargaremos de enfrentar al mundo por nuestro amor Kyuhyun. – Sungmin sonreía, pues estaba seguro que ahora todo sería diferente. Solo una duda habitaba en su corazón— Tus padres Kyuhyun, ¿ellos me van a querer?
   Mi madre ya te ama Sungmin y está de acuerdo con lo nuestro. – Kyuhyun sonrió al ver su cara de sorpresa— Al ver mi necesidad de venir me sincere con ella. Y lo que piense mi padre poco me importa, tú eres mi dueño conejito. – abrazándose a Sungmin— Si no estamos juntos, lo demás no importa. No puedo permanecer más tiempo lejos de ti, te amo demasiado.

A Sungmin se le llenaron los ojos de lágrimas.

   Me alivia que al menos tu madre lo sepa, que ya no sea un secreto en tu familia.
   Los que me preocupa, es tu familia conejito. – Kyuhyun sabía que no iba a ser fácil hacerse perdonar por la familia real— Ellos no querrán aceptarme de nuevo.
   Mis padres no saben nada de lo sucedido Kyu… yo no pude decirles. – bajo el rostro al decir esto. — No iba a soportar que ellos te odiaran.
   Hasta en eso pensaste en mí, – Kyuhyun levanto el rostro de Sungmin— no merecía tantas consideraciones amor, me comporte como un patán.
   Estamos en las mismas condiciones amor, porque yo acepte andar contigo a escondidas, sin presentarme a tus padres, – alego Sungmin— con qué cara voy a presentarme ahora.
   Con esta misma cara hermosa que tienes, – sonrió — además me entere que mi madre te habría aceptado desde un principio, se interesó mucho en esos sesenta y cuatro parientes tuyos para llegar a la corona. – agrego Kyuhyun divertido.
   ¡Oh, Kyuhyun! Eso da miedo.
   Sabes que tus títulos no significan nada para mí. – Kyuhyun lo miró directamente a los ojos. — Lo único que me importa eres tú y que gracias a ti he aprendido que vale la pena arriesgarse. Por favor, no puedo vivir sin ti. – dijo con un nudo en la garganta. — Por favor, cásate conmigo.
   Lo haré. – acepto Sungmin con lágrimas de emoción cayendo sobre sus mejillas. – Kyuhyun me casare contigo.

Los ojos de Kyuhyun brillaban de felicidad mientras apartaba dulcemente las lágrimas del rostro de Sungmin.

   Gracias conejito por esta felicidad que me das, soy el hombre más feliz de la tierra.

Poco a poco Kyuhyun se fue acercando al rostro de Sungmin, acortando la distancia entre ellos dentro del auto. Sungmin se veía hermosamente sonrojado por las lágrimas de felicidad que había derramado, pero sus ojos tenían ese brillo especial que tanto adoraba otra vez.

Al estar más cerca, Kyuhyun acaricio sus mejillas con sus labios. Sungmin estaba disfrutando de las caricias seductoras y a su vez tiernas de las que era objeto. Kyuhyun continuo depositando besos fugaces por el mentón de Sungmin hasta su cuello lo que hizo que un pequeño gemido de placer saliera de sus labios.

Kyuhyun al oír tal sonido salir de los labios de Sungmin, sintió que su cuerpo era recorrido por un temblor; se dirigió a esos labios entreabiertos que se le entregaban y con un beso aprovecho para explorar la boca de su ahora prometido.

Sungmin al sentir la lengua de Kyuhyun rozar su labio inferior con insistencia abrió un poco más su boca dándole permiso para entrar en ella, mientras Kyuhyun lo tomaba de la cintura acercándolo a su cuerpo, Sungmin aprovecho para enlazar sus manos alrededor de su cuello.

Ambos se saboreaban y se exploraban con sus lenguas después de tanto tiempo de no hacerlo, era como reconocerse otra vez en esa batalla húmeda que se encontraban sus bocas. Kyuhyun puso una mano en la mejilla de Sungmin para hacer más profundo el beso.

Y entonces, en medio del beso… Sungmin se echó a reír rompiendo el beso.

   ¿De qué te ríes conejito? – pregunto extrañado Kyuhyun.
   Recordaba… ¿recuerdas lo que intenté hacer una vez con la malteada?

Kyuhyun también se echó a reír de buena gana, sabía muy bien a donde quería llegar su conejito.

   ¿Cómo olvidarlo? – comenzó a reír Kyuhyun esta vez.
   Veremos si te sigue gustando bebé.

Dirigiéndose a la entrepierna de Kyuhyun, comenzó a desabrochar su pantalón bajando su cierre, para terminar liberando su miembro que ya se encontraba semi- erecto. Los besos entre Sungmin y él, suelen ser suficientes para calentarlos.

Sungmin tomo un gran sorbo de malteada sin pasársela, se arrodillo sobre su asiento colocando sus manos en el asiento de Kyuhyun. Después se inclinó hacia delante y agachó la cabeza deslizando el miembro de Kyuhyun en su boca, sin dejar salir ni una sola gota de la malteada haciéndolo gemir fuertemente.

   E… eres increíble… conejito. – dijo con la respiración entrecortada.

La única vez que Sungmin había intentado hacer eso con una malteada, Kyuhyun había perdido el control casi inmediatamente terminando en su boca. Aunque esto ocurrió después de estar una semana sin haber tenido relaciones, ya que el periodo de exámenes les tenía el tiempo contado. Kyuhyun se recordó que esta vez fueron meses lejos de él.

De esta manera Sungmin estaba al mando y eso le gustaba. Sujeto firmemente el miembro de Kyuhyun con la boca, movió la cabeza arriba y abajo, muy despacio.

   ¡Ah!, esto me gusta Sungmin, pero… - entonces Kyuhyun con ambas manos lo tomó de la cabeza y lo hizo levantarse — Ven aquí conejito, no quiero correrme sin antes probarte yo a ti. – se fundieron en un beso con sabor a malteada.
   Como extrañaba tus besos Kyu. – dijo para después morderle el labio inferior.
   Esto va a ser un poco incómodo, sabes. – susurro Kyuhyun.
   No me importa. – Sungmin también lo deseaba, ser tomado por Kyuhyun de nuevo era lo que más soñaba en todo este tiempo.
   No traigo protección. – volvió Kyuhyun hablar en el beso.
   Ya no es necesaria…

Entonces en la mente de Kyuhyun se desato una alarma, Sungmin siempre había sido cuidadoso con la protección pues no deseaba quedar en estado antes de casarse, como lo dictaba el protocolo y los valores de la familia real.

   Conejito, ¿es por lo que estoy pensando? – separando a Sungmin de su cuello para observar sus ojos.
   Ajá. – dijo un Sungmin sonriente – Vas a ser papá
   ¿Desde cuándo lo sabes? – Kyuhyun tenía muy abiertos sus ojos.
   Unos días después que regrese a España, no podía decírtelo en ese momento pero tampoco te lo iba a ocultar.
   ¿Tus padres lo saben conejito?

Aunque no le importaba en absoluto a Kyuhyun, si el mundo se volvía en su contra el protegería a Sungmin y su bebé, pero sabía muy bien que su novio amaba a su familia, sufriría mucho su rechazo.

   No lo saben… no he tenido el valor, pensé en huir de casa antes de decírselos.
   Ojala hubiéramos hecho las cosas diferentes amor. – Kyuhyun abrazo el cuerpo de Sungmin, este se encontraba arrodillado encima del asiento, por lo que Kyuhyun coloco su cabeza en el vientre de Sungmin — Pero no puedo negarte que soy muy feliz al saber que seremos padres, enfrentaremos a tu familia, haremos que nos perdonen amándonos mucho y siendo un ejemplo para nuestro hijo. – levanto su rostro para observar a Sungmin, en la mirada de este pudo notar la pregunta que rondaba su cabeza — Mis padres serán felices con la noticia conejito, ellos te amaran.
   ¡Oh, Kyuhyun! Estaba muy asustado. – Sungmin se lanzó al cuello de Kyuhyun abrazándolo, aspiró la fragancia que expedía su cuerpo que tan bien recordaba y eso le basto para excitarlo — Te he echado tanto de menos… - susurró, bajando con su boca por el cuello hasta su manzana de adán.
   Y yo a ti conejito. — respondió Kyuhyun.

Este acarició su espalda, no sabía cómo había podido sobrevivir tanto tiempo sin hacer eso, sin poder acariciarlo y sentir su calor. Entonces con prisa y sin cautela, desabrocho la camisa de Sungmin, afortunadamente los botones de esta resistieron, deslizo su lengua sintiendo cómo le endurecía el pezón al mismo tiempo que deslizaba su mano entre sus muslos, con sus labios comenzó a acariciarle el rostro, sus manos acariciaban el cuerpo de Sungmin como solo él sabía hacer y el placer fue casi insoportable.

   Conejito, perdóname. – alargo una de sus manos hacia el sillón recostándolo completamente, se colocó encima de Sungmin posicionándose entre sus piernas — Hubiera querido ir más despacio, pero…

Desabrocho los pantalones de Sungmin para después quitárselos completamente junto con su ropa interior, lo agarró por las caderas y lo hizo acercarse más. Al notar la brillante mirada de su novio y su tez sonrojada, Kyuhyun recordó que ahora llevaba una vida dentro.

   Pero… ¿no le haré daño al bebé?
   No Kyuhyun, nuestro bebé está bien protegido y su appa está sano, ambos lo estamos. El doctor me ha dicho que no corremos peligro si deseamos tener intimidad. – al decir esto Sungmin se sonrojo mucho más, pues había sido una de las cosas que pregunto en primer lugar — Yo lo necesito tanto como tú.
   De ahora en adelante iré contigo a esas visitas al doctor. – Kyuhyun tenía el ceño fruncido, señal de que no estaba muy seguro.
   Solo trata de ser cuidadoso y no pasara nada, por favor Kyu… te deseo. – Sungmin se veía tan sexy, con una mano cruzada sobre su abdomen, mientras la otra tomaba su miembro erguido y comenzaba a masturbar.

Eso Kyuhyun no lo pudo resistir, se internó en la cálida cavidad de su novio, suave y lentamente, tratando de hacerle el menor daño posible.

   Pensaba… que nunca… te tendría… oh, Kyuhyun… — soltó un gemido ahogado.

Para ambos fue como subir al Cielo. Sungmin lo rodeó con las piernas, manteniéndolo dentro de él para sentirlo dentro todo lo posible. No había sensación parecida, pues el embarazo lo hacía más sensible y más deseoso a todo. Nadie podría colmar su deseo de aquella manera, solo Kyuhyun.

   Me encanta estar dentro de ti. – le susurró Kyuhyun al oído.
   Y a mí tenerte así.
   Tal vez, si nos quedamos muy quietos, podamos estar así durante un rato y alargar este momento. — sugirió Kyuhyun mordiéndole el lóbulo de la oreja — ¿Crees que podríamos?
   ¡No! No lo resistiría, por favor Kyuhyun… ¡hazlo! – en la voz de Sungmin se podía notar su urgencia, tenía a Kyuhyun entre sus piernas y este no se movía, cuando deseaba que se moviera — Por favor… el embarazo… las hormonas… ¡muévete¡ - le ordenó.
   No es verdad, tú siempre has sido así de impaciente conejito. ¿Y si hago esto? - preguntó Kyuhyun moviendo sus caderas en círculos.

El movimiento era suave, pero devastador y sofocante. Sus pechos se rozaban ligeramente y sus labios apenas se tocaban.

   ¿Qué te parece? – por respuesta, Sungmin gimió y arqueo su espalda.
   Me estas… volviendo loco… Kyu ¡ah!… — grito y comenzó a jadear con fuerza sintiendo muy cerca el clímax.

Con una sola embestida más, llevó a Sungmin al orgasmo más explosivo que jamás hubiera tenido. Meses de frustración, deseo y abstinencia llegaron a su fin en una explosión de placer. Sungmin gritó su nombre y se aferraba a sus hombros.

Kyuhyun siguió moviéndose, más rápido pero sin ser brusco en sus movimientos, jadeaba en busca de aire y al sentir como Sungmin le apresaba, una violenta sacudida lo invadió avisándole su propio orgasmo, quedando tendido a un lado del otro sin aplastarlo.

Su rostro descansaba en el cuello de Sungmin, este ya respiraba más tranquilo y el comenzaba a tomar oxigeno nuevamente.

   Todo será mucho mejor ahora conejito. – se abrazó al cuerpo de Sungmin, posando protectoramente su mano donde sabia se encontraba el pequeño fruto de su amor.
   Te creo Kyu… - murmuró Sungmin volteándose y abrazándolo con fuerza. — También creo que todo ira mucho mejor, teniéndote a ti y a nuestro bebé nada más me importa.


Continuará...

Comentarios