Not illusion… Parte Dos Final






Bebé no tengas miedo
Pronto vas a estar mejor
Mi mente se encuentra bajo control
No quiero hacerlo difícil
Yo solo…
Lo sé todo.

El amor está hecho de paranoia. Después de todo ¿no perdemos la cabeza por amor? Enloquecemos por la persona amada por la que haríamos lo que fuera… Amarla, tenerla… Es una pequeña línea la que nos divide para saltar a lo obsesivo.

Donghae estaba dispuesto a todo.

Una noche de bebidas para sacar todo que no resulto muy bien, llevó a Donghae al departamento de Hyukjae. No pasaban de la una de la madrugada, algo temprano para uno y tarde para Hyukjae, que al abrir la puerta tenía una cara de susto.

    No tengas miedo bebé, solo soy yo. – Donghae se rio en su cara y sin esperar a ser invitado, entro al departamento de un muy ofuscado Hyukjae.
   ¿Qué haces aquí? Que yo sepa tu departamento está en el otro piso. – oh sí, Hyukjae se estaba cansando de esto.
   Estaba pasando por aquí… - y al dar un giro inesperado, Donghae choco contra el respaldo del sofá y fue a dar al suelo estrepitosamente llevándose algunas cosas con él.

Hyukjae además de pensar en el tiempo que le iba a llevar arreglar el desorden antes de dormir, se preocupó por el estado de Donghae, se había llevado un buen golpe.

Como pudo, Hyukjae lo ayudo a levantarse, afortunadamente Donghae pudo hacerlo aunque no por sí mismo, eso fue de gran ayuda. Hyukjae se vio llevándolo a su cuarto y después ayudando a que se recostara en su cama, para estar molesto no podía dejar de mirar lo bien que se veía Donghae en ese lugar.

Entonces Hyukjae estaba por cruzar la pequeña línea también…

Comenzó quitándole los calcetines, aflojando su pantalón y desabotonó su camisa, solo un poco, porque en eso estaba cuando Donghae cerro la mano sobre su muñeca y su mirada se centró en la de Hyukjae.

   Pronto vas a estar mejor, Donghae, te haré un café.
   No estoy bebido. – dijo Donghae, que ahora se encontraba sentado y sin soltarlo.
   Pero te caíste…
   Mi mente se encuentra bajo control, no estoy bebido. – Hyukjae pudo ver que decía la verdad porque no podía dejar de mirar esos ojos, ellos le decían eso y muchas otras cosas más, que causaron escalofríos en su cuerpo. — Contigo es que pierdo mi control, Hyukjae.

Y entonces Donghae buscó sus labios. El movimiento no fue rápido, buscó sus labios acechándolos, se acercó lo suficiente y luego se retiró tomando su tiempo a que Hyukjae se alejara, y al ver que no lo hizo, entonces con una sonrisa en su boca lo buscó y comenzó a besar con el mismo ritmo. El besó le supo a gloria.

Por otro lado, Hyukjae estaba sorprendido porque no podía moverse, la mirada de Donghae lo tenía encandilado como un corderito y cuando quiso librarse de aquel beso, Donghae no lo dejó. Su mano se había aferrado con fuerza a la barbilla de Hyukjae casi con dolor, que le permitió explorar mejor su boca pues logro que abriera aún más su mandíbula.

Sabía que se estaba dejando dominar por el deseo, también estaba consiente que aquello no estaba bien, Donghae no lo estaba. Hyukjae hizo un esfuerzo liberándose del agarre en su barbilla y después empujo el pecho de Donghae con ambas manos.

La cara de Hyukjae se había puesto totalmente colorada y sus labios se encontraban hinchados por su beso. A Donghae le gusto mirarle de esa forma, sin embargo frunció el ceño al ver las marcas de sus dedos en la mandíbula de Hyukjae, eso no lo había esperado. Pero cuando quiso tocar esa parte y preguntar si no lo había herido de más, Hyukjae no lo dejó.

   No me toques. – la voz de Hyukjae era baja — ¡Te digo que no! ¡Déjame!
   Hace mucho que me hubieras echado de tú vida si me quisieras lejos de ti, y lo que es mejor, tú amiguito no se interesaría en mí.

Y el sonrojo que se volvió a extender por su cara, le dijo a Donghae que Hyukjae no podía refutarle nada porque era cierto. Lo estaba sintiendo debajo de su cuerpo, estremecerse y no precisamente por molestia.

   ¿Qué quieres de mí? – preguntó algo frustrado Hyukjae — Me alejé de ti cuando lo pediste, y yo… necesito dejar de pensar estas cosas... ¿A qué vienes ahora?
   Quiero todo de ti.
   Mira que bien. Ahora soy yo quien ya no quiere nada de ti. – y como Hyukjae lo empujara para alejarse, Donghae haciendo uso de su fuerza, lo dejo debajo suyo sobre la cama.
   Sabes bien que no puedes decir eso.
   Claro que lo hago. Por eso, ¡suéltame!
   No.

Tu mirada es curiosa
Tus ojos me preguntan quién soy
Lo sé todo sobre ti
Solo mírame.

Donghae no gritó y Hyukjae no supo si eso fue lo que le dio más miedo o la mirada que aquellos ojos le daban.

De pronto Donghae se acercó demasiado de nuevo, sus respiraciones se mezclaban entre sí por la cercanía de sus rostros, Hyukjae se encontraba tan desconcertado por su actitud que no hizo nada cuando con manos diestras lo comenzó a desnudar de la cintura para abajo.

La ropa definitivamente ya estaba de más entre ellos. Donghae se apresuró a liberarlos a ambos sin quitar la mirada sobre Hyukjae. No podía dejar de pensar en volver a besarlo, saquear aquella boca que bien recordaba hasta quedarse sin aliento. Gruño cuando sintió la tiesa erección de Hyukjae con la suya.

   Quiero hacértelo.
   No. – Hyukjae se negaba todavía.
   Vamos hacerlo.
   No me gusta como lo estás haciendo. – y entonces Donghae pudo ver en la mirada esquiva de Hyukjae que lo estaba diciendo en serio.

Sin embargo Donghae no iba a ceder, su razonamiento estaba más allá de lo que Hyukjae necesitara, porque lo que realmente necesitaba era estar dentro de Hyukjae, como lo estuvo una vez hace un tiempo, cuando todo era perfecto entre los dos. Cuando uno daba al otro lo que necesitaba y viceversa, siendo ellos, amándose… o cometería una locura.

Su corazón latía rápidamente, retumbando en sus oídos.

Entonces utilizó la fuerza de su cuerpo, que siempre había sido más que la de Hyukjae y venció la resistencia ofrecida abriendo sus piernas, instalándose entre ellas mientras su pene se abría paso lentamente dentro de su cuerpo sin preámbulos. Ya no había marcha atrás.

Hyukjae sintió al intruso dentro de sí, abriéndose paso llenándole de apoco, desgarrando su interior por el líquido caliente que logró sentir. Sus manos quedaron blancas al apretar las sabanas de la cama y su rostro inyectado de sangre al soportar el dolor. Estaba siendo tan malditamente brusco y depravado, que le sorprendió que su cuerpo comenzara reaccionar, necesitándolo tan mal.

Todo su cuerpo temblaba al sentir el roce de sus carnes sin preparación. Se aferró al dolor para recordar que esto era real y no otro de sus sueños, aunque en sus sueños Donghae era tierno y bueno con él, pero también era Hyukjae quien lo obligaba a aceptarlo de nuevo.

La respiración de Donghae se entrecortaba pues también sentía dolor, su cuerpo agitado por la resistencia, sudoroso por el bochorno que fue invadiendo su cuerpo. Exhaló su aire cuando estuvo completamente dentro mientras jadeos invadían a Hyukjae.

   Lo siento. – dijo y sin esperar respuesta, con una de sus manos comenzó a masturbar a Hyukjae y relajarlo, lo cual era necesario para ambos.

Estoy completamente hundido
Tengo un crush en ti.
Este amor es solitario
No es algo fácil para mi baby.

Algo en Donghae cambió y Hyukjae lo pudo sentir en el toque de su mano mientras lo masturbaba y cuando con ternura liberaba su frente de los cabellos pegados por el sudor. Fue entonces cuando Hyukjae se dejó llevar y su cuerpo necesitado de aquello comenzó a responder, igual era lo mejor para evitar el dolor.

Al sentir como se relajaba, Donghae comenzó a mover su cadera con suavidad primero, intentando no volver a incomodar a Hyukjae que no podía reprimir los gemidos que comenzaban a salir de su boca.

Todavía dolía el ardor en su interior, sin embargo, el calor que comenzaba a sentir se extendió rápidamente por todo su cuerpo anteponiendo su necesidad a su bienestar. Después de todo Donghae no dejaba de procurarlo desde su repentino cambio, pareciendo tan tierno al tomarlo, haciéndolo gozar al encontrar ese punto que lo enloquecía y sin dejar de decir palabras que aceleraban más, si era posible, su atontado corazón.

El placer que invadía a ambos era indescriptible, tan delicioso y satisfactorio como hacía años que no experimentaban que cualquier rastro de cordura se borró de ellos.

Donghae dio comienzo a embestidas más rápidas, fuertes y certeras, provocando los gritos de placer de Hyukjae mientras la penetración se volvía más resbalosa. Dolería por muchos días como una tortura al sentarse o ir al baño seguramente, en eso estaba seguro Hyukjae, sin embargo, no por eso dejaba de disfrutar al ser marcado de esa forma por Donghae de nuevo.

Dolor y placer moviéndose en su interior, más salvaje que cualquier otra cosa, sus erecciones dolían por ser liberadas, y mientras Donghae daba alivio a la suya dentro del cuerpo de Hyukjae, este lo hacía con la mano del otro.

Cuando el éxtasis los alcanzaba ninguno habló, sus ojos lo hicieron por ellos entrelazándose en una mirada, expresando lo mismo el uno por el otro y saturándolos de esa necesidad imperiosa de tenerse el uno al otro por completo.

Entonces, Donghae junto su frente a la Hyukjae, quien se sujetó con sus brazos del cuello de Donghae arqueándose hasta levantar su espalda y dejarla al aire mientras su interior era penetrado una y otra vez más rápidamente.

Las manos de Hyukjae se aferraron a los cabellos de Donghae jalándolos hasta causarle dolor cuando liberaba su semilla entre sus cuerpos, encontrando el alivio que tanto ansiaba y necesitaba, sacando hasta su último aliento y necesitando más para no desmayarse.

Donghae hizo lo mismo cuando su cabeza fue jalada hacia atrás de sus cabellos, el dolor y la excitación mezclándose para darle placer hasta hacerlo terminar dentro de aquel cuerpo que tanto había extrañado… lo había soñado tantas veces, que solo el dolor le dijo que esto no se trataba de otro sueño.

Cuando el cuerpo de Donghae se desplomó sobre el suyo, Hyukjae aflojó el agarre sobre sus cabellos y poco a poco sus dedos fueron deshaciéndose de aquellas hebras en cada caricia, pues de pronto se vio acariciando los cabellos de Donghae que tanto amaba.

Dios, lo amaba todavía. Nunca dejo de hacerlo. No pudo hacerlo.

Hyukjae recordó como era su relación antes de su separación para asistir al servicio militar. Cuando sus celos se encendían cada que el encanto de Donghae era aceptado por alguna fan u otro chico, como lo buscaba con la mirada siempre hasta ponerse mal si no lo hacía… cuanto quería agradarle corriendo siempre a su alrededor.

Como Donghae le quitaba el sueño y no siempre por sus entregas mutuas, aquellos pensamientos que lo asaltaban haciéndole creer que no podría vivir sin él.

Se había vuelto obsesivo hacia Donghae, aunque solo en sus pensamientos, porque con su actitud nunca lo demostró. Y quizás por eso tomó aquella separación, ya que no estaba bien lo que sentía, volviéndose loco rayando en la obsesión por ser agradable a Donghae y no perderlo.

Habría hecho cualquier cosa y no estaba bien, sin embargo nunca lo dejó de amar, mucho menos olvidar. Ellos estaban destinados a estar juntos porque separados no podían, la actitud de Donghae ahora se los había demostrado. Quizás faltaba poco para que Hyukjae hubiera hecho lo mismo.

Los días en los que te lastimaron han terminado
Quédate conmigo
No pienses huir.

Cuando salió de su interior, Donghae no pudo dejar de preocuparse por él, pues un líquido blanco y rojo resbalaba de su entrada. Además de que Hyukjae no pudo evitar un quejido incómodo.

   ¿Estás bien? ¿Te lastimé? – era gracioso que Donghae lo preguntara ahora. Hyukjae lo perdono solo porque si lo hubiera hecho antes, no habría sucedido nada entre ellos y entonces, no se hubiera dado cuenta de lo que realmente pasaba por su cabeza.
   Nada que en unos días pueda superar. – respondió casi apenas, pues su cuerpo dolía hasta para hablar.
   Lo siento. – Donghae se escuchaba avergonzado.
   No tanto como yo, créeme.

Entonces haciendo acopio de la poca fuerza que le quedaba, Hyukjae giro sobre la cama hasta alcanzar los labios entreabiertos de Donghae y lo besó.

Cuando su cuerpo le paso de nuevo la factura por lo que habían hecho, Hyukjae se dejó caer sobre la cama boca arriba con un brazo sobre sus ojos, su pecho subía y bajaba rápidamente aún tratando de recuperar el aliento, cosa que tomo algo de tiempo para los dos.

   ¿En que estabas pensando? – preguntó Donghae después de un momento.
    ¿Porque lo preguntas? – dijo Hyukjae sin moverse.
   Lo estabas, cuando acariciabas mi cabeza, pude sentir que algo cambio.
   Tú también lo hiciste en medio de… cuando…

A Hyukjae le costaba explicarse, un poco avergonzado todavía, cosa que no tuvo que hacer porque Donghae entendió perfectamente.

   Hace tres años, cuando dijiste que siguiéramos por caminos separados, no puse resistencia. Y te amaba Donghae, así que tu actitud fría y lejana me hizo mucho daño, casi no lo soporté. – algo entrecorto la voz de Hyukjae — Creo que enloquecí un poco, quería agradarte de nuevo porque estaba seguro que había hecho algo malo, lo hice incluso pasando sobre mí mismo. Habías terminado la relación y no lo aceptaba, que tonto ¿no crees?
   Hyukjae…
   Entonces comencé a obsesionarme contigo, con volver y que no me dejaras, cosas locas atravesaron mi mente en ese tiempo hasta que me di cuenta que no podía ser. Estaba mal y nada bueno iba a resultar con esto. Me obligue a estar activo en el servicio militar, el trabajo duro pronto alejo las voces de mi cabeza y ayudo hacerme a la idea de estar sin ti, incluso si nos veíamos o me visitabas. Todo iba bien, como antes cuando éramos amigos. – Hyukjae suspiro pesadamente — Aunque todo se ha ido a la basura, porque no he dejado de amarte y ser amigos no será suficiente nunca.
   Fui un tonto Hyukjae – Donghae cuidadosamente quitó el brazo de su rostro. — Nunca debí pedírtelo porque ahora soy yo quien se ha vuelto obsesivo contigo y si no te tengo de regreso, encontrare la manera de tenerte conmigo. – al susurrar estas palabras, Donghae lentamente subió al cuerpo de Hyukjae sujetando esta vez sus manos por sobre su cabeza.
   Como lo que sucedió antes y ahora…
   Yo seré tu hombre bebé… ahora… siempre… - y de nuevo alcanzó sus labios en un corto beso — Si no te ha quedado claro cuan malamente te quiero, esta noche te convencerás cuan obsesionado estoy contigo.

Y ambos continuaron adorándose con la mirada, poseyendo sus cuerpos al hacer el amor, buscando con sus dedos sobre la piel aquellos lugares que los hacían enloquecer hasta quedar saciados.

Un día, una semana, un año… tal vez nunca sería suficiente para ambos.

Tal vez nunca fue obsesión, ya que siempre fue amor.

Por eso si ahora ves como Hyukjae huye de las atenciones de Yesung o de cualquier otro hasta pegarse a Donghae, es que le ha quedado claro quién de los dos ama más… Obsesionado.

Yo seré tu hombre
No estoy obsesionado
Siempre cerca de mí
Y yo… y yo sé, lo sé
Tú estarás conmigo…

FIN



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¿Les gusto nenas?
Como se habrán dado cuenta puras cosas intensas me inspiro esta canción. Si me contuve para no hacer un Donghae tan malo que terminara además de sometiendo, que infundiera temor en Hyukjae para que se quedara a su lado por siempre, pero creo que con la fuerza empleada en esta última parte fue suficiente. Al final resultó ser un lio lleno de amor.

Gracias por leer hasta aquí.


Comentarios

  1. Me encanto *-* Aunque estoy mas acostumbrada a que Hae sea el pasivo xD
    Al final estos dos estaban siendo unos tontos que evitaban su amor. Ahora son felices juntos 😍❤

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  2. Por más que lo quisieron evitar no pudieron se aman con locura ,y estar lejos los pone mal pero ahora saben que se aman y tienen que estar juntos gracias bye.

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  3. Me encanta cuando hay versatilidad en el Eunhae y HaeHyuk y ver cual es más obsesivo a la hora de estar juntos y darse amor 😍

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  4. Me encantó!!!!
    muchas gracias. Pensé que Hyuk iba a poner más resistencia, pero menos mal. No fue así. 💙💙💙💙😁😁

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  5. me encanto!!! fue mágico esa obsesión

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