Citas Express... Capítulo Seis




La… ¿Doñita?

No me asusto, tampoco estoy asombrado. Un poco decepcionado quizás, porque muy en el fondo creí que encontraría algo para mí y atesorarlo. Si vine, es porque esperaba algo, no puedo seguir engañándome. Ni siquiera con Jiwon obligándome o siendo toda mandona, si no hubiera querido, nada me habría obligado.

Quizás ahora me deje guiar por la curiosidad hasta terminar.

   Sí, puedo hacer eso. – digo más animado, dejando a un lado un poco las experiencias pasadas.

Seguramente de esta forma disfrutare más de mis citas. En algo Jiwon tiene razón, hace mucho que no salía o me divertía como cualquier hombre de mi edad. No quiero terminar echando a la basura mis mejores años, al menos he charlado, bebido una copa con alguna de las chicas y comido…no, no es cierto, no he probado bocado.

Levanto la mano para llamar al mesero justo cuando mi siguiente cita va llegando.

   No pidas nada, la comida de aquí no es muy buena. – me advierte antes de sentarse frente a mí.

No puedo dejar de mirarla. Estoy seguro que en mi cara se debe notar lo sorprendido que estoy, no pudiendo ocultar el sentimiento. No sé si llama más mi atención los rulos de su corto cabello, sus labios rojos, ese suéter rosa con flores, la bolsa gigante que parece pesar o el que se trate de una doñita.

Estoy desconcertado. ¿No hay límite de edad para esto?

La veo sacar algo de la bolsa y comenzar arreglar sus ojos, remarcando también sus labios con ese labial rojo que resalta sobre su pequeña cara.

   De haber sabido que eras tan guapo, me habría arreglado antes. El chico de la otra mesa no decía nada interesante. – susurra cubriendo su boca mientras se levanta de la mesa para que yo escuche mejor. — Es un poco tonto ese chico, y como no tiene profesión, él dice que está retomando sus estudios, pero yo no le creo. No es un buen candidato.

Trague gordo. Casi me ahogo en el intento.

   ¿Candidato? ¿Para usted?
   Ay no como crees. – comienza a guardar todo de nuevo, descombrando la mesa para después, comenzar a sacar lo que parecen unas viandas. — Así como me ves de joven, estoy felizmente casada, con mi Jong Woon. Soy la señora Kim, pero tú puedes llamarme omma Wooki, me has caído muy bien. Se nota que eres un chico decente. Anda come, debes tener hambre si no has comido nada. – termina diciendo mientras me ofrece unos palillos, los cuales le recibo por educación.

¿Qué clase de comida será ésta? Espero que no tenga un somnífero o algo así, aunque la doñita se ve muy decente y honrada, pero entonces, ¿por qué está aquí?

   ¿Por qué viene a este tipo de citas entonces? ¿Se está divorciando, o algo así? – comienzo a comer después de ver que ella come también.
   No claro que no, mi Jong Woon y yo vivimos en eterna luna de miel. – dice con una mirada soñadora. — Vine por mi hija, Fishy.
   Entonces ella también busca novio. – le digo con la boca llena, tratando de entender pero… — Esto está muy bueno omma Wooki.
   Verdad que sí. – dice emocionada — come más hijo, come más. Aquí hay un poco de Kimchi y traje también sopa de algas, y unos bocaditos de arroz, y… - comienza a acercarme un sinfín de viandas.
   Gracias, gracias. – solo puedo decir al ver todas estas delicias, la doñita tiene buen sazón  no puedo negar. ¿Su hija tendrá buena sazón también?
   Pues no, es mi hija la que necesita un buen candidato y como buena madre, le estoy ayudando a acertar en su elección. No cualquiera se merece a mi Fishy. Ella es tan pura e inocente, tan bella mi hijita. – comienza a decir como buena madre que parece ser.
   ¿Ella está aquí?
   Sí, en otra mesa, he pasado con cada una de sus citas antes que ella lo haga y sin que lo sepa. Y así me hago una idea de a quien elige y si le conviene.

La doñita me explicó que se suponía que ella estuviera esperando afuera por su hija, Fishy, mientras ella estaba en las citas, pero no aguantó la curiosidad y ha estado husmeando las posibles citas de su hija.

Además, está preocupada que más de alguno la vaya a deslumbrar, porque Fishy es una chica de casa, inocente y criada en los mejores colegios para señoritas cristianas. Y que seguramente al terminar, como buena hija, acepte el consejo de su madre al elegir candidato para novio.

   Y tú eres buen candidato para ella. Te estuve observando con la chica anterior, y como no caíste con sus embrujos. – doña Wooki habla de Ángel y parece que le ha caído muy mal. — A todos aquí los tiene encantados, más bien embrujados, pero tú no.
   Bueno yo… - le doy un trago a mi bebida al no saber qué decir, cuando veo que se me queda viendo toda ceñuda.
   No deberías beber eso. – la escucho decir y enseguida quita el vaso de whisky de mi mano. — Hace daño a tú salud, y porque no quiero que mi hija encuentre a su cita en estado inconveniente. Mejor toma este rompope casero que hice con casi nada de alcohol. – una bebida viscosa y amarilla, es vaciada en un vasito de plástico para mí.
   ¿Gracias?

No sé qué más decir. Todo esto comienza a desquiciarme un poco, estas citas con chicas raras va poniéndose cada vez peor. Es una locura.

De nuevo mi mirada vaga por el lugar y a dos mesas, me encuentro con la mirada de la pelirroja de cabello alzado y vestido rojo. En verdad que es bonita y su boquita roja, esta vez parece un poco interesada en mí y no en su cita. Es muy atractiva, no lo puedo negar, pero igual en mi cabeza no puedo dejar de pensar que aunque sea bonita, seguramente tendrá algo de loca como las demás.

   Muy bien hijito. – la veo levantarse y comenzar a recoger todo. — Ya tente el terreno para mi hija, eres el mejor candidato de la noche. Tienes suerte, la conocerás. – me dice tomando mi mano — Cuídala mucho por favor.

Termina diciéndome antes de irse. Supongo que no quiere toparse con su hija, por eso se va un poco antes que terminen los diez minutos.

Entonces me pongo a pensar, que la siguiente es Fishy, la hija de esta señora. ¿Cómo será? Mientras tanto, he comido bien gracias a ella.

   Esto se pone cada vez más loco. – murmuro y le doy un trago a mi bebida, misma que regreso enseguida. — Su rompope sin alcohol, no es bueno doña Wooki. - Creo que eso si la enojaría muchísimo.

Continuará…

Comentarios

Publicar un comentario