The space between us… RPG 52

Yesung POV

Si Kyuhyun esperaba alejarme de su lado con esa confesión, una pequeña duda sobre el padre de su hijo, no es suficiente para creerle. Es por eso que mi relación con Kyuhyun ha sido un ir y venir, entre que me hace a un lado o me manda lejos, a esas noches en las que me busca aunque sea solo para dormir.

Desde que me dijo que espera un bebé no puedo entender cómo es que Siwon tenga que seguir existiendo entre los dos. Sigo sin creerlo, ese bebé es mío, puedo sentirlo. Sin embargo existe una pequeña posibilidad, una que Kyuhyun hace más grande.

Y no sé qué espera para decírselo. Lo único que siento es que mi primo, Heechul, saldrá lastimado con todo esto. De verdad espero poder detener todo esto antes que suceda, que Kyuhyun entienda antes que él mismo resulte lastimado o nuestro hijo.

Sonrió al pensar en esas noches en las que Kyuhyun va a buscarme a la cama. Como deja que mi mano vague por su pancita.

Nuestro hijo ya se hace notar. Día a día el estómago de Kyuhyun crece más. Él ya está algo incómodo con eso, más malhumorado y frío. Quizás piensa que con su trato frío hacia mi puede hacerme alejar.

Aunque debo confesar que me lastima lo que hace. Fui un tonto al pensar que Kyuhyun había llegado a sentir algo por mí pero no es así, tan solo he sido un medio para liberar su frustración. Como él mismo me lo dijo un día.

—   ¡Fueron años de amarlo! Tú crees que voy a dejarlo de amar de la noche a la mañana solo porque estás a mi lado. ¡Estás mal!

—   No, si él que está mal aquí eres tú. Que no dejas ir ese amor no correspondido. Entiéndelo, Siwon ya es feliz con otro, encontró al amor de su vida y se casó con él.

—   ¡Yo era el amor de su vida!

—   Sí claro. – me río con burla. Cosa que me arrepiento enseguida al notar la cara descompuesta de Kyuhyun, pero sobre todo al ver la tristeza en sus ojos.

—   ¡Lárgate! Quiero que te vayas de aquí.

—   Espera Kyuhyun, espera. – intento detenerlo sin lograrlo, ya que logró a encerrarse a su cuarto.

—   ¡Búrlate todo lo que quieras! – lo escucho gritar del otro lado de la puerta —. ¡Siwon volverá a mí!

Desde ese día no lo he vuelto a ver. Quise alejarme para tranquilizarme y no cometer alguna estupidez, además después de ese día tuve que viajar por mi trabajo. Poner distancia entre Kyuhyun y yo en esos momentos fue lo mejor.

Había llegado a tres conclusiones: Kyuhyun tenía razón, por muy descabellado que sonara, en sentirse de esa forma por como terminaron las cosas con Siwon. Una relación de años. Una que Siwon no valoró al final. Y también tenía razón en querer estar seguro sobre el padre del bebé, aunque de eso estoy seguro que soy su padre. No le iba a quitar ese derecho ni a oponerme porque finalmente se sabría la verdad. Era mío.

La segunda conclusión a la que llegue, es que por muy lastimado que Kyuhyun estuviera, no le daba el derecho de querer lastimar a otros. Por ejemplo a Heechul y a mí, por muy enamorado que estuviera de Kyuhyun no le iba a dejar pisotearme.

Esto me lleva a la tercera conclusión a la que llegue en la lejanía. Amaba a Kyuhyun, estaba enamorado de él, de esos pequeños destellos que me ha mostrado de su verdadero ser en el tiempo que llevamos juntos. Me enamoré de él desde el primer momento en que lo vi. Y si bien ahora mismo la distancia entre los dos es algo lejana, lograría cruzarla para estar con él.

Anoche no pude dormir pensando en esto, en Kyuhyun y nuestro hijo, y ya supe porque razón. Kyuhyun está en el hospital. Una de sus sirvientas me avisó que habían tenido que llamar a una ambulancia para que fueran por él. Solo eso me habían dicho sin poder explicar más.

Saber que Kyuhyun estaba en el hospital me hizo correr hacia él. Iba rogando de camino al hospital que a nuestro hijo no le pasara nada.

—   Señorita, por favor el joven Cho Kyuhyun, ¿en qué habitación se encuentra? – pregunto enseguida que llego al área de ginecología.

—   El joven se encuentra en la habitación 213 al final del pasillo. El doctor se encuentra con él en estos momentos. – me informa antes de dirigirme hacia la habitación que me ha dicho.

Justo cuando voy llegando, un doctor algo joven va saliendo de su habitación, dando instrucciones a una enfermera.

—   Disculpe, ¿Cómo se encuentra el joven Cho Kyuhyun?

—   ¿Quién es usted? – me pregunto con algo de recelo el doctor.

—   Mi nombre es Kim Yesung, soy el padre del bebé que el joven espera.

—   Oh, sí. Las personas que hablaron por una ambulancia para el joven, dijeron que usted llegaría directamente al hospital. Mi nombre es Kim Ryeowook, doctor del joven Kyuhyun. – realmente estaba agradecido de haber llegado unos días antes de mi viaje, o no habría podido estar aquí.

Los padres de Kyuhyun continuaban viviendo en China, ignorando por todo lo que su hijo estaba pasando. En parte era culpa de Kyuhyun, pues no les contaba nada.

—   ¿El bebé está bien?

—   No se preocupe. En realidad solo fue una indigestión. El joven le cayó algo mal de lo que comió pero nada más. – un gran alivio comenzó a invadirme al saber que estaba bien —. El joven Kyuhyun y sus bebés se encuentran bien, solo debe vigilar mejor su dieta…

—   ¿Bebés?

—   Oh disculpe, que ustedes no lo sabían. Para estar seguros que todo anduviera bien, hicimos un ultrasonido y se ha dejado ver el segundo bebé. Felicidades señor Kim, va usted a ser padre de dos bebés. – dijo el doctor Ryeowook tomando mi mano para felicitarme —. Ahora si me permite, voy a dejar instrucciones para que el día de hoy repose aquí el joven y mañana sea dado de alta. Ha estado un poco inquieto por eso lo mantendremos aquí.

—   Gra… gracias doctor. – todavía no me reponía de la sorpresa.

El doctor Ryeowook se fue y tras él una enfermera, dejándome solo. Tomo un respiro y abro la puerta de la habitación, espero que Kyuhyun no me aparte de su lado en estos momentos.

Y ahí estaba, en la cama de hospital con una de esas batas nada bonitas y con algunos aparatos conectados a él. Por su cara, pude darme cuenta que estaba asustado, realmente asustado. Y no por haber caído en el hospital, eso no, Kyuhyun estaba asustado por la noticia de su doble embarazo. Lo había llegado a conocer bien.

Rápidamente me acerco y me siento a su lado en la cama, paso mi brazo por su hombro y lo abrazo.

—   ¡Son dos! ¿Cómo voy a poder…?

—   Ssshhhh todo va estar bien. Tranquilo.

Continuará...