ENTRE LA IMAGINACIÓN Y LA REALIDAD _ Parte 16


— Puedes dejarnos solos por favor. – Mile pidió a la persona que iba con él.

Enseguida, Mile fue hasta donde estaba Apo y se agachó hasta estar a su altura. Mile parecía tan preocupado y el aspecto de Apo no le ayudaba mucho a tranquilizarse.

— ¿Por qué no contestabas mis llamadas? Huiste de mí, ¿hice algo que te hiciera sentir mal? - su mano acarició suavemente el rostro de Apo intentando borrar esa tristeza que cargaba. Lo había extrañado tanto.

— Apo estaba hablando conmigo sobre lo sucedido en la grabación. – le explicó p'Pond preocupado. Mile se giró para mirarlo, la seriedad en su cara pareció impresionar al director, ya que de antemano este sabía lo mucho que le molestó que se hubiera dirigido de aquella forma a Apo y a él, cuando no era el momento adecuado.

Mile supo por la forma en que el cuerpo de Apo había reaccionado que se encontraba desconcertado tanto como preocupado. Su error fue no haberse acercado a Apo en ese momento para aclarar las cosas, pues pensó que darle su espacio era lo mejor.

Un mensaje de Tong le había aclarado muchas cosas a Mile, por eso se había dirigido a la oficina de Pond en cuanto supo que Apo estaba aquí. Gracias a ese mensaje tenía la oportunidad de aclarar las cosas para Apo.

— Sí, lo escuche. – dijo Mile algo cortado a p'Pond. Después se giró de nuevo para dirigirse a Apo — Po, no debiste huir de mí, esto lo tenemos que hablar entre nosotros y no sentirte presionado por nuestro trabajo. – la diferencia de como se había dirigido al director era grandísima, pues con Apo hasta su voz cambió a una más dulce.

— Yo no quería causar problemas.

— Y no lo haces, solo que eres demasiado perfeccionista y eso tampoco es un problema – dijo Mile tomándole las manos entre las suyas a Apo, tratando de desestimar el verdadero problema — p'Pond te quiero pedir que, de ahora en más, las escenas de amor que tengamos que grabar Apo y yo sean lo más privadas posibles.

— Claro, eso estaba pensando también.

— Cuatro personas como máximo, de tú total confianza por favor. – mientras hablaba, Mile no dejaba de mirar a Apo a los ojos y seguía acariciando sus manos — Creo que Apo y yo nos concentraremos mejor si lo hacemos de esta forma y habrá menos nerviosismo. – y si algo pasa, estarán advertidos, pensó Mile.

Pond estaba seguro que Mile había dicho esto último para no hacer sentir mal a Apo sobre la petición, pues al considerar el trabajo de los dos, la petición vendría siendo algo que Mile necesitaba también. Pero más que por trabajo era por privacidad y más que nada por proteger su relación con Apo.

— Muy bien. Iré a poner algunas cosas en orden antes que comience el ensayo, no tarden. – dijo Pond saliendo de la oficina dejándolos solos.

Apo parecía disculparse con la mirada hacia Mile, estaba avergonzado y se veía indefenso. Mile sabía que todo estaba siendo su culpa por no darle la seguridad que necesitaba, de esa forma esta situación no se le habría salido de las manos. Pasar todo un día sin saber de Apo fue suficiente para Mile que no quería pasar por lo mismo.

— Sabía que algo andaba mal, pero quise esperar a que me lo dijeras tú, no esperé que desaparecieras de esa forma. – confesó Mile.

En ese momento Apo envolvió sus brazos el cuello de Mile pegándolo por completo a su pecho, ya que en ese momento Apo supo que había sido un error huir sin tener fe a lo que tenían juntos cuando Mile solo le daba muestras de apoyo y cariño.

Cuando lo tuvo tan cerca y entre sus brazos, Mile pudo oler el aroma característico de Apo que tanto extrañaba, la forma en que el cuerpo de Apo se amoldaba al suyo y como sus músculos ondulaban bajo su abrazo era todo lo que necesitaba sentir.

— No vuelvas a huir por favor, no lo soportaría. – le pidió Mile mientras lo estrechaba más fuerte contra su cuerpo.

Mile se dio cuenta de que nunca había disfrutado tanto de un abrazo como el que se estaban dando en ese instante, había estado tan preocupado de perderlo. Se permitió cerrar los ojos y disfrutar al máximo de su aroma y su contacto.

Por su parte, Apo pudo sentir el corazón de Mile a través de ese abrazo. Mile le gritaba su amor en cada acción y no solo con palabras. Ahora mismo se sentía tan idiota por haber pensado en todas esas cosas, porque Mile no necesitaba sus dudas, lo necesitaba seguro y a su lado para navegar juntos por esta aventura que habían emprendido los dos.

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"Entonces, recuerda bien el plan Barcode y Jeff tendrá su merecido, sabrá que no puede volver hacer lo que te hizo, ¿ok?"

Barcode no estaba muy seguro, pero ahí se encontraba, haciendo lo que Tong había planeado junto con Apo para darle su merecido a su P'. Aunque aún no estaba muy seguro de querer darle su merecido o de que alguna forma tuviera una oportunidad con él.

Una cosa si se le había quedado muy grabada en su mente sobre lo que le hablaron el otro día en el coche... Que él sea menor que Jeff y que le lleve tantos años, no le da el derecho de hacerlo de lado de esa forma tanto como él, Barcode, no podía dejar de tener sentimientos por Jeff. Respetar sus sentimientos y el tiempo que pasaba con él no era una opción para Jeff, eso lo tenía muy claro.

Podía ser diez años menor que su P', pero sus sentimientos valían tanto o más que los de cualquiera y Barcode aún se sentía un poco decepcionado por el abandono. Y si Apo y Tong estaban seguros de lo que decían, Jeff también sentiría algo por él, así que tendría que darle una mano.

Después de todo, pronto sería mayor de edad y las barreras serían tiradas muy lejos, solo tenía que aguantar un poco más y atar una correa a Jeff mientras tanto. Barcode estaba decidido.

— Cuántos instrumentos – dijo el chico que había acompañado a Barcode en ese momento a la sala de música.

El chico era un amigo de clase que lo había traído, pues tendría ensayo con Jeff y estaban esperando a que llegara mientras curioseaban en la sala.

— ¿Sabes tocar todos estos instrumentos? – el chico preguntó.

— Yo no, pero conozco alguien que sí lo hace. – recordando lo diestro que es Jeff con los instrumentos musicales.

— Wow, debe ser genial.

— Mucho.

Continuaron charlando hasta que el ruido de la puerta llamó su atención. Jeff acababa de llegar y no se veía nada feliz al parecer- Rápidamente se dirigió a Barcode.

— ¿Por qué no me esperaste en la escuela? Te dije que me esperarás, yo pasaría por ti. – fue el reclamo que le hizo.

— No quería molestarte P', sé que tienes tus ocupaciones también, además mi amigo se ofreció a traerme y esperar a que termine para llevarme a casa, por si tú tienes algún compromiso.

Al parecer, Jeff no se había percatado del otro chico y lo hizo hasta que Barcode lo mencionó. Barcode solo podía adivinarlo por los ojos de Jeff, ya que su expresión no había cambiado nada, esto lo estaba molestando demasiado.

— Ram, ven acá, te presento a p'Jeff – Barcode continúo como si nada — p'Jeff, este es mi amigo Ram, va esperar para llevarme a casa. es muy amable, ¿no crees?

— Lo hago con gusto Code. – el chico se acercó sonriéndole a Barcode mientras pasaba un brazo por sus hombros y con el otro saludaba a Jeff.

— Sí, es muy amable, pero no es necesario.

Jeff fue rápidamente donde se encontraba una mochila extraña y se la trajo al chico, para después empujarlo amablemente hacia la salida.

— Muchas gracias. No es necesario que lo esperes, me haré cargo de Code yo mismo. – Jeff intentó ser amable sin mucho éxito.

— ¡Llámame si necesitas que venga por ti! – gritó el chico a través de la puerta.

"Lo más seguro es que Jeff te quiera hacer una advertencia. No cedas fácil, sé reticente y más suspicaz que él." Recordó Barcode lo que Tong le había dicho. Así que Barcode tomó una postura defensiva e indignada, cruzando los brazos sobre su pecho.

— ¡Lo corriste p'Jeff! – fue su turno de reclamar.

— No fue así. – Jeff se acercó rápidamente, otra vez, a su molesto Nong. — Tan solo no es necesario que te espere si estoy yo aquí, para qué molestarlo.

— Recuerda que no pudiste hacerlo la otra vez. Ram quería realmente llevarme, no soy una molestia para él. – y Jeff estaba muy seguro de eso. Se notaba que ese tal Ram estaba encantado alrededor de su Nong y eso le molestaba muchísimo.

— Yo puedo, déjame demostrarte que yo puedo cuidar de ti, por favor Code. – para ese momento, Jeff se le había acercado con sus manos agarrando los brazos cruzados de Code y sus rostros muy juntos — Por favor. – volvió a suplicar Jeff.

— Ya lo veremos P'. – pero una sonrisa ya se dibujaba en el rostro de Barcode.

Jeff estaba notando que no lo tenía muy fácil con su niño, que además de cuidarlo, se estaba metiendo cada vez más fuerte en su corazón. Alguna vez había creído que poner distancia entre los dos era lo mejor, pero no se sintieron bien las consecuencias de como lo hizo esta vez y ya no estaba muy seguro de poder alejarlo de nuevo.



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Los planes de Tong son un éxito, debería cobrar.

Nenas, gracias por sus comentarios, sus votos, las lecturas, porque para nosotras es una alegría leerlas. Esperamos que les siga gustando lo que escribimos.

希 HeeChan


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