ENTRE LA IMAGINACIÓN Y LA REALIDAD _ Parte 19



Del otro lado de la ciudad, Mile llevaba en su auto a Apo a su departamento. En el camino siguieron platicando un poco sobre las grabaciones de mañana y de las ideas que Pond les había compartido. Sin duda Pond era el mejor, todos estaban muy contentos de trabajar con él.

— Entonces... ¿Puedo quedarme hoy contigo? – preguntó Mile muy emocionado.

— No creo que sea lo mejor P'Mai. – respondió Apo con una sonrisa y viendo por la ventana.

No era de extrañar que Mile le pidiera eso y menos un día como hoy siendo viernes, pero tenía que negarse, Pond los había citado muy temprano en la locación y debían estar descansados.

Apo sabía que dejar que Mile se quedará, lo que menos harían es descansar. No es que él no quisiera compartir una noche con Mile, que a decir verdad es algo que él necesitaba porque aún se sentía mal por haber huido de Mile, es algo que no debía haber hecho, pero lo hecho, hecho estaba y no podía regresar el tiempo, así que lo único que le quedaba era pensar las cosas y hablarlas con Mile en el momento adecuado. Esto fue algo que ya ellos habían decidido y que harían por el bien de su relación y demás.

Apo volteo a mirar a Mile y vio que este estaba un poco serio y.... qué era eso, ¿un puchero?

Apo estaba tratando de aguantarse las ganas de no reír... o al menos de no reír tan fuerte. No podía creer lo que sus ojos veían, su P'Mai haciendo pucheros, oh dios, tenía que inmortalizar este momento.

En seguida buscó en su bolso su celular y muy discretamente apuntó la cámara hacía Mile e hizo lo que deseaba, inmortalizar ese momento en una fotografía. La cual sería solo para él y su disfrute personal.

Mile iba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de las acciones de Apo, y era mejor así, pues no quería que Mile le dijera que la borrara, y aunque lo hiciera Apo no lo iba a hacer, esa fotografía era un tesoro del cual no iba a deshacerse así Mile se lo pidiera.

Apo sonreía a su teléfono.

— ¿Por qué sonríes tanto? – pregunta Mile al escuchar un ruidito a su costado, al voltear ve a Apo sonriéndole a su celular.

— No, nada, una publicación de mis fans. – respondió Apo aun sonriendo.

— Vamos Po, déjame quedarme contigo esta noche, te prometo que no haré nada que no quieras. – dijo Mile con una sonrisa coqueta.

— Si lo pones así... – respondió Apo también sonriendo y viendo a Mile, el cual seguro esperaba una respuesta positiva a su petición. — si lo pones así, aún sigue siendo un no. – dijo Apo sonriendo.

— Pero Po, ¿por qué no quieres? – pregunto Mile ya un poco impaciente por la negativa de Apo. — En verdad quiero pasar la noche contigo. Por favor. – Mile estaba sintiendo que su oportunidad de convencer a Apo se acaban.

— No P'Mai, pero no es porque no quiera, créeme que sí quiero.

— ¿Entonces? – pregunto Mile con duda.

— P'Mai, mañana tenemos un día apretado. Tenemos que ir a locación y nos queda lejos, aparte Pond nos advirtió que no nos quería cansados ni desvelados, porque solo nos permitirán estar medio día y debemos de avanzar lo más que podamos. – le explico Apo ya con rostro serio.

Mile sabía que Apo era un profesional y que el trabajo era cosa seria para él. Sin duda era una característica de Apo que Mile había descubierto y le encantaba, le gustaba ese compromiso que tomaba con las cosas que eran importantes para él.

Mile también era alguien que tenía un gran compromiso con su trabajo, pero en verdad quería pasar esa noche con él, pero también entendía la postura de Apo y debía respetarla. Aparte de que hace unos momentos había dicho una mentira, pues la verdad no podía prometerle a Apo controlarse cuando lo tuviera para él solo en su habitación y tener su aroma por todos lados.

Pensar en ello le llegó a su mente un tema que quería platicar con Apo. El día de hoy no lo había pasado muy bien escuchando a los demás de la buena química que su amor y Bibble tenían. Y para él eso quedó más que claro cuando envió el carro de comida a las oficinas de BOC, sonrió al recordar su travesura o tal vez... venganza por escucharlos hablar tanto. No es que Mile no viera el gran trabajo que ellos habían hecho porque no era así, sin dudas todo el cast de KinnPorsche eran unos profesionales, incluso el más pequeño de todos, pero una cosa era aplaudirles su desempeño y otra muy distinta andar esparciendo comentarios de lo bien que Apo y Bibble se ven juntos... eso ya era demasiado. Por eso, se le ocurrió algo.

— Sabes Po, tengo un amigo que tiene unos departamentos disponibles más al centro por si quieres mudarte. – le dijo Mile con un poco de duda.

— ¿Mudarme? – respondió Apo con total sorpresa en sus palabras.

— Sí, o sea... por si quisieras vivir un poco más cerca de las oficinas. Es solo una sugerencia. – respondió Mile mientras estacionaba su auto a orilla de calle, pues ya habían llegado al edificio donde Apo vivía.

— No, la verdad es que no me interesa vivir más en el centro. – respondió Apo mientras salía del auto.

— Pero piénsalo. – le dice Mile mientras sale del auto y activa la alarma, porque pensaba seguir a Apo hasta su departamento y esperar a ver si lo convencía. — estarías más cerca de todo, incluso más cerca de mi departamento si quisieras. – fueron las palabras de Mile viendo a Apo entrar al edificio y caminar hacia el elevador.

— No, sigue sin interesarme. – dijo Apo mientras oprimía el botón para llamar el elevador que no demoró en llegar.

— Incluso te lo dejará a un buen precio, solo sería cuestión de que digas que sí y será un hecho. – siguió diciendo Mile mientras entraban a la caja metálica. — Piénsalo, será más económico y más cerca de las oficinas, así podrás descansar más y mejor para cuando terminemos de grabar y se nos haga tarde. – Mile estaba jugando sus últimas opciones para convencer a Apo.

— Entonces... me estás diciendo que me mude de lugar para estar más cerca de las oficinas y porque será más barato para mí.

— Sí. – respondió entusiasmado Mile.

— O sea que no tiene nada que ver el hecho de que estés celoso. – dijo Apo mientras salía del elevador.

— ¿Qué?, no, por supuesto que no. – dijo Mile siguiendo a Apo.

— Ni tampoco tiene nada que ver con lo que los compañeros comentaron hoy.

— No sé de qué hablas. – respondió Mile simulando que no sabía nada de lo que Apo decía.

— ¿No escuchaste?, todos nos aplaudieron a Bibble y a mí por nuestra grabación de hoy, dijeron que teníamos muy buena química... qué hacemos bonita pareja. – decía Apo mientras abría la puerta de su departamento y entraba.

Pero por supuesto que Mile había escuchado todo eso y Apo lo sabía, pero iba a dejar que Mile se descubriera solo, él sabía que esos comentarios habían calado en los pensamientos de Mile y por eso, le estaba dando esa sugerencia de mudarse. Apo sonrió con satisfacción, ver a Mile celoso le gustaba mucho. Mile no podía disimular, Mile no lo supo, pero Apo vio todas las acciones de Mile cuando sus compañeros decían todo eso.

También vio cuando Mile los privó de disfrutar de la comida que les habían mandado, pero que casualmente ellos sí habían degustado. Y todo eso los había llevado a la situación actual. Apo no podía más que sonreír.

Pero Apo no estaba prevenido para lo que sucedió a continuación.

No supo cómo, pero en cuanto Apo entró al departamento fue tomado del brazo, le dieron la vuelta, escucho como la puerta de su departamento se cerró, lo siguiente que supo fue que lo jalaban del brazo directo a su habitación.

Ya estando dentro Mile lo puso de espaldas a la puerta y lo besó.

Era un beso que Mile estaba ansiando demasiado, casi desde el primer momento en que lo vio ese día, y si a eso le sumamos todos los pensamientos que llegaron a su mente al escuchar aquellos elogios, justo ahora lo que quería era devorar esa boca que era suya y de nadie más.

Aprisionó a Apo contra la puerta mientras le comía la boca, acción que en definitiva era correspondida. Ninguno de los dos podía negar que ansiaban cualquier toque, por mínimo que sea, y besarse era lo mejor que les había pasado en el día. Daban gracias al cielo de que por fin estaban en un lugar donde podían ser libres y hacer lo que tanto deseaban.

Tuvieron que separarse por falta de aire de las dos partes, estaban agitados, cada uno le había robado el aire al otro y separarse para llevar aire a sus pulmones era la única opción para seguir con lo que deseaban. Se miraron y se sonrieron, no sabían que esa sed de besarse era tan intensa.

— Entonces... ¿estás seguro que no son celos? – preguntó Apo mientras con una mano tomaba del cabello a Mile y le daba un beso en los labios.

— Si... son celos. Estos celos que me invaden y que no puedo ocultar. – respondió Mile mientras sostenía a Apo del cuello y volvía a besarlo y a robarle el aliento mientras más lo aprisionaba contra la puerta.

De la boca de Apo sola salían suspiros y gemidos, siempre y cuando la boca de Mile se lo permitiera, pues apenas lograban despegarse unos milímetros Mile ya estaba invadiendo su boca de nuevo.

Apo soltó su bolso y llevó a Mile hacia la cama, logró que se acostara en ella y ahora fue su turno de enjaularlo con sus brazos.

— P'Mai, no debes de estar celoso. Te quiero solo a ti. – le dijo Apo mientras le regalaba una de sus sonrisas más lindas a Mile. — ¿acaso haber esperado por ti todo este tiempo no te dice lo mucho que te quiero? – fue su pregunta.

— Eso solo me lo confirma. –respondió Mile serio, pues ese tema era muy importante para ellos.

— Entonces no tienes nada de qué preocuparte, te quiero P'Mai y nada ni nadie hará que mi corazón cambie. Así que no te preocupes por el lugar o con quién vivo, porque en mi corazón como aquí en mi cama, estás solo tú. – y Apo le sonrió de nuevo.

— Te quiero Po. – Mile le dijo con una sonrisa sincera y acercando su rostro a la boca de Apo que estaba por responder, pero un toque en la puerta impidió las dos acciones.

— Hey bro, ya llegué. Estoy muy cansado, así que me bañaré y me iré a dormir, mañana será un día de locos. Hasta mañana. – dijo Bibble mientras se iba hacía su habitación dejando a un par de personas con ganas de darle un golpe.

— Te juro que, si vuelve a hacer eso, pediré que le quiten un par de escenas con Biu. – dijo Mile descontento, pues de nuevo le habían robado la oportunidad de besar a Apo como quería.

— Tu tranquilo, no lo hace por maldad. – le decía Apo mientras se levantaba de la cama y se sentaba en una esquina.

— ¿Sabes?, la verdad no estoy muy seguro de ello. Y además estoy aún más seguro que sabe lo nuestro, estas interrupciones ya no son normales. – decía Mile mientras se sentaba y acomodaba la ropa.

— Es muy posible, pero hoy estuvo bien. – dijo Apo sonriendo. — tienes que irte Mile, mañana debemos madrugar. – insistió, pues cada vez se hacía más tarde y Mile debía irse a su departamento.

— Todo iba tan bien, ya casi te estaba convenciendo. – decía Mile mientras se levantaba de la cama.

— No me estabas convenciendo de nada P'Mai.

— ¿Ah no?, y esos besos qué significaban entonces. – preguntó Mile con verdadero interés.

— Esos besos solo demostraron las ganas que tenía de besarte. – le decía Apo mientras se acercaba a Mile y ponía sus brazos sobre sus hombros. — las cuales compartía contigo.

— Siempre tengo ganas de besarte. – respondió Mile.

— Sí, pero no siempre podemos hacerlo como ahora.

— ¿Ves?, por eso mismo, si te mudas a un lugar más cerca y solo, estás interrupciones no nos estuvieran deteniendo.

— Igual mi respuesta seguirá siendo no P'Mai. No me mudaré por dos simples razones. – le dijo Apo mientras hacía el número con los dedos.

— ¿Y cuáles son esas? – preguntó Mile con verdadera duda.

— Uno, que este departamento me gusta mucho en todo. Y la segunda es que, no me iré de aquí porque este departamento es mío, yo lo compré. – le dijo Apo con una sonrisa de satisfacción, pues estaba muy orgulloso de tener un lugar propio.

— ¿De verdad? – pregunto Mile, pues siempre había pensado qué al haberse ido a NY, al regresar estuviera alquilando un lugar.

— Sí, así que por eso no me mudaré. – se lo decía mientras ensanchaba una gran sonrisa.

— Ahora entiendo todo, y no volveré a sugerirlo. – Mile le dio un beso en sus labios. — Estoy muy orgulloso de ti Po, y ahora más que nunca. – le reitero sus palabras con un nuevo beso. — Te veo mañana Po. – beso. — Descansa y sueña conmigo. — otro beso.

— No prometo nada, pero trataré. – le respondía Apo en palabras para luego responderle con más besos. — Si te portas bien, mañana podemos vernos y pasar el resto del fin de semana juntos. – Idea que a Mile le gustó mucho.

Después de unos minutos lograron separarse, Apo salió de su habitación y escuchó el agua correr en el baño, prosiguieron a salir y Apo acompañó a Mile hasta la puerta. Al salir Mile le regaló una sonrisa y se fue hacia el elevador.

Apo cerró la puerta y se recostó en ella con la sonrisa más grande que había tenido en todo el día, pasar estos minutos con Mile era lo que necesitaba para recargar su batería, el latir de su corazón se lo confirmaba.

Muy contento se dirigió hacia la cocina, abrió el refrigerador y tomó una botella de agua, mientras la sacaba vio un paquete de cerezas que se había traído del supermercado. Ya sabía cómo iba a sorprender el día de mañana a Mile, le iba a dar las dos cosas que más le gustaban, las cerezas... y a él.


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¡Hola!

Aquí les habla una de las autoras. Yo soy muy pinchis seca y no se me da esto pero, quiero darles las gracias por darle una oportunidad a nuestro escrito, gracias por dedicarle unos minutos de su valioso tiempo. Por sus comentarios nos damos cuenta y nos llena de emoción saber que les está gustando. Ojalá sigamos captando su interés🤗

Muchas gracias y una disculpa por la tardanza...pasaron cosas🤭

Atte: 🌸Judith☁️💎

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