My Rain and You... Capítulo 21





Por favor, perdóname…
Si me castigan, lo voy aceptar
…Confession








Siwon continuo con su relato, cada vez más, Jay y Jungsoo estaban intrigados con saber toda la verdad, horrorizados con lo que tuvieron que vivir y sobre todo, sorprendidos de como sobrevivieron a eso…

Después de matar a Minho, Siwon podía sentir como se desvanecía en sus brazos, Heechul estaba cayendo en la inconsciencia, necesitaba ayuda y rápido. Siwon no deseaba ver morir al amor de su vida, sin hacer nada, por lo que comenzó a gritar como loco pidiendo por ayuda. Poco era lo que podía hacer en esas condiciones.

Lo que no se esperaba era a la persona que llego en su ayuda. Hangeng aun cojeaba por la herida causada por Heechul, llegó al lugar junto con otra persona. Siwon de verdad deseaba que Hangeng quisiera seguir ayudándolo.

Siwon abrazo protectoramente a Heechul, esperando un milagro.

   ¡Ey! He venido a ayudarlos, así que déjate de tonterías. – dijo seriamente Hangeng golpeando su hombro. – Deja que Mirt te ayude a cargarlo, tú no estás en condiciones Siwon. Prometo que tendrá cuidado. – la voz de Hangeng trataba de tranquilizarlo, además hizo que la persona que lo acompañaba se acercara.
   No, yo puedo con Heechul. Solo dime… ¿A dónde lo llevo? – pregunto finalmente Siwon, tratando en confiar en Hangeng.
   Changmin junto con Yunho los espera en su auto. Él también va ayudarlos.

No supo porque, pero el escuchar el nombre del guardaespaldas, a Siwon le dio un poco de tranquilidad. Rápidamente los tres llegaron al auto, Siwon noto que Yunho estaba recostado en el asiento del copiloto inconsciente y a su lado se encontraba un chico, supuso que era Changmin, la persona que Hangeng había mencionado.

Con sumo cuidado, Siwon recostó a Heechul en el asiento trasero del auto y se volvió para dirigirse a Hangeng.

   Heechul necesita un médico urgentemente, ha perdido mucha sangre y ahora esta inconsciente.
   Nos encargaremos de eso, no te preocupes. Soy Max Changmin, amigo de Yunho. – se presentó rápidamente — Sé donde llevarlos para que los atiendan, esa herida de bala es de cuidado. – dijo Changmin refiriéndose a la herida de Heechul. — Necesita cirugía urgente, no perdamos más tiempo.
   Estamos en tus manos, no te conozco pero si eres amigo de Yunho, confiare en ti. – Siwon palmeo el hombro de Changmin. — ¿Dónde nos llevaras?
   Es mejor no decirlo ahora por su protección. – Changmin no lo iba a decir pues no confiaba plenamente en Hangeng. Lo había investigado también.
   Si es por mí no te preocupes, no pienso intervenir más y he venido aquí a ayudarles también. – dijo Hangeng despreocupado.
   ¿Cómo? Piensas devolverme el favor por haberme desecho de tu hermanastro. – agrego Siwon.
   Y tú crees, ¿Que mi padre se quedara tan tranquilo al enterarse que ustedes terminaron con su hijastro? – Hangeng decía todo muy calmadamente, sin alteraciones. – He venido a darles la mejor solución, además de librarte de tu suegro y hasta de tu familia. – eso a Siwon le pareció interesante, debía escucharlo.
   ¿Qué propones?

¿Les debía algo? Le habían perdonado la vida a Hangeng, tanto Siwon como Yunho, bien habrían podido acabar con él desde el intento de secuestro pero no lo hicieron. Se atrevió a salvar a Siwon de la bala de su hermano, ¿Por qué?

Le habían abierto los ojos a Hangeng. Lo que supo de su hermano ese día cambio todo su pensar. Le habían hecho el favor de quitarlo de en medio al ser una amenaza, pues el mismo no habría podido; sentía dolor al perder a su hermano pero, a estas alturas Hangeng entendía que era la vida de su hermano o él. Y finalmente, él estaba vivo.

   Ustedes deben permanecer muertos para todos. – fue su gran idea. — Aprovecharemos el auto en llamas y los tres hombres que yacen calcinados dentro para hacerlos parecer muertos.
   ¡¿Tres hombres?! Pero si solamente estaba Min Ho. – dijo un sorprendido Siwon.
    No, mis hombres atraparon a dos de los de Min Ho, pensaban escapar los muy estúpidos, no iba a dejarlos ir y que le contaran todo a mi padre. – agrego irónico Hangeng. – Ellos decidieron ir hacerle compañía.
   Bien, entiendo el punto. Pero como piensas lograr eso. – Changmin intervino, no entendiendo la idea. – Es obvio que al quedar calcinados harán pruebas para reconocerlos y… — fue interrumpido.
   De eso ni se preocupes, ya me encargare yo de manipular las pruebas de ADN, la morgue es uno de los sitios controlados por los Han. Ya saben, los muertos no hablan ni se quejan de las cargas. – se burló Hangeng.
   No debiste decir eso, hubiera preferido no saber. – Changmin sabía que ese punto en su investigación se le había escapado.
   Ahora váyanse, ellos necesitan un médico, espero que los salven. Sobre todo a mi precioso. – era obvio que Hangeng hablaba de Heechul, más Siwon no dijo nada, pues estaba seguro que no lo volverían a ver. – Siwon cuídalo, merece ser feliz lejos de todo esto.
   Eso ni lo dudes, entregare mi vida entera para hacerlo feliz. – dijo Siwon mientras subía a la camioneta, seguido de Changmin.
   Antes que te vayas, podrías darme ese dije que traes encima y también tu arma. – Hangeng le pidió a Siwon.
   Claro, para que los quieres. – accedió Siwon, a estas alturas ya no desconfiaba en nada de lo que Hangeng le pedía.
   Seguramente tu familia vendrá a inspeccionar antes que la policía, debemos darles indicios para que no sospechen que son ustedes los que murieron dentro del auto. – Siwon se dio cuenta que Hangeng tenía todo bien planeado cuando le entregó la pistola — Bonita pistola Choi.
   Me la regalo mi hermano.
   Mejor aún, la reconocerá, será más fácil aceptarlo para él. – Hangeng hablaba mientras inspeccionaba la pistola.
   Y de Heechul, ¿Qué hay de él? – Siwon preguntaba sobre que pertenencia darían cuenta que era Heechul en del auto calcinado.
   No te preocupes, creo que con esto es suficiente. – Hangeng le mostro a Siwon la pequeña daga con la que Heechul lo había lesionado. La pequeña daga de oro estaba adornada con zafiros, era sin duda una joya digna de un Kim. – Váyanse ahora, nosotros haremos lo mismo en cuanto terminemos, no tardaran en llegar.
   Gracias. – alcanzo a decir Siwon, antes de Changmin pusiera en marcha su vehículo y saliera volando del lugar.

Hangeng los vio alejarse en aquel vehículo, sin saber a dónde se dirigían, más no le importaba saber. Lo único que deseaba era que aquellos a los que ayudo tuvieran mejor suerte que la suya, pues sabía que al estar juntos su felicidad estaba asegurada.

Envidiaba al Choi, porque aunque se había acercado de mala manera a Heechul, en verdad le gustaba demasiado. Mucho antes de que supiera que era un Kim, ya le gustaba.

   Choi idiota, de nuevo no lo hice por ti, que no entiendes – repetía Hangeng al recordar como el Choi le había dado las gracias nuevamente viéndolos partir — Espero que Heechul viva muchos años siendo feliz.

Hangeng se acercó al auto que aun ardía en llamas, lanzando dentro y cerca de los cuerpos, la pistola, el dije y la daga previamente limpias de huellas. Seguramente sería lo primero que encontrarían y sobre eso harían las investigaciones. Después se trepo en el auto que se le acercaba saliendo disparado del lugar, pues a lo lejos ya se escuchaban algunas sirenas.

En el camino, lejos de Hangeng; Changmin le explicó a Siwon su situación como agente especial de la embajada de Japón y como es que conocía a Yunho. Changmin le explicó que por su rango tenia ciertas consideraciones en la embajada, solo tendría que decir que habían salido heridos mientras él hacia su trabajo encubierto.

Aunque lo que no dijo, es que también le costaría su puesto, Changmin lo oculto pues no quería preocupar más a Siwon con cosas superficiales, cuando tenían a dos personas heridas y una de ellas al borde de la muerte.

Tan solo llegar a la embajada Japonesa, rápidamente Heechul y Yunho fueron conducidos a la pequeña clínica donde serían atendidos de emergencia.

El primero en entrar a quirófano fue Heechul, pues era quien se encontraba más grave y con pérdida de sangre. Yunho esperaría en un cuarto de terapia intensiva. Los recibió el medico en turno, un hombre de bastante edad pero con un rostro experimentado, pues no se inmuto al ver las heridas de ninguno de los dos.

La pequeña clínica contaba con lo básico, un solo quirófano, dos cuartos de terapia intensiva, sala de rayos X, rayos ultravioletas, un consultorio externo para las enfermedades frecuentes, sala de curaciones y cinco cuartos para internados.

También contaban con una sala de partos que nunca había sido utilizada, pues estos casos nunca se les presentaban. Ya que las esposas de los trabajadores de la embajada, optaban por asistir a las más prestigiosas clínicas de ese país. Y una emergencia en la sala de parto nunca fue necesaria pues ese tipo de situaciones nunca se les presentaba.

Mientras tanto en el cuarto donde se encontraba un inconsciente Yunho en la cama conectado a un respirador, pues las heridas en sus costillas le estaban presionando los pulmones que no lo dejaban respirar correctamente; pronto seria intervenido ya que sus heridas eran algo serio también.

Por ahora todos los dos médicos internistas, los dos cirujanos y algunos de los asistentes se concentraban en Heechul pues tenían que salvarlo, pero temían que todo lo que le hicieran fuera en vano… se debatía entre la vida y la muerte.

Changmin solo veía con pena como Siwon se paseaba en el pasillo esperando por respuestas, lo veía tan desesperado. Él se encontraba igual, con Yunho sin reaccionar y su respiración haciéndose cada vez más dificultosa.

   Por favor… resiste. – le hablaba a Yunho mientras tomaba su mano y le suplicaba no lo dejase. – No me dejes de nuevo por favor… no ahora que podemos estar juntos…

Entonces Changmin se concentró en Yunho y en darle ánimos, sabía que aun inconsciente él podría escucharlo.

Había estado inconsciente durante todo el camino hacia la embajada, eso fue preocupante para los doctores que lo recibieron. La falta de oxígeno a su cerebro pudo ser causante de su estado, con las costillas rotas pensaron lo peor, un pulmón perforado quizás. Sin embargo los rayos x no mostraron nada de eso, lo que encontraron fue que estas oprimían sus pulmones y por eso el oxígeno no era suficiente.

Aunque también era preocupante esa condición, no lo era tanto como el primer diagnóstico, por eso a pesar de su estado podía esperar. Con la ayuda de un respirador, Yunho comenzaba a respirar mejor, pero era necesaria una operación para restaurarle las costillas rotas y ponerlas en su lugar.

De nuevo a su lado, Changmin se enfrentaba a la vez a sus propias luchas internas, ese miedo que por mucho le había retenido de decirle la verdad a Yunho sabía que muy pronto tendría que revelar.

Miraba a Yunho tendido en la cama y gruesas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, después sus sollozos.

   No deseo perderte… no de esta forma. – Changmin se encontraba sentado junto a la cama con su rostro oculto en el brazo de Yunho mientras hablaba. — Aun si tuviera que decirle la verdad después, si me odiaras por eso, no sería tan terrible… con tal de verte vivo y sano.

Changmin no podía controlar sus lágrimas, terminaría perdiéndolo de cualquier forma, pero lo deseaba sano.

*****

Dentro del sopor que lo embargaba, Yunho también libraba su propia lucha, con su pasado. Aunque en su mente todo era tan real.

   ¿Dónde estoy? – se preguntaba Yunho.
   En la gran nada… — le contesto una voz.
   ¿Acaso he muerto? – pregunto con algo de temor.
   No, eso no. – le contestaron de nuevo.
   Me quede dormido entonces. No puedo dormir, no ahora… ellos me necesitan. – dijo un poco desesperado Yunho tratando de encontrar la salida de aquel lugar.
   Ellos están bien, tranquilízate.

Yunho se encontraba como en un desierto, solo que en ese lugar no hacía calor, no había nubes ni cielo que mirar pues todo era de un mismo color gris. Yunho se encontraba descalzo, pero la arena no rozaba sus pies y se sentía tan suave como algodón. Su cuerpo se sentía algo pesado, sin ganas, pero aun así intentaba salir de ese lugar.

Pronto supo Yunho que se encontraba en su semi-inconsciencia… pues a lo lejos comenzó a escuchar los sollozos de Changmin.

   Changmin… te quiero. – dijo Yunho mirando hacia donde provenían los sollozos.

La voz volvió a responderle.

   Él también te ama.

En el rostro de Yunho apareció una dulce sonrisa sobre sus labios, por poco la había olvidado, pero finalmente reconoció esa voz, que durante algunos años endulzaba sus oídos. Quien le había respondido, la persona que le hablaba, ambas cosas le causaron gran felicidad; pero se sentía sufrir con cada lágrima que escuchaba de Changmin.

   No quiero que Min llore. – dijo sinceramente Yunho, a pesar de que sabía lo que esto significara para la persona que le hablaba en esos momentos.

Yunho no dejó de recibir respuestas, se lamentó un poco haber sido tan sincero con lo que sentía por Changmin. Pero contra todo pronóstico, aquella respuesta hizo que el dueño de la voz se encontrara caminando hacia Yunho, hasta estar muy cerca.

   No te preocupes, si lo amas debes decírselo como ahora.
   Jae…tu no…
   No. Yo sería muy feliz si decidieras rehacer tu vida con él.
   Pero no eres tu… — Yunho no supo porque esas palabras de su boca.
   Eso no te ha impedido amarle, ¿no es así? – Jaejoong coloco una mano en el rostro de Yunho y éste ladeo su cabeza en busca de ese contacto que nunca llego.
   Lo amo Jae, tanto como a ti.
   Eso está bien y sería mucho mejor si lo llegaras amar más que a mi… no soy él, pero si es una parte de mí.

No hacían faltas las palabras para decir cuánto se seguían amando, ambos querían lo mejor el uno para el otro.

   Yunho, entiendo que te enamores de otro… yo te seguiré amando por toda la eternidad.
   Jae perdóname por… — Jaejoong no lo dejo terminar.
   Solo dime…dime que no lo dejaras ir, que te quedaras con él. La persona que yo he escogido para ti.
   ¿Tú?
   Si, por mucho tiempo fui egoísta reservándome la felicidad solo para mí, deje atrás lo que me llenaba de tristeza y me olvide del lazo más importante de mi vida. Ame demasiado, pero también abandone a quien me amaba sin condición, a quien me espero por mucho tiempo. Solo le devuelvo la felicidad que le negué por mucho tiempo.

Esto era algo que no dejaba de atormentar a Jaejoong, así que era su forma de terminar lo que tenía pendiente y a pesar que se mostraba contrariado, no lloraba pues ahora estaba haciendo lo correcto.

Después una dulce sonrisa se formó en sus labios.

   Sé que tú le darás todo eso que yo un día le negué, prométeme que no lo dejaras.
   Nunca, jamás volveré alejar de mí a Changmin, no podría hacerlo de nuevo. Porque ya no puedo vivir sin él. – respondió Yunho. – Pero tú, ¿me dejaras?
   No, ya que tendremos un vínculo que nos unirá por siempre. – Jaejoong bajo su mirada hacia el suelo recargando su cabeza en el pecho de Yunho ocultando su rostro. – Como ves sigo siendo un poco egoísta, aun en estos momentos, solo con él puedo dejarte ir.

Jaejoong tomo su mano entrelazándola con la suya, gesto que enterneció a Yunho correspondiéndole. De nuevo se escucharon los sollozos de Changmin, estos volvieron a dolerle a Yunho pues deseaba estar con él, un leve apretón de su mano le volvió la vista hacia Jaejoong.

Yunho sonrió tristemente, pues era hora de volver y dejar a quien había sido su gran amor. Pero ahora estaba seguro de una cosa…

   Lo amo, Jaejoong, lo amo. Te recordaré. – dijo sinceramente Yunho.
   Y yo a ti Yunho.

Esto último Jaejoong lo susurro en su oído mientras rodeaba con sus brazos a Yunho, quien se limitó apoyar su mejilla en la cabeza del otro como despedida mientras cerraba sus ojos por fin tranquilo al saber que no estaba traicionando sus sentimientos por Jaejoong y de saber que lo que sentía por Changmin era amor.

*****

Poco a poco Yunho fue despertando de aquel sopor, las luces se encontraban levemente bajas, no se sentía muy bien moverse así que se quedó quieto. Miro hacia el techo y este era completamente blanco, algo extraño pues recordaba estar en otro lugar.

Había mucho silencio, sentía que no había nadie a su lado por tanto silencio, pero un leve movimiento en uno de sus brazos le hizo saber que no estaba solo. Dirigió su mirada hacia ese lugar encontrándose con Changmin, con su otra mano se Yunho se quitó la mascarilla de oxígeno.

   Min… — susurro, sentía que el aire no le daba muy bien. – Min…

Volvió a repetir, pero lo que le funciono fue el mover su brazo, haciéndose notar ante Changmin.

   ¡Yunho!

Changmin no lo podía creer, estaba de nuevo consiente y al parecer la falta de oxígeno no había dañado su cerebro ni sus recuerdos. Yunho se encontraba mirándole… tenía una mirada extraña al posarse en él, algo en esa mirada le hizo abrazarlo suavemente mientras temblaba de felicidad, amor y miles de emociones recorriendo su cuerpo.

Pronto se recuperó de su sorpresa, Changmin fue consiente que aun su condición era delicada.

   No debes quitarte esto. – dijo Changmin queriéndole colocar la mascarilla con oxígeno a Yunho.
   Espera… —Yunho lo detuvo. – tenemos que hablar.

A pesar de su condición, Changmin pudo ver en sus ojos la urgencia de hablarle.

   Hablaremos…. Después, cuando estés mejor Yunho, te prometo que lo haremos, si tú me prometes que te pondrás bien.

Changmin hablaba con Yunho mientras le volvía a colocar la mascarilla, por lo que Yunho solo pudo asentir aceptando el trato.

De inmediato Changmin corrió hasta llegar a donde se encontraba una de las enfermeras, avisándole de la nueva condición de Yunho al haber despertado. Esta enseguida se retiró pues tenía que avisar al médico de guardia, Changmin regreso donde estaba Yunho.

Del quirófano salía un doctor con una camilla que era traída por dos asistentes, caminando por el largo pasillo hasta entrar al cuarto donde se encontraba Yunho, tenían que operarle ya que su condición de estable podría cambiar súbditamente.

   El quirófano se ha desocupado – explico el medico que había recibido a Heechul en primer momento. – El otro paciente está siendo atendido en la sala de partos, nos encargaremos de sanarlo no se preocupe.
   ¿Partos? – pregunto Changmin sorprendido.
   La doctora encargada del paciente les dará la información cuando sea el momento, por ahora debemos llevarnos a este paciente para no correr riesgos. – le pidió el Doctor.
   Gracias doctor. – Changmin acompaño a Yunho en la camilla mientras era trasladado a quirófano.

Cuando llegaron hasta la puerta de este, con pesar soltó su mano y lo dejo ir, rogo porque las manos de los médicos fueran acertadas y salvaran al amor de su vida.


Continuará...

Comentarios