Zhou
Mi y yo observamos como Siwon se lleva a hyung al baño dejándonos solos. El
cascabelito ha desaparecido y Zhou Mi ha dejado de ser un neko. Y aunque aún
permanecemos abrazados en la cama, no sé cómo Mimi vaya a reaccionar con lo
sucedido.
Igual
sé que siendo mi culpa, así que, asumiré las consecuencias de mis actos.
– Henry, bebé, pesas un poco. –
escucho a Zhou Mi decir.
Levanto
mi cabeza de su pecho y observo como me mira sonriente, se ve más guapo sin
esas orejas de neko. Dejo caer mi cuerpo a un lado sobre la cama sin dejar de
abrazarme a su pecho.
– ¿Estamos bien? – pregunto con
cautela a Mimi.
– Muy bien. – me responde con
una sonrisa. Lo escucho suspirar – Me siento cansado pero muy satisfecho. – y
la carita de cansado que tiene no miente.
– Lo siento por… por todo. – lo
siento removerse en su lugar hasta lograr abrazarme.
– La verdad esto es algo que
siempre había querido hacer y que no sabía cómo… ¿Cómo iba planteárselo a mi
pareja? ¿Estaría bien para ti? ¿Y si me odiabas por querer siquiera hacerlo?
Todas estas preguntas me detenían un poco.
– ¿En serio? – le pregunto
sorprendido.
– El sexo grupal es algo que
llama la atención cuando eres joven y puedes verlo en esas películas para
adultos, y que no había podido experimentar. – abro los ojos sorprendido ante
su confesión, más luego me recompongo al notar como Zhou Mi se cohíbe un poco.
Necesitamos
ser sinceros con nuestras fantasías, es algo que he aprendido con todo esto,
para poder cumplirlas, superarlas y ser felices.
– Creo que no había tenido
suficiente confianza con nadie. – escucharle decir eso, llena mi pecho de
calorcito.
– Te endiento. Yo también
quisiera experimentar cosas, como lo que hicimos detrás del escenario en el
super show, era una de las cosas que deseaba hacer contigo, más nunca se me
ocurrió mencionarlo.
– ¿Tener sexo en un lugar
público? – asiento –. Bueno, lo que hicimos aquí, se acerca un poco a hacerlo
con público. – comenzamos a reír.
– Es verdad. – dejo de reír
cuando una idea cruza mi mente –. Zhou Mi, se sinceró conmigo, ¿Tú quieres
estar con otros?
– No es tanto como si fuéramos a
intercambiar parejas sabes, no estoy en eso. Pero hacerlo contigo como sucedió
ahora y que ellos interactuaran con nosotros, fue realmente genial y excitante.
Aun no sé cómo nos atrevimos hacerlo, ¿Cómo fue convencido Siwon?
– Hyung lo convenció. – le
miento un poco.
– No pensé que se atreviera y
ahora veo que también lo ha disfrutado, tanto como nosotros. Aunque todo es muy
raro. Igual siento que hemos aprendido mucho de esta experiencia. – Termina por
decirme.
– Te amo Zhou Mi. – logro alcanzar
sus labios –. En adelante, espero que me digas todas las fantasías que tengas,
quizás lleguemos a un acuerdo y si son posibles, las hagamos realidad.
– Yo también te amo, Henry.
Si
bien es cierto que ellos recuerdan, no todo, si en parte. Es como Vanadis nos
advirtió, “Solo recordaran los buenos momentos que pasaron con ustedes y esas
noches apasionadas. Quizás se extrañen un poco por sus comportamientos o quizás
no”.
Tomo
su perfecta boca y nos enfrascamos en un nuevo beso cuando lo observo cerrar
sus ojos en el beso. Dios, quiero enmendar lo ocurrido con los cascabelitos, sé
que un beso no lo hará, pero si le dejara ver todo el amor, cariño que siento
por él y hasta mi alma que ya es suya en este beso.
No
sé cómo fui a quejarme antes, si Zhou Mi de una u otra forma siempre me ha
demostrado su amor. Merece otro trato de mi parte, como tenerlo en un pedestal
y adorarlo.
Poco
a poco termino con el beso separando nuestras bocas. Zhou Mi abre lentamente
sus ojos, su rostro sonrojado. Con nuestros rostros tan cerca, es difícil que
pierda cualquier detalle, incluso el de sus labios ligeramente hinchados por el
beso. Y no puedo dejar de sonreír al darme cuenta que todo eso lo he provocado
yo.
Creo
que al final toda esta experiencia ha valido la pena. Buena o mala, sirvió para
sacar a flote nuestros más ocultos secretos, sentimientos y deseos.
– Solo espero que hyung no haga
un problema de esto. – susurro en voz alta esto último.
– ¿Qué dices? – Zhou Mi me
pregunta.
– Creo que debemos levantarnos
de la cama y limpiarnos para poder vestirnos. Que ellos se hayan ido al baño
nos dice que es hora de nuestra salida. – después de todo solo estábamos de
visita.
– Tienes razón, vamos a
limpiarnos y a salir de aquí, – me dice –. Muero por estar a solas contigo en
nuestro departamento.
– Esa idea me gusta. – le digo
antes de recibir un corto beso.
Terminamos
limpiándonos uno al otro con unas toallitas húmedas de hyung y arreglando
nuestras ropas lo mejor posible, para que las arrugas y falta de algunos
botones no se note, aunque no creo que podamos hacer mucho. Por supuesto, tuve
que salir a buscar la ropa de Mimi donde había quedado cuando se convirtió en
gato, para que pudiera vestirse. Lo bueno de esto es que no hizo preguntas al
respecto.
Salimos
de la habitación tomados de la mano, con un Zhou Mi tratando de apresurar mis
pasos, teniendo prisa por llegar a nuestro departamento y sonriendo como
tontos. Es posible que estemos más enamorados que antes.
– ¡Hola Kyuhyun, Sungmin! – a
nuestra salida, nos topamos con ambos en la sala.
– ¡Hola, Sungmin! – el saludo de
Mimi resulta ser más un gruñido que otra cosa, con una mueca rígida en sus
labios y el ceño fruncido.
– Henry, Zhou Mi, ¿A dónde van?
– nos pregunta Sungmin, tratando de ignorar la actitud de Mimi.
– ¿Te importa? – es Mimi quien
le responde con otra pregunta y los brazos cruzados, aun sin soltar mi mano.
– No, es solo que…
– ¿Qué sucede? – Kyuhyun
interviene al notar la actitud de Mimi.
– Sí, ¿Qué se traen ustedes dos?
– venia tan inmerso en mi mundo, que no me di cuenta que Ryeowook también se
encontraba cerca –. ¿Sucedió algo que no sepamos? – ¡Rayos! La suspicacia de
Ryeowook no es buena en momentos como este.
– No es eso… – comienzo a
explicarles pero al notar como Zhou Mi no aleja su mirada ceñuda de Sungmin
hyung, me hace optar mejor por la retirada.
– ¿Qué le sucede? – escucho a
Kyuhyun preguntar a Sungmin en un susurro.
– Ni idea.
– ¡Waaaa, Sungmin! Me alegro que
sigas aquí. – Ryeowook salta sobre Sungmin abrazando su cuello.
– ¿Dónde más podría estar? –
Sungmin se nota confundido. A decir verdad, todos lo estamos.
– Es mejor que estés aquí, que
ese perro peludo. Kyuhyun ya estaba actuando extraño.
– ¿Qué quieres decir con eso?
– Creo que van a comenzar a
discutir. – por lo que aprovecho para salir definitivamente de aquí.
Siwon POV
Teniendo
en mis brazos a Heechul, la persona que más amo en estos momentos, pude
comprender que toda la locura había terminado. Solo puedo llamarlo de esa
forma: Locura.
Porque
fue una locura pensar que unos cascabelitos mejorarían mi vida sexual con
Heechul, lo hicieron y a qué precio. Haber aceptado la sugerencia de los
cascabelitos de una extraña, fue una locura. Locura fue primeramente haberme
quejado de lo que tenía con Heechul y no hablarlo con él.
Soy
consiente ahora mientras estamos acostados abrazados el uno al otro, que nada
de esto habría pasado si hubiera hablado sobre cómo me sentía. Quizás fue buena
idea al comienzo sin embargo nunca fue la solución.
Involucrarnos
hasta este punto con Henry y Zhou Mi, es una de las cosas que jamás habría
aceptado, pero que tuve que hacerlo para traer de regreso a mi princesa, aun de
esa forma, no me sabe bien.
Y
es que al calor del momento, hice y acepte muchas cosas. ¿Cómo fue que deje que
Henry me hiciera una mamada? O ¿Cómo fue que este pensara siquiera en
hacérmela? Quizás estaba tan cegado como yo.
Si
bien me concentre en Heechul, no puedo negar que la primera vez disfrute tanto,
que hasta olvide quitar el cascabelito de su cuello y no me percate hasta que
Henry me lo recordó. Había olvidado el motivo de aquel encuentro grupal.
La
segunda vez que tuvimos sexo, concentrado en lo que tenía que hacer, de igual
forma no pude dejar de lado que no estábamos solos. Los gemidos y jadeos
llenando el cuarto, los gritos de Heechul pidiéndome más, la voz de Zhou Mi
aguantando todas las sensaciones en su cuerpo y los sonidos quedos que hacia
Henry queriendo llegar.
Yo
sabía que estos dos de vez en cuando intercambiaban lugar, ya saben que en
charla de borrachos uno se entera de cada cosa, pero también sabía que a Zhou
Mi le gustaba más ser el pasivo que otra cosa.
Saberlo
y verlo son dos cosas muy diferentes.
Solo
puedo decir, que fue mejor que una película porno con orgía. Lo disfrute, lo
siento y no tengo nada más que decir.
Cuando
tome el pene de Henry y comencé a bombear al ritmo que empalaba a Heechul.
Verlo arqueado de aquella forma sobre Zhou Mi mientras este se ocupaba también
de hacer llegar a mi princesa, todo se desbordó. Mi mano directamente busco su
pene y ayudo a su liberación.
Fue
cuando Henry gimió mi nombre y no Heechul, que desperté de aquella visión. La
revoltura de nombres y el caos que eso desató en mí, que de algún modo intente
remediar reprimiendo mi orgasmo y llevando a Heechul al suyo.
Finalmente
con la mente despejada y un rendido Heechul, pude deshacerme del Cascabelito.
Mi princesa ni siquiera se dio cuenta cuando se lo quite, y en cuanto lo tuve
en mis manos, no pude dejar de pensar como esa pequeña cosa nos hubiera
cambiado tanto la vida.
– Amor… Mimi, dame tu
cascabelito.
Al
contrario mío, Henry le pidió a Zhou Mi que se quitara el cascabelito por sí
mismo, obedeciendo sin presentar pelea. Mis ojos se centraron nuevamente en
Heechul, mi amor, acostado en total desnudes y abandono. El cascabelito comenzó
a desaparecer de mis manos observando aquella escena.
– Ha desaparecido. – completamente
se esfumo de mi mano. No paso mucho tiempo para que sucediera lo mismo con el
de Henry.
– ¿Será seguro a donde sea que
se hayan ido? – pregunto Henry.
– Vanadis lo dijo, “Cuando nadie
más los necesite volverán a mis manos simplemente”. Supongo que volvieron con
ella. – le recuerdo nuestra corta charla con la extraña.
– Supongo entonces que tienes
razón. – lo veo decir en un suspiro.
Un
silencio incomodo se hace después de nuestra pequeña charla. Ambos estamos
desnudos y aunque ya algunas otras veces hemos compartido baño, la situación
después de lo ocurrido, nos hace sentir como dos extraños.
Cuando
volví mi atención a Heechul y nuestros ojos se cruzaron, pude notar el momento
exacto en el que volvía a la realidad
– ¡Siwon! ¡Siwon! – los gritos no
se hacen esperar – Tuvimos una orgía, sí. No recuerdo cómo llegamos a esto,
tampoco es como si no lo haya disfrutado, pero en estos momentos, agradecería
un poco de privacidad.
Estaba
dispuesto a asumir las consecuencias de aquello, incluso soportar golpes,
cualquier cosa menos perderlo. Escucharle decir aquello fue bastante
tranquilizador. Supe que nuestra relación se salvaría.
– Vamos princesa, vamos al baño,
Henry y Zhou Mi también necesitan un poco de privacidad.
De
esa manera abandonamos la recamara y nos escondimos en el baño, hasta que Zhou
Mi y Henry, se fueron. Cuando terminamos de ducharnos, me ocupe de retirar las
sabanas de la cama y al no tener alguna a la mano, pues es la señora del aseo es
quien las coloca, mi princesa termino poniendo sobre ella su cobija de Frozen.
– Siento que Ana me está
mirando. – le digo después de mucho tiempo de permanecer callados.
Y
funciona porque pronto lo siento reírse mientras lo tengo abrazado. Ambos
continuamos abrazados y desnudos sobre la cama, tan solo unas pequeñas toallas
cubren un poco de la cintura para abajo.
– Me alegra que estemos así,
juntos, tu y yo nada más.
– Se a lo que te refieres. – dijo
Heechul y lo sentí removerse incomodo a mi lado –. ¿Cómo pudimos terminar de
esa forma con ellos?
– Tú… tú querías a Zhou Mi. – no
podía decirle la verdad, pero parte de esto no era mentira. Tan solo recordar
como Henry y yo los vimos en la cama después de dejar de ser gatos y volverse
nekos.
– ¡Me dejaste hacerlo! – un
grito chillón sale de su boca –. ¿Estaba ebrio?
– Un poco sí. – lo abrazo más,
quiero hacerlo sentir mejor –. Pensé que era algo que deseabas experimentar, no
iba a dejarte solo tampoco.
– ¡Maldición, tocaste a Zhou Mi!
– al mismo tiempo que maldice, se levanta de mi lado sentándose sobre la cama.
– ¡No, claro que no! ¿Por qué lo
haría? – en realidad no lo toque, él me tocó a mí.
– Pues… – lo veo mover los
hombros incomodo –. ¿Qué no lo has visto? Con esas piernas largas y esbelto
cuerpo, es… es una lindura.
– ¿Se te hace guapo? – la verdad
es que estoy algo preocupado de que se sienta atraído por él.
– Dije lindo. Zhou Mi es alguien
lindo a quien cuidar, por eso no me explico cómo terminamos de esa forma, – y
como si se encendiera algo en su cabeza –. ¿Y Henry?
– ¿Qué con Henry? – la verdad es
que me apresure al decir esto algo nervioso.
– ¿Tocaste a Henry? – Heechul me
mira y por su mirada, siento que él sabe la verdad.
– No, no lo toque. – negué
incluso con mi cabeza también.
– Lo estas negando doblemente.
¡Mentiroso! – me lanza las almohadas más cercanas a él, que hacen me ponga de
pie de inmediato, incluso la toalla que lo cubría es lanzada a mi rostro.
– Si te digo que solo lo he
tocado por necesidad. Algo como de vida o muerte. – le digo recordando lo que
tuve que hacer para traerlo de vuelta –. Ni siquiera sé cómo voy a volver a mirarlo de frente.
– No te gusto ni un poquito lo
que aquí pasó, se te nota en la cara. – “¿Gustar y disfrutar, no es lo mismo?” Heechul
comienza a gatear sobre la cama hasta llegar a mí y colgarse de mi cuello –. Sé
que lo disfrutamos un poco como experiencia sexual, pero es algo que no me
gustaría volver a repetir en mi vida.
– Pensé que era una de las cosas
que tu querrías… – uno de sus largos dedos rápidamente cierran mis labios.
– Yo no comparto lo que es MÍO,
Choi Siwon. Que te quede claro.
Su
seria mirada, el agarre de su brazo alrededor de mi cuello unido a sus
palabras, me hacen sentir que como propiedad de Kim Heechul, soy un modelo
único y exclusivo para su deleite.
Puedo
sentir, que por sobre todo, su amor es el que habla en serio.
Que
estúpido me siento al querer cambiar esto verdadero que tengo con Heechul, con
sus altas y bajas, pero al final eso es el amor. No hay nada seguro, solo el
hecho de que si amas a la persona, siempre habrá una solución para mejorar la
relación.
Soy
un maldito afortunado por tener el corazón de Heechul.
– Te amo. – mis palabras salen
lentas y firmes mirando a sus ojos con nuestros rostros tan cerca –. Te amo tan
malamente que por tenerte para mí cometo tonterías. – termino por decirle lo
que hay en mi corazón y después robarle un beso.
– Tonto. – se ríe de mis
palabras porque sabe que es cierto –. Te amo más que todo eso. Pero igual no te
perdono que hayas tocado a Henry.
– ¡No me recuerdes eso! Íbamos
tan bien.
– Ni creas que va a ser fácil
que lo olvide. – se cruza de brazos frente a mí.
– Hare cualquier cosa. Seré tu
más servil esclavo. – su sonrisa de medio lado, me hace comprender que hace
mucho que lo soy –. De verdad, tú pídeme lo que sea, que yo lo haré. Solo… –
tomo su cintura con ambas manos y lo atraigo a mi cuerpo.
– ¿Qué Siwon?
– Se mío. Déjame tocar tu cuerpo
con estas manos y adorarte, hasta saciar la necesidad que tengo de ti esta
noche. – sus ojos bien abiertos me hacen comprender que mis palabras lo tomaron
por sorpresa.
– Te dejo bien cachondo la
orgía, pillín. – nuevamente se burla de mí.
– ¡Heechul! – y no puedo
continuar porque ya tengo su boca sobre la mía, con mi cuerpo cubriendo al suyo
sobre el colchón.
Un
beso danzante, donde nuestras lenguas hacen de la suya con nuestras
sensaciones, sofocando nuestra respiración. Al final, tenemos que separarnos
para buscar aire.
– Siwon, hazme el amor. – su
petición necesitada, tanto como la mía, su apariencia vulnerable bajo mi cuerpo
y sus labios ligeramente hinchados por los besos, sin embargo mi mirada se
pierde en su cuello desnudo. No hay más cascabelito, este es mi Heechul,
hablando por sí mismo.
Termino
por lanzarme a esa parte de su cuerpo, adorando la sensación de su piel desnuda
en mis labios. Deleitándome con su sabor y el aroma a jabón después del baño,
de su blanca piel.
Continúo
mi recorrido, adorando cada pedazo de piel en mi boca, encantado de escuchar
como los gemidos de Heechul poco a poco van en aumento. Deseando probarlo por
completo, sigo mi camino por su cuerpo hasta que mi lengua se entretiene en uno
de sus pezones. Mi lengua se enrolla a su alrededor, logrando sacar
maravillosos sonidos de la boca de mi princesa.
No
me entretengo mucho, pues aún me queda mucha piel por recorrer. Completamente
desnudo como está bajo mi cuerpo, no es difícil llegar pronto hasta llegar a
ese punto entre sus nalgas, pasando de largo su pene. El solo roce de mi respiración
sobre él, lo hizo saltar varias veces, mi princesa no necesita más estimulación
en esa parte de su cuerpo.
Colocándome
entre sus piernas y haciendo palanca con mis brazos, logro levantar sus caderas
para tener mejor acceso a su entrada.
– ¡Oh! ¡Ah, Siwon!
Heechul
comienza a decir mi nombre en cuanto comienzo a lamer. Me deleite aflojando y
lubricando aquel lugar por poco tiempo, ya que seguía reciente la anterior
faena.
Volví
a subir sobre su cuerpo, besando sus labios y compartiendo su sabor, en un beso
lleno de deseo pero sobre todo, de amor. Cuando nos separamos del beso, fui
acomodarme a su lado y sus manos sosteniéndose firmemente de mi cuello, no me
dejaron moverme.
– Mi amor…
– No, quiero verte cuando me lo
hagas. – me dice.
– Bien. – no podía negar que a
mí también me gustaba de esa forma.
Ambos
podíamos juguetear, hacer mil posiciones o buscar los lugares más extraños para
tener sexo. Sin embargo cuando se trataba de hacer el amor, vernos a los ojos o
sentir nuestros cuerpos muy juntos al conectarse, era lo mejor para los dos.
Busco
sus labios nuevamente acomodándome entre sus piernas. Con mis manos lo insto a
que enrede sus piernas en mis caderas y poco a poco voy penetrándolo,
lentamente, disfrutando del momento de nuestra conexión y del beso.
Cuando
por fin estoy completamente dentro de él y sintiéndome rodeado por su entrada,
busco su mirada y me pierdo en ella. Mis caderas comienzan a moverse al igual
que las de Heechul, alcanzándome en cada embestida.
Nos
movimos juntos buscando más placer sin dejar de mirarnos a los ojos, hasta
alcanzar nuestro orgasmo. Esta vez sí me permito terminar dentro de él.
Caí
a un lado de su cuerpo abrazándolo, tan rendido como él, hasta que el sueño nos
atrapo.
Es
sorprendente como es que Heechul pudo olvidar tan fácilmente sus amenazas
contra mí por haber tocado a Henry. Nuestra relación ha mejorado, no puedo
decir que no hemos tenido problemas o que algunas veces he tenido que reprimir
mis ganas de hacerlo mío, problemas como cualquier pareja pero, cuando me he
sentido demasiado abandonado lo hemos abordado. Y todo habría ido mejor si
Heechul, no hubiera tocado su cuello y darse cuenta que la cadena junto con su
cascabelito había desaparecido.
Heechul
hizo que volteara la cama, sacudiera las sabanas utilizadas aquella noche y
buscará en cuatro patas por todo el piso. Y resulta que el no encontrarlo, es
mi culpa.
Tal
parece que mis problemas por aquel cascabelito no pueden terminar todavía.
FIN
~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~
Hola nenas…
Por fin, por fin Cascabelitos salió de mi sistema. Sé que se les hará raro que les escriba esto pero, estoy bastante aliviada de haber terminado este trabajo. Las que me siguen de tiempo atrás saben que no soy de las que dejan un trabajo sin terminar, y aquí está, uno de ellos terminado. El tener muchos trabajos activos me pone de malas y ansiosa, porque quiero acabarlos ya, por una u otra cosa no se ha podido.
Quiero agradecer a mi comadre Mew por haber sido mi Betta Reader y que sin las ideas que aporto también al fic, quizás no habría quedado tan genial. Aún conservo nuestras conversaciones como evidencia de nuestras locuras kekekeke. Muchas gracias comadre.
Debo confesar que este fic estaba planeado para cinco capítulos y se alargó más de lo esperado, porque el tema se prestó para más locuras. Las parejas agregadas se fueron añadiendo conforme mi comadre y yo nos poníamos a charlar, hasta Shindong fue parte de nuestras locuras. En fin, me divertí mucho escribiendo Cascabelitos, incluso hasta el momento en que escribí el epilogo, ojala a ustedes también les haya resultado divertido y entretenido de leer.
Solo me resta decirles, gracias por continuar leyendo mis locuras.
Disfruten del epilogo la siguiente vez.
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